Lorca Planes: «Lo que me pida la Iglesia lo haré sin condiciones»

|

Lorca Planes

Esta semana está con nosotros José Manuel Lorca Planes, Obispo de Cartagena. 

Para empezar por el principio ¿Podría contarnos cómo surgió su vocación al sacerdocio?

Tengo muy claro que fue Dios el que salió a mi encuentro, reconozco el momento histórico cuando un amigo me hablaba de su posible vocación y de cómo a partir de aquel momento fui interesándome por acercarme más a Dios. Me ayudó mucho el ambiente familiar y la vida de fe de mi familia, de tal manera que cuando le dije a mis padres, al poco tiempo, que quería ser sacerdote, después de haber hablado con el cura de mi parroquia, ellos siempre me ayudaron. He estado siempre muy agradecido a esta Iglesia, porque me ayudó en todo momento a seguir adelante en el Seminario, mi padre era un obrero y no hemos tenido nunca recursos para sostener mis estudios, así que entre las becas, trabajillos de verano en la fruta y la caridad íbamos tirando.

¿Cómo es el día a día del Obispo en Cartagena?

Es apasionante, porque son tantas las oportunidades para servir a los hermanos, para escuchar propuestas, proyectos, necesidades, que uno no tiene más remedio que acudir al Señor y mantener los brazos en alto, como Moisés, y ver cómo responde Dios, cómo ayuda Dios. En el día a día le veo al Señor llevando adelante la Historia. Mi familia me dice que nos vemos menos que cuando estaba en Teruel y llevan razón.

¿Con qué frecuencia habla don José Manuel con cada uno de sus seminaristas personalmente?

A los Seminarios, porque tenemos dos, el Seminario Diocesano San Fulgencio y el Seminario Diocesano Redemptoris Mater, procuro ir y estar cerca de todos los acontecimientos de los mismos. Estoy muy en contacto con los Rectores y los formadores y al tanto de la evolución de la vocación de cada uno de los seminaristas. Tengo programado un Retiro espiritual, la presentación del Plan de Pastoral de la Diócesis… Conozco a cada uno de ellos, pero no he podido tener una relación tan cercana como hubiera sido mi gusto, sinceramente. Piense que el total de los seminaristas es de unos 90 jóvenes. Eso si, antes de las Ordenes sagradas siempre les llamo para hablar personalmente.

¿Cómo fomenta en la diócesis de Cartagena una mayor participación de los laicos en la vida de la Iglesia?

Son muchos los ámbitos de la acción pastoral donde se manifiesta la corresponsabilidad de los laicos en la Iglesia de Cartagena. En los Consejos de Pastoral se plantean todas las cuestiones que afectan a una parroquia, arciprestazgo o vicaría, ahí se ponen sobre la mesa todos los temas, las posibilidades y las dificultades pastorales que se plantean, así como la manera de resolverlas. Este es un espacio donde se distribuyen responsabilidades y donde se van revisando los trabajos comenzados.

En la Diócesis de Cartagena hemos tenido varios años encuentros con todos los miembros de los Consejos de Pastoral Parroquiales, con una asistencia de unas mil personas. El método tiene dos momentos, el primero es en la parroquia donde se les pide un trabajo de reflexión previo, cuestiones acerca de la tarea pastoral realizada, tanto a nivel de la parroquia, como de la Diócesis, o cuestiones relativas a la evangelización; el segundo momento está en el mismo Día del Encuentro, donde se propone un tema de trabajo pastoral y el Obispo les pide sus sugerencias y propuestas.

Los resultados de estas aportaciones son lo que han servido de inspiración para la Carta Pastoral del Obispo al comienzo de curso y la propuesta de trabajo en el año, especialmente en cuanto a los objetivos y a las acciones se refiere.

¿Podría contarnos que procedimiento sigue para preparar una homilía?

Desde que fui ordenado de sacerdote llevo el mismo método, lo primero que hago es leer todos los textos de la Palabra de Dios, con una lectura pausada, tomando mis notas y dejando tiempo para que cale en mi interior. Me sirve este ejercicio para la meditación, para la oración y la dejo reposar. Siempre surge algún tema que necesite leer, ahondar más, qué nos han dicho los santos… lo hago así porque me ayuda. Luego, sabiendo dónde será la celebración y a quién me voy a dirigir, lo pongo por escrito. Me cuesta, pero siempre lo escribo, unas veces con la redacción cuidada y otras en esquema.

¿A qué santos tiene especial devoción y por qué?

Cada santo es para mí un modelo, me aportan infinitas posibilidades para comprender que la santidad está al alcance de mi mano, que puedo ser santo con la ayuda y la gracia de Dios. En todos veo un rasgo común: querer hacer la Voluntad de Dios con una fidelidad admirable. Esto me anima mucho a mirarles con devoción. Pero, si insiste en que especifique, diré que confío mucho en San José, me encomiendo a él y me admira cómo desde el silencio ha hecho y hace un papel extraordinario en la Historia de la Salvación. Me gusta por su humildad, por su entrega callada, porque obedeció a Dios y le fue muy fiel. Por otra parte me ha encantado lo que dice Santa Teresa de Ávila de Él, que San José te conduce seguro a Jesús, “que aprovecha en gran manera a las almas que a Él se encomiendan”.

¿Cómo recuerda a Benedicto XVI?

Le contestaré en pocas palabras: Entrañable, Admirable, Ejemplar, Sabio y Maestro. Todas con mayúsculas.

¿Cómo definiría al Papa Francisco?

Primero, es el Papa y sería suficiente. Pero Dios le ha concedido unas cualidades que llegan al corazón de todos y te interpelan en lo más hondo del ser. El Papa Francisco es un Pastor con olor a oveja, su testimonio nos llega antes que la palabra y su palabra nos acerca al Evangelio, a la verdad del ser cristianos.

Una pregunta de teología ¿Dónde van los niños cuando son abortados?

Tengo necesariamente que partir de unos presupuestos que son muy importantes. Todo ser humano tiene derecho a la vida y a la integridad física desde la concepción hasta la muerte. Desde el mismo momento de su concepción debe ser respetado y protegido como persona. Es evidente que un feto es un ser humano, como dice el Señor en la Sagrada Escritura, que antes de haberse formado en el seno materno es conocido por Dios y antes de nacer ya lo tiene consagrado. La conclusión es evidente, un aborto es un crimen abominable contra un inocente. Ahora, usted me pregunta, ¿dónde van los niños cuando son abortados?, pues cerca de Dios, son criaturas suyas y la misericordia de Dios es la que sale a su encuentro, cuando los hombres les han cerrado la puerta.

¿Cree que es necesaria una opción política en España que defienda explícitamente los principios no negociables definidos por Benedicto XVI?

No creo que la solución sea ir creando plataformas políticas, me gustaría más que las que hay se creyesen de verdad el valor de la dignidad de la persona y de sus derechos; me gustaría pensar que lo que les mueve a todos los que se dedican a la cosa pública es la verdad y no los intereses, servir y no servirse, construir puentes y no muros; me gustaría que conocieran a Jesucristo, que tuvieran experiencia de un encuentro con el Señor, porque les cambiaría el sentido de la vida y trabajarían por una sociedad más humana y justa.

¿Hay algún movimiento de la Iglesia que le guste especialmente?

Me parecen una riqueza de la Iglesia, porque son fruto de la gracia y carismas que vienen del Espíritu y deben se cuidados, ya que hacen mucho bien. Cada Movimiento ha nacido en un tiempo propicio, en unas condiciones especiales y para dar respuesta a unas necesidades concretas. Pienso en los Cursillos de Cristiandad y lo que han ayudado a tantos hombres y mujeres; pienso en la Acción Católica y la fuerza que tiene en el apostolado asociado; pienso en las Comunidades Neocatecumenales y en sus frutos evangelizadores en los alejados, en la familia, en la respuesta vocacional o en la disponibilidad para la misión; pienso en los Carismáticos, Focolares, en la espiritualidad del Opus Dei… Los Movimientos familiaristas son muy vivos aquí, pienso en el Movimiento Familiar Cristiano, en los Equipos de Nuestra Señora; también pienso en los de Defensa de la Vida, con una actividad envidiable… y me digo, ¡qué grande eres, Señor! En mi condición de sacerdote, estando en las distintas parroquias, les he servido con gusto y siempre he salido beneficiado de su espiritualidad.

¿Pertenece usted a alguno?

No, soy de la Iglesia y he consagrado mi vida al servicio de mis hermanos y lo que me pida la Iglesia lo haré sin condiciones. Desde que fui ordenado sacerdote tengo muy asumido que en el ejercicio del ministerio sacerdotal podré alcanzar la santidad. En eso estoy, también en esta circunstancia.

¿Qué respondería a las voces que piden que la Iglesia pague el IBI?

Pues que quizás no sepan que la Iglesia si paga el IBI de lo que no está exenta.

¿Qué parte de responsabilidad tiene la Iglesia en la crisis de fe que se vive en Occidente?

Creo que no es bueno partir desde la crisis de fe, a mi modo de ver debemos ir más atrás, a lo que la causa, a los distintos aspectos de esta sociedad que influyen en el hombre de hoy y que tienen también una alta responsabilidad por las presiones que imponen: presiones que vienen desde el sector económico, del ideológico, cultural, político, las presiones que vienen de los Medios de Comunicación… Debemos considerar esto y revisar dónde estamos y qué nos sostiene.

Lo que hacen esos factores de presión social es presentar sus ofertas de salvación para el hombre, nos ofrecen muchos salvadores, pero ninguno de esos da la Vida, al contrario, potencian el miedo y paralizan. Estamos en un tiempo de hacernos un examen de conciencia, remitirnos al Evangelio, a las Bienaventuranzas; ahora es cuando debemos escuchar la voz del Señor que nos invita a vivir en la Verdad, en Él. Fruto de la autocrítica, la Iglesia ha preparado su respuesta, ya está en marcha, ofrece la Nueva Evangelización, y una esperanza fiable. La Iglesia, con voz profética, muestra la solución de una civilización del amor y la caridad; que la fe rescata al hombre del vacío de sentido y le fortalece en su dignidad.

¿Cuál cree que debe ser la actitud de un obispo ante un sacerdote acusado de pederastia?

Dios me libre de una cosa tan horrorosa, pero seguiría escrupulosamente los criterios que nos dice la Iglesia.

¿Cuál es su lema episcopal y por qué lo eligió?

Estaba tan sorprendido, que todo era nuevo para mí, incluso el tener que buscar el lema. Pero no me fue muy complicado, me salvó San Pablo en cuanto a la definición de lo que sentía por dentro: El amor de Cristo nos apremia (2Cor 5,14). Es sencillo, no tiene mucha explicación.

¿Qué cambiaría de la Iglesia?

Le voy a contestar con la misma respuesta de la Beata Madre Teresa de Calcuta, lo que debería cambiar en la Iglesia es usted y yo. No en vano nos pide el Señor una verdadera conversión. Este es el principio de una Iglesia como Dios manda, que vivamos de cara a Dios, enraizados en Cristo, edificados en Él y firmes en la fe.

¿Qué libros está leyendo ahora?

Siempre llevo para adelante varios. En este tiempo estoy volviendo a leer los del Cardenal Nguyen van Thuan, sobre la esperanza. Me ayudan mucho.

¿Qué música le gusta escuchar?

Poca, cuando estoy trabajando en mi despacho me distrae y aquí se acaba esta historia.

¿Si no hubiera sido sacerdote, en qué le habría gustado trabajar?

Yo me siento totalmente identificado con la vocación al servicio de los demás, soy muy feliz, a pesar de las dificultades diarias, me veo como sacerdote. Por otra parte, no me queda tiempo para hacerme esas preguntas. Lo siento.

Dijo en una ocasión que de pequeño quería ser torero. ¿Tiene algo de torero la labor de un obispo?

No, tiene más de testigo y de discípulo, mucho de padre y de hermano. Esta labor es maravillosa porque tiene mucho de comunión y de vida, de habilidad y dialogo. Puedo concederle que algo se parece, si eres valiente, pero con matices distintos, es decir, la valentía se reconoce, cuando das la cara a las dificultades a lo largo de toda la vida, cuando mantienes el tipo en la fidelidad y buscas la armonía que procede del corazón de Dios. La tarea de un obispo no es  estar rodeado de espectadores, sino que su preocupación debe ser hacer que participen todos en la aventura de seguir a Cristo y de anunciarlo, como testigos y profetas.

¿Qué respondería a quienes atribuyen a la mano de algún laico su nombramiento para la diócesis de Cartagena?

Que no tengo noticia de tal cosa, yo fui llamado por la Iglesia, en el nombre del Santo Padre, y obedecí.

En Julio de 2010 José Luis Mendoza anunció que donaría todos sus bienes a la Diócesis de Cartagena y al Vaticano. ¿Tiene usted constancia de que esa donación se haya sustanciado?

Por supuesto, tengo una copia de esa donación a la Iglesia ante Notario. El Presidente de la UCAM me hizo entrega de la misma. A mí no me sorprendió, porque conozco el gran corazón que tiene y su desprendimiento, avalado por su esposa y sus catorce hijos. El matrimonio comenta que la mejor herencia que les quieren dejar a sus hijos es la fe.

¿Le gusta conducir?

Sí, me gusta conducir y conducirme. Yo no tengo coche, el que tenía lo regalé y ahora utilizo el del Obispado. Normalmente conduce y me soporta mi secretario, es que soy muy maniático con la aplicación de las normas de circulación y le doy mucho la lata, menos mal que es muy paciente. Como criterio, prefiero estar antes en los sitios, que andar con prisas.

¿Cuál diría que es su mayor defecto?

Creo que ser demasiado perfeccionista.

¿Qué le gusta comer?

Le contesto como se dice en la huerta, “las de cuchara”.

Leí en una entrevista que su película favorita era Speed, porque le gustan las películas de acción, rápidas.

Bueno, no se de dónde saca usted estas cosas, pero las ha trabajado bien. En realidad, no tengo una película que sea favorita, me gustan muchas, pero me temo que me seducen las de acción, dentro de un orden, claro. Me gusta ver cómo en momentos críticos se buscan soluciones rápidas, aunque sean poco creíbles, pero son cosas del cine. La cuestión es que no puedo entretenerme en ver películas, siempre llego muy tarde a casa.

¿Con qué personaje del siglo XX le gustaría tomar un café?

Los personajes me causan mucho respeto, me alegro de saber que están y disfruto de sus cualidades y dones, de lo que aportan a la sociedad en las distintas disciplinas, pero tomar café, con cualquier persona.

¿Qué tal le va su huerto?

La cosecha de mi huerto se recoge en el tiempo de una sonrisa, son cuatro macetas. Es un inocente entretenimiento ver la terraza con algunas plantas, me gusta mucho verlas crecer, sus nuevos brotes, en fin, la vida que encierran. Soy un huertano en potencia.

Está aquejado de diabetes. ¿Cómo le cuida la salud?

La diabetes me acompaña en el viaje, pero soy bastante disciplinado, de tal manera que nunca me ha planteado ningún problema. Estoy muy agradecido a la médico que me hace el seguimiento y me siento feliz cuando pone en el informe que el control ha sido óptimo. Como un niño, vamos.

¿Qué relación mantiene con su predecesor en la diócesis, el actual obispo de Alcalá de Henares Don Juan Antonio Reig?

Me siento muy agradecido a los que han sido mis obispos en la Diócesis, especialmente a los que he conocido desde mi ordenación sacerdotal: Don Miguel Roca, Don Javier Azagra, Don Antonio Cañizares, Don Manuel Ureña y Don Juan Antonio Reig. Hacia todos me ha unido una filial relación y a todos les he guardado un gran respeto. Con más razón en este momento que me une la misma responsabilidad por el cuidado y oración por todas las iglesias.

Por último y para terminar ¿Conocía Infovaticana? ¿Le gusta?

Claro que conocía la página y les agradezco sinceramente el esfuerzo que hacen por ofrecer una información seria, con contenidos que favorecen una esperanza fiable.

¿Qué diría a un grupo de laicos interesados por informar sobre la Iglesia?

Que no están locos por llevar adelante una aventura así, especialmente cuando el fin es ajustarse a la verdad y cuando motivan a los lectores a la tarea más hermosa que puede conocer criatura alguna, dar a conocer a Quién es el Camino, la Verdad y la Vida. Felicitarles cuando la motivación favorece la condición de profetas, de testigos; cuando nos ayudáis a vivir una sincera autocrítica, para una auténtica conversión.

Muchísimas gracias por su atención y por dedicar su tiempo a Infovaticana.com

Gracias y felicidades por la iniciativa. Os pido perdón por haber hecho esperar para la entrevista.  

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
0 comentarios en “Lorca Planes: «Lo que me pida la Iglesia lo haré sin condiciones»
  1. Luis, la calumnia es pecado, y Mendoza y la UCAM están realizando un bien incalculable a la Iglesia y a la región murciana, aunque aquí en España es ‘deporte nacional’ criticar y odiar todo lo que tiene éxito. Ajo y agua

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles