La «clase» sobre la confesión del arzobispo de Toledo

Cerro Chaves, arzobispo Toledo
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Monseñor Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, Primado de España ha dedicado su último escrito para hablar sobre el sacramento de la confesión, tan descuidado y olvidado hoy día.

«El sacramento de la penitencia es el sacramento de la esperanza, de la reconciliación y de la alegría. San Juan Pablo II decía que no es posible la santidad sin una exigencia de conversión, de unión con Cristo en la Eucaristía, que exige el sacramento de la penitencia, de la reconciliación», comienza diciendo Cerro Chaves.

El arzobispo de Toledo, añade que «en el fondo, cuando no recibimos el sacramento de la penitencia con frecuencia, significa que hemos «tirado la toalla» y nos hemos quedado en la mediocridad, hemos renunciado en la práctica a la santidad».

Las 3 claves del arzobispo de Toledo para volver a la confesión

Sobre el sacramento de la reconciliación señala que «es siempre una apuesta para cambiar nuestro corazón y vivir con los sentimientos del Corazón de Cristo. Sin esa apertura a que «sin mí nada podéis hacer», a que necesitamos de la gracia del sacramento, caemos en un voluntarismo que nos hace alejarnos de la santidad». Para ello, el Primado de España ofrece tres claves para que nos ayuden a volver al sacramento de la penitencia:

1. Sacramento de la esperanza. Cuando caemos en la cuenta de que somos pecadores, frágiles y necesitamos de la misericordia de Dios, eso nos llama a frecuentar el sacramento de la penitencia y vivir la vida de la gracia, que nos transforma y nos hace «santos e irreprochables ante El por el amor».

2. Sacramento de la reconciliación. Actualmente en nuestras parroquias y comunidades nos faltan hombres y mujeres que se tomen en serio la santidad y que nos digan cómo «sabe el amor de Dios». Cuando recibimos este sacramento que necesitamos para caminar en conversión se realiza en nosotros esa reconciliación con Dios que nos hace libres, con los hermanos con los que confraternizamos y con nosotros mismos que con santidad y alegría caminos hacia el Padre.

Nuestro mundo solo se acerca a las personas que viven humildemente reconciliadas y son capaces de reconciliar. Sin una profunda reconciliación con el Señor y con la misericordia del Corazón de Cristo no seremos capaces de sintonizar con un mundo roto, herido y que existe como un «hospital de campaña» donde la reconciliación es el camino para mirar la plenitud del amor de Dios y salir al encuentro de nuestros hermanos más necesitados.

3. Sacramento de la alegría. Pido a los sacerdotes que faciliten el sacramento de la penitencia en todas las parroquias y santuarios, comunidades, para que todos tengamos acceso a este sacramento que nos llena de alegría por el perdón que el Señor nos concede y por la humildad de caminar. El Papa Francisco nos dice: «Hay muchas personas humildes que confiesan sus recaídas. Lo importante, en la vida de cada hombre y de cada mujer, no es no volver a caer jamás por el camino. Lo importante es levantarse siempre, no quedarse en el suelo lamiéndose las heridas. El Señor de la misericordia me perdona siempre, de manera que me ofrece la posibilidad de volver a empezar siempre».

Monseñor Cerro Chaves, además de pedir a sus sacerdotes que faciliten la confesión, les anima a ellos a que «os confeséis con frecuencia. Lo necesitamos, somos pecadores, y que facilitéis ese sacramento con frecuencia para tantas personas que necesitan recuperar la esperanza, la reconciliación y la alegría, para que vivamos nuestra llamada a la santidad, como vocación común a sacerdotes, vida consagrada y laicos».

Por último, concluye el arzobispo de Toledo afirmando estar convencido que «cuando recuperamos para nuestra vida espiritual este sacramento, nos hace tender hacia la santidad, con esta llamada cristiana es necesario un corazón «humillado y quebrantado» que el Señor no desprecia».

La importancia de redescubrir el sacramento de la confesión

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Comentarios
6 comentarios en “La «clase» sobre la confesión del arzobispo de Toledo
  1. Está bien que se hable del tema, pues la penitencia es un sacramento que está muy abandonado. Basta calcular que si todos los feligreses de cualquier parroquia se confesaran al menos dos veces al mes, habría largas colas para recibir el sacramento, y en cambio lo frecuente es ver al sacerdote solo, en el confesionario, o como mucho con una o dos personas esperando. (Y eso cuando no se ve el confesionario vacío y hay que ir a buscar al sacerdote a la sacristía).

  2. Ya tiene muchos años que oía que en Alemania ni confesionarios había . Es más, que los sacerdotes ya ni se confesaban.
    Los protestantes se ‘confiesan’ con Dios. ¿ de éso se trata?
    Lo primero que quitaron los sacerdotes protestantes católicos fueron los confesionarios. Y luego cundió la moda . Aquí en mi comunidad , gracias a Dios si hay fila para confesarse.
    Decía Sta. Teresa que las lágrimas son el lavadero del alma, y en la confesión se suelta toda ésa mugre que hace llorar al alma.
    Creo que un mandamiento de la Santa Madre Iglesia, es comulgar cuando menos una vez al año durante la cuaresma. ¡ Cuándo menos¡ quiere decir que también se necesita antes, la confesión.
    Pero el que ama, no sé contenta con ver una vez al año a quien tanto quiere.

  3. Estoy sorprendida de mi 🤦🏻‍♀️
    Pero qué bruta soy , 😁.
    Santa Teresa lloraba porque no veía la hora de irse con Dios.
    No cabe duda que varias veces hablo sólo por hablar.
    Tendré que ser más parca en mis intervenciones.
    Espero que no sufran mucho.
    😁😆. Dicen algunos que les caen mal la gente que pone monitos, 🥲.
    Pues ni modo. 😁

  4. Y pido a los católicos que vayamos mucho a confesarnos. A ver si conseguimos hacer » grandes colas» como pasaba con el santo cura de Ars, el padre Pío, etc.

  5. Hay católicos que creen que la oración que dice «pero una palabra tuya bastará para sanarme» significa que están limpios para comulgar.
    Esa oración está en tiempo futuro. No significa que Dios ya lo sanó.
    Expresa humildad y confianza. Pero no libra de los pecados.

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