Gänswein: Benedicto XVI nunca se arrepintió de su renuncia

Gänswein Benedicto abusos Georg Gänswein junto a Benedicto XVI.
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Ni ‘Vatileaks’ ni presión del lobby LGTB ni conspiraciones varias: el Papa Benedicto XVI por puro agotamiento. Así lo ha explicado en una entrevista su secretario, el arzobispo en paro Georg Gänswein.

Gänswein se enteró de que Benedicto había decidido renunciar en una conversación personal, ha declarado el prelado forzadamente ocioso en entrevista concedida a la cadena EWTN. El Papa Emérito le confesó que había estado rezando, reflexionando y luchando consigo mismo durante mucho tiempo hasta que llegó a la conclusión de que tenía que dimitir. El secretario reaccionó con estupor: “¡Pero eso es imposible!”, e intentó varias veces hacer cambiar de opinión al Papa.

Pero la intención de Benedicto no era debatir, sino comunicar su decisión inquebrantable, así que Gänswein tuvo que ‘tragar’. Significativamente, Gänswein destaca que Benedikt nunca se arrepintió de su renuncia.

Y a partir de ese momento, durante los dos primeros meses después de su dimisión, Ratzinger estaba muy agotado y apenas hablaba. Luego, poco a poco, fue recuperando algo de fuerza.

En su residencia del monasterio Mater Ecclesiae, Benedicto – “una persona muy sistemática” – celebraba la Santa Misa y recitaba el breviario cada día.

Y la liturgia. La liturgia era importante para Benedicto, incluida la Misa Tradicional que se ha celebrado durante siglos, por lo que en su día promulgó el motu proprio Summorum Pontificum por el que se dejaba libertad para celebrar la tradicional misa en latín sin permiso previo del obispo. Benedicto también quería lograr la paz con esto, y «funcionó», dice Gänswein.

Según Gänswein, Benedicto se enteró por él de cómo su sucesor anuló su obra en este sentido. Pidió a Gänswein que le leyera el texto de Traditionis Custodes y la carta adjunta del Papa Francisco. No hizo comentarios; nunca comentaba las decisiones de Francisco.

Fue el propio Gänswein quien le confesó su preocupación de que esta decisión causara “muchos, muchos problemas”, Benedicto solo respondió: “Espero que Dios nos ayude”.

 

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Comentarios
28 comentarios en “Gänswein: Benedicto XVI nunca se arrepintió de su renuncia
  1. Todo lo que pueda decir una persona que comunicaba al mundo las inyecciones/dosis que otra persona, según el, se había inoculado, no hay que fiarse. Habría que preguntarle el porqué, cual era el motivo, para darnos esa información, en plena campaña de pinchazos.

    1. Ante el desastre del pontificado de Francisco, es muy probable que Benedicto XVI se arrepintiera de su renuncia, ya que Su Santidad Benedicto amaba la Iglesia, y por tanto debía sufrir al ver el daño que Francisco está causando a la grey. Y de hecho, el papa alemán expresó a su buen secretario «espero que Dios nos ayude.»
      Lo que ocurre es que como monseñor Ganswein dice, el Papa Benedicto «nunca comentaba las decisiones de Francisco», lo que debía hacer por delicadeza, dada su situación de dimisionario (ya que en general no tendría sentido que si dimite se dedique después a comentar lo que hace o deja de hacer su sucesor). Y ese debe ser el motivo por el que nunca expresó ante su secretario ningún atisbo de arrepentimiento por su renuncia, ya que haberlo hecho constituiría una forma de comentario al pontificado de Francisco. Pero que no lo dijera no significa que no lo pensara.

      1. En cuanto a lo de que «ni ‘Vatileaks’ ni presión del lobby LGTB ni conspiraciones varias», se trata de una interpretación del obispo Ganswein, ya que en la misma línea por lo que Benedicto no comentaba cosas de Francisco, es creíble que tampoco comentara las graves causas que pudieron concurrir en su dimisión.
        Ratzinger estaba envejecido (aunque tras su renuncia se mantuvo bastante bien durante diez años) y si es cierto que su agotamiento debió influir en su decisión de abandonar, es plausible que también convergieran otras circunstancias, como las presiones de las élites globalistas del NOM que querían quitar de en medio a un buen pontífice que les estorbaba para sus inicuos propósitos, y querían colocar un hombre que hubiera sucumbido a su errática ideología, como es el caso de Francisco. (Recordemos el contubernio de la mafia de San Gallo).

        1. El «asesinato» blanco, propio de ambientes curiales y regios, consiste en afectar la salud del gobernante vulnerable con una serie de disgustos psicológicos derivados de la aparición de circunstancias difíciles del gobierno.

          Ahora es de sobra conocido que existía una doble mafia euro-norteamericana: la de San Galo y la jesuítica-demócrata (en normales relaciones desde el s. XIX, hoy retorcida) de Biden, Obama, Clinton y Podesta, para imponer una Iglesia Católica de acuerdo con el Partido Demócrata.

          Los disgustos a Ratzinger concluyeron con el bloqueo bancario internacional que describió Podesta.

          Ratzinger, como fruta madura (anciano enfermo), dimitió el mismo pues su cese histórico y sorprendente es su denuncia profética ante el colegio cardenalicio.

          Los actos de esta mafia euro-useña fueron la elección de Bergoglio y su pontificado de 10 años.

        2. Yo recuerdo haber leído muchos artículos de la chupacalcetines Elisabetta Piqué, hablando desfavorablemente de Benedicto XVI, por supuesto, que haciendo que los lectores crean que era objetiva.
          ¡Pero cómo habla bien de Jorge Bergoglio!
          Inclusive escribió una biografía en forma de panegírico sobre el cual se filmó una película argentina.

    2. Quizá supiera que la «campaña» de vacunación no era más que un experimento sin ninguna garantía, lo que se ha demostrado con sus nefastos resultados. Pero Gänswein no era quien para decirle a Benedicto que se vacunara o no, así que no entiendo su pregunta.

      1. Antonia, no me has entendido, o no me he explicado bien, me refería en mi comentario a M Gänswein. Benedicto XVI es para mi la persona mas dulce, sabia y santa que ha existido, el, y San Juan Pablo II, han sido lo mejor de la humanidad, dos santos hombres de Dios. El que hablaba de las vacunas era Gänswein y yo creo que debería hablar de si mismo todo lo que quiera, pero nunca referirse a Benedicto, porque esto no se puede entender salvo que M. Gänswein trabajase de sponsor de los pinchazos. Yo creo que debes leer con mas atención.

  2. Monseñor Ganswein no puede tender la certeza de que otra persona que no es él se arrepiente o no de haber tomado una decisión, sobre todo cuando esa otra persona ya no está para refutarlo o corroborarlo. Lo que sí que es evidente es la animadversión explícita de las élites globalistas hacia S.S.Benedicto XVI y así como la existencia del contubernio de Sankt Gallen para destituir al Santo Padre alemán, confirmado por sus propios protagonistas, y no negado por el que ha sido principal beneficiado de su renuncia, que no abdicación.

  3. «No hay nada oculto que no salga a la luz y sea manifestado, ni secreto…»
    Algún día lo sabremos, pero desde luego huele mal eso, de que estaba cansado. También S. Juan Pablo II estaba cansado y aguantó hasta su muerte. Sólo Dios lo sabe.

    1. Nadie ha hablado de ninguna «validez», sino de si BXVl se arrepintió viendo el resultado. Mons. Gänswein sólo dice que él no vio muestras de ello. En cualquier caso, BXVI no tenía una bola de cristal y no podía saber lo que iba a ocurrir, por lo que es absurdo llorar sobre la leche derramada.

      1. Ni falta que le hacía, la bola de cristal. Benedicto renunció porque no podía desempeñar su función de dirigir la Iglesia, infiltrada y ocupada por sus enemigos y viendo que tras su cese la situación iba a peor, lo lógico es que se ratificara en que su decisión fue correcta.

        1. Sr. Tristón o Leoncio. ¿Quiere decir Vd. que S.S.Benedicto XVI renunció voluntariamente para que las cosas fueran a peor? No tiene sentido.

        2. «…viendo que tras su cese la situación iba a peor, lo lógico es que se ratificara en que su decisión fue correcta»

          Ni correcta, ni incorrecta. Lo podría ser por otros motivos, pero no por algo que iba a acontecer en el futuro. Por tanto, como la decisión es un acto precedente, de nada sirve lamentarse de la situación posterior, y culpa sólo hay cuando se conoce que un acto va a producir invariablemente un resultado malo, cosa que ni él, ni nadie, sabía. Como bien señala Chimo de Patraix, es indefendible que BXVI renunciara a sabiendas de lo que se nos venía encima, o incluso precisamente por ello.

          1. Puede que lo que se nos venga encima, finalmente, no sea malo. Pero ciertamente para darse cuenta de esto hay que conocer las Sagradas Escrituras, lo cual no está al alcance de cualquiera.

          2. «Puede que lo que se nos venga encima, finalmente, no sea malo»

            Estábamos hablando de lo que podría venirnos encima cuando BXVI renunció. Ahora ya no es «lo que se nos venga encima», pues ya lo tenemos aquí desde hace más de una década (y bueno no es).

      1. Católicus: toda situación desesperada es susceptible de empeorar. Yo creo que Ratzinger, hombre de gran inteligencia, sabía que esto era así. Hay algunos que están esperando que después de Francisco venga un buen Papa que ponga orden…. a mí me parece que hay que ser iluso para esperar este tipo de cosas hoy día. Los tiempos que vivimos no son convencionales y las soluciones, que vendrán y puede que haya sorpresas, tampoco van a ser convencionales. Dejémoslo así, de momento.

        1. «Hay algunos que están esperando que después de Francisco venga un buen Papa que ponga orden»

          Hombre, es lo más lógico. ¿Quién querría que le sucediese alguien aún peor y que añada más desorden al ya existente?

          «a mí me parece que hay que ser iluso para esperar este tipo de cosas hoy día»

          Hay que distinguir entre el legítimo deseo y lo que finalmente vaya a ocurrir: lo primero es totalmente loable, mientras que lo segundo requeriría tener una bola de cristal, pues nadie puede conocer el futuro. En cualquier caso, es de esperar que tarde o temprano volverá a haber un Papa que, aunque no sea un híbrido entre Santo Tomás de Aquino y San Francisco de Asís, al menos sea católico y no se dedique a dinamitar dos milenios de catolicismo y a contradecir a todos sus predecesores o enmendar la plana al mismo Cristo.

          1. Católicus: lo que vendrá será un Antipapa. Francisco todavía es Papa. ¿Tengo una bola de cristal? No, pero hay informaciones y predicciones al respecto. ¿Puedo estar equivocado? Sí…. pero me parece que no, no sé si me explico. Y francamente, creo que los ilusos deberíais espabilar, por la cuenta que os trae.

          2. Otra precisión para Católicus, si me la dejan publicar junto con la anterior. El reconocimiento de la homosexualidad, del «matrimonio homosexual», el fin del celibato sacerdotal, las sacerdotisas y sacertotices, la supresión oficial de la Eucaristía…. todo eso y más, que no ha llegado en casi once años de pontificado de Francisco, ni llegará en lo poco que le quede, llegará con su sucesor oficial, que será un Antipapa. ¿Puedo estar equivocado? Sí….. pero me parece que no, así que idos agarrando, por si acaso.

  4. El libro de monseñor nada mas que la verdad es muy bello ,un hombre que acompaña a un hombre santo por decadas creo q lo va conociendo muy bien ,y claro q habia confidencias ,pero el hecho de vivir bajo su ala impresionante,y de q si esto o lo otro…pasa en segundo plano ,su legado,su firme doctrina sus libros maravillosos hacen de el un santo y doctor de la iglesia q dijo lo q vivio,hasta el final .

  5. Hombre,George.
    Con 66 tacos,hace mucho que dejaste de ser niño.
    Por tanto chirría que,a tu edad,entones la canción infantil «Vamos a contar mentiras».
    Por cierto,¿cómo hay que entender entonces tus palabras en cierta conferencia universitaria en la que, con un impostado embrollo sobre Isaías y Jermías,abrías el melón de todas las conjeturas al respecto?

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