El Papa sabía de la existencia del polémico libro de Víctor Manuel Fernández cuando le nombró prefecto de Doctrina de la Fe

Papa Francisco y Víctor Manuel Fernández Víctor Manuel Fernández durante el día que fue creado cardenal
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Tucho Fernández ha concedido una nueva entrevista para la Agencia EFE en la que aborda las polémicas que le rodean estas últimas semanas como Fiducia supplicans o si libro erótico sobre La Pasión Mística que fue retirado por él mismo al poco se ser publicado.

Preguntado sobre si era necesario sacar ese documento (Fiducia supplicans), explica que «lo más importante es que en mis conversaciones con el papa me quedó clara una cosa, que él quería rechazar las bendiciones a parejas irregulares con ritos o formas litúrgicas, pero al mismo tiempo quería evitar que eso implicara comenzar a poner muchas condiciones para dar una sencilla bendición al paso, en la calle, en una peregrinación, porque él lleva en el corazón el valor de la pastoral popular, que acoge a todos.»

Según Víctor Manuel Fernández, en el fondo, el interés de Francisco estaba «en salvaguardar la libertad y espontaneidad de este otro tipo de bendiciones que son el único gesto sacerdotal que tenemos para dar a todos: si no podemos darles la absolución, si no podemos darles la Eucaristía, si no podemos bendecirlos con un rito litúrgico, sí podemos darles una sencilla bendición pastoral: al menos decirles «que el Señor los bendiga y los proteja» y hacer una señal de la cruz en la frente de cada uno».

El prefecto de Doctrina de la Fe reconoce abiertamente que esperaba las críticas a ese documento aunque «no sabía que intensidad tendrían». El purpurado argentino destaca que «lo que no me esperaba es que muchos obispos y sacerdotes que yo consideraba ‘conservadores’ hicieron llegar o expresaron públicamente su comprensión y su valoración positiva». Quizá tampoco esperaba que un continente entero como África se le opusiera frontalmente.

Tucho Fernández no ha querido entrar a valorar las contundentes palabras del cardenal Sarah contra Fiducia supplicans y se ha limitado a decir que «hoy hay una enorme libertad para decir de todo, también dentro de la Iglesia» aunque el obispo Strickland no haya tenido esa suerte. Además, sostiene que Fiducia supplicans no ha dividido a la Iglesia, lo único que ha provocado -según él- es transparentar esa división que ya existía.

Sobre el polémico libro oculto que salió a la luz esta semana sobre los orgasmos, el cardenal Fernández comenta que también preveía que esto pudiera pasar y «sabía que en medio de los temas polémicos podrían usar cosas viejas como este libro, sólo estaban esperando la ocasión adecuada».

«Yo al papa, cuando me propuso este cargo por segunda vez, le había dicho que esto podía suceder, pero él ya lo tenía claro y conocía también este libro. Ocurre que en una ocasión hace muchos años ya me habían acusado por ese libro y no fui sancionado en Roma por ello. Ya me han investigado hasta los pelos», añade el cardenal reconociendo que el Papa conocía de la existencia de ese libro.

Víctor Manuel Fernández ha aprovechado para justificarse y decir que «algo semejante hicieron dos personas más grandes y sabias que yo: san Juan Pablo II y la santa abadesa y doctora de la Iglesia Hildegarda de Bingen«.

Por último, el cardenal Fernández ha desvelado que en su dicasterio están preparando un documento «muy importante sobre la dignidad humana que no incluye solamente los temas sociales, sino también una fuerte crítica a cuestiones morales como el cambio de sexo, el alquiler de vientres, las ideologías de género, etc».