Jefe del episcopado austriaco: Ya los sacerdotes no pueden negarse a bendecir parejas gays

Franz Lackner Franz Lackner
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Para el arzobispo Franz Lackner, presidente de la Conferencia Episcopal de Austria, después de Fiducia suplicans ningún sacerdote debe negarse a bendecir parejas en relaciones irregulares o del mismo sexo que se lo pida. De prohibido a obligatorio.

«Básicamente, ya no se puede decir que no», dijo el arzobispo de Salzburgo y presidente de la conferencia episcopal austriaca cuando se le preguntó cómo debería reaccionar un sacerdote ante la petición de bendición de una pareja del mismo sexo en el curso de una entrevista concedida a la cadena austriaca de televisión ORF-ZiB2.

En el reciente texto con pretensiones magisteriales se hace gran hincapié en que no se pretende legitimar una relación pecaminosa, pero al prelado austriaco no le parece que lo sea, necesariamente: «Creo que la Iglesia reconoce que una relación entre dos personas del mismo sexo no está del todo exenta de verdad: hay amor, hay lealtad, también hay dificultades compartidas unos con otros y vividas en fidelidad». . Esto también hay que reconocerlo”.

Lackner expresó su “alegría” a Kathpress sobre la declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. La bendición es una necesidad básica «que fundamentalmente no debe ser negada a nadie, como el pan», dijo literalmente el arzobispo.

El presidente de la conferencia episcopal también afirmó que la enseñanza católica permanece sin cambios: «El tipo ideal es y sigue siendo la coexistencia de una mujer y un hombre, en la que sólo la vida se transmite de forma natural. La iglesia se adherirá a esta enseñanza”. La iglesia quiere “prometer cosas buenas en nombre de Dios a las parejas en situaciones irregulares que se mantienen unidas en lealtad y amor”. Y además: «Hay que dejar que se nombren las diferencias, aunque lo que nos une es grande: la llamada común del bautismo, que nos hace hermanos y hermanas en el Señor».

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Comentarios
19 comentarios en “Jefe del episcopado austriaco: Ya los sacerdotes no pueden negarse a bendecir parejas gays
  1. Como bien dijo el cardenal Müller, nosotros no somos «sacerdotes del Papa sino de Cristo.» Por eso cuando un pontífice se equivoca, no debemos seguirle.
    Sto. Tomás de Aquino y la doctrina moral de la Iglesia enseñan que debemos obediencia a nuestros superiores en todo lo que no se oponga a Dios. Y como es evidente que Fiducia Supplicans se opone a Dios, no debemos obedecer la ideología que allí se expone, sino que tenemos la obligación de negarnos a bendecir parejas homosexuales y de otros pecados.
    Además, aunque un sacerdote desobediente pretenda bendecir parejas homosexuales, esos actos no tendrán efecto, ya que el que bendice es Dios; nosotros simplemente le pedimos a Él que bendiga, y como Dios reprueba las uniones pecaminosas, no las bendice, y por tanto, aunque dijéramos unas palabras de bendición, tal bendición no se daría, pues nadie puede forzar la voluntad de Dios.

  2. Si a esas vamos el tipo ideal es un obispo heterosexual sin amantes…

    Por cierto, hay alguna restricción para el número de «bendiciones» que puede recibir una «pareja»?
    ¿Cada cuando se puede cambiar de pareja? Puede llegar la misma persona con diferente pareja a la bendición?
    ¿Hay que bendecir también los poliamores y las parejas intra-especie?

  3. Debido a la naturaleza de una bendición como sacramental, ningún sacerdote puede dar tales bendiciones por más que un papa y obispos heréticos intenten obligarle. Las explicaciones confusas de Tucho no obligan a ningún sacerdote a dar tal bendición.

  4. Consecuencia que era previsible de todo esto: los sacerdotes tendrán que escoger entre ser obedientes o ser católicos. Y les puede ir en ello la salvación o condenación eterna de su alma. Y los fieles católicos ahora van a tener muy claro a qué templos y sacerdotes se debe o no recurrir. No todo va a ser malo…..

    1. Leoncio, los gays solo buscan justificar sus desmadritos; calmar sus conciencias y nunca lo logran. Ellos quieren una justificación-ratificación-sanción de arriba, y así interpretarán esta opción placebo-engañabobos de la dizque bendición. A mí ya me lo han dicho en estos dos días: «a ver cuándo nos casas». Será un calvario para nosotros los sacerdotes. / Por otra parte, estoy seguro que ya hay mucha clientela para estas bendiciones : notablemente ex religiosos ex curas y ex seminaristas con sus mancebos. Pero qué nos impide pensar que también los eclesiásticos en ejercicio (Dios nos perdone) buscarán esas bendiciones para ellos mismos y sus mancebos? (El que por su gusto es buey, hasta la coyunda lame).

      1. La situación se puede complicar para los curas, efectivamente: o les sacan la foto de bendiciones de sodomitas urbi et orbe o bien serán tachados de homófobos inmisericordes. Pero tendrán ocasión de defender lo correcto y, de momento, no creo que les vaya a costar la vida, como ocurría con Diocleciano and company o con la superdemocrátiva II República españpla, en la que ser cura implicaba condena a muerte sin necesidad de juicio. Ya eremos.

    2. Totalmente de acuerdo LEONCIO, pero y la confusión que va a aumentar entre católicos y personas de bien? Esto es un instrumento para que cada cual tengamos la moral sexual a la carta. No se dan cuenta de la gravedad? Y que en el deneznable documento se escriba que es una bendición no una formalizacion de un matrimonio (algo así). Vaya hipocresía, fraude, engañabobos…

    1. Pues desarrollar un no-rito que deje claro que no estoy de acuerdo con lo que estoy haciendo y diciendo, lo encuentro algo impracticable. Si una parejita de esas me pide atención, si se las daré, pero para dejar claro que es según la recta intención de la iglesia, será por separado (y de preferencia en fechas separadas).

    2. Aquí está la trampa totalitaria: uno pregunta si se puede bendecir, el otro responde que sí se puede y un tercero interpreta que lo que no se puede ya es negar la bendición. Es un sofisma de libro, pero lo utilizan una y otra vez, y lo seguirán haciendo para colar, por la vía de los hechos, su programa de deconstrucción de la Iglesia.

  5. Esta confusión generalizada y la posibilidad de que algunos sacerdotes bendigan toda clase de pecados es lo que se pretendía. A mi párroco le vino un señor con su querida, al enterarse del permiso, para que los bendijera; por conocer a la esposa el sacerdote se quedó de una pieza. El citado señor le argumentó que, otro día, vendría con su esposa pero que con ella la pareja ya estaba bendecida por el sacramento del matrimonio. ¡Ver para creer!

  6. Es posible que ocurra como con la comunión en la mano, que contraviniendo la enseñanza y autoridad de la Iglesia, Pablo VI, la permitió, y acabaron imponiéndola con la excusa del covid. Y ahora puede ocurrir lo mismo, que empiezan permitiendo las bendiciones de parejas homosexuales y acaban obligándonos a hacerlas.
    Pero en tal caso, deberemos desobedecer al papa y a los obispos, pues como dice la Biblia: «Antes hay que obedecer a Dios que a los hombres.»

  7. Cuando hacen estas cosas es pensando en ellos mismos y su propia corporación. Nadie se llamará a engaño creyendo que el gran jefe… Claudicó ante la presión del mundo. Esto viene de adentro, y es la victoria de los partidarios del «destape». El asunto es hasta que punto puede mantenerse el negocio si lo transforman en un sauna religioso solo apto para su cofradía y algún tonto que no se entera.

  8. Todos todes en en cielo yupi!!!! Cual sera la diferencia entre la iglesia catolica y la anglicana o pagana?La eucaristia en la mano,las mujeres en vestidos provocativos en la iglesia, curas raperos,musica tecno ,adoraciones tipo hanuka en el suelo y en los revolcaderos conste q asi le llaman en ese grupo las salas…los curas gays bailando con sus casullas …y los conservadores, retrogadas y fariseos a la calle …buen cisma

  9. Lo que el Presi de la, CONFER austriaca argumenta (buaffffff, qué ganas de vomitar) es lo que vengo oyendo siempre : lo ideal, bla, bla, bla y la Iglesia predica bla, bla, blaaaaaaaa, pero… hay que reconocer que se deben valorar los méritos de una convivencia donde está presente el amor, las dificultades, el mirar por el otro, los sacrificios y sufrimientos compartidos… Bla, bla, bla y añadamos, lo del discernimiento, tender puentes, acompañar, tener misericordia y no juzgar… Esto va a ser tremendo! Lo peor es que esta gran puerta abierta será coladero para todo; esto es el «principio del acabóse»

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