Monseñor Tadeusz Wojda fue elegido el pasado mes de marzo presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia en lugar del cardenal Grzegorz Ryś, candidato preferido por Roma.
El episcopado polaco parece haber acertado con la elección de Wojda como líder de los obispos de Polonia. La página web de la Conferencia Episcopal de Polonia recoge trozos de la homilía que pronunció el pasado 3 de mayo durante la Santa Misa celebrada en Jasna, Solemnidad de la Santísima Virgen María Reina de Polonia.
«Es necesario defender nuestra identidad cristiana, la soberanía de nuestra conciencia, nuestro pensamiento y la libertad de profesar nuestra fe, defender los valores que emanan del Evangelio y de nuestra tradición cristiana», afirmó el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca.
El presidente del episcopado polaco señaló que «observamos cada vez con más fuerza el debilitamiento de la fe en nuestra nación, el abandono descuidado de la Eucaristía dominical y de los sacramentos».
También lamentó la «falta de transmisión sólida de la fe en las familias. La secularización está pasando factura, no sólo entre los adultos, sino también entre los niños y los jóvenes. Se está debilitando el sentido de la necesidad de fortalecer las relaciones matrimoniales a través del sacramento. Se están extendiendo actitudes morales contrarias al Evangelio y a las enseñanzas cristianas».
El arzobispo Wojda admitió que «es alarmante que nosotros, el pueblo de María, estemos perdiendo conciencia de nuestra tradición y cultura polaca, llena de una actitud cristiana de apertura y respeto por los demás, sensibilidad hacia el don de la vida humana». Añadió que necesitamos una identidad cristiana «para no caer en el vacío existencial y perder la esperanza de la vida». No debemos dejarnos privar de esta fuerza interior, cuya fuente está en Jesucristo, el Hijo de María”.
“Es necesario, por tanto, preservar esta identidad, porque nos da un sentido de conexión con Dios. De esta manera, profundizamos nuestra conciencia de que la vida humana tiene un valor único y que nadie puede aniquilarla, aunque sea imperfecta. “La vida desde la concepción hasta la muerte natural sigue siendo un lugar de diálogo entre el hombre y Dios”, señaló el presidente del episcopado polaco.
Cargó con contundencia contra el aborto al asegurar que “es inaceptable exigir un ‘derecho al aborto’, es decir, un derecho real a matar. “Nadie tiene derecho a matar a otro ser humano, máxime cuando se trata de un niño inocente e indefenso” – subrayó.
El presidente del episcopado polaco reconoció que hoy María también está ante nosotros como Reina «para ayudarnos a afrontar con sabiduría y prudencia los problemas sociales y nacionales». “Ella nos enseña a respetar la democracia basada en la verdad, orientada al bien objetivo en el espíritu de la cultura y la tradición cristianas” – señaló.
«Debemos defender nuestra identidad cristiana, la soberanía de nuestra conciencia, nuestro pensamiento y nuestra libertad de profesar nuestra fe, los valores que brotan del Evangelio y de nuestra tradición cristiana. Es necesario defender nuestras convicciones religiosas, el respeto a los sentimientos religiosos, la catequesis en las escuelas, que no es sólo enseñanza sobre Dios, sino formación para los valores, para el respeto al bien y a la cultura de nuestra sociedad”, agregó el sobresaliente presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia.
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Mucho ha avanzado el «misterio de iniquidad» para que estas palabras sean noticia y tb excepción en los pastores.
Pastores que se dedican a hacer política, y de la mala. Se han unido a lo «del interés general» y han desechado el «bien común», que no son lo mismo.
Dios nos asista, y nos de pastores sabios, valientes y santos. Aunque sean un puñado pequeño. Con esto nos vale. Con menos se extendió el Evangelio, y con hombres mucho más rudos e iletrados.
Deo gratias!!
Que en Polonia tenga que salir el presidente del episcopado polaco recordando que hay que defender nuestra identidad cristiana y nuestras convicciones religiosas, ya es preocupante, ya. Polonia fue siempre un referente en Europa de los valores católicos y parece que eso está cambiando. ! Una pena, Dios nos asista !