El biógrafo del Papa sale a defender a Francisco atacando al cardenal Sarah

Austen Ivereigh Austen Ivereigh
|

Las palabras el cardenal Sarah, ex prefecto de la Congregación del Culto Divino y los Sacramentos, han escocido -y mucho- entre la guardia pretoriana del Pontífice.

Austen Ivereigh no se esconde y ya nos ha demostrado que tiene hilo directo con el Santo Padre. El pasado mes de noviembre, cuando se desató la polémica con el cardenal Burke tras el castigo recibido por orden del Papa, fue Ivereigh quien contó la «versión oficial» que le trasladó el mismo Francisco.

Digamos, que actúa como una especie de portavoz extraoficial de Francisco ante el silencio de la Santa Sede, de Matteo Bruni y del propio Pontífice sobre temas controvertidos que salpican directamente al Papa. A estas alturas, Francisco no ha dicho ni una palabra sobre Fiducia supplicans ni tampoco sobre la polémica generada esta semana con el libro del cardenal Víctor Manuel Fernández.

Esta semana, antes de que estallara el ‘petardazo’ del cardenal Fernández, salió a la luz el mensaje de Navidad del cardenal guineano. Hasta la fecha, se trata del escrito más sólido y contundente contra Fiducia supplicans junto con la declaración del cardenal Müller. Las declaraciones del purpurado africano dieron la vuelta al mundo y llegaron hasta Santa Marta: «Una herejía que socava gravemente a la Iglesia porque es contraria a la fe y la Tradición», dijo Sarah.

Además de hablar abiertamente de que estamos ante un texto herético, aunque algunos obispos traten de salvar con pinzas la intención de algunos y nieguen la mayor, el cardenal Sarah mostró su apoyo a los escritos de las distintas conferencias episcopales del continente africano.

A pesar de que Sarah es licenciado en Teología y Sagrada Escritura y ha sido prefecto de la Congregación del Culto Divino y los Sacramentos entre 2014 y 2021, el periodista Austen Ivereigh, cuyo hito ha sido ser considerado el biógrafo del Papa Francisco, ha sacado la artillería contra el cardenal Sarah hasta el punto de pedir que renuncie a ser cardenal.

Ivereigh ha escrito en sus redes sociales que el cardenal Sarah «ha acusado al Papa de herejía, violando el juramento solemne ante Dios que hizo como cardenal. Ahora debe devolver su sombrero rojo. Si está convencido en conciencia, debe permanecer en silencio, confiando en que la historia y Dios lo vindicarán. Esa es la profecía. Todo lo demás es política de poder».

En el mensaje de Navidad del cardenal Sarah, el propio purpurado dejó claro que mostrar su firme oposición a la Declaración “Fiducia supplicans” no significa oponerse al Papa Francisco, «pero nos oponemos firme y radicalmente a una herejía que socava gravemente a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, porque es contraria a la fe y la Tradición católicas».

O bien Ivereigh no se leyó todo el mensaje del cardenal Sarah, o quizá haya lanzado un mensaje amenazante (no sabemos si por iniciativa de alguien por encima de él) como aviso a navegantes. La verdad es que el cardenal Sarah debería no pasar por alto esta amenaza, y si no que le pregunte a Gänswein, Burke, Strickland, Masalles o Daniel Fernández. Todos ellos ‘misericordiados’ por el Papa por motivos varios.