El Papa Francisco, en una carta enviada en su nombre por el prefecto para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, al presidente de la Conferencia Episcopa Alemana, Cardenal Reinhard Marx, le pide que «espere» a una legislación sobre la intercomunión aplicable a la Iglesia universal.
El debate sobre la intercomunión parece el cuento de nunca acabar, una montaña rusa doctrinal.
Primero fue la Conferencia Episcopal Alemana (CEA) votando por abrumadora mayoría permitir la comunión a los cónyuges luteranos de fieles católicos «en algunos casos». Que los casos fueran patentemente absurdos -¿cómo puede un luterano «confesar la verdad de la doctrina católica» y no convertirse al catolicismo?- es casi lo de menos. Roma, inicialmente, no dijo nada sobre el asunto.
Entonces, algo más de un mes después, se conoció una carta enviada por siete obispos alemanes ‘disidentes’ a la Congregación para la Doctrina de la Fe y diversos prelados de la Curia implorando al Vaticano que aclarase la cuestión, naturalmente, en contra de esta absurda y sacrílega medida.
La tensión subió de tono hasta que el Papa convocó a los obispos alemanes a Roma para discutir con ellos y con los miembros relevantes de Curia y zanjar la cuestión.
Mientras, el Cardenal alemán Walter Kasper, uno de los teólogos favoritos del Papa, se pronunció en la web oficial de la CEA a favor de la intercomunión, alegando que, después de todo, el católico medio tampoco sabe muy bien lo que significa la Transubstanciación.
Al fin se anunció que el Papa había llegado a una decisión al respecto, pero la decisión consistió en no decidir: remitió el asunto a los obispos alemanes, pidiéndoles que se pusieran de acuerdo, «a ser posible, por unanimidad».
Varios obispos entendieron -y opinaron públicamente- que las palabras del Papa suponían un espaldarazo oblicuo a la intercomunión, y siguieron adelante.
Pero, sorpresivamente, la semana pasada llegaba de Roma un documento de Doctrina de la Fe zanjando la cuestión: no habrá intercomunión. Pero Ladaria -que, naturalmente, contaba con el respaldo del Pontífice- daba en el texto una razón para la negativa que causaba cierta perplejidad: un cambio así no puede tomarlo una Iglesia nacional, porque afecta a cuestiones fundamentales concernientes a la verdad católica sobre la Sagrada Eucaristía.
Y ahora anuncia Vatican News que el Papa ha invitado a los obispos alemanes a que esperen esas medidas aplicables a toda la Iglesia universal acerca de esta cuestión. El texto, dice la noticia de Vatican News, «destaca la necesidad de evaluar las repercusiones y el impacto que una decisión así podría tener con respecto a los logros conseguidos en el diálogo ecuménico»
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El Cuerpo de Cristo no es material de negociación.
Que lindo, van a realizar un diálogo ecuménico sobre la Transubstanciación en la que no creen los no católicos para mediante ese diálogo entender que los que creen en la misma son católicos y los otros que no creen no lo son, es una iniciativa tan importante que excede a las iglesias locales y debe ser tratada en la universal pero en un tiempo de maduración mental que descarte las sorpresas de algunos y las firmezas de otros para llegar a una situación ecuménica ambiental media sin deterioro de la naturaleza de las cosas.
A ver si entiendo…osea, el papa está diciendo: «ustedes no tienen el poder para que dar permiso a que los luteranos cimulguen, tranquilos, yo daré el permiso…?
Los que estamos pendientes de todas esas palabras técnicas usadas por los padres de la iglesia que tienen que ver con los católicos de a pie ,que nuestros padres se casaron, fuimos bautizados,confirmados ,primera comunión, casados,hijos bautizados y ahora que encontramos todo eso fue ejercido por un cura homosexual , bisexual y pedófilo y procesado por eso ante la justicia ordinaria quién responde por eso? Ante los ojos de Dios ,de la patria de la sociedad?