La verdad sobre la eutanasia: ‘No nos dijeron que mi madre recibió una inyección letal’

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Hijos que ignoraban que a su madre le habían practicado la eutanasia, padres que denuncian la presión a la que son sometidos para acabar con la vida de su hija y otros casos de familiares víctimas de la mal llamada «muerte digna».

«La decepción de la eutanasia», así se titula uno de los seis documentales publicados por la productora estadounidense DunnMedia & Entertainment.

Hijos a los que los médicos no informaron que a su madre se le había practicado la eutanasia, padres que denuncian la presión a la que son sometidos para acabar con la vida de su hija o familiares que inciden en la necesidad de regular esta situación. Esto es lo que muestra el primer vídeo, donde familiares de personas a las que se les ha practicado la eutanasia en Bélgica cuentan durante cuatro minutos su experiencia, denunciando esta práctica y la manera en la que el país belga experimenta con los enfermos y les presiona para acabar con su vida.

El documental -que les mostramos a continuación- comienza con un joven que cuenta que «en abril de 2012 mi madre recibió una inyección letal en el hospital gratuito de la Universidad de Bruselas». A continuación, el periodista le pregunta si él lo sabía y si era consciente de que los médicos estaban acabando con su vida, a lo que el belga responde con un rotundo «no». «Mi madre estaba físicamente sana, es verdad que había tenido algunas depresiones pero no era razón para acabar con su vida».

Tras él, otro hombre cuenta la historia de su abuelo, al que diagnosticaron cáncer a los 80 años. «Fue básicamente asesinado por el personal médico del hospital«, denuncia. «Una visita quiso dar agua a mi abuelo y la enfermera le dijo que no lo hiciera, que así prolongaba el proceso de su muerte», cuenta más adelante.

Otro caso es el de una familia belga que asegura en en numerosas ocasiones «la gente trató de ponernos bajo presión para practicar la eutanasia a nuestra hija«. El padre de la joven defiende que es «solamente una niña, igual que cualquier otra de nuestra familia».

A continuación, un hombre cuenta en el vídeo que su madre «en lugar de someterse a cuidados paliativos, dijo que quería la eutanasia. Si no hubiera una ley que permitiera la eutanasia en Bélgica, seguramente no la habría solicitado«.

«En Bélgica los pacientes son asesinados con tan solo el primer diagnóstico de cáncer o alzheimer y entre el 30 o 40 por ciento de los casos de eutanasia no son declarados y no están controlados por ley«, explica uno de los familiares víctima de la eutanasia.

Cabe destacar que en 2014 Bélgica se convirtió en el segundo país -después de Holanda- en despenalizar esta práctica para menores, y en el primero en hacerlo sin límite de edad. Asimismo, la ley de eutanasia belga solamente tiene en cuenta la opinión del paciente y no respeta la autonomía de los médicos que no quieren practicarla ni de las instituciones que también se oponen.

«Una vez que has muerto, has muerto. No hay oportunidad de cambiar de opinión, y esto es su finalidad. Hay que comprender que este tema no es como cualquier otro. Existe una presión en casi todas las jurisdicciones mundiales para permitir y legalizar que los médicos puedan matar a sus pacientes», cuentan en el documental.

«Ayudamos a la gente a morir controlando sus dolores y paliando su sufrimiento, no les ayudamos a morir matándoles», concluye uno de los familiares en el vídeo.

 

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