El Papa Francisco ha participado este fin de semana en la Hora Santa organizada por Hakuna en la Basílica de San Pedro.
El Santo Padre había sido invitado por este grupo de jóvenes españoles, liderados por el sacerdote José Pedro Manglano, ex del Opus Dei, a participar en este rato de oración en el Vaticano.
Francisco, rosario en mano, participó como uno más, en silla de ruedas, y se situó en una esquina de la Basílica. Hakuna, este movimiento nacido en 2013 y aprobado por el cardenal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro como Asociación privada de fieles, organiza estos ratos de oración o como ellos le llaman «Hora Santa», como epicentro de sus actividades. Durante ese tiempo, se expone al Santísimo, rezan y cantan.
Así lo hicieron también este sábado en San Pedro en donde entonaron algunas de las canciones más populares de este movimiento y que finalizó al golpe de palmas y bailes acompañados por las guitarras.
Los jóvenes españoles de HAKUNA (@be_hakuna) han compartido hoy un rato de oración con el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro. pic.twitter.com/s4KP4nU7ed
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Hakuna ha podido rezar con el Papa. pic.twitter.com/kxI6nG6Fc8
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Todos los años, por estas fechas Hakuna organiza en Roma el «Hakuna All Meeting,». Además de la participación de Francisco en la Hora Santa organizada por este movimiento, el Santo Padre también les mandó un saludo expreso durante el rezo del Ángelus a » a los chicos y chicas del Movimiento Hakuna».
El pasado mes de abril, Francisco envió un vídeo al sacerdote José Pedro Manglano, fundador de Hakuna, en el que le animó «a seguir trabajando y a no perder la creatividad».
¿Qué es Hakuna?
«Cristianos que juntos seguimos a Cristo, compartiendo un estilo de vida que aprendemos arrodillados ante Cristo Hostia. Y así aprendemos a vivir arrodillados ante el prójimo, ante la vida y ante el mundo», es como se definen en su página web.
Su filosofía se basa en «crear espacios de vida en los que contagiamos la Vida. Disfrutamos de todo -aun de lo que el mundo desprecia- porque todo es bueno, y así glorificamos a Dios. Deseamos colaborar con el Espíritu para transfigurar todas las realidades. Tenemos el empeño de vivir con alegre cara de resucitados. Queremos hacer de la vida una fiesta, y hacer de las fiestas momentos de vida».
Su carisma se basa en expresarse habitualmente con música: «vivimos lo que cantamos y cantamos lo que vivimos. También con música queremos recordar al mundo la belleza de la vida, y mostrarles la belleza de Cristo».
Hakuna en la actualidad
Hakuna comenzó en el año 2013 como un grupo de música originado en torno a las adoraciones al Santísimo convocadas por José Pedro Manglano en la parroquia san Josemaría Escrivá de Aravaca cuando todavía era sacerdote numerario del Opus Dei, Manglano era conocido por ser el autor de decenas de libros de espiritualidad. Lo que empezó como un pequeño grupo de música acabó convirtiéndose en un movimiento apostólico que aglutina a cientos de jóvenes.
Manglano dejó la Prelatura en el año 2020 de mutuo acuerdo con el Opus Dei para dedicarse expresamente a la labor de Hakuna. Debido al rápido crecimiento que experimentó este grupo, resultó incompatible compatibilizar sus tareas dentro de la Obra y liderar este nuevo movimiento.
En la actualidad esta Asociación está formada por socios a los que llaman «pringados», que son generalmente jóvenes que se comprometen a llevar un estilo de vida según las costumbres de Hakuna. La base de operaciones es un convento situado en Las Rozas, conocido como «el Estudio», donde vive Manglano acompañado de miembros de Hakuna.
Hakuna se ha ido implantando en numerosas ciudades de España. Es notoria su presencia en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Valladolid, Sevilla o Murcia, donde gozan de buenas relaciones con sus respectivos obispos. Por ahora, José Pedro Manglano se apoya especialmente en sacerdotes diocesanos que ceden sus parroquias a Hakuna para que puedan hacer sus adoraciones. Además, esta Asociación ya tiene varios miembros en distintos seminarios, especialmente en el Conciliar de Madrid.
En el año 2019, en el preámbulo de los Estatutos de la Fundación Hakuna, aparecía una mención expresa a la Agenda 2030. «La Fundación Hakuna Revolution pretende ayudar en la medida de sus posibilidades, a que en las comunidades en las que opera y los públicos de interés con los que se relaciona trabajen por estos objetivos», se podía leer en referencia a la agenda globalista. Ahora, esa mención expresa a la Agenda 2030 ha desaparecido de los Estatutos y de la web de la Fundación Hakuna.