Material sin esterilizar, manchas de sangre y jeringuillas sucias son otras de las ‘sorpresas’ que han encontrado los inspectores en centros de Planned Parenthood en Filadelfia. Varias inspecciones realizadas en centros abortistas dependientes del gigante Planned Parenthood en Filadelfia, han demostrado las pésimas condiciones en las que se atienden a las mujeres. Además de la insalubridad, se han encontrado restos de bebés en unas bolsas de basura que estaban guardadas dentro del armario del conserje de la clínica. Según los informes de inspección publicados en la web del Departamento de Salud del Estado de Pensilvania, se han encontrado equipos sin esterilizar y sin cumplir los requisitos mínimos de sanidad. Asimismo, los encargados de examinar los distintos centros, han explicado que en numerosas áreas se podían apreciar «oscuras manchas de sangre». Conforme se explica en uno de los informes, también se ha descubierto que los cepillos de limpieza no estaban siendo esterilizados regularmente y que además, se habían reutilizado varias veces algunas jeringuillas sin haberse limpiado previamente. Los inspectores han afirmado que los restos de los bebés abortados que se encontraban dentro del armario del conserje no estaban congelados. Además, las bolsas de basura en las que se guardaban no mostraban ninguna fecha, por lo que se desconoce el tiempo en el que los restos se habían conservado bajo esas condiciones. Este informe ha sacado a la luz las deplorables condiciones sanitarias de algunas clínicas del Planned Parenthood, en una ciudad concienciada sobre las atrocidades cometidas por el gigante abortista. Se trata sin duda de una prueba más que apunta a lo que podría ser el final de la entidad que se sostiene gracias a la financiación del Estado americano.
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