La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española celebrará su última reunión del curso los días 6 y 7 de julio en la sede de Anastro. Una reunión que llega con retraso, ya que tuvo que ser pospuesta debido al coronavirus.
Durante este encuentro se celebrará, el día 6 de julio a las 20.00 h., una misa funeral en la catedral de la Almudena por todos los fallecidos a causa de la pandemia.
La misa estará presidida por el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid y será concelebrada por todos los obispos de la Comisión Permanente.
A la celebración acudirán los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, y la Princesa de Asturias Leonor de Borbón y la Infanta Sofía de Borbón, así como diversas autoridades del Estado y representantes de otras confesiones religiosas, ha informado la CEE.
Durante estos dos días los obispos analizarán la situación pastoral de la Iglesia católica en España después de la salida del estado de alarma y estudiarán un borrador de documento pastoral sobre la situación de los ancianos a raíz de la experiencia vivida con el coronavirus, entre otros asuntos.
Forman parte de la Comisión Permanente de la CEE:
El cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona; el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid; Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid; Jesús Sanz Montes, arzobispo de Asturias; Jesús E. Catalá Ibáñez, obispo de Málaga; Josep Àngel Saiz Meneses, obispo de Tarrasa; Mario Iceta Gavicagogeascoa, obispo de Bilbao; Ginés García Beltrán, obispo de Getafe; José María Gil Tamayo, obispo de Ávila; Alfonso Carrasco Rouco, obispo de Lugo; Amadeo Rodríguez Magro, obispo de Jaén; Carlos Escribano Subías, obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño; José Leonardo Lemos Montanet, obispo de Orense; Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona y Tudela; Atilano Rodríguez Martínez, obispo de Sigüenza-Guadalajara; Luis Ángel de las Heras Berzal, obispo de Mondoñedo-Ferrol; Joan Enric Vives Sicilia, arzobispo de Urgell; Juan Del Río Martín, arzobispo castrense; Enrique Benavent Vidal, obispo de Tortosa; el cardenal Antonio Cañizares Llovera, arzobispo de Valencia; el cardenal Ricardo Blázquez Pérez, arzobispo de Valladolid; Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela; Juan José Asenjo Pelegrina, arzobispo de Sevilla; Celso Morga Iruzubieta, arzobispo de Mérida-Badajoz; Vicente Jiménez Zamora, arzobispo de Zaragoza; Fidel Herráez Vegas, arzobispo de Burgos; Joan Planellas Barnosell, arzobispo de Tarragona; Francisco Javier Martínez Fernández, arzobispo de Granada y Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo.
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Hipocresía, cobardía y servilismo
Un porcentaje elevadísimo son fallecidos por eutanasia, y no precisamente a petición, al descartarlos de tratamientos intensivos y respiradores, padeciendo en su caso muertes por asfixia, pero todo esto los obispos, en especial el de Roma, se lo han callado. Su mala conciencia no se salva con un funeral, obligado por otra parte.
Muy bieeeeeen, Belzunegui! Asi ha sido el trato a nuestros ancianos. El Rey, como catolico que es, debería atreverse a tirar de las orejas a todos los implicados en esas atrocidades.
Está bien el funeral por los muertos de coronavirus, pero no basta. Si queremos que Dios nos sea propicio tendríamos también que derogar todas las leyes impías (anticoncepción, divorcio, aborto, gaymonio, gender ideology, próxima eutanasia, etc.) y hacer nuevas leyes conformes a la Ley divina. A Dios rogando pero con el mazo dando. Oración y arrepentimiento. Sin conversión, no hay solución.
No sé qué pintarán dos ateos antipatriotas, que dicen ser reyes, en un funeral, la verdad.
Como no sea hacer un poquito el paripé…
No han hecho absolutamente nada por paliar el sufrimiento de las víctimas de este genocidio. Ni siquiera una vídeo conferencia para espolear al «gobierno» a tomar las medidas que la ocasión requería. Es una vergüenza.
Aquí todos se llevan un pastón y ninguno hace nada.
Hacen lo mismo que hizo Franco y todos los presidentes del gobierno que ha habido, tanto de derechas como de izquierdas: aparentar.
En cuanto a los presidentes del gobierno, opino igual. Discrepo en cuanto a Franco. Él sí era católico.
Un Rey verdaderamente católico no admitiria que estuviesen vigentes leyes anticatólicas como el divorcio, el aborto, el gaymonio, la anticoncepción, las leyes de ideología de género, la proxíma eutanasia. El Rey prefiere morar en el palacio de la Zarzuela antes que ir al Reino de los Cielos. Tendrá que dar cuenta ante Dios de porqué se calló ante leyes manifiestamente anticatólicas y prefirió ser un mal Rey antes que buen católico
El Rey debería dimitir por su propio bien espiritual. Se juega su salvación eterna, pues no da testimonio de su catolicidad, no dice nada en contra de las leyes anticatólicas. No se puede servir a dos señores: a Dios y al mundo. Ya dijo San Pablo que » ¿no sabéis que quien se hace amigo del mundo se hace enemigo de Dios?»
Amén.