‘Dios siempre te busca, aunque tú no lo hagas, y te ama, aunque le hayas olvidado’

|

En la Audiencia General de este miércoles el Santo Padre continúa con el ciclo de catequesis dedicadas a la oración del Padre Nuestro y explica la importancia de la  palabra «Abba«, «Padre».

Amanece en Roma, y a pesar de que el sol brilla y el cielo está despejado, el frío impide que la Audiencia General de este miércoles se celebre en la Plaza de San Pedro, donde varias grúas retiran el Belén, convertido ya en un montón de arena.

En el interior de la abarrotada Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre continúa con el ciclo de catequesis dedicadas a la oración del Padre Nuestro y explica la importancia de la  palabra «Abba», cuyo significado es «Padre». Francisco señala que esta expresión «es tan importante para los cristianos que se ha conservado en su forma original, escuchando en ella la misma voz de Jesús”.

Tras comentar el pasaje de la Carta de San Pablo a los Romanos (8,15), el Santo Padre indica que «con el corazón estamos invitados a decir Papá y a tener una relación con Dios como aquel niño con su padre».  Defiende que «decir Abba es algo mucho mas íntimo y conmovedor que simplemente llamar a Dios ‘Padre’, por eso alguien sugirió traducir la palabra aramea original  ‘Abba’ a ‘Papá’ o ‘papito'», explica Francisco.

Asimismo, recordó la Parábola del hijo pródigo del Evangelio de San  Lucas : “¡Abba! ¡Padre! Estas expresiones evocan afecto, calidez, algo que nos proyecta en la etapa de la infancia: la imagen de un niño completamente envuelto en el abrazo de un padre que siente una ternura infinita por él”.

“La oración pronunciada por el hijo pródigo, después de haber experimentado el abrazo de su padre que lo había esperado mucho tiempo, un padre que no recuerda las palabras ofensivas que él le había dicho, un padre que ahora le da a entender sencillamente cuánto lo extrañaba”, subraya el Papa.

‘No es solo como un padre, es también como una madre’

El Santo Padre defiende que «Dios no es sólo un Padre, también es como una madre que nunca deja de amar a su criatura».

“Puede ser que nosotros también caminemos por senderos alejados de Dios, como le sucedió al hijo pródigo; o caigamos en una soledad que nos hace sentir abandonados en el mundo; o, de nuevo, errar y ser paralizados por un sentido de culpabilidad. En estos tiempos difíciles, todavía podemos encontrar la fuerza para orar, empezando por la palabra ‘Padre’. Recuerda bien esto,  si alguien tiene cosas feas dentro de sí y que no sabe cómo resolverlas se dirija a Dios y le diga Padre y Él te responderá. No nos ocultará su rostro, no se cerrará en silencio: nos dirá que nunca nos ha perdido de vista”.

‘Dios siempre te busca, aunque tú no lo hagas’

«¿Es posible que Tú, oh Dios, conozcas solo el amor? ¿Tú no conoces el odio? Y Dios respondería: ‘Yo conozco solo el amor’. ¿En donde en ti hay venganza, reclamo de justicia, el enojo por tu honor herido? Dios respondería: ‘yo conozco solo amor’”, señala el el Santo Padre.

A continuación explica que Dios «no se quedará en silencio. Dile Padre, y el te responderá. Dios siempre te busca, aunque tú no lo hagas, te ama, aunque tú le hayas olvidado, y ve en ti una belleza, no importa lo que hayas hecho, Él no te ha perdido de vista, siempre ha estado cerca tuyo».

«En cualquier momento de nuestra vida podemos encontrar la alegría. No se cansen de llamarlo. Él viene a sanar nuestras heridas y restablecer la alegría de ser sus hijos», concluyó.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
4 comentarios en “‘Dios siempre te busca, aunque tú no lo hagas, y te ama, aunque le hayas olvidado’
  1. Mateo 7,21-29 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo…»
    Por mucho que le llamemos papá papá, si no nos convertimos y hacemos su voluntad, no entraremos en el Reino de los cielos, pero esta realidad no nos la contará Francisco, que nos presenta un catolicismo tan blandito como falso, falseando el evangelio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles