La Comunidad de Lanceros ha comentado la decisión de monseñor Georg Gänswein de hacer que el director de la Revista Vida Nueva José Beltrán rectifique lo que escribió del arzobispo a propósito de su cancelada visita a España para impartir una conferencia en la Fundación Universitaria Española sobre Benedicto XVI.
El portal Infocatólica publicaba el 19 de octubre que el diario alemán Die Tagespost se hacía eco de la polémica generada en España a propósito del anuncio de esa conferencia. La publicación católica alemana señalaba que la cacería contra Gänswein en España comenzó antes en la revista Vida Nueva. Revista cuyo consejo de redacción se reunió con el Papa Francisco en el mes de agosto y que, según se comenta, está en permanente conexión con el Papa y su entorno.
Die Tagespost comentaba que “se dice en un pasaje [de un artículo de Vida Nueva] que Gänswein se había negado a obedecer al Papa Francisco al rechazar la oferta del Pontífice de dirigir una diócesis alemana. Gänswein también había rechazado [según Vida Nueva] la propuesta de hacerse cargo de una diócesis en Italia, exigiendo en su lugar una «posición de autoridad en la Curia». Esa «partida de póquer» de Gänswein había llevado finalmente al Papa a pedir al antiguo secretario privado de Benedicto que abandonara el Vaticano y regresara a Alemania”.
Esos comentarios de Vida Nueva fueron calificados de “grave calumnia” en una rectificación que la revista española ha tenido que publicar legalmente, aunque incluyendo una serie de comentarios sobre la legislación española con la pretensión de hacer ver a los lectores que están obligados por ley pero que eso no quiere decir que no sea verdad lo que escribió el director.
La carta de monseñor Gänswin es la siguiente:
“Señor Director de Vida Nueva Digital:
Con gran sorpresa por mi parte he sabido que en Vida Nueva Digital se hacen afirmaciones respecto a mi persona, que me veo obligado a comentar, pues ya se están haciendo eco otros medios.
En una noticia de 9 de octubre 2023, se afirma textualmente: “Negativa a obedecer. Pasada la tormenta, el Papa mantuvo varias reuniones con él en las que le habría ofrecido situarse al frente de una diócesis alemana, siguiendo la estela de Stanislao Dziwisz, secretario personal de Juan Pablo II, que tras su fallecimiento fue designado arzobispo de Cracovia. Gänswein se negó y Francisco le ofreció la posibilidad de pastorear una diócesis italiana. También lo desechó e incluso llegó a postularse para un puesto de referencia dentro de la Curia. Ante este órdago del arzobispo alemán, el Papa le instó a que dejara el vaticano y regresara a su tierra natal”. El mismo texto se repite en una noticia del 16 de octubre.
Son afirmaciones completamente falsas. Tengan presente que tales afirmaciones constituyen una grave calumnia.
Por este motivo, solicito respetuosamente que se rectifique inmediatamente con la debida publicidad tal afirmación.
+Georg Gänswein”
El periódico católico alemán añade además que Vida Nueva difundió que “que Gänswein estaba en Friburgo por instrucciones del Papa Francisco y que tenía «expresamente prohibido» viajar al extranjero sin el permiso de las autoridades eclesiásticas”. Die Tagespot comentó a este propósito que “si efectivamente hubiera recibido tal orden de Roma, «mis viajes del pasado septiembre a Roma (donde participé en el simposio del círculo de estudiantes del profesor Ratzinger) o recientemente a Austria (donde participé en una reunión de la fundación ‘Kirche in Not’), así como el viaje previsto a Madrid, habrían sido actos de desobediencia por mi parte ante tal prohibición». No existe tal prohibición. «Es simplemente una invención», dijo Gänswein. Gänswein hizo un llamamiento «enérgico» al editor [de la publicación española] para que «rectifique inmediata y públicamente esta acusación»”.
Al menos hay un arzobispo alemán que no le tiene miedo a Vida Nueva, la revista de cabecera española del Papa Francisco, del cardenal Omella y de unos cuantos obispos españoles.
Diego Lanzas
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El Papa Francisco, Omella, Cobo, y Vida Nueva, están confabulados, y hasta se sirven de la mentira para sus fines de acoso y derribo contra los pastores fieles.
Por parte de Francisco no me cabe la menor duda. Recuerdo las últimas palabras del P. Carlos Buela después de la entrevista con el papa, a mi pregunta: ¿Cómo les fue ayer? Respuesta: Fue una victoria a lo Pirro. Tenemos que confiar en la palabra de un hombre que no tiene palabra». Le puedo contar mucho más cuando vaya a España, si Dios quiere, dentro de unos días. Cordialmente.
La izquierda no dimite nunca. La ultraizquierda con faldones tipo Bergoglio, Omella, Cobo, «Vida Nueva» o Vidal-Bastante, ni siquiera rectifica como exige la más mínima ética.
Qué vergüenza, calumniar de esa forma a alguien en una revista católica!!!
No seré yo la que lea dicha revista digital.
Estos de Vida Nueva no tienen vergüenza ni la conocen!
Estos difamadores de católicos tienen poco (bueno, como Bergoglio y su pandilla «obispal-cardenalicia»). En fin…
El titular está mal. Lo correcto sería “El arzobispo Gänswein pide a Vida Nueva que rectifique”
Usted sí que está mal, todo el día cambiando de nick. ¿Qué piensa que significa «exigir»? Pues se lo explica el Diccionario de la Real Academia Española:
1) Pedir imperiosamente algo a lo que se tiene derecho.
2) Dicho de una cosa: Pedir, por su naturaleza o circunstancia, algún requisito necesario.
Ambas definiciones demuestran que el titular está perfectamente escrito. Qué bien haría usted si, en vez de trollear, estudiase un poquito.
¿Rectificación?, ¿cuál rectificación? Los de Vida Nueva se mantienen en su artículo original, publican la carta de Gäswein como una mera concesión graciosa, una largueza y gentileza, pero hasta ahí no más. Es decir, lo ponen en la perspectiva de «esto es lo que nosotros afirmamos, pero lo que el directamente aludido argumenta es esto otro, saque el lector sus conclusiones». Claramente y en negrilla escriben al final «publicar una nota de rectificación no supone que la información original sea errónea y tampoco implica que la nota de rectificación sea verdad».
«publicar una nota de rectificación no supone que la información original sea errónea y tampoco implica que la nota de rectificación sea verdad»
Lo segundo es cierto: pueden publicar una «nota de rectificación» que vuelva a incurrir en el error. Pero, en este caso, lo primero implica que la información original sí era errónea:
RECTIFICAR:
4. tr. Modificar la propia opinión que se ha expuesto antes.
5. tr. Corregir las imperfecciones, errores o defectos de algo ya hecho.
(Diccionario de la Real Academia Española).
¿Qué finalidad podría tener modificar una información original cierta, para sustituirla por otra posterior errónea? Eso no se le ocurre ni al que asó la manteca. La ley obliga a rectificar una información si ésta es falsa, no cuando es verdadera. Así que, el libelo pseudo-religioso de ultraizquierda «Vida Nueva» se puede ahorrar los rollos patateros, que no se los cree nadie.
Habria que mandar cartas nosotros los laicos a esta revistucha como apoyo al cardenal Ganswein , buen hombre y amigo del papa Benedicto ,recomiendo su libro- nada mas que la verdad- …nada de lo q dicen los medios, chismosos
También en el ámbito ¿católico? se lleva eso de «arrastrar las togas por el lodo del camino». Y es que son tal para cual
He entrado en vida nueva digital y no he encontrado ni la carta de Gäswein ni comentario s la misma.
Puede ser que no sé manejar el buscador de esa web.