Tiene usted unos amigos, señor arzobispo, que más bien parecen enemigos

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Me dicen, será cierto o no, que está usted muy enfadado conmigo. Los enfados son muy personales y cada uno se monta los que quiere. O se los montan. Yo, humilde fiel de su arzobispado, no estoy nada enfadado con usted. Si no hubiera amor por su parte hacia mi pobre persona, y tampoco me creo todo lo que me cuentan, yo no le pago con la misma moneda. Aunque tampoco aplauda hasta con las orejas todo lo que usted pueda hacer. Eso no lo hago con nadie en este mundo. Desde la princesa altiva a la que pesca en ruin barca. Confieso que hasta me divierten esas maledicencias, incluso aunque fueran verdades, que me dan una importancia que no tengo. Sé muy bien que eclesialmente soy una pobre hormiguilla ante un elefante. Y, también eclesialmente, si esas tonterías fueran ciertas, que ya digo que no me lo creo, me sentiría muy feliz pagando con amor a mi pastor desamores de éste. Y no tendría que ser yo quien respondiera de desamores. Como comprenderá, quien vivió en Madrid  bajo el cayado de Morcillo, Tarancón, Suquía, Rouco y ahora usted, está curado de todo. Todos fueron mis arzobispos y jamás he puesto en duda su jurisdicción canónica sobre mi persona. Aunque sobre cada uno de ellos tuviera mi opinión particular y la expresara. Como espero seguir haciéndolo mientras Dios me de vida. Mire usted, Don Carlos, ha vivido unos días de vino y rosas desde su llegada a Madrid. Sucede al cardenal Rouco, y todavía como arzobispo e incluso sin palio de momento, y eso no es fácil. De usted dependerá que la sucesión sea normal, penosa o maravillosa. Hoy todo es posible. En sus manos está. Pero la opinión, acertada o desacertada, está ya en otros. Y tiene que asumir que se produzca, acertada o equivocadamente, porque va incluida en el sueldo. Se ha encontrado usted, por designación del Papa, con una diócesis que no es un Calvario. Como se la va a encontrar, por ejemplo, quien suceda a Sistach en Barcelona. Su antecesor supo dejarle una herencia importante y además sin rouquistas. Esa fue siempre una asignatura pendiente de su antecesor. Lo de hacer amigos no era lo suyo, en lo de hacer diócesis, notable alto o sobresaliente. Y lo verdaderamente notable es hacer diócesis y no hacer amigos. Yo paso en los medios por amigo del cardenal. No hay nada de ello. Cuatro frases amables en cuatro ocasiones de un minuto. Lo que no quita mi admiración por su gobierno episcopal. Que jamás oculté aun señalando lo que no me parecía bien del mismo. El balance de su muy largo pontificado madrileño es positivísimo. Y eso se lo deja a usted en herencia. Para que lo acrezca. En sus manos está. Pero parte usted de una posición de dulce. Bueno sería que lo reconociera. Si le parece. No quisiera pasar también como enemigo suyo de entrada. Luego, Dios dirá. Pero ya le aseguro que ser crítico no es ser enemigo. Y las críticas muchas veces son desacertadas. Pero ahí está su responsabilidad. En atender lo acertado, y corregir los errores, y en tirar a la papelera lo desacertado. Pues tras tan largo exordio, a lo que quería ir. Usted, don Carlos, ha llegado a Madrid, canónicamente nombrado por quien podía hacerlo, con amigos raritos. Yo también tengo amigos raros. Y todos. El problema está en que mis amigos sólo me comprometen a mí, o sea a la nada, y los del arzobispo de Madrid le comprometen a él y a la Iglesia. Llegó usted a Madrid, Don Carlos, con dos pecados originales, el que tenemos todos y el de venir avalando, de algún modo, las sacrílegas y blasfemas viñetas de Cortés. Eso se ha terminado y estoy convencido de que por directa intervención suya. Debió decir, pienso, o él o yo, y sus amiguísimos optaron por usted. Mi pasmo cabreado cesó con eso. Hizo, en mi opinión un poco tarde, lo que tenía que hacer. Como obispo e incluso como simple creyente. Y bien está lo que bien acaba. Otras indulgencias suyas, Foro de Curas de Madrid, Entrevías, Padre Ángel, maravilloso éste organizador de ONGs y cura más bien penoso, son generales y en ello no se distingue de su antecesor. Ni en más ni en menos. Lo opiné de Rouco y también lo opino de usted. Lo de hoy va por otro amigo que usted se los busca no diré que hasta en el infierno sino en el mismísimo infierno diría que exclusivamente. Porque, ¡vaya amigos tiene! El nuevo es  El Plural. Con lo que RD pasa a ser las ursulinas. Y Vidal y Bastante San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka. El problema que tiene Don Carlos Osoro en Madrid, gravísimo donde los haya, son las misas franquistas. No soy un experto en ellas porque jamás he asistido a ninguna. Lo que no significa aprobación o rechazo. Simplemente que no voy. El digital, de nada ocultas simpatías o rechazos, asegura «el catastrófico legado que Antonio María Rouco dejó a la Iglesia tras los 12 años en los que impuso su férrea doctrina». En lo de férrea no entro, cada uno que piense lo que le dé la gana, pero los doce años se me antojan poquísimos. Porque descontados los de obispo auxiliar, que mandan poco, llevó nada menos que treinta imponiendo doctrina.  Una vez más la ignorancia es el patrimonio de los mediocres. Aunque esté haciendo oposiciones a ser sus amigos. Cuídese de ellos. Asegura, creo que también falazmente, que «el 4,9 de los españoles participa activamente en alguna parroquia». Creo que es bastante más numerosa la cifra. Pues participación activa es la de quienes van a misa los domingos, bautizan a los hijos, quieren que hagan la primera comunión… Pero sí esa fuera la cifra, usted, Don Carlos, cura que fue, obispo de Orense, arzobispo de Oviedo y de Valencia y ahora de Madrid, algo tendrá que ver en ello. ¿O es que era Rouco quien regía sus diócesis? ¿Y el culpable de todo lo que ocurría en España? Y ahora llegamos al cretinismo integral. «La tarea pendiente de Osoro que todavía no ha afrontado son las misas franquistas que desde hace muchos años se vienen produciendo en la capital». Pues sí que lo tendría fácil si esa fuera su tarea pendiente. Una misa al año  de la que, como jamás he asistido, no puedo cuantificar sus asistentes. ¿Quinientos, mil? Que después en la calle, cien o trescientos, canten el Cara al Sol, como si cantaran el Qué viva España. No tiene la menor entidad. Pero, «fuentes cercanas al arzobispado confiesan a El Plural.com que ésta es una de las tareas pendientes que Osoro está decidido a afrontar en los próximos meses». Y que va a vigilar con lupa esas misas. Poco favor le están haciendo, señor arzobispo, sus «amigos». Que para unos así no necesita enemigos. Se bastan y sobran ellos para dejarle fatal. No me creo nada de esas historias rayanas en el border line pero por abajo. Usted y yo podremos tener discrepancias sobre cuestiones concretas. Como las tuve con el cardenal Rouco. Pero él fue y usted es mi arzobispo. La sucesión apostólica en mi Iglesia de Madrid ha recaído en su persona. Y para mí eso es muy importante. Por encima, más bien por debajo, de desencuentros parciales. ¿Qué ello me supone algún baculazo? Pues bendito sea si viene de su altísimo ministerio. Si llegara de sus berrinches humanos, que humanos son también los sucesores de los Apóstoles, pues también mis espaldas son anchas y siempre encontrará en mí al hijo. Aunque pueda rebotarme. La naturaleza humana es así. También en los padres. Tengo no poca experiencia de ello. Cinco hijos, once nietos… De momento. Naturalmente me refiero a los nietos en lo del momento. Don Carlos, le deseo de todo corazón un éxito pastoral. Que sería también personal. Van juntos. Si la diócesis de Madrid pierde impulso lo habría perdido su ministerio. Usted debe mejorar al cardenal Rouco, o igualarlo. Si lo empeorase, estaría en su debe. Y eso no está, lo sabe de sobra, en una misa anual por Francisco Franco. A quien, por cierto, la Iglesia, se mostró muy agradecida. Aunque de eso no vamos a hablar hoy. Pero si se empeñan, hablaremos.        

Comentarios
0 comentarios en “Tiene usted unos amigos, señor arzobispo, que más bien parecen enemigos
  1. Por si alguien está interesado en saber si la memoria de Franco debe conmemorarse con misas o no puede oir las conferencias de José Guerra Campos, Consultor del Episcopado Español en el Concilio Vaticano II, secretario general del episcopado español y Obispo de Cuenca, habla sobre la Iglesia en España desde 1936 a1975 en 4 conferencias

    Síntesis fundamental para conocer la historia y la visión de la Iglesia desde dentro del citado periodo histórico

    Para oír o para bajar el archivo de sonido en mp3

    http://www.ivoox.com/jose-guerra-campos-1-audios-mp3_rf_2689801_1.html
    http://www.ivoox.com/jose-guerra-campos-2-audios-mp3_rf_2689823_1.html
    http://www.ivoox.com/jose-guerra-campos-3-audios-mp3_rf_2689838_1.html
    http://www.ivoox.com/jose-guerra-campos-4-audios-mp3_rf_2689859_1.html

  2. No entiendo lo que me dice de Buero , señor blogger. Que se torture y se censuren las obras que denuncian la tortura ( en general, la obra se sitúa en el extranjero) a mí me parece grave. ¿A usted no?

  3. ¿Tan difícil es encontrar Sucesores de los Apóstoles que no estén obsesionados con quedar bien con el mundo? Les importa tanto el aplauso mundanal, que encima en estos tiempos coincide con los contrarios a la fe, que hacen piruetas ridículas.

    Es el mismo clero juramentado de la Revolución Francesa, pero sin juramento explícito porque ya no hace falta.

  4. ¿y cómo van a evitar que alguien encargue una misa por el alma de…… (póngase nombre «franquista»)?
    otra cosa es que la eucaristía se aproveche para «homilía» sobre política y loas al digunto en lugar de ayudar a reflexionar sobre la vida y muerte y más cosas necesarias….
    lo que está claro es que en la misma medida que unos individuos reclaman libertad para hacer lo que les viene en gana, en esa misma medida piden represión, control y prohibición para lo que no les gusta.
    Son censores reprimidos…
    Una solución a todos estos follones sobre las «intenciones» de misa sería no tener que «decir» el nombre del difunto, que el sacerdote aplique las intenciones pero no tener que hacer listado, loa, preces…….

  5. Este blog, que no es especialmente bergogliano, lo leen muchos más miles que los escritos de Osoro, que son bastante regularcitos.

  6. Pues un servidor, según las claves papales, debo ser muy poco misericordioso y tomar misericordina tres veces al día, cada 8 horas, porque me alegro. Osoroglio no es que haya cometido un error y lo enmienda, es que deliberadamente ha entrado mal, se ha arrojado con abrazos y palmadas entre quienes le alaban y denostan mientras a la Iglesia, y tan feliz.

    No, no siento pena por Osoroglio. Se lo está buscando él solito.

  7. Suscribo el artículo de la cruz a la fecha. En cuanto a lo de las misas franquistas no sé lo que son, pues ni siquiera sé lo que son franquista y antifranquistas, pues hasta los años 80 nadie empleaba ese término, Durante el régimen anterior no se empleaba ese término igual que ahora no se emplea el de monárquicos y antimonárnicos, que suguro que dentro de poco aparecerán como setas. Había ciertos sectores muy minoritarios críticos con el Régimen, por ciertos muy escasos, salvo el PC con poco más de mil y del resto de los partidos, quizás los más numerosos eran el de un sector de Falange, otro de Carlistas y un conglomerado heterogéneo dentro de la Iglesia, el resto de los grupúsculos ninguno llegaba a 300 miembros, ni tan siquiera ETA. Después desde dentro y como reformistas un grupo democratacristiano y otro de juanistas y pare usted de contar y el PSOE cabía en un autobús y no muy grande y era casi un grupo reformista tolerado y casi promocionado como freno al PC . Y ya está bien de inventarse una historia, pues creo que uno de los problemas de la Transición es que no fue una conquista de nadie sino un pacto y de ahí que aparezcan antisistema como Podemos.
    Pero lo que nos interesa desde aquí, es la situación de la Iglesia en España, que tiene relación con esto y con la «trepa» que es y ha sido siempre el partido mayoritario, pero el problema fundamental está dentro.

  8. El problema de Osoro no son sus amigos peligrosos. Esos están localizados.
    El problema son sus amigos tontos, bobos de Coria, memos de campeonato, tontos contemporáneos. Los hay. Vaya si los hay. Como supuestos líderes de movimientos que buscan desesperadamente que el arzobispo les avale con su olor a oveja, porque están cuestionados en sus propios grupos.

  9. Cuidado con otro nombre que empieza a adquirir importancia: D. Atilano, obispo de Sigüenza-Guadalajara. El Papa le está haciendo algunos encargos. Recuérdese que fue secretario personal de D. Elias Yanes en Zaragoza.

  10. No sé que son misas franquistas. Pero me parece lamentable que se canten himnos franquistas con ocasión de celebraciones religiosas, o en las puertas como parece que se insinúa. Al igual que me parecería lamentable que se cantara la internacional… Pensaba que esas cosas estaban erradicadas. Espero que se erradiquen pronto si no es así.

  11. Me cuentan que los curas de Madrid están muy contentos con Osoro porque es mucho más cercano que Rouco; les da hasta su móvil para que lo llamen.

  12. El Vaticano II se ha aplicado solo parcialmente. Por eso la Iglesia se ha destruido solo parcialmente.
    Para cualquer observador externo es de cajón.

  13. Me ha paecido una entrada muy sensata y ponderada. No voy a decir más.

    Tengo una curiosidad ¿qué son misas franquistas?

    Si unas misas se hacen sin seguir el Misal debidamente autorizado, es obligación del obispo poner orden. Aunque me temo que no es eso lo que dicen los chicos estos de El plural.

  14. Lo que tiene que hacer Osoro es centrarse en lo importante, y llenar las iglesias que Rouco dejó vacías después de sus años como Arzobispo

  15. Don Carlos, usted está mordido porque Madrid está resultando ser de una talla muy grande. Y además pensaba usted que ya sería cardenal a estas fechas. No se enoje con el Blogger y entienda que quien toca el tango que está usted bailando lo nombró porque quien se ha ganado en na’ a los Valencianos no quiso ser sucesor de Rouco. Usted es una carambola en Madrid.

  16. Prueba evidente, este post, de que usted no tuvo nada que ver con el abandono de Cortés. La identificación entre iglesia y extrema derecha es la que ha vacíado las iglesias en las regiones periféricas, donde el españolismo casa mal. En ese sentido, sí, es un reto que ha afrontar, ahora que hay un papado mas sensible con la izquierda. Y, por último, amigos ateorros extremos han acudido a bautizos, comuniones y bodas y hasta se han casado por la iglesia. Por pura estética. Esto no pertenecen a ese 4.9%, se lo digo yo.

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