Strickland acusa a los obispos de Estados Unidos de ser cómplices por «permitir o incluso promover atrocidades contra la fe»

El obispo emérito de Tyler ya no se calla ni una debido a la grave situación que padece la Iglesia en estos momentos.

Joseph Strickland ha compartido a través de su cuenta de X/twitter su intervención de hace seis años en la Asamblea de los Obispos De Estados Unidos.

Junto al vídeo de su intervención el Baltimore, añade ahora una reflexión sincera y de profundo calado. «En los años transcurridos desde aquel día de noviembre hemos visto nuestra hermosa fe católica y la verdad que Nuestro Señor Jesucristo sufrió, murió y resucitó para revelarnos quedar indefensa, burlada y comprometida», confiesa Strickland.

Asegura que en este tiempo «muchos me han acusado de ser divisivo, irrespetuoso, desobediente, etc, etc. pero verdaderamente esto no se trata de mí, simplemente soy un hombre pecador que intenta vivir su fe y con demasiada frecuencia no logra ser como Jesús».

Reconoce que cuando intervino en aquella sesión «no tenía ni idea de cuántos de esos pastores no estaban de acuerdo conmigo. Aquellos que estuvieron de acuerdo en que no podemos permitir que sacerdotes o cualquier otra persona sea bienvenida en eventos católicos porque niegan la enseñanza católica, optaron por permanecer en silencio y dejar a sus rebaños abandonados y confundidos».

Strickland critica que «demasiados obispos que comparten el mandato de custodiar el depósito de la fe actúan como si no creyeran en las enseñanzas básicas de la Iglesia y buscan activamente cambiar y socavar las Escrituras y el Catecismo».

Además, lanza otro dardo a los sus colegas obispos a los que acusa  de que «con demasiada frecuencia han guardado silencio ante estos males o han sido cómplices de permitir o incluso promover atrocidades contra la fe».

«Los pastores de la Iglesia han olvidado con demasiada frecuencia que Ella existe para la salvación de las almas. Esta amnesia espiritual o peor aún, esta falta de fe sobrenatural, ha permitido que la blasfemia, la apostasía y la herejía no tengan oposición», lamenta Strickland.

Las preguntas que incomodan a los obispos de Estados Unidos

El obispo emérito de Tyler pregunta por varios temas sobre los que los obispos de Estados Unidos han permanecido en silencio: «¿quién exigió una verdadera rendición de cuentas sobre el escándalo de McCarrick y disciplina para quienes permitieron sus ataques a la fe? ¿Quién habló cuando el ídolo de la pachamama fue desfilado en la basílica de San Pedro? ¿Quién resistió cuando el miedo a una enfermedad permitió que se cerraran iglesias y se negaran los sacramentos? ¿Quién exigió que se respetara el libre albedrío de nuestro Dios cuando los mandatos eran emitidos por demasiados líderes? ¿Quién protestó contra un sínodo sobre sinodalidad que promovía una apertura para bendecir el pecado? ¿Quién ha dicho no al actual ataque a la liturgia? ¿Quién ha protestado cuando sacerdotes fieles, lo suficientemente audaces para decir la verdad, lo suficientemente audaces para preocuparse más por la salvación de las almas que por mantener su puesto, han sido cancelados o silenciados?»

Al mismo tiempo admite que su voz «no ha sido lo suficientemente fuerte pero una vez más no se trata de mí. Más bien se trata de vivir los mandamientos, se trata de una fe sobrenatural, se trata de seguir humildemente a Jesucristo, se trata de la salvación de las almas».

Por último, anima a seguir «orando y aferrarnos a la Barca de Pedro, parece que el dominio del mal está a punto de abrumarnos pero no podemos abandonar la esperanza. En lugar de eso, mantengámonos firmes en la fe y oremos para que nuestros pastores en el Vaticano, en nuestras diócesis y en todo el mundo se unan a nosotros».