Gracias a Dios, lo que pintaba grave se ha resuelto favorablemente.
Uno está en días en que se solidariza con toda enfermedad pero las hay que le llegan más y la de Don Jorge seria una de ellas. Por todo lo que él significa para la Iglesia y por conocimiento personal. Pero por desconocimiento no pude encomendarle a Dios, yo que fui tan encomendado- Lo enmendaré con oración de agradecimiento.
Pues seguro que muchos, Don Jorge, felices con la noticia. Yo ciertamente.
«DIOSIDADES
El P. Rafael Vera, recientemente fallecido, hermano de nuestro vicario episcopal, no hablaba de casualidades, sino de diosidades. Y es que Dios va haciendo las cosas cuando quiere y como quiere.
Este pasado viernes celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, a quien mi madre tenía una especial devoción que supo transmitir a sus hijos. De hecho, mi nombre de pila es Jorge del Sagrado Corazón.
Pues bien, justo en el día del Sagrado Corazón, y después de meses de médicos, sangrías, pruebas y preocupaciones, me dicen que no hay nada preocupante, que la médula está bien -miedo tuvimos de una seria alteración medular-, que se ha normalizado el hematocrito y que bastará algún control pero ya para el otoño.
Justo el día del Sagrado Corazón. ¿Casualidad? No… una diosidad. Bendito sea Dios».
También uno va mejor. Llevo dos días durmiendo normalmente y eso es ya muy importante. Lo demás también mejora. Salvo lo eclesial y lo español.
Me uno a la alegría y el gozo por estas buenas noticias, y sobre todo, dando gracias a Dios y a nuestra Madre María Santísima.
Me alegro infinito por las dos recuperaciones que bastantes orfandades va uno acumulando con los años. Hace muchos años que no deseo la muerte a nadie, por mucho daño que haga, porque he llegado a la conclusión que al buen Dios no le gustan tales deseos, llevándose a uno de los que más queremos. Pues que en estos asuntos que siempre se haga la voluntad del buen Dios, lo que no nos impedirá pedir por la salud de los que queremos y admiramos, como es el caso de los que aquí se citan. También confieso que pido que el Señor consuele, ayude y nos conserve al Papa emérito Benedicto, es algo que considero importante para los católicos. sin saber explicar muy bien por qué.
Este comentario no es mío. Para que no haya confusiones.
Muy queridos los dos, D. PacoPepe y el Pater, D. Jorge del Sagrado Corazón de Jesús, enhorabuena y mi agradecimiento por seguir teniéndoles entre nosotros para caminar juntos por este Valle de lágrimas con la alegría y la estima de los hijos de Dios. Ánimo, con mi oración y recuerdo.
Mi alegría por las buenas noticias en cuanto a la salud tanto de usted como la de Don Jorge.
No tanta alegría por la salud de mi diócesis ni por la de la vida religiosa. Le comparto esta tribuna de El Adelantado de Segovia. Merece la pena leerla y lamentar la pérdida de lo que no se ha sabido o querido defender
https://www.eladelantado.com/opinion/tribuna/otro-adios-religioso/
U otra forma de decirlo: ¿coincidencia? No, cristoncidencia
Gracias, don Jorge por su testimonio de fe, que es estímulo para nuestra fe, esperanza y esperemos que caridad. Gracias a Dios por su salud, y como dice Veritas, aceptemos la enfermedad como un recuerdo de la cruz y de la muerte, que siendo tránsito a la presencia de Dios, no deja de ser castigo de nuestro desvío de Dios. ¡Que cogemos todos mucho tiempo de su ejemplo!
Encomiendo a D. Jorge ahora mismo, para que el Señor le acompañe en todo momento.
Muchas gracias. La verdad es que son muy buenas noticias. Cosas del Sagrado Corazón.
Me alegro por la salud de ambos. Sin duda, la salud es una bendición de Dios y la enfermedad es una pesada cruz. Me molestan aquellos que, sanos como una pera, hablan a los enfermos como si no sufrierano no tuvieran que sufrir (física, moral y espiritualmente), despreciando ese sufrimiento y cruz, porque están más cerca ya del cielo y lo importante es la vida eterna. ¡Imbéciles! Como si la Pasión no le doliera a Nuestro Señor y alguien le dijera: «¡no te quejes, Jesús!, eso no es nada: ¡si en tres días vas a resucitar!»