Viganò: «La tercera parte del mensaje de Fátima permanece secreta»

virgen fatima
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Queridos amigos y enemigos de Stilum Curiae: 

El arzobispo Carlo Maria Viganò concedió una entrevista al medio portugués Dies Irae, que nos parece interesante compartir con ustedes. El tema del Tercer Secreto de Fátima y su divulgación son exhaustivamente tratados. A este propósito nos atrevemos a recordar que quien escribe dedicó un libro a este tema [publicado en español por Homo Legens], ilustrando todas las perplejidades y contradicciones relacionadas con la atormentada historia de este mensaje, – o mensajes – … Buena lectura.

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ENTREVISTA CON EL ARZOBISPO CARLO MARIA VIGANÒ

Excelencia, muchas gracias por concedernos esta entrevista. Estamos luchando con la epidemia de COVID-19 que, en los últimos meses, ha afectado la vida de millones de personas causando la muerte de muchas de ellas. A la luz de esta situación, la Iglesia, a través de las Conferencias Episcopales, ha decidido cerrar prácticamente todas las iglesias y privar a los fieles del acceso a los Sacramentos. El 27 de marzo, frente a una plaza de San Pedro vacía, el papa Francisco, actuando de manera manifiestamente mediática, presidió una hipotética oración por la humanidad. Hubo muchas reacciones ante la forma con la que el papa celebró ese momento, una de las cuales intentó relacionar la presencia solitaria de Francisco con el Mensaje de Fátima, es decir, el tercer secreto. ¿Está de acuerdo?

Antes que nada, permítanme decirles que estoy feliz de conceder esta entrevista para los fieles de Portugal, que la Santísima Virgen ha prometido preservar en la fe incluso en estos tiempos de grandes pruebas. Ustedes son un pueblo con una gran responsabilidad, porque pronto podrían tener que enfrentarse a proteger el fuego sagrado de la religión, mientras que las demás naciones se niegan a reconocer a Cristo como su Rey y a María Santísima como su Reina. La tercera parte del mensaje que Nuestra Señora confió a los pastores de Fátima para que lo entregasen al Santo Padre, permanece, a día de hoy, secreta. Nuestra Señora pidió que fuera revelado en 1960, pero Juan XXIII hizo publicar, el 8 de febrero de ese mismo año, un comunicado en el que afirmaba que la Iglesia “no desea asumir la responsabilidad de garantizar la veracidad de las palabras que los tres pastores dicen que la Virgen María les dirigió”. Con este distanciamiento del mensaje de la Reina del Cielo comenzó una operación de encubrimiento, evidentemente porque el contenido del mensaje habría revelado la terrible conspiración contra la Iglesia de Cristo por obra de sus enemigos. Hasta hace unas décadas habría parecido increíble que se pudiera llegar a amordazar a la Virgen, pero en estos últimos años hemos sido testigos incluso de intentos de censura al Evangelio mismo, que es la Palabra de su divino Hijo. En el año 2000, durante el pontificado de Juan Pablo II, el secretario de Estado cardenal Sodano, presentó como tercer secreto una versión suya que, por diferentes elementos, pareció claramente incompleta. No es sorprendente que el siguiente secretario de Estado, el cardenal Bertone, intentara desviar la atención de un hecho del pasado, con tal de dejar que el pueblo de Dios crea que las palabras de la Virgen nada tienen que ver con la crisis de la Iglesia y con la alianza entre modernistas y masonería, pactada en la trastienda del Vaticano II. Antonio Socci, que ha investigado detalladamente el Tercer Secreto, desenmascaró este comportamiento malicioso del cardenal Bertone. Por otro lado, fue el propio Bertone quien desacreditó y censuró fuertemente a la Virgen de Civitavecchia, cuyo mensaje coincide perfectamente con lo que Ella dijo en Fátima. No olvidemos el llamamiento -desatendido- de Nuestra Señora para que el papa y todos los obispos consagraran Rusia a Su Inmaculado Corazón, como condición para derrotar el comunismo y el materialismo ateo: para consagrar no «el mundo», no «la nación que Tú quieres que Te consagremos», sino «Rusia». ¿Costaba tanto hacerlo? Evidentemente sí, para quien no mira con mirada sobrenatural. Se ha preferido recorrer el camino de la distensión con el régimen soviético, inaugurado precisamente por Roncalli, sin comprender que sin Dios ninguna paz es posible. Hoy, con un presidente de la Confederación Rusa que es ciertamente cristiano, esa petición de la Virgen podría ser concedida, evitando más catástrofes para la Iglesia y para el mundo.

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El propio Benedicto XVI confirmó la actualidad del mensaje de la Virgen, a pesar de que este -según la interpretación difundida por el Vaticano- debería ya considerarse cumplido. Quienes leyeron el tercer secreto dijeron claramente que su contenido se refiere a la apostasía de la Iglesia, que comenzó a principios de la década de 1960 y ha alcanzado ahora una fase tan evidente que incluso los observadores laicos la reconocen. Esta insistencia casi obsesiva en temas que la Iglesia siempre ha condenado, como el relativismo y el indiferentismo religioso, un falso ecumenismo, la ecología maltusiana, la homoherejía y el inmigracionismo, ha encontrado en la Declaración de Abu Dhabi el cumplimiento de un plan concebido por las sectas secretas hace ya más de dos siglos.

En plena Semana Santa y después del Sínodo para la Amazonia, el papa decidió establecer una comisión para discutir y estudiar el diaconado femenino en la Iglesia católica. ¿Cree usted que el propósito de todo esto sea allanar el camino hacia la ordenación de las mujeres o, dicho de otra forma, hacia el intento de sabotear el sacerdocio instituido por Nuestro Señor Jesucristo el Jueves Santo?

El Orden Sagrado ni puede ni podrá ser modificado en su esencia. El ataque al sacerdocio siempre ha sido el centro de la acción de los heréticos y de su inspirador, y es comprensible que sea así: golpear el sacerdocio significa destruir la Santa Misa y la Sagrada Eucaristía y todo el edificio sacramental. Entre los enemigos jurados del orden sagrado, tampoco faltaron los modernistas, obviamente, que desde el siglo XIX teorizaron una iglesia sin sacerdotes, o con sacerdotes y sacerdotisas. Estos delirios, anticipados por algunos exponentes del modernismo en Francia, resurgieron sutilmente en el Concilio, con el intento de insinuar cierta equivalencia entre el sacerdocio ministerial derivado del Orden Sagrado y el sacerdocio común de los fieles derivado del Bautismo. Es significativo que, precisamente jugando con este deliberado malentendido, incluso la liturgia reformada se haya visto afectada por el error doctrinal de Lumen gentium, llegando a reducir al ministro ordenado a simple presidente de una asamblea de sacerdotes. En cambio, el sacerdote es alter Christus no por designación popular, sino por configuración ontológica al Sumo Sacerdote, Jesucristo, a quien debe imitar en la santidad de la vida y en la dedicación absoluta representada también por el celibato. Era necesario que se cumpliese el paso sucesivo, si no cancelando el sacerdocio en sí, al menos convirtiéndolo en ineficaz extendiéndolo a las mujeres, que no pueden ser ordenadas: exactamente lo que sucedió en las sectas protestantes y anglicanas, que hoy experimentan también la embarazosa situación de tener obispesas lesbianas en la llamada Iglesia de Inglaterra. Pero está claro que el “pretexto” ecuménico -es decir el acercamiento a las comunidades disidentes para adquirir incluso sus errores más recientes- tiene como base el odio de Satanás hacia el sacerdocio y llevaría inevitablemente a la ruina a la Iglesia de Cristo. De hecho, también el celibato eclesiástico es objeto del mismo ataque, porque es propio y distintivo de la Iglesia católica y constituye una preciada defensa del sacerdocio que la Tradición ha custodiado celosamente a lo largo de los siglos. El intento de introducir una forma de ministerio ordenado femenino dentro de la Iglesia no es reciente, a pesar de las repetidas declaraciones del Magisterio. Incluso Juan Pablo II definió de manera explícita, y con todos los requisitos canónicos de una declaración infalible ex Cathedra, que no es absolutamente posible cuestionar la doctrina sobre este argumento. Pero así como se ha podido manipular el Catecismo para declarar que la pena de muerte “no se ajusta al Evangelio” -algo inaudito y herético-, del mismo modo se intenta hoy crear ex novo alguna forma de diaconado femenino, evidentemente preparatoria para una futura introducción del sacerdocio femenino. La primera comisión creada por Bergoglio hace unos años dio una opinión negativa, confirmando lo que, además, ni siquiera tenía que haber sido objeto de discusión; pero si esa comisión no pudo obedecer a los deseos de Francisco, esto no significa que no pueda hacerlo otra comisión, cuyos miembros, elegidos por él, sean más “dóciles” y resueltos para demoler otro pilar de la fe católica. No dudo que Bergoglio disponga de métodos persuasivos y que pueda ejercer formas de presión sobre la comisión teológica; pero estoy igualmente seguro de que en el desafortunado caso de que este órgano consultivo diera una opinión favorable, no se debería llegar necesariamente a una declaración oficial del papa para ver multiplicadas a las diaconisas en las diócesis de Alemania u Holanda, ante el silencio de Roma. El método no es nuevo y permite, por un lado golpear al sacerdocio y, por otro, dar una coartada cómoda a quienes, dentro de la estructura eclesial, siempre podrán apelar al hecho de que “el papa no ha permitido nada nuevo”. Hicieron lo mismo al autorizar a las Conferencias Episcopales para que legislaran de manera autónoma respecto a la Comunión en la mano, que se impuso por un abuso y se ha convertido en una práctica universal. Debería decirse que esta voluntad de promover a las mujeres en la jerarquía revela el afán de perseguir la mentalidad moderna, que ha arrancado el papel de madre y esposa a la mujer para derribar a la familia natural. Debemos tener en cuenta que este enfoque hacia los dogmas de la Iglesia confirma un hecho innegable: Bergoglio ha adoptado la llamada teología de la situación, cuyos lugares teológicos son hechos o sujetos accidentales como el mundo, la naturaleza, la figura femenina, los jóvenes… Una teología, esta, que no tiene como centro fundador la verdad inmutable y eterna de Dios, sino que, por el contrario, parte de la constatación de la urgencia imperativa de los fenómenos para dar unas respuestas coherentes con las expectativas del mundo contemporáneo.

Excelencia, según historiadores de reconocido mérito, el Concilio Vaticano II representó una ruptura entre la Iglesia y la Tradición, de ahí la aparición de corrientes de pensamiento que pretenden transformarla en una simple asociación humanitaria que abraza el mundo y su utopía globalista. ¿Cómo ve usted este grave problema?

¡Una iglesia que se presenta como nueva respecto a la Iglesia de Cristo simplemente no es la Iglesia de Cristo! La religión mosaica, o la “iglesia de la ley antigua” que Dios quiso para guiar a su pueblo hasta la llegada del Mesías, se cumplió en la Nueva Alianza y fue definitivamente revocada en el Calvario por el Sacrificio de Cristo: de su costado nació la Iglesia de la Alianza Nueva y Eterna, que reemplaza a la Sinagoga. Parece que incluso la iglesia postconciliar, modernista y masónica tenga como objetivo el de transformar y superar a la Iglesia de Cristo, sustituyéndola por una “neoiglesia”, una criatura deforme y monstruosa que no viene de Dios. El propósito de esta neoiglesia no es el de llevar al pueblo elegido a reconocer al Mesías, como para la Sinagoga; no es el de convertir y salvar a todos los pueblos antes de la segunda venida de Cristo, como para la Iglesia Católica; es el de constituirse como brazo espiritual del Nuevo Orden Mundial y como fautora de la Religión Universal. En este sentido, la revolución conciliar tuvo que demoler primero el legado de la Iglesia, su Tradición milenaria, de donde extraía su vitalidad y autoridad como Cuerpo Místico de Cristo, tuvo que deshacerse después de los exponentes de la antigua jerarquía y sólo recientemente ha comenzado a proponerse sin ocultar lo que pretende ser. Lo que usted llama utopía en realidad es una distopía, porque representa la concreción del plan de la masonería y la preparación de la llegada del Anticristo. También estoy convencido de que la mayoría de mis hermanos en el episcopado, y más aún casi todos los sacerdotes y fieles, no son absolutamente conscientes de este plan infernal, y que los acontecimientos recientes han abierto los ojos de muchos. Su fe permitirá a Nuestro Señor reunir al pusillus grex alrededor del verdadero Pastor antes del juicio final.

Para restaurar el antiguo esplendor en la Iglesia, será necesario cuestionar muchos aspectos doctrinales del Concilio. ¿Qué puntos del Vaticano II cuestionaría usted?

Creo que no faltan personalidades eminentes que han expresado mejor que yo los puntos críticos del Concilio. Hay quien cree que sería menos complicado y seguramente más sabio seguir la praxis de la Iglesia y los papas tal como fue aplicada con el Sínodo de Pistoia en el que también había algo bueno, aunque los errores que afirmaba se consideraron suficientes para dejarlo caer en el olvido.

¿El actual pontificado representa la culminación de un proceso que se abre con el Concilio Vaticano II, deseado en el llamado Pacto de las Catacumbas, o continua en una fase intermedia?

Como ocurre con cada revolución, los héroes de la primera hora a menudo terminan siendo víctimas de su propio sistema, como sucedió con Robespierre. Quien ayer fue considerado el abanderado del espíritu conciliar, hoy parece casi un conservador: los ejemplos están a la vista de todos. Y ya hay quien, en los círculos intelectuales del progresismo (como el frecuentado por un tal Massimo Faggioli [fagioli, con una sola ‘g’ significa judías en italiano, n.d.t.], altivo en el nombre y poco gramatical en el apellido), comienzan a sembrar aquí y allá algunas dudas acerca de la capacidad real de Bergoglio para tomar “decisiones valientes” -como,  por ejemplo, abolir el celibato, admitir a las mujeres al sacerdocio o legitimar la communicatio in sacris con los heréticos-, deseando casi que este se aparte para dejar elegir un papa aún más obediente a esas élites que tenían en el Pacto de las Catacumbas y en la mafia de San Galo sus adeptos más decididos y faltos de escrúpulos.

Excelencia, los católicos hoy nos sentimos a menudo aislados de la Iglesia y casi abandonados por nuestros pastores. ¿Qué puede decirles a los jerarcas y a los fieles que, a pesar de la confusión y el error que se están extendiendo en la Iglesia, tratan de perseverar en esta dura batalla para mantener la integridad de nuestra fe?

Mis palabras ciertamente serían inadecuadas. Lo que me limito a hacer es repetir las palabras de Nuestro Señor, Verbo eterno del Padre: yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos. Nos sentimos aislados, cierto: ¿pero no se sintieron así también los Apóstoles y todos los cristianos? ¿No se sintió abandonado incluso Nuestro Señor en Getsemaní? Estos son los tiempos de la prueba, tal vez de la prueba final: debemos beber el cáliz amargo y, aunque es humano implorar al Señor que lo aleje de nosotros, debemos repetir con confianza: No se haga mi voluntad, sino la Tuya, recordando sus palabras de consuelo: En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: ¡yo he vencido al mundo! Después de la prueba, por dura y dolorosa que sea, el premio eterno que nadie nos puede quitar, está preparado para nosotros. La Iglesia volverá a brillar con la gloria de su Señor después de este terrible y prolongado Triduo Pascual. Pero si la oración es sin duda indispensable, no debemos eximirnos de combatir la buena batalla, siendo todos testigos de una valiente militancia bajo el estandarte de la Cruz de Cristo. No nos encontremos, como san Pedro en el patio del sumo sacerdote, señalados por la sierva: «También tú estabas con el Nazareno, con Jesús», para después negar a Cristo. ¡No nos dejemos intimidar! ¡No permitamos que pongan la mordaza de la tolerancia a quienes quieren proclamar la Verdad! Le pedimos a la Santísima Virgen que nuestra lengua pueda proclamar con valentía el Reino de Dios y Su Justicia. Que se renueve el milagro de Lapa cuando María Santísima devolvió la palabra a la pequeña Joana que había nacido muda. Que Ella nos devuelva la voz también a nosotros, Sus hijos, que han permanecido en silencio durante demasiado tiempo.

 

Nuestra Señora de Fátima, Reina de las Victorias, Ora pro nobis.

Publicado por Marco Tosatti en Stilum Curiae.

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.    

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Comentarios
43 comentarios en “Viganò: «La tercera parte del mensaje de Fátima permanece secreta»
  1. Gracias Infovaticana. Lo echaba de menos. Carlo María Viganó es una de las pocas voces católicas que tenemos, plenamente católicas, sin concesiones al demo ledor, sin pactos con el dia blo.

    1. Este viejo sinvergüenza que se vaya al infier no a abrazarse y besuquearse con su jefe el diablo, como lo hacía con Macqarrick en sus tiempos de gloria.

  2. Sor Verónica Berzosa ante el COVID-19: «Si el hombre no vuelve a Dios, el abismo será ineludible». Esta llamada a la conversión es la que no sale de los labios de un episcopado, con Bergoglio a la cabeza, vendido al pensamiento único, salvo honrosas excepciones, muy pocas. Os animo a escuchar el vídeo, a meditarlo. Se plantea las últimas preguntas y encuentra respuestas, las que nunca da Bergoglio porque ni siquiera se atreve a plantearlas, para no molestar.

      1. Dice la Sabiduría del Evangelio: «sed mansos como palomas pero astutos como serpientes»…
        Con ello pondero una acertada postura de Mons. Viganó que válidamente se acogió a una estrategia de presencia, si tiene vocación de mártir para salir a luz pública y en plena plaza de San Pedro decir lo que afirma es problema de él y no de un inopinado tan inteligente cuanto miope en su opinión merece que lo califique. Déjelo y ocúpese del artículo sin desviar el tema!

  3. Cuando San Pedro le dijo a Cristo que a Él no le podía pasar ēso, Cristo lo retira de Si, diciendo: Aléjate de mí, satanás,
    Entonces, a la Iglesia le tiene que pasar lo mismo que a Cristo
    no se debe decir:. No, que no le pase, que no le pase.. Que pase
    lo que tenga que pasar, y ya.
    Se le pide a Dios no perder la fe y que vengan las cosas como vengan

  4. Con todos los respetos a mons. Vigano, que sin duda los merece, conviene aclarar que la constitución DOGMATICA Lumen Gentium, del Concilio V-II establece con estas palabras claramente la diferencia ent4re el sacerdocio común de los fieles y el ministerial de los presbíteros: Dice que son «diferentes ESENCIALMENTE y no sólo de grado» (LG, cap. II, 10)
    Se vé que todo el que se opone a la apostasía está obligado a tergiversar el Concilio para que los lefes no lo desmonten… ¡Que pena!

    1. El problema del CVII, a mi juicio, no es tanto lo que dice, que, en general, lo dice bien, sino lo que no dice, lo que no condena, porque ya no quiere condenar, en favor del diálogo y el ecumenismo, los buques estrella del CVII. Se pasa de la condena del error y el pecado al diálogo insulso y al ecumenismo barato, que nos ha llevado a donde estamos ahora. La Verdad, el Bien y la Belleza exigen, como reverso de la medalla, la condena del error, el pecado y la fealdad, pero, al no querer hacerlo, se acaba infectados por el error, el pecado y la fealdad, en una pendiente hacia el abismo alarmante, pero que casi nadie se atreve a dar la señal de alarma, pues el giro que hay que dar es de 180 grados y eso es muy doloroso.

      1. El problema del CVII es que algunos dicen que dice, lo que no dice. Lo que a ellos le conviene. Y como nadie lee sus documentos eso causa estragos.

        1. El problema con el Vat II y sus Documentos , los cuales estudié desde 1973… no es lo que dice, sino que es muy complejo por «como lo dice». NO tienen la fuerza como Documentos que son, como las palabras por ejemplo de una Encíclica. Fueron redactadas no en el idioma Latín, en el cual se escribían todos los escritos serios de La Iglesia, sino en lenguas vernáculas… las cuales permiten darle giros personales, regionales, (poco recomendables), resultando al final, que dicen lo que el Concilio no ha querido decir… pero que al final era lo que querían decirnos… para lo cual, «todo es permitido, sin cambiarse nada especial», pero abriendo la puerta para que pudiera hacerse con el tiempo… Lo cual ya está comprobado por la historia.
          Y es que La Verdad, ya no es sino la verdad… (como lo es para la masonería eclesiástica: «Lo que conviene… al partido». Fuí Catequista Fiel, durante toda mi vida. Todo cambió.

      2. ¿Te parece bien que cada uno tiene derecho a elegir una religión distinta a la puesta por Dios porque cada uno tiene dignidad humana y Dios no le puede imponer ninguna porque coacciona su libertad? La dignidad humana sobrenatural, para Dios empieza profesando la religión católica. La dignidad humana natural es sólo la que te diferencia de animales y plantas.
        Viganó es más bien de los nuestros, lo acaba de admitir, no un liberal neocon de los vuestros.

        1. Me parece bien que cada uno siga su conciencia. Que nunca actúe contra ella. Que sea una persona que busque a Dios con sincero corazón. Si lo busca así, lo encontrara. Y lo encontrará más fácilmente si lo que ve en la Iglesia Católica le suscita interés, si se pregunta por qué el santo de la casa de al lado es así, que es lo que le hace ser así. Si es llamado a la Iglesia Católica debe tener la valentía de corresponder a esa llamada, pero para eso necesita una gracia que debemos pedir a Dios. No podemos ser clasistas, pensar que solamente en la Iglesia está la salvación, porque está depende del actuar personal y de la Gracia De Dios.

          1. Extra Ecclesiam nulla salus
            Catecismo de la Iglesia Catolica.
            Lo modificamos para ser politicamente correctos y que el mundo nos aplauda?
            Resulta que ahora soy clasista si predico a Jesus de acuerdo con las enseñanzas catolicas!!
            Da lo mismo si soy mormon, testigo de jehova o adventista?
            Que mal estamos…

          2. Tertium, tienes razón extra ecclesia nulla salvus, pero el bautismo es de agua, de sangre o de deseo y el que se adhiere sinceramente al Dios que descubierto en su vida, el que lo busca con sincero corazón, el que sigue su conciencia formada lo más recta mente que ha tenido posibilidad, Dios no lo puede dejar de lado no tengo la más mínima duda que pertenece a esa iglesia que administra los méritos de Cristo y De los Santos. Esos méritos los administra la Iglesia pero Dios en su infinita bondad también los derecha en favor de los que le buscan.

  5. Ahora dirán que Viganó no dice lo que claramente dice: La interpretación católoca del cvii simplemente no existe. Al Índice con él como el sínodo de Pistoya

    1. Tal vez si existió, tan pronto pasó el Concilio Vat II y hubo Institutos para enseñar y orientar. Como catequista asistí al ICLA de Manizales, donde aprendí de qué trataban los 16 Documentos…, qué era lo principal y vi quiénes querían darle un giro bien diferente: Se hablaba del «espíritu del concilio». Por ej. me invitaron a una Misa donde se consagraría galleta de soda y cocacolaa….! Por supuesto que No asistí ni lo creí así, como que si ahora estuviera Jesucristo lo haría… Hubo buenos y malos momentos… Luego entré en un tiempo de «no lo creas todo»… hasta que decidí ser fiel al Catecismo, al Evangelio, a La Iglesia de mi Bautismo! Como lo sospeché, dos vertientes: tradicionalistas y progre-modernistas, o ¡Liberacionistas!!!… Lo demás es historia.

  6. Estos liberales neo conservadores que se creen muy ortodoxos y que interpretan muy bien el cvii siguen con el cuento de que Dios te hace libre para elegir la religión de tu conciencia pq tienes dignidad y no puede coaccionarte (que es la burrada que dice el cvii).
    Dios te hace inteligente para que tu libre albedrío razonando elijas la religión puesta por Dios, y entonces la verdad elegida, te hace libre y te da derechos. Da igual que se lo expliques, los liberales ya son dignos y libres de antemano y Dios se tiene que adaptar a ellos y salvarlos según su conciencia.

    1. Confunden la libertad subjetiva o libre albedrio interior, con tener libertad social y moral exterior que te da derecho. Como tienen libre albedrío se creen que tienen derecho. El libre albedrío no te da derecho a nada, no es la libertad. El que elige la religión verdadera tiene derecho a propagarla, el que elige la falsa no tiene el mismo derecho. El que elige el mal no es lo mismo que el que elige el bien. Sois unos giliprogres. La libertad es para hacer el bien, no existe la libertad para hacer o propagar el mal o las religiones del demonio.

      1. Para ellos Dios es un irresponsable, pues sabiendo que el pecado original te inclina a elegir el mal, te da a elegir y te dice que tienes libertad para hacer lo que quieras. Ese dios liberal, no es el Dios católico. Te da libertad para que lo elijas a él, no para elegir otra cosa porque tienes derwcho y dignidad humana para hacerlo. Que no se enteran.

    2. Si razonas llegas a la conclusión de que el que algunos digan que la religión católica ha sido puesta por Dios no demuestra que la religión católica haya sido puesta por Dios.
      Razonando se llega a la conclusión de que no hay prueba alguna de que ninguna de las religiones que existen haya sido puesta por Dios

  7. Necesitamos más Viganós y su diagnóstico certero de imposibilidad de acuerdos entre el catolicismo y el modernismo bergo liante que mal conviven en el seno de la Iglesia católica. Tratar de vendernos, como hacen Sarah y Müller, que Bergoglio, el máximo retirador de misas y sacramentos, está de la parte católica y no de la modernista, no es un grave error, es una colosal mentira a estas alturas de la película demo ledora. No se puede presentar al lobo como pastor. Eso es engañar radicalmente a los fieles y ponerlos en gravísimo peligro de condenación eterna.

    1. Pues que vaya al Vaticano a decir lo que se debe hacer. No voy a afirmar que funciona como un anti papa, pero más de uno lo pensaría.

  8. ¿ Quien miente o mintió ..?

    San Juan Pablo II .
    La Hermana Lucía.
    Mons Viganó .

    Si yo creo lo que dice Mons.Viganó , los mentirosos , son San Juan Pablo II y
    la Hermana Lucía.

    Sería interesante tener la opinión de Messori , pues el entrevisto Lucía en sus últimos años .

    1. Teresita Vigano,no es de fiar,estuvo callado,mientras esperaba conseguir el Cardenalato,viendo que no,se dedicó entre otras cosas a plumar a sus hermanos, después de eso,ya me contará que valor puede tener lo que diga contra sus hermanos en la Iglesia.

        1. Fred

          No son juicios temerarios. Pues Mons. Viganó contradice San J.P. II y la hermana Lucía . Le preguntaron a Lucía si estaba conforme con la interpretación de la Iglesia , y estaba totalmente conforme .
          No solamente , contradice a San J.P. II y Lucía , pero pone en dudas la aceptación de parte de los Católicos del mundo entero ( mil millones )
          que estaban en la espera de la interpretación del Secreto por la Iglesia , poniendo en duda la Credibilidad de la Iglesia , y eso es GRAVÍSIMO .

  9. No dicen ustedes «la verdad os hará libres»? Es una frase extraña, dado que su religión tiene un enorme problema con la verdad. No la resiste, no la soporta. En cuanto alguien se asoma a una punta del manto que cubre la verdad y quiere levantarlo un poco, graznan como cuervos y se lanzan sobre el intruso.

  10. Mientras los que respalden a los integristas sean dementes oportunistas como el exnuncio, 🤣😂🤣😂🤣 su causa estará perdida, increíble que alguien con un una inmadurez mental como este tipo, sociopata? Simple oportunista? Llegara a ocupar cargos importantes en la Iglesia

  11. Gracias Viganó por haber huido de quien quería y sigue queriendo acallar tu voz. Gracias por esa voz católica 100%, en contraste con otras que no tienen nada de católicas y que las dejan en evidencia. Sigue hablando. No calles. Nos confortas en la Fe. Los que no quieren ser confortados te odian, con los demonios. Coinciden plenamente.

    1. Belzunegui:eso no te lo crees ni tú,que siempre estás lanzando exabruptos contra el Papa,es acaso Vigano más que el Papa?,si tu respuesta es afirmativa,que sepas que te colocas frente a la Iglesia,es decir fuera

  12. Fred

    No son juicios temerarios. Pues Mons. Viganó contradice San J.P. II y la hermana Lucía . Le preguntaron a Lucía si estaba conforme con la interpretación de la Iglesia , y estaba totalmente conforme .
    No solamente , contradice a San J.P. II y Lucía , pero pone en dudas la aceptación de parte de los Católicos del mundo entero ( mil millones )
    que estaban en la espera de la interpretación del Secreto por la Iglesia , poniendo en duda la Credibilidad de la Iglesia , y eso es GRAVÍSIMO .

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