El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), Georg Bätzing, tiene barra libre para arrear a diestro y siniestro sin problema alguno.
Bätzing ha vuelto a criticar que el Papa Francisco aún no haya decidido sobre la dimisión del cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki. En una entrevista con el «Westfalenpost» y que recoge Katholisch.de, el obispo alemán hizo un llamamiento al Papa para que tome una decisión pronto.
Además, también se permite el lujo de decir abiertamente que personalmente, cree que el cardenal no dijo la verdad a sabiendas, motivo por el cual la policía hizo una redada en la propia casa y oficinas de la archidiócesis. Bätzing, lejos de apoyar y defender a su colega en el episcopado, le sitúa en la diana.
También afirma que el verdadero problema, reside «en la decisión máxima individual que el Santo Padre se ha reservado para sí mismo, si acepta o no la renuncia «, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal germana. «Aquí, como en muchas otras situaciones, el sistema de ejercicio jerárquico de la autoridad muestra sus limitaciones evidentes».
El obispo de Limburg continuó explicando: «La iglesia en la archidiócesis de Colonia y en todo nuestro país está sufriendo la situación que no se ha aclarado durante años, está sufriendo un gran daño. Para el futuro, se necesitan procedimientos transparentes para resolver tales crisis».
El cardenal Woelki ha sido criticado durante más de dos años y medio por lidiar con el procesamiento del abuso sexual. En 2021, Francisco envió al cardenal a un año sabático de varios meses, que finalizó a principios de marzo de 2022.
Bätzing también expresó su confianza en la continuación del camino sinodal, a pesar de la negativa de Woelki y otros tres obispos a financiar el comité sinodal acordado a través de la Asociación de Diócesis Alemanas (VDD). «El Comité sinodal vendrá como resultado del proceso de reforma y estará adecuadamente financiado», dijo Bätzing argumentando qye 23 de las 27 diócesis habían prometido eso, «y solo estamos construyendo una solución sobre cómo vamos a hacer eso».
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El cardenal Woelki es uno de los pocos obispos alemanes que se mantiene fiel, y por eso lo atacan.
Un Papa debe vigilar la recta doctrina, y si no lo hace, incurre en dejación de su obligación. Si tuviéramos un pontífice en condiciones, cesaría y corregiría a Batzing y a más del 80% del episcopado alemán, que se ha separado de la doctrina católica al promover en el sínodo, propuestas erráticas. Pero Francisco no hará nada, porque él es el primero que ha caído en la confusión.
El titular es desproporcionado, exagerado. El obispo alemán hace una crítica justificada y sugiere una solución a quien puede darla.
No, no es exagerado: podría haber dicho que ese hereje le hace una pedorreta a Francisco, pero como titular queda peor, aunque se ajuste mejor a la realidad. Y la solución que sugiere es que la Iglesia renuncie a la fe católica. ¡Casi nada! ¿Por qué no se va usted a Alemania y forman una secta, ya que tiene tanta sintonía con ellos? Vaya, olvidaba que ellos viven gracias al impuesto simoníaco (por pertenecer formal y legalmente a la Iglesia católica) y dejarían de percibirlo si «se fueran» (en realidad se han ido hace mucho tiempo, pero legalmente aún no).