El modernismo ha ganado una batalla

Misa bendición LGTB
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UNA CATÓLICA PERPLEJA

30 diciembre 2023

Voy a explicarles, por si a alguien le interesa, cómo llegué al estado de perplejidad católica en que me encuentro.

Había vuelto a la práctica religiosa leyendo la Introducción al Cristianismo y El espíritu de la liturgia de Joseph Ratzinger antes de su elección como papa, y su llegada a la cátedra de Pedro me convirtió en poco menos que una papólatra que devoraba todo lo que salía de su pluma. Todos los miércoles seguía por internet las audiencias y todos los domingos, el Ángelus.

Con la idea de formarme en la fe, comencé el Bachillerato en Ciencias Religiosas en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona. Teletrabajo desde hace años, y la opción de estudiar online, con sólo dos encuentros presenciales por semestre en la Facultad de Teología de Cataluña, sede del ISCREB, me pareció la mejor opción. Planeé completar los créditos para obtener el bachillerato en unos 6 ó 7 cursos (está pensado para tres), dada la frecuencia de los viajes que debo realizar por trabajo y el tiempo en general de que dispongo. Entretanto, Benedicto XVI renunció y llegó Francisco. Como habrán adivinado quienes conozcan el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona, en mi ingenuidad de ortodoxia benedictina (de Benedicto), desconocía el progresismo eclesial espantoso que se impartía en el ISCREB. Fueron estos estudios y los años iniciales del pontificado de Francisco los que comenzaron a despertarme del sueño ultramontano benedictino y a ver que la furia de las aguas modernistas derribó finalmente el dique de contención que en realidad había sido el papado de Ratzinger y entronizó a Bergoglio. Los capazos de heterodoxia recibidos en el ISCREB y el pontificado de Francisco han sido el medio del que el Señor se ha valido, me parece, para que comenzara a formarme verdaderamente y a comprender en qué estado se encuentra la Iglesia de Cristo.  

Con el pasar de los años, cada vez me han ido dejando más perpleja ciertas cosas que ocurren en la Iglesia, incluyendo las enseñanzas que recibimos: las homilías, las hojas dominicales diocesanas, los escritos de la Santa Sede. También el ambiente parroquial, ¿anestesiado? ante lo que progresivamente resulta más evidente: que existe una Iglesia “oficial”, con su alta jerarquía y muchos pastores, así como muchos fieles progresistas (aquí en Cataluña es francamente insoportable) que se está apartando de la fe bimilenaria de la Iglesia. Voy a Misa diaria de 8 am en la parroquia de un pueblo grande a media hora del centro de Barcelona. Antes de comenzar a trabajar, cada mañana leo información católica en distintos blogs y, tristemente, cada vez hablo con menos católicos. Con los católicos progresistas catalanistas, ya se entiende por qué. Y con los conservadores, también, aunque de otra manera. Supongo que ya saben a qué me refiero. A un erróneo concepto de obediencia al papa y a la jerarquía y a la sustitución en la Iglesia, como dice el P. Gabriel Calvo Zarraute, de la verdad por la autoridad. La cuestión es que el ser católica es el centro de mi vida; Jesucristo, mi todo, y las afrentas que desde la Iglesia le lanzan me pone enferma.

La liturgia es el centro gravitatorio de mis días: las horas mayores del Breviario, rezadas en latín desde hace unos meses, y la Misa diaria (novus ordo en la parroquia y vetus ordo siempre que me es posible los domingos, en la capital). Siento que el Señor me lleva por una espiritualidad litúrgica, que vive al ritmo del calendario litúrgico. Con mi vida social reducida a los mínimos de familia y pocos amigos, todo el tiempo que no estoy trabajando o rezando lo invierto en la formación en la fe y en la lectura bíblica. Y así he llegado, con los años, a la perplejidad, que vivo como un despertar, como una cada vez más profunda conversión, en aparente paradoja. 

Podemos hablar sobre el latín como lengua de la Iglesia y del rito de la Misa en otra ocasión. Estoy deseándolo, de hecho. Porque, por el momento, que el modernismo ha ganado una batalla es innegable. Mi creciente perplejidad se origina en la constatación de que el problema del modernismo, cuya infiltración en la Iglesia era ya fuerte un siglo antes del Concilio Vaticano II, como dijo John Senior y demuestra Roberto de Mattei en su libro sobre el Concilio (https://infovaticana.com/2018/05/03/la-historia-nunca-escrita-del-concilio-vaticano-ii/), no es solamente la mala interpretación de los textos conciliares, y la aplicación del (mal) “espíritu del Concilio”, sino el Concilio en sí. Y la descomposición que vemos hoy en todos los ámbitos de la fe, la doctrina y la moral no es más que su consecuencia, sesenta años después.

¿Qué hacer? Según lo veo yo, la Tradición es el camino; mantenerse firmes en la fe; la contrarrevolución. La restauración del orden cristiano. Dice John Senior que la cultura cristiana es todo lo que hemos construido alrededor de la Misa. Porque, en la contrarrevolución y la restauración de la cultura cristiana, la Misa celebrada por el vetus ordo juega un papel fundamental. No es coherente ni llega al quid del asunto la convicción doctrinal en la tradición apostólica si ésta no abarca también la liturgia, la Misa. Porque lex orandi, lex credendi

Para quienes objeten que hay parroquias que celebran la Misa por el Novus Ordo muy ortodoxas y muy vivas, donde se celebra con solemnidad y que, sobre todo, la Misa es válida; la respuesta, obvia, es que sí, lo es. Pero, lean, descubran las diferencias con la Misa tradicional o tridentina o “de siempre” o celebrada por el vetus ordo, como quieran llamarla; lean sobre las intenciones yacentes tras la reforma litúrgica, y verán, como decía recientemente un joven sacerdote, lo que nos han robado y lo que eso ha significado para la fe católica: que ha sido no sólo adulterada, sino sustituida por otra cosa. 

Y no estoy negando ni la fidelidad a la cátedra de Pedro ni, por supuesto, que la Iglesia Católica Apostólica hoy sea la misma Iglesia fundada por Cristo, la única. Reconocerla y resistir los errores es nuestro deber y la manera más consciente de avanzar en nuestra vida hacia la santidad, que es nuestra vocación, con la gracia de Dios.

Porque el modernismo ha ganado una batalla, pero la guerra ya está ganada por Cristo. 

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Comentarios
43 comentarios en “El modernismo ha ganado una batalla
  1. Excelente artículo. Creo sinceramente que refleja el mismo descontento y malestar de muchos católicos «despiertos» ante la situación actual (o no tan actual, para ser sinceros).

    Y gracias a Dios que ese mismo descontento se ha transmitido también a aquellos que han empezado a despertar.

    Nunca es tarde si la dicha es buena.

    1. Excelente artículo y excelente mujer. Todos los creyentes conscientes hemos confluido antes o después, desde una senda u otra, en el mismo y único «iter» posible que ella.

      1. Y a propósito: si es verdad que está deseando hablar del latín como lengua de la Iglesia, no se pierda, precisamente, «El latín, lengua de la Iglesia», maravillosamente escrito por una culta y valiente francesa Bernardette Lécureux. Publicado en España por la FUE (Federación Universitaria Española) cuando ya todo parecía perdido, fue prologado por uno de nuestros mejores latinistas, el catedrático Mariner Bigorra. Es un libro pequeño y manejable que se puede adquirir en Internet por cuatro perras, mucho menos de lo que vale.

        1. Hola, gracias por el libro sugerido. En Amazon no está disponible para imprimir, muestra este mensaje «Out of Print–Limited Availability.» Estoy fuera de España. Podría ser esta la causa? Agradezco si conocen otro lugar donde comprarlo. Feliz Navidad y Año Nuevo. Perseveremos en la Verdad.

  2. Una persona que busca conocer la fe llega a esas conclusiones. El que, por el contrario, busca agradar al mundo, y la aprobación del poder, no llega a ver la podredumbre que impera, o no le importa un comino.
    En la iglesia hay muy buenas personas y las peores personas, peores que los malos fuera de la iglesia.
    Bendecido fin de año.

  3. Echar la culpa de los males de la Iglesia al Concilio es injusto y parcial. Hablar de Tradición para referirse a los anterior al Concilio, es simplemente, anacrónico. El Concilio busca volver a los orígenes con rigor teológico, y en ese sentido, es más tradicional que los postulados «tradicionalistas». Que el Concilio se ha interpretado mal, que la Iglesia se ha adaptado demasiado a una sociedad caracterizada por no tener un lugar para lo religioso, es una realidad; pero no es culpa del Concilio. La «secularización interna de la Iglesia» es un problema real que se debe a la secularización de las sociedades de tradición católica, pero no es culpa del Concilio. En realidad, el Concilio quiso ser un dique de contención contra esa secularización. No ha logrado sus fines, no porque estuviera mal planteado, sino porque el movimiento de secularización de la postmodernidad es inmensamente superior a la capacidad evangelizadora de la Iglesia de Cristo.

    1. TM, tómale el pelo a quien sea tan cretino que se deje, por que los demás sabemos como ocurrió aquello que muchos llamamos golpe de estado en la iglesia con la estafa conciliar. Por que la pérdida litúrgica ha sido apabullante, si alguien recogiera la liturgia perdida desde el concilio nos echaríamos las manos a la cabeza, por ejemplo, el DIES IRAE DIES ILLA..,pero lo importante son los FRUTOS DEL CONCILIO, la misa protestante, la llamada estampida de los 60, la apostasía del pueblo cristiano en masa, el modernismo aplicado por el DECRETO SACRÍLEGO DE LIBERTAD RELIGIOSA, y el consiguiente derrocamiento de Cristo en su reinado social y la entrega de la iglesia AL MUNDO.

    2. Me gustaría saber por qué escribe «El Concilio», empleando mayúsculas y con el artículo «el» delante: «concilio» es un sustantivo o nombre común y, como tal, se escribe con minúscula. Además, en la Iglesia ha habido veinte (20) concilios ecuménicos (no ecuménicos, más) anteriores al que seguramente se refiere como «El Concilio», y todos más importantes, pues fueron dogmáticos, a inferencia del último, que no lo fue, por lo que, ni por ortografia, ni por importancia, se justifica tal denominación. Igual usted cree que sólo ha habido uno, o creía que ha derogado los anteriores. El que sí es totalmente derogable es precisamente ese concilio pastoral del siglo pasado al que usted se refiere: si la «pastoral» elegida no funciona (y no funciona), es evidente que hay que cambiarla.

    3. Amigo Tomas, tal vez sea oportuno que indague un poco más en los hechos de entonces y sus consecuencias. A mi me ha servido bastante el testimonio y análisis de estos autores:
      El Caballo de Troya en la ciudad de Dios. Dietrich Von Hildebrand.
      Iota unum. Romano Amerio.
      Vaticano II: Una explicación pendiente. B. Gherardini.
      El Concilio Vaticano II. Agostino Marchetto.
      El ya citado del profesor de Mattei. Creo que es la visión más completa sobre el Concilio en cuanto tal.
      Problemas del Concilio Vaticano II. Visión teológica. Miguel Niclaus, SJ 1963.
      Este último me llamó mucho la atención por el momento en que fue escrito. No obstante, difiero en varias de sus opiniones.
      Propuestas para una correcta lectura del Concilio Vaticano II. Mons. Atanasio Schneider.
      Cien años de modernismo. P. Dominique Bourmaund.
      En mi opinión el conflicto con la sociedad neopagana es inevitable porque cada vez es más intolerante.

  4. Si la Misa «Novus Ordo» es válida, como lo es, efectivamente, entonces no somos dignos de celebrarla y debemos agradecer eternamente que se nos permita reptar hasta el templo en el que ella se celebra. Y si el Concilio es herético, entonces la Iglesia no es indefectible y la fe católica es falsa. Todas las reformas que se quieran, pero sin tirar al nene junto con el agua, please.

    1. Si el CVII es herético no pasa nada y la misa Novus Ordo es un insulto a Dios.
      En el CV II no quedó comprometida para nada la infalibilidad ni la indefectibilidad de la Iglesia como lo prueban sus documentos y fautores. Pensar lo contrario es tener una noción eclesiológica errada.

      1. Añadiría algo más: el novus ordo no es «fruto» del CVII (sólo hay que leer su Constitución sobre la Sagrada Liturgia para comprobarlo), sino un invento de varios años despues de finalizado éste y contrario a lo estipulado en él (la «misa del concilio» fue la Tridentina de principio a fin; y la implementada de acuerdo con sus decretos fue la llamada «misa normativa», de 1965, que duró dos telediarios y que se parece al novus ordo como un huevo a una castaña).

      2. Si la Misa «Novus Ordo» es válida, decir que es un insulto a Dios es blasfemar del Cuerpo y la Sangre de Cristo, y si el Concilio fue herético, entonces todos los Papas del Concilio para acá, y la inmensa mayoría de los Obispos, y de los fieles, que han aceptado todos ellos el Concilio, son herejes, con lo cual la Iglesia Católica ha dejado de existir, porque ha dejado de ser una sociedad visible y jerárquicamente estructurada. No existe la Iglesia Católica estilo comuna hippie. Al menos habría que tener la claridad de dejar dicho claramente qué es lo que cree y lo que no cree cada uno.

  5. Acuda a la FSSPX. Es un antes y un después.
    Por supuesto, gracias a la fidelidad de un santo varón, Monseñor Marcel Lefebvre. Hoy, más que nunca, se ha hecho evidente su obra providencial.

  6. No sé quién eres, pero te apoyo de todo corazón. No te sientas sola. Creemos por Jesucristo, Nuestro Señor, verdadero Hijo de Dios, muerto y sepultado y resucitó. Ya triunfó para siempre, definitivamente. «Fuertes en la fe» (San Pedro) y en la caridad, con todos.

  7. Acuda a la FSSPX.
    Será un antes y un después.
    Los últimos acontecimientos demuestran la acción providencial de ese santo varón qye fue Monseñor Lefebvre.

    1. Pero si en el paquete va el antisemitismo, le aseguro –porque lo he estudiado muchos años– que no pertenece a la Tradición católica sino a la más impúdica Modernidad. Es el gran gol que les ha colado Voltaire.

      1. El «antisemitismo» es de origen judío vía protestantismo. Lutero y todo el espectro de herejes protestantes que le sucedieron se sintieron el nuevo pueblo elegido, en su sentido más grosero. Pensaron que su nación y raza era la superior y destinada a dominar el mundo y exterminar a las razas «inferiores», lo mismo que piensan y practicaron los judíos. Fueron los judíos sionistas, rabiosamente racistas, quienes inventaron el término «antisemita» pero cuidándose mucho de no ser confundidos con los árabes, tan semitas como ellos, pero considerados por los mismos judíos como una «raza inferior».
        Por consiguiente, cualquier tipo de racismo, no sólo el «antisemitismo» es un error judaizante y, por ende, anticatólico.

        1. A menudo cacao te arrastra la irracional obsesión: el antisemitismo judaizante, hay que j… Seguramente por eso el –según tú– ‘judaizante Voltaire’ comprendió que el antisemitismo constituía su mejor arma contra la entraña de la fe de la «Infame» Iglesia católica…

          1. Lector. Me extraña su comentario. El origen protestante, y por consiguiente judaizante, del racismo está amplísimamente documentado.

          2. Lector, deje de mirar películas donde las únicas víctimas de la humanidad son descendientes de fariseos, y lea historia. Pues todos los pueblos sufrieron en su historia.
            Hollywood vendió un verso gigantesco, porque hay mucha plata de los ‘judios’, dueños de la industria del cine, los medios de incomunicacion, los bancos, etc.
            Ellos se consideran superiores y ni mirán a un cristiano.
            Pero el que no reconozca a Cristo, como Señor y Dios nuestro, se condenará.

      2. ¿Qué tiene que ver el antisemitismo?
        Lector, ¿es Ud. entonces prosemita?
        Le recuerdo que los descendientes de los fariseos no reconocen a Cristo. Hay que predicarles, no apoyarlos. Según el Evangelio, no se salvarán. ¿Ud. se congracia de eso?
        No hay malos y buenos en sus filas, son descendientes de fariseos. Puesto que el verdadero pueblo de Dios, el judío, recibió al Enviado de Dios, Jesucristo, y se hizo cristiano.

        1. Simplemente no soy antisemita; ni como creyente en Jesucristo, la Virgen María, los Apóstoles o la Biblia podría serlo bajo ningún concepto. A mí este desequilibrio irracional me echa totalmente para atrás respecto de los grupos que lo alimentan, lo mismo que las demás ‘conspiranoias’.

          1. María y los Apóstoles no son lo que hoy llamamos ‘judios’, sino que son cristianos. Ellos reconocieron a Cristo y comenzaron el cristianismo.

          2. Así se devanaban los sesos los protestantes hitlerianos de los años 30 para intentar explicarse su locura…

  8. Cuidado, porque la Tradición no es inmovilismo ni vivir anclados en la Edad Media. Dos puntualizaciones: En primer lugar, la Tradición es fuente de interpretación del Magisterio, por lo que actúa como dique a eventuales «malabarismos» doctrinales provenientes de Roma. En segundo lugar, la Iglesia tiene autoridad para cambiar una liturgia por otra. En la actualidad hay muchos ritos vigentes, todos ellos igual de válidos, así como han habido otros que han ido cayendo en desuso. Lo que no procede es ni el abuso litúrgico ni pensar que un rito es «mejor » que otro. El Novus Ordo celebrado correctamente es un rito precioso para que los fieles den culto a Dios y se cumplan los fines de la Santa Misa.

    1. El Novus Ordo bien celebrado es un oximorón. Este rito es un artefacto intencionalmente sacrílego, que no obedece a tradición alguna. Además, la imprecisión, ambigüedad y laxitud de sus rúbricas dan para que, prácticamente, cualquier modo de celebrarlo sea «correcto».
      El NO es la piedra angular de la crisis de la Iglesia. Mientras no sea completamente erradicado y condenado, todo intento de restauración será vano. Mantenerlo vigente es como pedir ayuda a Dios mientras se le insulta.

    2. ¿Y los ‘frutos’ desastrosos de toda esa «autoridad» y de ese cambio no hay que tenerlos en cuenta? ¿Somos tan omnipotentes y omniscientes como el mismísimo Dios como para no equivocarnos, recapacitar ni rectificar nunca, y menos aún a la vista del hundimiento galopante de la fe católica en todo el mundo…?

    3. «Cuidado, porque la Tradición no es inmovilismo ni vivir anclados en la Edad Media»

      Y tanto que hay que tener cuidado: la Tradición es una de las dos únicas fuentes de la Revelación (junto con las Sagradas Escrituras), que concluyó con la muerte del último apóstol (que no murió en la Edad Media, sino un puñado de siglos antes de ésta). Así que, imagínese lo inmóvil que está desde entonces, que ni ha cambiado, ni puede hacerlo (qué veleidosa es la verdad, que tiene esa manía de no cambiar por más tiempo que pase).

      «la Tradición es fuente de interpretación del Magisterio»

      ¿Perdón? Será al revés: es el magisterio el que está al servicio de la Tradición, y sólo para explicar y difundir lo revelado, no para inventarse cosas ajenas a la Revelación (y no digamos contrarias a ella), a la cual está subordinada.

      «la Iglesia tiene autoridad para cambiar una liturgia por otra»

      Eso, dicho así, se lo ha inventado usted.

      1. «han habido otros que han ido cayendo en desuso»

        ¿Cuál? Es una pregunta retórica: todos los ritos litúrgicos que en tiempos del Concilio de Trento tenían más de 200 años de antigüedad, siguen vigentes: el romano, el visigótico o hispano, el bracarense, el ambrosiano, el premonstratense, el cartujo, el dominico, el carmelita… y sin contar los orientales.

        «El Novus Ordo celebrado correctamente es un rito precioso»

        Una cosa es discutir o defender su validez, y otra decir que ese rito creado «ex novo» en una «trattoria» romana (confesado por sus propios autores), que tiene lo mínimo imprescindible para dicha validez, habiendo eliminado el 80% de las oraciones del Rito Romano (incluyendo todo el Ofertorio, del que sólo ha quedado el nombre), es «precioso». Además de que no lo es, ¿dónde dice que se celebra «correctamente»? ¿Ha leído usted el misal novus ordo? ¿Qué ocurre cuando las rúbricas mandan al sacerdote volverse hacia los fieles?

  9. Buen día! Me encantó como da detalles de cómo vive la religión, la conclusión me encanto, es verdad, no dejaremos de ser fieles a la iglesia, simplemente resistiremos con la fe.

  10. Sin conocerla, la admiro y la felicito.
    Le haría mucho bien leer el libro «Carta a los Católicos Perplejos» de Mons. Marcel Lefebvre quién se adelantó a su época y profetizó que la Iglesia se iba a autodestruir por la obediencia, cosa que estamos viendo actualmente.
    El punto controversial y piedra angular de lo que está pasando es la Misa Tradicional.
    Le recomiendo también leer la Bula «Quo Primun Tempore» del Papa San Pío V que establece «a perpetuidad» la Misa Tradicional como Rito Unico y Oficial de la Iglesia Católica.

  11. Cuando a histericvs le agarra la diarrea verbal, hace insufrible esta página. Digo diarrea porque no dice nada bueno, solo se pone a echar mierda a los que exponen sus criterios con sentido común. Pero infovaticana es lo que quiere, por eso está claro que esta página es pura hojarasca, chismes y tonterías, nada que valga la pena.

    1. «Cuando a histericvs le agarra la diarrea verbal, hace insufrible esta página»

      El único que hace insufrible esta página (bueno, lo pretende, aunque no lo logre), es trollvs; o sea, usted.

      Dicho lo cual, si no le gusta esta página, largo, que no tiene por qué practicar su masoquismo en ella. Y, para su alergia a la verdad (que es lo que le resulta «insufrible»), le recomiendo el mejor antiestamínico del que dispone: someterse a un exorcismo, farsante.

      1. Y ahora te crees dueñ@ de la verdad? Tu maldad y tu veneno no tienen límites, por mí métetete esta tu página donde te quepa, total son la misma mierda.

  12. Se lo he explicado mil veces, pero como es usted bastante iletrado, no se entera: los católicos no somos dueños de la verdad (que sólo hay una), sino que adherimos a ella (al contrario que usted, que la rechaza). E insisto: si no le gusta esta página, humo. Seguro que encuentra rápido otras formas de sufrir que le aporten la dosis suficiente para seguir alimentando su masoquismo patológico. Eso sí, sométase a un exorcismo, farsante.

  13. «Mons. Marcel Lefebvre quién se adelantó a su época y profetizó que la Iglesia se iba a autodestruir»

    Ése es el problema. Con personas que no creen que la Iglesia es indefectible no es posible discutir católicamente. «Las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella» . ¿La Iglesia se autodestruiría con participación de las puertas del infierno o sin ella? En el primer caso, no puede autodestruirse, por lo que dice el Señor. En el segundo caso, habríamos encontrado algo más infernal que el infierno mismo. Al final esto no está tan lejos de la lógica de FS.

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