Los seminaristas en España caen a mínimos históricos

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Con motivo de la celebración del día del seminario el próximo 19 de marzo, la Conferencia Episcopal ha publicado los datos (preocupantes) del número de seminaristas de este curso en España. Por primera vez, bajan de los 1000.

La semana pasada el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, pedía en su carta pastoral rezar por las vocaciones sacerdotales y se nota que lo decía con conocimiento de causa. La CEE ha publicado los datos de seminaristas en España del curso 2022/2023 y los números son muy preocupantes.

La Subcomisión Episcopal para los Seminarios ha publicado los siguientes datos: en el curso 2022-2023 en España hay un total de 974 seminaristas; las ordenaciones sacerdotales han sido 97; y el número de nuevos ingresos, 172. Respecto al año pasado, estos números reflejan un descenso de 54 seminaristas; han entrado 46 seminaristas menos que el año pasado y se han ordenado 28 sacerdotes menos que hace un año.

Los datos muestran una tendencia a la baja en todos los sentidos. Por primera vez, los seminaristas en España bajan de los cuatro dígitos y los sacerdotes ordenados bajan de los tres dígitos. La triste realidad muestra que cada vez hay menos jóvenes en España que quieran entregar su vida al Señor como sacerdotes. Lo que está claro, es que esta tendencia no va a ser revertida por ninguna ‘primavera sinodal’ ni con propuestas heréticas como la ordenación de mujeres.

Mientras se siga mostrando la imagen del sacerdote, como alguien que se entrega a causas humanas o al activismo social, seguiremos desnortando y pervirtiendo la finalidad última por la que debe existir el ministerio sacerdotal. El sacerdote debe poner su corazón en Dios y eso solo se consigue llevando una vida de oración y de plena comunión con Él.

Las causas del descenso de seminaristas según la Conferencia Episcopal

«Como reflejan las cifras, el número de seminaristas ha descendido en relación al ejercicio anterior, en el presente hay 54 seminaristas menos. La bajada se explica entre otras cosas, por la nueva metodología en la recogida de los datos, que por primera vez ha sido nominal, y ha estado a cargo de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal», explica la CEE.

Por otro lado, la Iglesia española pone el foco en «la secularización y la falta de compromiso por parte de no pocos jóvenes» como causa de este descenso y «que también se reflejan en otros datos estadísticos, como en el número decreciente de matrimonios -tanto civiles como eclesiásticos. Aun así, hay que estar agradecidos de que un número significativo de jóvenes vivan comprometidos en la búsqueda de la voluntad de Dios, que nos invita a abrazar una vocación preciosa en su Iglesia. Vocación que siempre tendrá como horizonte el servicio».

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Comentarios
27 comentarios en “Los seminaristas en España caen a mínimos históricos
      1. Pues debería buscarse usted uno que le enseñe que Dios no perdona a todos, sino sólo a quienes se arrepienten (eso es doctrina católica) y, de paso, lo que significa el empleo del «si» condicional, que por lo visto ignora.

  1. Me parece que el Señor le habla a su Iglesia en los hechos, cambien de rumbo al sendero verdadero rápido, al que conocen muy bien.

  2. Los datos son malos en todos los sentidos. Quizás los responsables de la CEE episcopal deberían dar una rueda de prensa y explicarlos. Pero bueno, poco se puede esperar del obispo auxiliar de Madrid, monseñor Vidal, que ya desde hace unos años no publica los datos desglosados por diócesis.
    Enhorabuena a los señores obispos. La introducción del propedéutico ha sido un éxito. En cinco años bajamos a 500 seminaristas y 50 ingresos al año.

  3. El Papa Francisco y los que le siguen, están hundiendo la Iglesia.
    Debemos reaccionar y potenciar el proselitismo (que es la base de las vocaciones) en fidelidad a la buena doctrina y la recta moral.

  4. ¿Y quien se va a meter en un sitio para que lo echen por no ser lo suficientemente modernista?
    Al que lo dejan perseverar es porque admite todas las herejias modernas. El típico sirviente que no debe preguntar.
    ¿De verdad que personas así son vocaciones de Dios? ¿No serán hombres colocados por otros hombres como en las sectas protestantes? ¿O es que Dios también llama al sacerdocio en las sectas protestantes?

    1. «Vocación que siempre tendrá como horizonte el servicio» dice la última frase del comunicado. Yo no quiero a ningún sacerdote por su servicio sino por su capacidad para arrastrar gente hacia Dios. La CEE sigue viendo al sacerdote como en los años 70. Mejor menos sacerdotes y más vocacionales que grandes cifras como en los 50, 60 y 70 que luego salieron ranas.

      1. «Vocación que siempre tendrá como horizonte el servicio»
        O sea el mismo tipo de «vocación» que serviría para colaborar con una ong cualquiera, cuando creo que «debería» ser algo más que una simple vocación de servicio, que está muy bien y es muy loable.

  5. Habría que preguntar a Arana y a sus exámenes psicológicos para descubrir a los que tienen una visión trasnochada del sacerdocio y rechazarlos. Habría que preguntar a Francisco y sus invectivas continuas contra los sacerdotes: carreristas, criminales sin misericordia, amantes de los bordados, criticones, dueños de los mejores coches. Habría que preguntar a los neo legisladores canónicos que retiran a los sacerdotes, vivos o muertos, cualquier presunción de inocencia, que los dejan indefensos ante cualquier acusación falsa, sin prescripciones (menos misericordiosos que las legislaciones civiles), sin valor en su palabra que no tiene importancia, sin la aplicación del in dubio pro reo, con la posibilidad de perder el sacerdocio sin vuelta atrás. Habría que preguntar a la jerarquía que contempla la falta de unidad doctrinal y el pulular de herejías en los púlpitos y los abusos litúrgicos olvidando su responsabilidad. Habría que preguntar a los malos ejemplos de sacerdotes con sus abusos

    1. En mi opinión, creo que cuando bergxxlio dijo lo que usted pone en su comentario: carreristas, criminales sin misericordia, amantes de los bordados, criticones, dueños de los mejores coches.
      Le estaba traicionando el subconsciente y se estaba definiendo a sí mismo.

  6. Es que es raro poder tener vocación sacerdotal estando Bergoglio como Papa ¿no? Si hasta el mismo Vaticano ya trata de «sospechosos» a los curas, sacando el temita de «abusos sexuales en la Iglesia» cada cierto tiempo no vaya a ser que la gente se olvide…

  7. SON LOS MAGNÍFICOS FRUTOS DEL CONCILIO
    Veamos por comparación; En el año de 1971 los seminaristas mayores eran 3.526, menos de la mitad que en 1962. En 1971 se registraron 757 ordenaciones. El número total de sacerdotes ascendía a 35.089. Los miembros de los institutos religiosos masculinos eran unos 21.000, los femeninos 82.000. En los años posteriores se siguió bajando sobre todo a partir de 1973, cuando se produjo la gran estampida de la llegada de la democracia. La mezcla funesta entre las aplicaciones de las conclusiones del concilio y la caída del régimen de Franco al cual se apuntaron no pocos sacerdotes por instigación del cardenal Tarancón y de Pablo VI, tuvo consecuencia funestas en las vocaciones, declive del cual todavía no hemos tocado fondo, aunque ya estamos cerca. Conclusión, la iglesia está clínicamente muerta. Bravo Pa ki to.

  8. Veo que la solución que proponen los comentaristas que me preceden no es otra que la de potenciar el llamado integrismo católico.
    Seguramente están viendo el milagro resurrectivo del movimiento talibán.
    La integridad del dogma es contraria al punto 30 de la declaración universal de los derechos humanos, de obligada aplicación en España conforme expone el artículo 10 de la constitución.
    En resumen: se propone aquí buscar la implantación de un estado teocrático. Conseguir vocaciones mediante la coacción y la fuerza, y no por la convicción argumentada.

    Pues qué queréis que os diga: no lo veo. No todo vale. Eso no es amor, es sangre de inquisición.

    No puedo desearos suerte. Al contrario: os deseo cárcel en tanto no os reeduqueis conforme la realidad humana.

    Hago una invitación a la reflexión, a la meditación, para erradicar de vuestros corazones tanto odio como aquí mostráis con la connivencia editorial.

    1. «…el llamado integrismo católico»

      A eso se le llama fe católica, que sólo puede profesarse de forma integra, no a la carta. Son lentejas.

      «La integridad del dogma es contraria al punto 30 de la declaración universal de los derechos humanos»

      Pues no pierda el tiempo y corra a denunciar a la Iglesia Católica al Tribunal de Justicia de la UE. Suerte.

      «Conseguir vocaciones mediante la coacción y la fuerza»

      No sea MENTIROSO, troll. Ni diga idioteces: no se puede obligar a nadie a creer lo que no cree (es materialmente imposible), ni la Iglesia ha mantenido semejante disparate JAMÁS.

      «…es sangre de inquisición»

      Para inquisición (o la idea falsa que de ella se tiene) la de los anticatólicos como usted, que han provocado más muertos que todas las guerras juntas.

      Y déjese de «odios del corazón», mantra que repite con cualquiera de sus nicks, porque usted no tiene ningún medidor de odios, así que no invente.

      1. Dejo de lado los insultos, impropios de nadie que se diga católico, para sugerirte una lectura de «historia criminal del cristianismo» escrita en 10 tomos por un católico, donde puedes encontrar que es el cristianismo el grupo humano más genocida de la historia de la humanidad, con más de 200 millones de muertos.

        Claro que, en mi opinión, peor es el capitalismo, el ánimo de lucro que legitimó el tratado de Letrán. Esto es: en comandita con el Vaticano.

        En fin. Aquí andáis denostando el Concilio Vaticano II, además de también la fumata blanca que nombró a Bergolio. Eso es soberbia por vuestra parte. Un pecado.
        ¿Quienes sois vosotros para poner en duda a la curia romana, a los papas?

        En vuestro lugar, yo me dedicaría a comportarme como dios manda, en lugar de en fomentar la herejía leffebrista.

        Saludos.
        Y bueno, lo de troll… quizá infovaticana debería también moderar como manda la sic los comentarios, a ver quienes son los trolls aquí.

        Saludos y reflexión.

    2. ¿En qué mundo crees estar? Me parece, Javier, que el fanático eres tú.
      Vete a contradecir a un judío en sus creencias, y verás cómo te felicitan.

  9. Pues Don Demetrio, indigno sucesor de Osio de Córdoba, que no le eche la culpa a «la nueva metodología en la recogida de los datos» que en su diócesis me consta se fomenta la creación de ministros extraordinarios de la Eucaristía, o sea la desacralización de la Eucaristía.

  10. a) En el análisis de las causas, me gustaría ver un poco de autocrítica.

    b) Vean dónde, cuándo y qué movimientos hay menos crisis de vocaciones.

    c) Tomen nota y obren en consecuencia. Esto en la empresa privada hace tiempo que lo saben.

    1. Jago

      Totalmente. Esto es lo que no entendemos. Jóvenes en las parroquias somos cuatro pelaos, sé de lo que hablo. Cuando se mueran los que tienen entre 65 y 100 años, no queda ni perry en la Iglesia, si Dios no lo remedia. Solo quedará la parte más tradicional. Yo diría, los que tienen fe. Los que son católicos tibios, no van a jugar en el equipo. Ellos serán «católicos culturales» (si existe tal cosa) pero sus hijos vivirán ajenos a cualquier realidad religiosa, salvo intervención divina. Entonces, ante esta situación, me parece poco probable que exista un hervidero de vocaciones. Las vocaciones son reflejo de una sociedad creyente y de familias católicas (que son el fundamento de la sociedad). A penas hay qgente que se casa por la Iglesia y muchos, además, se casan por cumplir. Me parece que los obispos están manteniendo una estructura elefantiásica de colegios, monasterios, universidades, hospitales, parroquias… Que no corresponden con la realidad.

  11. Algunos Seminarios dan mucho que hablar, como el de Zaragoza, que es «muy rosica» desde sus formadores a sus integrantes y la formación además muy floja y mediocre, de ello se han encargado bien el Vicente Jiménez que colocó a Arregui y a Calvo como formadores y continua la ardua labor Mons. Escribano. Que además a éste último poco le importa el seminario y por lo que se ve el resto de la diócesis tampoco: está a verlas pasar…, o no tendrá cualificación episcopal y le queda grande todo asunto. ¡¡Todo puede ser!! Mientras no se pongan a traer a «lo mejorcito» de otras diócesis y crear un segundo clero, o clero de fondo, como hizo M. Ureña…
    En fin, tiene lo que se merecen porque las cosas hay que trabajarlas y si rezaran más también les vendría mejor!!

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