El episcopado de Bielorrusia también ha dicho “no” a bendecir parejas en situación pecaminosa, diga lo que diga Doctrina de la Fe.
En Bielorrusia, la jerarquía católica no va a permitir que sus sacerdotes bendigan parejas de las que llaman ‘irregulares’ o, menos aún, del mismo sexo, y así lo han dejado claro con una nota de su conferencia episcopal en la que rechazan el permiso que en la declaración Fiducia supplicans concede el Santo Padre.
En la nota dirigida a los sacerdotes y diáconos, los obispos dejan claro por qué no es posible bendecir como pareja a quienes viven en un estado objetivamente pecaminoso: “La Conferencia de los Obispos recuerda a los sacerdotes y diáconos que las bendiciones no litúrgicas pueden otorgarse a todas las personas que las soliciten. Sin embargo, siempre es necesario evitar otorgar la bendición especialmente a parejas que viven en lo que se llama «matrimonio civil», así como a aquellos que viven en una unión canónicamente inválida o parejas del mismo sexo. Tal bendición puede ser percibida por otros fieles como consentimiento al pecado”.
Con este rechazo, los de Bielorrusia se suman a la Conferencia Episcopal Francesa, casi toda África Subsahariana, la Conferencia Episcopal de los Países Bajos, los obispos de las Antillas Francesas, los haitianos, los húngaros, todos los obispos católicos de rito oriental, los polacos y muchos otros obispos individuales que han rechazado la bendición de parejas que viven en pecado, entre los que destaca el cardenal Sturla, arzobispo de Montevideo.
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Fiducia Supplicans es un texto bajo el influjo de la anticatólica ideología del nuevo orden mundial, y por eso debemos refutarlo, junto a sus signatarios, que se han separado de la doctrina católica (y no es la primera vez).