“Disminución constante” de vocaciones sacerdotales durante el pontificado de Francisco

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Lo cuenta una fuente tan poco sospechosa de disidencia como es el órgano oficial del Vaticano, l’Osservatore Romano: desde 2013, las vocaciones sacerdotales no han hecho más que disminuir.

L’Osservatore Romano ha publicado las últimas estadísticas sobre el estado de la Iglesia Católica en todo el mundo, datos de diciembre de 2021 que constata un aumento en el número de católicos de 1.360 en 2020, hasta los 1.378 millones, es decir, un 1,3% más, ligeramente inferior al crecimiento de la población mundial durante el mismo periodo, que fue del 1,6%.

El número total de clérigos se redujo en un 0,39% desde 2020 a 462.388. Esta cifra está compuesta por 5.340 obispos, 407.872 sacerdotes y 49.176 diáconos permanentes.

Para los sacerdotes en particular, la disminución fue del 0,57%. Curiosamente, sin embargo, el informe señaló que, si bien el número de sacerdotes diocesanos ha disminuido en un 0,32%, el número de sacerdotes en órdenes religiosas en realidad ha aumentado en un 1,1%.

Sin embargo, uno de los aspectos clave relacionados con el número de clérigos es el dato sobre la cantidad de seminaristas en la Iglesia. Este número ha seguido disminuyendo, una disminución que ha estado vigente desde que el Papa Francisco asumió el cargo en 2013, como escribió L’Osservatore Romano: “La tendencia temporal del número de seminaristas mayores observada en el mundo, a partir de 2013, denota un descenso ininterrumpido que continúa en 2021. En este año, el número de seminaristas se sitúa en 109.895, repartidos el 61% entre los seminaristas diocesanos y el 39% restante entre los religiosos”.

Esta cifra es la más baja desde 1999.

Los seminaristas en España caen a mínimos históricos

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Comentarios
23 comentarios en ““Disminución constante” de vocaciones sacerdotales durante el pontificado de Francisco
  1. Estos diez años de pontificado están siendo demoledores para la Iglesia. No digo que necesariamente, con un buen Papa, la Iglesia estaría en un gran apogeo, ya que hay factores externos que limitan mucho la expansión de la fe, pero desde luego, Francisco no está ayudando más que para acabar de hundir a la Iglesia.
    Sin embargo hemos de confiar que el Señor proveerá, pues dijo que «el poder del maligno no prevalecerá.» (Mt 16,18)

  2. Los frutos podridos que ya se dieron durante décadas con el modernismo neoconservador, ahora se acrecientan con el modernismo progresista.
    Asuman las consecuencias y no sigan insistiendo en regresar a las causas, porque aquellas causas seguirán produciendo estas consecuencias.
    Los profetas de calamidades en tiempos de Juan XXIII tenían razón. Admítanlo ya.

  3. Cifras que venían disminuyendo desde siempre. La culpa no es del Papa. El Papa no lo es todo en la Iglesia. Hay en sitios que suben y en otros bajan. Si dejáis de criticar tanto en estos sitios, lo mismo la vida nos va mejor.

    1. «Hay en sitios que suben y en otros bajan»

      Cierto: suben en los seminarios tradicionales, donde se enseña íntegramente la fe católica, y bajan en todos los demás, donde el modernismo campa a sus anchas.

      «Si dejáis de criticar tanto en estos sitios, lo mismo la vida nos va mejor»

      ¿A quiénes les va la vida mejor? ¿A quienes les fastidia que les canten las verdades del barquero? No sé cómo les puede ir «mejor» la vida a quienes se autoengañan tapándose ojos y oídos para no enterarse de la verdad: la verdad es muy tozuda y sigue ahí, sin cambiar.

      1. No es tan sencillo, amigo Cathólicvs o similar:
        Las vocaciones numerosas no tiene que ver forzosamente con la defensa de la Santísima Tradición Bimileria – ¿así la denomináis en vuestro gurpo? – En África o en Asia hay altas tasas de seminaristas y te aseguro que no se enseñan nada de lo que los «Hijos de Don Marcelo» enseñan en sus seminarios franceses, argentinos o mexicanos.
        Es algo más complicado y mucho más profundo y enraizado que esa explicación simple y binaria. Hay muchas más causas:
        – el progreso, el bienestar – o la cultura del bienestar – la moral de éxito: se predica y persigue el triunfo y se potencia el mismo a costa de lo que sea.
        – el hedonismo y los placeres de la vida: el hombre, cuando deja de tener necesidades, digamos que Dios ya no cuenta tanto en la vida
        – el influjo en Europa – y por ende, en el mundo occidental -de las hijas del «iluminismo francés»
        -…
        y así un largo etc.

        1. Creo que te lo dije antes en otro mensaje mío.

          ¿Cuántas divisiones tiene el Papa? Te lo digo por si no captas la intencionalidad de mi pregunta:

          ¿pero cuantos sois?
          cien, doscientos, mil….dos mil?
          YO te aseguro que si enseñaran los curas en las Misas lo que tú has expuesto aquí, salen pitando los fieles.
          A ti te dará igual, puesto que no buscáis números y no hacéis mucho caso a estadísticas, por eso – como la verdad conlleva soledad en no pocas ocasiones y blasonáis de vuestro exiguo número de puros – no entiendo tu moral de éxito diciendo triunfante y ufano que los seminarios «tradis» son exitosos.
          Nunca seréis legión. Nunca la Iglesia mientras tú y otros cavernícolas de nuestra horquilla de edad estén vegetando en este mundo, veréis ese mundo para-normal. NO. Convéncete, amigo. Te lo digo con cariño. ¿dentro de 200 años? no sé yo, pero, sinceramente me da igual. No lo veré.

        2. «Las vocaciones numerosas no tiene que ver forzosamente con la defensa de la Santísima Tradición Bimileria»

          Pues la estadística es muy tozuda y se empeña en contradecirle. Ante la evidencia sobran los argumentos.

          «¿así la denomináis en vuestro gurpo?»

          No, en nuestro «grupo» (que se denomina «Iglesia Católica»), la denominamos simplemente Tradición Apostólica (que es una de las dos únicas fuentes, junto con las Sagradas Escrituras, de la Revelación).

          «En África o en Asia hay altas tasas de seminaristas»

          Proporcional a las altas tasas de población.

          «y te aseguro que no se enseñan nada de lo que los «Hijos de Don Marcelo» enseñan en sus seminarios franceses, argentinos o mexicanos»

          Ignoro quiénes serán esos hijos con nombre tan peliculero, pero en lo que se refiere a seminarios, mejor no asegure nada, porque cada vez que lo hace suelta algún disparate. De momento, en los seminarios de África aún se enseña que el pecado es pecado…

          1. …lo que ha ocasionado no pocos problemas a más de uno, incluyendo obispos, a quienes figuras tan poco sospechosas de ser lo que usted denomina «tradi», como Kasper, consideran primitivos por su «rigidez» y falta de «espíritu primaveral» (vamos, por ser católicos, en román paladino).

            «.. esa explicación simple y binaria»

            No era una explicacion: era un dato.

            «…el hombre, cuando deja de tener necesidades, digamos que Dios ya no cuenta tanto en la vida»

            La historia le contradice: hasta hace bien poco eran los reyes, nobles y la clase acomodada la más piadosa (con algunas excepciones que confirmaban la regla).

            «¿Cuántas divisiones tiene el Papa?»

            Ninguna: ni en casa, ni fuera de ella. Ya sólo le queda el recurso a la entrevista, ignorándole, a pesar de ello, tanto propios como extraños.

            «¿pero cuantos sois?
            cien, doscientos, mil….dos mil?»

            Qué va: unos 1.400 millones. Está usted muy desinformado sobre la Iglesia Católica.

          2. «YO te aseguro que si enseñaran los curas en las Misas lo que tú has expuesto aquí, salen pitando los fieles»

            Aparte de que en la misa no se enseña nada (los fieles ya van a misa enseñados, lo que suele hacerse en catequesis durante la infancia), ¿de qué fieles habla? Si la mitad de los que iban a misa salieron pitando hace cincuenta años, y a los pocos que todavia van a las misas novus ordo (que deben de ser a las que usted se refiere, pues las tradicionales están llenas) y aún no están sordos (muchos de ellos lo están, dada su edad) se está empeñando Francisco en echarles a base de errores doctrinales, mítines políticos de corte sesentero, disparates e insultos. Menos mal que la fe es un don de Dios, porque si dependiera de la charletas de Francisco o de las de usted, apañados íbamos.

            «no entiendo tu moral de éxito diciendo triunfante y ufano que los seminarios «tradis» son exitosos»

            No hay nada que entender: es un hecho. Y yo no…

          3. …he hablado de éxito alguno, sino de que en ellos hay vocaciones y en los otros no.

            «Nunca seréis legión»

            ¿Quiénes? ¿Los católicos? Como siempre, usted diciendo frases rarísimas: ya le he dicho que la religión verdadera no depende de números, pero es un hecho que es la que más fieles tiene.

            «Nunca la Iglesia mientras tú y otros cavernícolas de nuestra horquilla de edad estén vegetando en este mundo, veréis ese mundo para-normal»

            No entiendo su frase, ni el resto de lo escrito hasta el final: ¿qué tienen que ver los cavernícolas de su horquilla de edad (según sus propias palabras) con no sé qué mundo paranormal? No pretendo ser grosero, pero creo que empieza a tener problemas de riego (es normal a su edad, pero no se le entiende nada).

          4. Sabes, perfectamente a qué y a quienes me refiero por los hijos – más o menos ilegítimos o reconocidos – de Don Marcelo o Don Marcel. Insisto: que no puedes reducir al auge de vocaciones a enseñar en alguno de los seminarios en Francia – por ejemplo – cuestiones ya que se defendían en el preconcilio. Ahí me quedo. No puedes reducirlo a eso porque en otras zonas o en las ´ordenes nuevas o nuevos movimientos, como los Neocatecumenales o los de Hakuna – por citar a dos – o los de Iesu Conmunio se enseña, efectivamente, que el pecado es pecado pero no las cosas que se defienden por los miembros del Clan del Oso Cavernario. Y sabes perfectamente después de comunicarte conmigo y haber llegado conmigo a un alto grado de intimidad, a qué me refiero con «cosas», no lo voy a repetir, porque no es el tema, como bien puedes decirme.

        3. «Las vocaciones numerosas no tiene que ver forzosamente con la defensa de la Santísima Tradición Bimileria»

          Pues la estadística es muy tozuda y se empeña en contradecirle. Ante la evidencia sobran los argumentos.

          «¿así la denomináis en vuestro gurpo?»

          No, en nuestro «grupo» (que se denomina «Iglesia Católica»), la denominamos simplemente Tradición Apostólica (que es una de las dos únicas fuentes, junto con las Sagradas Escrituras, de la Revelación).

          «En África o en Asia hay altas tasas de seminaristas»

          Proporcional a las altas tasas de población.

          «y te aseguro que no se enseñan nada de lo que los «Hijos de Don Marcelo» enseñan en sus seminarios franceses, argentinos o mexicanos»

          Ignoro quiénes serán esos hijos con nombre tan peliculero, pero en lo que se refiere a seminarios, mejor no asegure nada, porque cada vez que lo hace suelta algún disparate. De momento, en los seminarios de África aún se enseña que el pecado es pecado, lo…

  4. estoy de acuerdo con usted. Pero hay aquí demasiados indietristas o sedevacantistas, o tradicionalistas, o yo que leñes sé. ¿que queres vos?

    1. Neo-José: Gracias a Dios, mis padres me educaron en la Fe y me honro de ser CATOLICO.
      Y es un orgullo que la chusma me llame tradicionalista (por si no lo sabes DIOS es inmutable, inalterable, no «va con la moda») o rigorista

  5. Casi todo depende de casi nada. Si un joven quiere ser sacerdote, lo primero que tiene que hacer es sacar el título de Teología Online en cualquiera de las facultades existentes y por su cuenta y riesgo. Luego, como cualquier hijo de vecino, con el título bajo el brazo que busque trabajo. Muchos obispos le abrirán las puertas, otros se la cerrarán, como también pasa en las empresas civiles. Le pondrán a prueba por un tiempo, como también pasa en las empresas con ánimo de lucro, y le enseñarán la liturgia y pastoral. Desde España hasta Japón y la isla de Guam, seguro que encontrará trabajo y comunidades católicas con ganas ardientes de tener un sacerdote. Sólo que este joven no lo hará por dinero sino para salvar almas y trabajar en la Viña del Señor. Y dejarse de pamplinas.

  6. Desgraciadamente el número de seminaristas lleva bajando desde la el pontificado de Pablo VI. También con san Juan Pablo II y Benedicto XVI.

    1. Pero ahora a toda pastilla. Además, ¿no iba a traer Francisco, por fin, la primavera primaveral que no terminaba de llegar nunca, según sus turiferarios? Pues se ve que no, sino más bien al contrario.

  7. En honor a la verdad hay que decir que no es culpa del efecto Francisco. Las vocaciones llevan en tendencia negativa desde el pontificado de S. Pablo VI y así han continuado con el papa reinante. Las vocaciones de los nuevos movimientos que eran la esperanza del juanpablismo están muy tocados por los escándalos de los fundadores y los carismáticos y neocatecumenales son herejías en el seno de la Iglesia. Los únicos que han dado consistentemente vocaciones desde el principio son los institutos tradicionales que incluso bajo Traditiones Custodes y el resto de palos en la rueda están a máxima capacidad en sus seminarios.

  8. La disminución de vocaciones ha sido una constante desde los años setenta, al menos así ha ocurrido en Europa. A los protestantes les ha ido mucho peor aún. La tónica general que he observado es la siguiente: Cuanto más moderno y acoplado al mundo eres, peor te va desde el punto de vista religioso. Antes de que su santidad Juan XXIII, y más tarde ss Pablo VI, dijesen que la Iglesia tenía que «ponerse al día», los protestantes nos llevaban cuatro siglos de ventaja en «ponerse al día». Tenían curas casados, canciones populares, celebraciones en lengua vernácula, se decidía cada semana en asamblea en qué se iba a creer durante esos siete días, asumían ideas mundanas, etc… Iban desapareciendo y borrándose del mapa poco a poco. Pues la Iglesia decidió ir por ese camino y los resultados, como no podía ser de otra manera, comenzaron a ser los mismos. «Yo soy la vid y vosotros los sarmientos». Los frutos de la vid son las vocaciones y los fieles y poco a poco están desapareciendo.

  9. Amigo Cathólicvs o lo que seas: «La historia le contradice: hasta hace bien poco eran los reyes, nobles y la clase acomodada la más piadosa (con algunas excepciones que confirmaban la regla).» Nos: ¿Que la historia me contradice??? Pero si no hay que irse a la historia, hay que echar un vistazo al panorama actual: los jóvenes ya ni saben quién es Marx ni Engels – ni falta que le hace – sólo saben que quieren dinero, vivir bien, una vida regalada llena de placeres, el hedonismo, el individualismo y sus tremendas consecuencias, como la incapacidad para donarse a otro y formar una familia, el aborto – si viene mal el hijo, porque supone molestia y cruz – la sodomía – porque es una acto sexual ya de por sí mismo estéril y sin las nefastas consecuencias de un embarazo no deseado… y así un largo etc. Déjate de Reyes y aterriza en el siglo XXI. Sal de la caverna y echa un vistazo y verás que tengo – como no pude se de otra manera – razón.

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    1. Es que tu comentario tiene un mucho de hilarante: pero ¿Qué coñ o le importa a un joven de hoy en día los valores y las cuestiones litúrgicas que defiendes o los mismos valores católicos?¿no te das cuenta – chaval – que no van por ahí las inquietudes de la sociedad de hoy en día? ¿y tú eres joven? ¡ah..entiendo! Perdona: vives en un fanal o una incubadora.
      Pasan de Dios en todos los sentidos, ya la gente ni discute de estos temas: sencillamente pasa y va y se ocupa de las «cosas de tejas para abajo»
      ¡que gran apóstol fue Friedrich Nietzsche! Ha acertado plenamente.

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