La Santa Sede anunció ayer que el Papa Francisco había aceptado la renuncia del obispo inglés Robert Byrne. Lo extraño de esta renuncia es la edad. Byrne ha renunciado con 66 años, es decir, nueve años antes de la fecha prevista.
Byrne tomó posesión como obispo de la diócesis de Hexham y Newcastle en marzo del año 2019. Tres años y medio ha durado Byrne al frente de esta diócesis ya que acaba de presentar voluntariamente su renuncia.
El obispo ha enviado una carta a todos los fieles de la diócesis en la que ha explicado los motivos de su renuncia. En esa misiva, Robert Byrne explica que «el oficio de obispo conlleva una gran responsabilidad de proporcionar liderazgo espiritual». Byrne añade que «recientemente tuve la necesidad de discernir y reflexionar sobre esta cuestión para mí y para la Diócesis de Hexham y Newcastle. Habiéndolo hecho así, y con gran pesar, he concluido que el cargo de obispo diocesano se ha convertido en una carga demasiado pesada y siento que debo renunciar
desde mi posición como vuestro Obispo», subraya el prelado.
En ese mismo sentido, el hasta ahora obispo de Hexham y Newcastle afirma que «mi propio discernimiento me ha llevado a reconocer que ahora me siento incapaz de seguir sirviendo a la gente de la diócesis en la forma que yo quisiera. Habiendo emprendido este discernimiento
proceso, y con la debida consulta con otros, indiqué mi deseo de renunciar al Santo Padre y ha aceptado amablemente mi petición».
Tres casos de dimisiones voluntarias de obispos en menos de tres meses
El caso de Robert Byrne, se une al del obispo francés Ivan Brient, quien renunció antes de tomar posesión, y al del obispo suizo Valerio Lazzeri, quien dimitió por cansancio interior.
Hasta ahora, resultaba extremadamente inusual ver este tipo de renuncias voluntarias por parte de los obispos antes de la edad que establece el Derecho Canónico. La costumbre era más bien la de ver al Papa cesar a algún obispo antes de la edad, como fue el caso reciente del obispo de Arecibo, Daniel Fernández, quien fue fulminado por Francisco «por falta de comunión» con el resto de obispos de Puerto Rico.
En el caso de esta renuncias voluntarias, la más reciente es la del sacerdote francés Ivan Brient, quien el 18 de noviembre renunció a su misión como Obispo Auxiliar de Rennes. A través de un comunicado publicado por la diócesis francesa, el que iba a ser obispo auxiliar de la misma, informó de su renuncia antes de haber tomado posesión del cargo.
Tras un proceso de discernimiento, el que fue elegido obispo auxiliar de Rennes afirmó que lo más prudente era renunciar a la misión que se le había encomendado. «La carga me parecía demasiado pesada y no quería correr el riesgo de tener que desfallecer en el camino, ni de no poder cumplir debidamente esta misión de obispo auxiliar», agregó el sacerdote. A pesar de la no toma de posesión como obispo auxiliar de Rennes, al Papa Francisco ya le ha dado tiempo a nombrarle un sustituto en tiempo récord.
Por otro lado, en el caso del obispo suizo, Valerio Lazzeri, le fue aceptada la renuncia el 11 de octubre de este año con 59 años. Valerio Lazzeri, ahora obispo emérito de Lugano, afirmó que «especialmente en los últimos dos años ha ido creciendo dentro de mí un cansancio interior que me ha quitado progresivamente el impulso y la serenidad necesaria para guiar adecuadamente a la Iglesia que está en Lugano».