El Papa aprueba la canonización de Carlo Acutis

Carlo Acutis Carlo Acutis
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La Santa Sede junto con el Dicasterio de la Causa de los Santos ha comunicado que el joven italiano será canonizado.

Este jueves 23 de mayo, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia al cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos.

Durante la Audiencia el Sumo Pontífice autorizó al mismo Dicasterio a promulgar los Decretos relativos al milagro atribuido a la intercesión del beato Giuseppe Allamano, sacerdote fundador del Instituto de las Misiones de la Consolata; el milagro atribuido a la intercesión del Beato Carlo Acutis y el milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Giovanni Merlini, Sacerdote y Moderador general de la Congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre.

El Decreto también reconoce el martirio de la Sierva de Dios Mária Magdolna Bódi, fiel laica húngara asesinada en 1945 por odio a la fe; las virtudes heroicas del Siervo de Dios Guglielmo Gattiani; las virtudes heroicas del Siervo de Dios Ismael Molinero Novillo y las virtudes heroicas del Siervo de Dios Enrico Medi.

Carlo Acutis será santo

El Papa Francisco ha decidido convocar un consistorio, que se ocupará también de la canonización de los beatos Giuseppe Allamano, Marie-Léonie Paradis, Elena Guerra y Carlo Acutis.

El joven italiano que murió en 2006 a causa de una Leucemia fue declarado Venerable en julio del 2018. Su beatificación tuvo lugar el 10 de octubre del 2020. A falta de conocer la fecha cocnreta, ya podemos confirmar que el joven Carlo Acutis, será modelo de santidad para todos los jóvenes católicos.

¿Quién fue Carlo Acutis?

Carlo Acutis nació en Londres (Gran Bretaña) el 3 de mayo de 1991, de padres italianos, Carlo y Antonia Salzano, que se encontraban en la City por motivos laborales. Fue bautizado el 18 de mayo en la iglesia de “Nuestra Señora de los Dolores” en Londres. En septiembre de 1991 la familia regresó a Milán. A los cuatro años sus padres lo matricularon en la guardería, a la que asistió con gran entusiasmo.

Cuando llegó el momento de la escuela obligatoria, se matriculó en el instituto San Carlo de Milán, un conocido colegio privado. Después de tres meses, fue trasladado a la escuela primaria en el instituto Tommaseo de las Hermanas Marcelinas, porque estaba más cerca de su casa. El 16 de junio de 1998 recibió la primera Comunión, antes de la edad habitual, gracias a un permiso especial del director espiritual, don Ilio Carrai, y del arzobispo Pasquale Macchi. La celebración tuvo lugar en el monasterio de las monjas de clausura de la Romite de la Orden de Sant’Ambrogio ad Nemus en Bemaga di Perego (Lecco).

El sacramento de la Confirmación le fue administrado el 24 de mayo de 2003 en la iglesia de Santa María Segreta por monseñor Luigi Testore, ex secretario del cardenal Carlo María Martini y párroco de San Marco en Milán.

A los catorce años ingresó al bachillerato clásico en el instituto León XIII de Milán, dirigido por los padres jesuitas, donde desarrolló plenamente su personalidad. Con un estudiante de ingeniería informática comenzó a editar y gestionar el sitio web de la parroquia milanesa de Santa Maria Segreta. Aunque sus estudios fueron especialmente exigentes, espontáneamente decidió dedicar parte de su tiempo a preparar a los niños para la Confirmación, enseñando el Catecismo en la Parroquia de Santa María Segreta.

Ese mismo año diseñó la nueva página web del voluntariado del instituto León XIII y promovió y coordinó la creación de anuncios publicitarios del voluntariado de muchas clases como parte de un concurso nacional. Pasó todo el verano de 2006 diseñando el sitio para este proyecto. También organizó el sitio web de la Academia Pontificia Cultorum Martyrum .

Un enamorado de la Virgen y de la Eucaristía

Dada la gran devoción que Carlo tenía por la Virgen, rezaba el Rosario diariamente. Se consagró varias veces a María para renovarle su afecto e implorar su apoyo. También diseñó un diagrama del Rosario que luego reprodujo en su computadora. Hay que reconocer que los Novissimi siempre estuvieron presentes en la vida espiritual de Carlo. Esta fuerte conciencia de la realidad de la vida eterna provocó obstáculos por parte de algunos de sus amigos.

En octubre de 2006 enfermó de leucemia tipo M3, considerada la forma más agresiva, inicialmente confundida con gripe. En un primer momento ingresó en la Clínica De Marchi de Milán, luego, ante el empeoramiento de la situación, fue trasladado al hospital San Gerardo de Monza, donde hay un centro especializado para el tipo de leucemia que lo había afectado. Unos días antes de ser hospitalizado, ofreció su vida al Señor por el Papa, por la Iglesia, para ir directo al Cielo.

«Ofrezco todo el sufrimiento que tendré que sufrir, al Señor, al Papa y a la Iglesia, para no ir al Purgatorio e ir directo al Cielo», dijo el joven mientras padecía la enfermedad.

En ese hospital, un sacerdote le administró el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Algunas de las enfermeras y médicos que siguieron a Carlo en esos momentos lo recuerdan con gran afecto y edificación. La muerte cerebral ocurrió el 11 de octubre de 2006, su corazón dejó de latir a las 6:45 am del 12 de octubre. La noticia de su muerte se difundió de inmediato gracias a sus compañeros. Una vez llevado el cuerpo a casa, hubo una continua afluencia de personas que acudieron a darle su último adiós. El funeral se celebró en la iglesia de Santa María Segreta el 14 de octubre de 2006. El cuerpo de Carlo fue enterrado en la tumba familiar en Ternengo (Biella), luego, en febrero de 2007, sus restos mortales fueron trasladados al cementerio municipal de Asís para satisfacer su deseo. permanecer en la ciudad de San Francisco. Desde su muerte, su fama de santidad y de signos no ha hecho más que aumentar en todos los continentes.

Carlo Acutis: el joven apasionado de Dios y devoto de la Eucaristía

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Comentarios
21 comentarios en “El Papa aprueba la canonización de Carlo Acutis
  1. Esta sí que es una súper noticia! Será canonizado un joven de nuestro tiempo, que desde su niñez tenía la gracia enorme de la fe en la presencia real de Cristo en la Santísima Eucaristía y que, a semejanza de la sierva de Dios Lucía de Fátima y los Santos Pastorcitos, sabía “consolar” a Nuestro Señor con la Comunión reparadora! Este santo es la prueba evidente de que la Santa Misa, se celebre en el rito en que se celebre, santifica al que participa con las debidas disposiciones. Además, es un gran apologeta de la fe católica y un testigo extraordinario del mundo sobrenatural que nos circunda. Deo gratias por este don inmenso para toda la Iglesia! Por la universalidad de su testimonio y su fama de santidad en todo el mundo, ojalá su memoria se celebre en forma obligatoria en toda la Iglesia!

    1. Por lo mismo, la iglesia conciliar esta desesperada por hacer santos conciliares, pero no cuela. Santos realmente impresionantes de milagros en vida, tardaban decacas sino siglos en canonizarlos.
      Que era una gran devoto etc vale, pero lo del cuerpo incorrumpto me suena que estuvo manipulado, tienen una prisa enorme en hacerlo santo, como las turbocanonizaciones de los papas conciliares, que no entran ni con calzador. Esta iglesia concialiar esta desquiciada, arbol sin frutos, los saben ellos mejor que nadie

      1. La canonización de algunos papas es de cachondeo, es canonizar la herejía conciliar, de esa forma ya no hay santos súbitos, místicos, mártires por que el progresismo mata la santidad. Los santos verdaderos han desaparecido como han dejado de aparecer vocaciones religiosas. Espero llegado el día en que se desantifiquen algunos papas que fueron escarnio para la fe de la iglesia. A falta de santos, cualquier día tendrán los santos bemoles de beatificar a los grandes herejes de la historia como Lutero, Calvino y Enrique VIII, todo sea por el ecumenismo sacrílego. También ha habido otras beatificaciones políticas, que a la larga quedarán sin efecto.

        Que conste que nada tengo contra este joven, Carlo Acutis. es la excepción que confirma la regla.

      2. Depende. Hay “santos impresionantes con milagros en vida” que fueron canonizados apenas un par de años después de su muerte, como San Francisco de Asís (dos años después) y san Antonio de Padua. Antes del Concilio hubo también procesos de Santos extraordinarios, con milagros en vida como a Usted le gustan, que tardaron pocas décadas en ser canonizados: san Pío X, san Juan Bosco, santa Bernardette, santa Teresa del Niño Jesús, santa Gema Galgani, etc. Es decir, no pasaron siglos como usted afirma. A lo sumo medio siglo o un siglo. También hay santos extraordinarios “postconciliares”, como usted equivocamente los denomina, que hicieron grandes milagros en vida: santa Teresa de Calcuta y san Juan Pablo II y san Pío de Pietrelcina, entre otros. Pero parte usted de un equívoco: para hacer “milagros” en vida basta la fe, no hace falta la santidad. Esta en el evangelio: “Señor, señor, ábrenos… hemos hecho milagros en tu nombre”. La respuesta del Señor es archiconocida: “No os conozco”.

        1. No conozco ningun milagro en vida de JP2 ni Teresa de Calcuta, igual en tu imaginacion.
          Tu pregúntale a san Juan Bosco en tus oraciones qué pensaba de los video juegos de Carlo Acutis.

  2. No es por demeritar, pero…..no veo por algun lado sus acciones heroicas para proclamarlo santo, ademas de que no dice si fueron verificados y validados los 3 milagros que se le solicitaban anteriormente a los que nombrarian santos. Creo que este es uno de los errores de haber quitado al abogado del diablo en la canonizacion de santos. E Isabel la Catolica ¿Para cuando?

    1. No hacen falta acciones heroicas, sino viviras virtudes cristianas en grado heroico. Su entrega a la evangelización en persona y en el mundo digital, su amor a la Virgen concretizado en la oración frecuente del rosario desde la niñez, su amor a los pobres (muchos hasta se presentaron en su funeral),su forma de vivir la enfermedad que lo mató, sin renegar y ofreciendo los sufrimientos a Dios por la Iglesia… Sin olvidar que su familia no era especialmente practicante. Y sí, ya se había verificado otro milagro más anteriormente. Por no hablar de su cuerpo incorrupto.

      ¡Bienaventurado Carlo Acutis, ruega por nosotros!

    2. Olvídese de que canonicen a Isabel la Católica, si no lo han hecho antes, menos ahora, con uno que viste de blanco en el Vaticano claramente defensor y promulgador de la leyenda negra antiespañola.

      Tampoco van a canonizar a Fulton Sheen, que estaba a las puertas, pero resulta que debe ser «muy rígido» y poco «sinodal» para estos tiempos de herejía vaticana…

      1. Habrá que preguntarle a Juan Pablo II que fue el que paralizó el proceso para contentar a los judíos.
        Resulta curioso en quién modificó el proceso de canonización convirtiendo al abogado del diablo en un monigote sin poder y poniendo la máquina de hacer santos al rojo vivo (Canonizó a 482 santos. Más que todos los papas de los últimos 500 años juntos, sin contar los 1.341 beatos) y que se dio tanta prisa para beatificar a Juan XXIII o a su paisana Santa Faustina. Verdaderamente chocante es la última (Beata 1983, santa 2000), ya que, en 1959, el Santo Oficio publicó una nota prohibiendo el culto a la difusión de la divina misericordia en las formas previstas por Sor Faustina (AAS, 6 de marzo de 1959, p. 271), incluyendo su diario en el índex de libros prohibidos.
        Continúa…

        1. Pese a que la prohibición del diario se mantuvo hasta 1978, cuando fue sustituido Ottaviani por Franjo SEPER (Presidente Fundador de la ecuménica Comisión Teológica Internacional), en 1965 Pablo VI ordenó el proceso de beatificación en Cracovia, a cargo de Antoni Mruk (último confesor de Juan Pablo II).

          1. Donde dice: «cuando fue sustituido Ottaviani por Franjo SEPER», debe decir: «siendo Prefecto el sustituto de Octaviani, Franjo Seper».
            En la anterior redacción parece que doy a entender que la sustitución tuvo esa finalidad, cuando realmente Seper sustituyó a Ottaviani en en 1968.
            ¡Disculpas!

          2. Desconoce usted la historia del proceso de canonización de esta grandísima santa, que a Usted le resulta “chocante”. En el diario había traducciones equivocadas del polaco al italiano. Fue la beata Esperanza la que hizo saber al cardenal Wojtyla a través de mons. Deskur cuál era la dificultad: “que revisen las traducciones”. (Por algo será que le “choca” tanto. Es usted de los que predica sobre la “justicia divina” la Domenica in Albis? Ah, si es así, lo comprendo. Pero le guste o no le guste es la primera Santa del tercer “Milenio”, apóstol del Divina Misericordia hasta que El vuelva! Sancta Faustina, ora pro nobis!

          3. No he puesto en duda en ningún momento la santidad de Santa Faustina, es más, soy de devoto de la Divina Misericordia cuyo Rosario suelo rezar con frecuencia y tengo la imagen de Jesús de la Divina Misericordia en casa.
            He puesto el ejemplo como contraste de la doble vara de medir.
            A la hora de canonizar a Isabel la Católica bastó que lo pidieran los judíos para que el proceso se guardara en un cajón lleno de polvo, pero tratándose de Juan XXIII, o de Sor Faustina con una prohibición del Santo Oficio de por medio, se hizo rapidísimo.
            En línea con los demás comentarios sobre esto, como puede verse, parece que no sólo es la santidad el móvil de los procesos de canonización actuales.

          4. Respondiendo a su pregunta:
            Puede tener por seguro que confío en la Divina Misericordia de Nuestro Señor como única puerta de entrada al Cielo, dado que ninguno somos dignos por nuestras obras de alcanzar la salvación; pero creo también lo que explica maravillosamente San Alfonso en su obra «Preparación para la muerte»: «Se condenan más almas por la misericordia de Dios que por su justicia».
            Como seguramente habrá leído a San Alfonso, lo entenderá.

  3. No hubiera estado de más haber ofrecido una breve reseña del resto de beatos y siervos de Dios que se citan en el artículo.

  4. Nada que objetar de su santidad.
    Sobre el modo de canonizarlo sí, y mucho más del montaje que hicieron en su día de exponer su cuerpo embalsamado y arregladito que parecía que estaba echado la siesta. Luego ve uno un cuerpo incorrupto completo, como el de San Diego de Alcalá, por citar alguno que se expone en su fiesta, y se te cae el alma a los pies.
    ¡Puro marketing postconciliar del churrín, churrín, alabaré, alabaré!
    Dicho lo cual, que interceda por nosotros que él no tiene la culpa y el proceder de otros no le quita méritos.

  5. Lo único que no me gusta es que dentro de doscientos años aparecerá el nombre de «Franciscus» cuando se vea quién beatificó y canonizó a Carlo Acutis… una lástima. Me caía mal al principio hasta que profundicé en el chico y me quedé con la boca abierta, que he conocido milagros eucarísticos que sucedieron, literalmente, al lado de mi casa, gracias a él. Milagros, por otra parte, que todos estos obispos «conciliares» han ninguneado.

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