El cardenal Juan Sandoval, uno de los cinco firmantes de las dubia, ha vuelto a manifestar su desacuerdo con este Sínodo y más en concreto con el concepto de «sinodalidad».
El arzobispo emérito de Guadalajara (México) ha recordado a través de un escrito que «las notas esenciales de la Iglesia han sido: Una, Santa Católica y Apostólica». Pero resulta que ahora también es sinodal».
El purpurado mexicano señala que con la sinodalidad en la Iglesia «se quiere introducir toda clase de errores de Fe y de Moral como legítimos, puesto que el pueblo de Dios, hombres, mujeres, obispos, laicos, sacerdotes y hasta ateos, así lo aprueban».
«La sinodalidad es democracia, solo que nuestro Señor Jesucristo que fundó la Iglesia, la quiso jerárquica», recuerda el cardenal quien al mismo tiempo lamenta que «se quiere hacer una Iglesia democrática en la que todos puedan opinar con el mismo derecho en materia de fe y costumbres y establecer normas para la vida de la Iglesia».
De forma tajante, el cardenal Sandoval apunta que «la sinodalidad es el Caballo de Troya, introducido en la Iglesia para destruirla. Con la sinodalidad se abre la caja de pandora, para que salgan a la luz y sean aceptados en la Iglesia todos los errores en doctrina y moral que habían sido denunciados desde el Papa Pío X, con el modernismo».
Por último, el arzobispo emérito de Guadalajara denuncia que los errores del Sínodo alemán, como la aceptación del matrimonio homosexual o la ordenación sacerdotal de mujeres, están en la agenda del Sínodo de Roma.
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El cardenal Sandoval tiene razón. Y no hay que olvidar que el que ha introducido ese caballo de Troya de la sinodalidad, es el Papa Francisco, que actúa como un destructor de la Iglesia.
El sínodo de la sinodalidad, es el preaviso que nos anunció la Virgen Santísima en Garabandal.
Con la pila de años y de arrobas que acumula, Bergoglio no cree en nada: sólo en su poder como profeta de desgracias (leed «Laudate Deum», si queréis flipar con la paranoia anti ser humano que posee al tío…).
Bergoglio es como ISCO, que se hace vegano y engorda. Misterios de la vida. Alguien le tendría que medir su huella de carbono por el metano expelido. Debería ponerse un recogedor de metano para aplicarse a si mismo sus laudatio.
El cardenal Sandoval es un cura amargoso y resentido con la vida. En Ciudad Juárez, cuando era obispo, regañaba al mundo entero, a los niños los lastimaba con regaños absurdos y abusivos. Jamás le vi una acción de misericordia. La gente agradeció el día que lo cambiarona Guadalajara. Véanle la cara. rodrigo bernal
Es un contubernio judeomasónico y comunista.
Caballero Jorge. Es probable que en lugar de sínodo sea Sanedrín. Se parece bastante. Pero claro: para muchos, somos conspiranoicos.
El Espíritu del sínodo es ese supuesto espíritu del concilio ya mutado , más de lo mismo ,,,ha puesto la sexta 666 marcha y van desbocados ,,,
Profesandose sabios se hicieron necios
El Cardenal tiene toda la razón. Es interesante que su diócesis de Guadalajara en México tiene el seminario más grande del mundo, con unos 1200 seminaristas. En esa diócesis están haciendo algo bien. Además, en Guadalajara ha habido muchos mártires en la Guerra Cristero. Lamentablemente, no hay más cardenales y obispos como él que digan verdades como puños.
Francisco es la traca final, pero antes hubo otros petardos que consideraron por que les dio un aire un día determinado que la iglesia tenia que adaptarse al mundo. El primero Juan XXIII el imprudente que convocó el concilio cuando nadie lo habia solicitado, después llegó Montini, tan comunista como Francisco, masón de libro que odiaba a Franco y a la confesionalidad católica de España y no paró hasta que nuestra patria cayera en manos de la masoneria con su mano derecha Tarancón. Pablo VI era tan sectario que quitó el índice de libros prohibidos para que e pueblo se engolfara, se inventó la nueva misa modernista, censuró oraciones maravillosas como el Dies Irae y por último se cargó la festividad de Cristo Rey. Francisco todavia no le ha superado en destrozos. Aunque va por buen camino.
«Francisco todavia no le ha superado en destrozos»
¿Que no? Veamos:
– Las religiones falsas son queridas por Dios.
– No hay que hacer proselitismo.
– La Virgen no nació Santa.
– La situación de algunos pecadores impenitentes puede ser lo que Dios espera de ellos.
– A veces no es posible dejar de pecar sin incurrir en nuevas culpas.
– Personas que viven en estado de pecado permanente (caso de los adúlteros) pueden estar «en gracia».
– Se pueden recibir los sacramentos de la Confesión y la Comunión en pecado mortal objetivo, si así lo «discierne» el perpetrador.
– Los confesores tienen que dar la absolución a todos los penitentes que lo pidan.
– El milagro de la multiplicación de los panes y los peces fue compartir.
– El novus ordo es la única lex orandi de la Iglesia Latina.
Esto por citar sólo algunas de sus «perlas» (pueden consultarse cientos de ejemplos más en el extensísimo «Denzinger-Bergoglio»).
Superado, no: lo siguiente.
Si por desgracia Bergoglio es muchisimo muchisimo peor que Montini. Es la herejía perfecta, el lutero perfecto. No creo una nueva secta, sino que corrompo la Iglesia protestantizandola y expulsando a los consagrados fieles.
Montini a nivel humano era un indeseable, pero al menos creía en Dios.
Estimado Católico, una cosa son los hechos palmarios de Montini y otro la berborrea de Francisco que al final se queda solo en eso, en palabras,por el momento.
¿Para usted las confesiones y comuniones sacrílegas (por poner un solo ejemplo) amparadas por «Amoris leticia» son simplemente «verborrea»?
En cierto modo sí, recuerde que Francisco detesta «dogmatizar» lo que, en cierto modo, garantiza poder superar, con el tiempo, todo lo mucho que dijo.
Desgraciadamente, los sacrilegios no son verborrea: son bien reales. Y que no le gusten los dogmas no significa que no le guste dogmatizar. Le pasa igual con el proselitismo: conversión al cristianismo, no; conversión ecológica, sí (obligatoria). Y todo a golpe de decreto: no hay nadie vivo que recuerde un pontificado más autoritario que éste.
El cisma se acerca…
Estos señores cardenales se quedaron estacados en el pasado. La sinodalidad es el camino para abrir una Iglesia reducida a cardenales, arzobispos, obispos y demás gente clerical. Los cristianos bautizados deben hablar, decir, pensar, debatir, decidir frente a una jerarquía modorra, acomodada y complaciente con una situación catastrófica. Una jerarquía que ha perdido su autoridad y su capacidad de ponerse al frente de una comunidad cristiana que reclama ejemplaridad y compromiso.
«Estos señores cardenales se quedaron estacados en el pasado»
Naturalmente: porque la Revelación concluyó con la muerte del último apóstol. Y ésta, que es la Verdad que Dios nos ha transmitido, no pasa («cielo y tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán»), por lo que cumplen con su obligación conservar y transmitir el Depósito de la Fe recibido. En cambio, los progressaurios como usted viven anclados a los viejunos años 60 del siglo pasado, que ya olían a rancio incluso antes de terminar la década siguiente.
«La sinodalidad es el camino para abrir una Iglesia reducida a cardenales, arzobispos, obispos y demás gente clerical»
Las «sinodalidad» que usted defiende para socavar los cimientos de la fe y la moral, no tiene nada que ver con los sínodos de la Iglesia católica (ni antiguos, ni posconciliares), que, como la RAE define, son reuniones «DEL CLERO […] para tratar de asuntos eclesiásticos»; y en concreto reunión «DE LOS OBISPOS».
«Los cristianos bautizados deben hablar, decir, pensar, debatir, decidir frente a una jerarquía…»
No existen cristianos no bautizados, así que no diga chorradas. Y en lo que se refiere a la fe y la moral, no hay nada que decidir: eso ya lo hizo Dios.
«…complaciente con una situación catastrófica»
Situación catastrófica provocada por personas como usted y por el clero de la misma cuerda ideológica, dicho sea de paso.
«Una jerarquía que ha perdido su autoridad y su capacidad de ponerse al frente de una comunidad cristiana que reclama ejemplaridad y compromiso»
La primera vez que le leo a usted algo sensato en esta descripción que hace de Francisco y su cla. Menos mal que aún quedan cardenales (como Sandoval), obispos y sacerdotes ejemplares y comprometidos con la transmisión de la fe católica, cumpliendo su misión de salvaguardarla y transmitirla de manera íntegra, para mayor gloria de Dios y salvación de las almas.