«La Cruz de Cristo es fecunda»

|

«Evangelio, crucifijo y testimonio» son para el Papa las tres cosas que podemos ofrecer los cristianos a quienes también hoy «quieren ver a Jesús». En el Ángelus ha regalado un Evangelio a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro.


Como cada domingo, el Santo Padre Francisco ha rezado la oración mariana del Ángelus desde la ventana del Apartamento Apostólico. A pesar de la lluvia, miles de personas se han congregado en la Plaza de San Pedro para escuchar su pequeña catequesis de cada domingo. Durante su alocución previa a la oración del Ángelus el Papa Francisco ha recordado que en el Evangelio de hoy algunos se acercaron al apostol Felipe y le dijeron: «Queremos ver a Jesús», pues reconocían en Él al enviado de Dios, mientras otros le querían asesinar porque lo consideraban herético y peligroso. «Queremos ver a Jesús»: Estas palabras, como tantas otras en el Evangelio, van más allá del episodio particular y tienen algo de universal. Revelan un deseo que atraviesa las épocas y las culturas, un deseo presente en el corazón de tantas personas que han oído hablar de Cristo pero todavía no se han encontrado con Él. «Respondiendo indirectamente de modo profético a esta petición de querer verle, Cristo revela una profecía que habla de su identidad: Es la hora de que el Hijo del Hombre sea sacrificado, es la hora de la Cruz. Cristo declara que será elevado de la tierra, en doble sentido, porque será crucificado y porque será resucitado». El Papa ha señalado que «la Cruz de Cristo es fecunda«, porque tiene frutos inmensos. «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere no da fruto, pero si muere da fruto».  Para los que también hoy «quieren ver a Jesús», a los que han recibido una catequesis de pequeños pero no han profundizado más, o que quizá han perdido la fe, a tantos que no han encontrado a Jesús personalmente, a todas esas personas les ofrecemos el Evangelio, la Cruz y el testimonio de nuestra fe, una fe que se traduce en gestos simples de caridad fraterna, pero principalmente en la coherencia de vida».  «Evangelio, crucifijo y testimonio» son para el Papa las tres cosas que podemos ofrecer los cristianos a quienes hoy «quieren ver a Jesús», ha concluido el Papa para después comenzar el rezo del Ángelus. Después de la Oración del Ángelus, el Papa Francisco ha querido agradecer al pueblo de Nápoles la calurosa acogida que le brindaron en el día de ayer. Además, ha querido unirse a la «Jornada Mundial del Agua», que se celebra hoy: «Con San Francisco de Asís alabemos a la hermana agua». En los saludos ha mencionado expresamente al Coro del conservatorio de música de Orihuela, España, además de otros grupos. A continuación ha regalado un Evangelio a todos los peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, para animarles a rezar en cuaresma con la Palabra de Dios. Después de desear a todos un buen domingo, y pedir que no se olviden de rezar por él, a deseado un «buon pranzo» y se ha retirado de la ventana del Apartamento Apostólico.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles