Los apóstatas, ¿beneficiarios de la comunión de los santos?

apóstatas comunión de los santos Papa Francisco Francisco durante la misa de ayer, fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo (Vatican Media).
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La afirmación realizada ayer por el Santo Padre en su catequesis de la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI, en el sentido de que también los apóstatas participan de la comunión de los santos, ha provocado un encendido debate entre los comentaristas católicos.

Empecemos por lo obvio: Nadie, ni siquiera el Papa, puede cambiar una coma de las verdades reveladas por la Escritura y la Tradición. Ese sutil concepto de ‘desarrollo de doctrina’ solo puede significar una aclaración o ampliación de un punto oscuro o poco atendido de la verdad ya revelada.

La apostasía, el mal mayor que puede sufrir un hombre, es el abandono total y voluntario de la religión cristiana. En la abrumadora mayoría de los casos, este abandono es privado e informal, pero últimamente se ha convertido en deplorable moda formalizarlo y publicitarlo como ‘protesta’ contra lo que se considera un abuso estadístico de las iglesias nacionales cuando, al hablar del número de católicos, se basan en las actas de bautismo.

En principio, la frase del Papa parecería un desliz, un ‘planchazo’: la comunión de los santos afecta solo a los miembros de la Iglesia, del Cuerpo Místico de Cristo, y el apóstata ha elegido eximirse voluntariamente de esa pertenencia. Dios respeta la libertad humana hasta el extremo, de modo que parecería que seguir considerando al apóstata beneficiario de la comunión de los santos sería convertir la libertad humana en una farsa, una ficción; como si Dios no se tomara en serio nuestras decisiones libres.

Sin embargo, el propio Catecismo del Concilio de Trento, al hablar del sacramento del Bautismo, señala que el carácter que confiere es indeleble, de modo que ni tan siquiera la apostasía puede borrarlo por completo. Es decir, uno puede separarse jurídicamente de la pertenencia a la Iglesia, pero mientras viva en esta tierra no dejará de mantener una comunión, siquiera incompleta, con la Iglesia.

Eso es lo que explicaría que, cuando se readmite formalmente a un apóstata en la Iglesia, se hablar de que vuelve a estar “en plena comunión”, lo que parece indicar que se ha mantenido, al menos, en comunión parcial con ella por la marca imborrable de su bautismo.

Por otra parte, que la permanencia de la señal del bautismo signifique necesariamente el mantenimiento del apóstata en la comunión de los santos es algo que dejo a los teólogos que puedan leer estas líneas y aclarar el punto, ya que también un condenado al Infierno puede estar bautizado y la Doctrina niega sin asomo de duda que no participa en dicha comunión.

Francisco: «También los apóstatas están en la comunión de los santos»

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Comentarios
90 comentarios en “Los apóstatas, ¿beneficiarios de la comunión de los santos?
  1. CIC 2088. El primer mandamiento nos pide que alimentemos y guardemos con prudencia y vigilancia nuestra fe y que rechacemos todo lo que se opone a ella. Hay diversas maneras de pecar contra la fe:

    La duda voluntaria respecto a la fe descuida o rechaza tener por verdadero lo que Dios ha revelado y la Iglesia propone creer. La duda involuntaria designa la vacilación en creer, la dificultad de superar las objeciones con respecto a la fe o también la ansiedad suscitada por la oscuridad de esta. Si la duda se fomenta deliberadamente, puede conducir a la ceguera del espíritu.

    2089 La incredulidad es el menosprecio de la verdad revelada o el rechazo voluntario de prestarle asentimiento. “Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma; APOSTASÍA ES EL RECHAZO TOTAL DE LA FE CRISTIANA.

    1. QUIEN ESTÁ EN EL GRAVÍSIMO PECADO DE APOSTASÍA ESTÁ EN COMUNIÓN CON EL DIABLO, NO CON DIOS NI CON EL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO QUE ES LA IGLESIA.

      1. ¿Pero cómo queréis entonces que este hombre fomente la apostasía, que es su objetivo, siendo a la vez romano pontífice? Pues así: con vaselina. Que no os enteráis.

    2. La gran ventaja que tienen las barbaridades bergo liantes es que nos hacen acudir al Catecismo para comprobar el enorme contraste entre la Verdad Católica y las mentiras, cuando no herejías, bergo liantes.

      1. Analogamente, un sacerdote católico que sea apóstata, por supuesto, ira a pudrirse a los infiernos, pero seguirá siendo sacerdote, aunque le pese y a tí también…

        1. ¿Y qué tiene que ver su afirmación (que es sólo verdad a medias) con lo dicho por Belzunegui? Me temo que sus «analogías» sólo están en su cabeza. Ni el sacramento del orden sacerdotal, ni el del bautismo, impiden que quienes los hayan recibido puedan separarse voluntariamente de la Iglesia y, por tanto, de la Comunión de los Santos.

          Y le explico su verdad a medias: un sacerdote católico que sea apóstata (al hablar de apostasía es redundante decir «católico apóstata», pues no se puede ser apóstata si no se es católico, es decir, si no se pertenece previamente a la Iglesia) no irá «a pudrirse a los infiernos» si no muere en tal estado sin arrepentimiento, como tampoco ningún otro pecador. Sólo va al infierno quien muere en pecado mortal, sin arrepentirse. No entiendo que algunos pierdan tiempo en comentar y no en repasarse el catecismo, para no decir disparates en sus comentarios.

          1. Nunca antes había consultado tanto el Catecismo que con Francisco. Ahora es necesario ir a las fuentes para estudiar y esclarecer los conceptos básicos de Nuestra Fe.

            Lo que antes se daba por entendido, hoy se debe de reestudiar y profundizar porque al parecer nuestro «pastor» esta de manita sudada con el NOM

    1. No quiero entrar a saco, pero este tema me recuerda mucho, mucho al tema que saqué la última vez que me pillé una borrachera… la controversia «de auxilis»

  2. El Papa introduce en su catequesis la doctrina luterana del pecado, de la salvación por la sola fe. Lo que presenta el Papa al no haber agregado «si se hubieren arrepentido», es una doctrina no católica del pecado. ¿El Papa ha expresado algo con un olvido parcial al no completar la frase? ¿El Papa ha introducido -como en un pie de página- un «troyano» a la doctrina que debe seguir y defender? ¿Se trata de un furcio o de una acción premeditada?

    1. Si fueran deslices, se retractaría después, cosa que no hace. Además debe tener asesores que revisan sus discursos y textos. Por ello opino que Francisco obra con deliberación a la hora de ir introduciendo errores doctrinales en notas a pie de página (como hizo por ejemplo en Amoris Laetitia). Su objetivo es ir cambiando la doctrina pero de forma disimulada.

      1. Lo interesante es la lógica con la que lo hace: generalizando la excepción sin matices. Es como si yo dijera: «todos los obispos están condenados al infierno. ¿Todos, incluido el obispo de Roma y sucesor de Pedro? Indudablemente.» ¿Es verdad para la fe? Claro que es verdad, en el mismo sentido en que lo es que todos los nacidos de mujer menos Cristo y su madre están condenados al infierno desde que nacen, puesto que todos nacemos en pecado y Dios no haría ninguna injusticia condenándonos al infierno. Es decir, es verdad, como se decía en la escolástica, secundum quid, no simpliciter, incondicionalmente. Y normalmente las condiciones que olvida mencionar o las que menciona olvidando la regla general son tan importantes que se convierte en alguien que no puede servir como fiel para instruir y confirmar en la fe, que es su cometido, porque antes despista y contradice lo pacífico, nada parece estable en las cosas de Dios con este hombre. Ríete de los nominalistas.

  3. Es la propaganda de que no hay que cumplir los mandamientos a la que b nos tiene acostumbrados.
    En la Comunión de los Santos no está nadie que esté en pecado mortal. Al menos de momento.
    No están los excomulgados automáticamente por herejes. Ni los que toman la Eucaristía estando sucios de pecados.

    1. «En la Comunión de los Santos no está nadie que esté en pecado mortal»

      Esta afirmación es errónea: el pecado mortal sólo excluye de la Comunión de los Santos a quienes han muerto en tal estado y ya están condenados. De entre los vivos, sólo están excluidos de la Comunión de los Santos quienes están fuera de la Iglesia católica, como ya transcribí ayer en la noticia que daba cuenta de este nuevo disparate papal:

      «225. ¿Quiénes son los que no pertenecen a la comunión de los Santos? No pertenecen a la comunión de los santos en la otra vida los condenados, y en ésta, los que están fuera de la verdadera Iglesia.

      226. ¿Quiénes están fuera de la verdadera Iglesia? Están fuera de la verdadera Iglesia los infieles, los judíos, los herejes, los apóstatas, los cismáticos y los excomulgados».

      (Catecismo Mayor de San Pío X, capítulo 10, punto 6).

    1. Apostatar de los errores del Vaticano II no es defecto sino virtud, pero como Francisco rs incoherente y se mueve por ideología, y no por doctrina, a los que refutamos esos errores nos somete a ostracismo.

      1. Partiendo de la hipótesis, no contrastada, de que vosotros tengáis legitimidad de alguna clase para considerar que todo lo que decis que es un «error» lo sea. Actuáis como los «perfectos» de la herejía gnóstica.
        Refutar?, simplemente insultáis, pero argumentar, de eso bastante poco se lee aquí.

        1. Aquí se han expuesto argumentos suficientes (que usted no ha refutado, por cierto). Se lo he dicho montones de veces: para saber qué es verdad y qué es error no es preciso basarse en opiniones personales, sino sólo comparar: ¿Las Sagradas Escrituras dicen una cosa y Francisco lo contrario? Yerra Francisco. ¿La doctrina bimilenaria de la Iglesia dice una cosa y Francisco lo contrario? Yerra Francisco. ¿El Magisterio de 265 Papas dice una cosa y Francisco lo contrario? Yerra Francisco. No hace falta ser demasiado listo para aplicar la lógica; incluso usted podría. Como siempre, usted achaca insultos, falsamente, a quienes dicen lo que a usted no le gusta leer. Pero la verdad es muy tozuda.

        2. ¿Cuáles perfectos de la herejía gnostica? La cosa es enlazar cosas inconexas. Los de aquella herejía son los que querían ver un sentido oculto cabalístico en el nuevo testamento, justo lo que hacen los modernistas con su libre examen luterano de la biblia y con su Vaticano II. Porque hay que ver la matraca que dan con la interpretación correcta del concilio, que no es sino la interpretación gnostica oculta que en realidad no existe.

          1. ¿Hipótesis no contrastadas? Querrás decir que tú no quieres contrastar los errores doctrinales del Vaticano II con la doctrina previa que los condena. Venga, ponte a contrastar la Mortalium Ánimos con el bochorno público de Asis. Según Juan Pablo II en Asís se estaba llevando a la práctica la doctrina del ecumenismo del Vaticano II, pero según Pío XI, lo que hace Juan Pablo en Asis está condenado según dice en su Mortalium Ánimos. He aquí el contraste contrastado.

          2. En resumen, que aquí todo el mundo puede apos tatar de lo que quiera con el pretexto de la libertad religiosa y de conciencia, excepto para renegar de los errores del Vaticano II, ese concilio que no queriendo tener doctrina nueva, la tiene, y además se continúa con la doctrina contraria anterior que la condena. Y se quedan tan anchos y no hay incoherencia.

    2. Más bien cabría preguntarse: los que a sabiendas propagaron los errores del CVII y con ello provocaron la apostasía privada de tantísimos (éstos no exentos de responsabilidad tampoco) en estos 60 años….. estos propagadores de errores ¿en qué grado profundo de apostasía están?

      Porque rechazan y desprecian profundamente capítulos enteros e importantes de la fé católica……

  4. Usando las mismas palabras de Francisco contra un católico que protestó en la audiencia de ayer, podríamos decir:
    «Pobre Francisco, debe tener algún problema físico, psíquico o espiritual. Recemos por él. «

    1. Como ya te he comentado alguna vez, tu gran coherencia te debería llevar a manifestar esto por escrito y firmarlo ante tu Ordinario. Supongo que no tendrás ningún problema en ser condenado al «ostracismo», pero del de verdad.

      1. Sacerdote mariano es perfectamente coherente y cumple con su obligación (como también tienen los católicos laicos) defendiendo la fe católica, ¿A quiénes sirve que «condenen al ostracismo» a un sacerdote de sana doctrina, aunque dicha condena fuera injusta? A los malos que contemporizan con el error y que no les gusta que se exponga la verdad, pues no la soportan. Es un chiste que reclame a otros lo que no hace usted: ¿por qué no suelta usted sus habituales herejías dando su filiación completa? Sea coherente y no se limite a dar su nombre y apellidos completos: dé el DNI también. Y, de paso, mándele sus herejías por escrito al ordinario de su localidad (no digo «su» ordinario, porque eso supondría que es usted católico, que es mucho suponer).

  5. Y sigue
    Desvariando
    Desnortado
    Desquiciado

    No hay en toda la enorme cantidad de Cardenales, Arzobispos y Obispos

    Uno que lo lleve al Asilo de Seniles ?

    Asco da

  6. «Es decir, uno puede separarse jurídicamente de la pertenencia a la Iglesia, pero mientras viva en esta tierra no dejará de mantener una comunión, siquiera incompleta, con la Iglesia».

    Esta afirmación de D. Carlos Esteban es errónea: quienes apostatan formalmente están excomulgados «latae sententiae» según el Código de Derecho Canónico (canon 1364), por lo que difícilmente puede estar ‘en comunión’ alguien excomulgado. Los excomulgados no están en «comunión incompleta» con la Iglesia: directamente no están en comunión. En ninguna. Al menos mientras permanezan en ese estado. Otra cosa es que mientras vivan se puedan arrepentir y «volver» a la Iglesia (por eso no hay necesidad de volver a bautizarles) y, por tanto, a la Comunión de los Santos de la que voluntariamente se habían separado. Espero haber aclarado dicho punto, como se pide al final del artículo.

    1. ¡CATHOLICVS Bravo! Es sencillo apostar a la fe significa no querer la fe. Es muy diferente de la ignorancia invencible. Abandonar la fe es rechazar a Cristo.

  7. Obviamente nadie dice de sí mismo «voy al infierno». El beneficiario de esta ‘catequesis’ es el propio Berg, que se tranquiliza abriéndose a la ‘comunión De los Santos’ a pesar de (…); que es como querer juntar a san Maximiliano María Kolbe con Hitler en el mismo Cielo.
    Ancha es la vía que conduce a la perdición. Pero para Berg, los del problema son los rígidos.
    Una anotación final, si estos que van por vía ancha ya están asegurados en el Paraiso, qué problema tiene con los ‘rígidos’ que tienen una línea más estrecha para llegar al mismo sitio. ¡Cosas que los mismos modernos no se entienden de su predicación!

    1. Creo recordar que nadie tiene garantizada la Salvación. Que ello depende de Cristo Nuestro Señor, que nos juzgará cuando corresponda. Ni el Santo Padre ni ninguno de los que pontificais a diario dando clases de teología a toda la jerarquía católica.

      1. Claro que nadie tiene garantizada la salvación (Para Francisco sí: todos al cielo, todos, todos, ¿recuerda?). Señale el comentario en el que alguien afirme tal cosa. Nuevamente utiliza la falacia del hombre de paja: pretender que refuta algo que nadie ha sostenido. Pero, hablando de «salvaciones» y «condenaciones», niegue usted que quien muere en pecado mortal se condena, a ver si se atreve y luego tiene el cuajo de sostener que es usted católico. Lo cómico de sus comentarios no es que señale a quienes «pontifican» con el catecismo en la mano, sino que lo haga quien «pontifica» errores y defiende los ajenos (usted, por ejemplo) y se quede tan pichi.

      2. Le concedo el punto: Nadie tiene garantizada la salvaci´ón. Pero como dice el soneto «la ciencia más consumada, es que el alma en gracia acabe, porque al final de la jornada, aquél que se salva sabe, y el que no, no sabe nada».
        Es exactamente lo contrario de la catequesis en comento, según la cual los apóstatas participan de la comunión de los Santos. ‘Al final de la jornada, el que no, no sabe nada’

      3. CARLOS DANIEL
        ¿O eres Carlos Jesus?

        No te enteras de nada, según Bergoglio nadie se condena. ¿De verdar que no te has enterado? y tu por aquí diciendo esas cosas tan antiguas.

  8. Quisiera agradecer a Carlos Esteban este artículo que ha añadido al anterior artículo que escribió.

    Realmente desconozco cómo está la teología actualmente, pero es indudable que aunque una persona cometa pecado mortal, la gracia de Dios no desaparece totalmente de él. Este permanecer algo de la gracia de Dios es lo que nos lleva a ir al confesionario a arrepentirnos de nuestros pecados por ejemplo.

    Aunque una persona sea apóstata, mientras viva en la Tierra, por medio de la gracia de Dios que desea que todos se salven, nunca le abandonará.

    Ahora decir que sigue perteneciendo a la Comunión de los Santos, para el Santo Padre es indudable de que sí.

    Pero me gustaría saber en qué parte de la teología actual se apoya para mantener tal posición.

    Por el Bautismo es indudable que sigue siendo hermano nuestro.

    1. «es indudable que aunque una persona cometa pecado mortal, la gracia de Dios no desaparece totalmente de él»

      Me temo que usted confunde la gracia santificante, necesaria para salvarse y que se pierde totalmente por un solo pecado mortal, con la gracia suficiente que Dios concede para arrepentirse y evitar pecar, que puede rechazarse voluntariamente por el libre albedrío. Son dos cosas diferentes. Un excomulgado puede recibir de Dios la gracia del arrepentimiento, pero no recibe la gracia santificante antes de arrepentirse. En cualquier caso, es un tema diferente a la exclusión de los apóstatas de la Comunión de los Santos, como ya he expuesto en otros comentarios.

      1. Sería deseable que dado que ya habéis decidido que el Papa ha cometido (otro) error teológico, por lo menos os pusieráis de acuerdo entre vosotros, teniendo en cuenta vuestra pretensión de ser la Luz que ilumina el mundo.

        1. La verdad no depende de cuánta gente adhiere a ella, ni si hay gente en desacuerdo. La afirmación de que la gracia santificante es necesaria para salvarse y que se pierde con la comisión de un solo pecado mortal, no es una opinión personal mía de la que pueda estar en desacuerdo otro católico: es un dogma de fe que deben creer todos los católicos. Lo cual no significa que todo el que tenga creencias erróneas se deba a malicia: simplemente se puede deber a ignorancia sobre la doctrina católica, que, por otro lado, es comprobable y accesible a todo el mundo. No es su caso, pues después de corregirle usted insiste en los mismos errores una y otra vez, lo cual constituye contumacia, no ignorancia. Y en cuanto al disparate papal, no lo hemos decidido nosotros, como usted nos achaca en plural, sino que es contrario a la doctrina católica. Si se molesta en buscarlo, lo puede comprobar usted mismo.

          1. Estoy de acuerdo en que ahora no es el momento en profundizar sobre la gracia.

            En cuanto a :

            «225. ¿Quiénes son los que no pertenecen a la comunión de los Santos? No pertenecen a la comunión de los santos en la otra vida los condenados, y en ésta, los que están fuera de la verdadera Iglesia.

            226. ¿Quiénes están fuera de la verdadera Iglesia? Están fuera de la verdadera Iglesia los infieles, los judíos, los herejes, los apóstatas, los cismáticos y los excomulgados».

            (Catecismo Mayor de San Pío X, capítulo 10, punto 6).

            Me indicaría usted si alguien puede salvarse fuera de la Iglesia Católica.

            Creo que ya he expuesto que Dios vino a salvar, que a nadie le faltarán las gracias necesarias para salvarse, esté dentro o fuera de la Iglesia, y que el Papa se debe de apoyar en alguna teología nueva para decir lo que ha dicho.

            Porque si lo ha dicho porque sí desde luego es un error teológico frente al Magisterio, la Biblia y la Tradición.

          2. «Me indicaría usted si alguien puede salvarse fuera de la Iglesia Católica»

            No necesita mi opinión (en la que no necesita creer para salvarse), pues existe una definición dogmática ‘ex cathedra’ emanada del Concilio Ecuménico de Florencia (que sí necesita creer para salvarse), que es irreformable: la Constitución Apostólica “Cantate Domino”, del Papa Eugenio IV:

            “La Iglesia Firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia católica, no sólo los paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse partícipe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41), a no ser que antes de su muerte se uniere con ella (SIGUE)

          3. y que es de tanto precio la unidad en el cuerpo de la Iglesia que sólo a quienes en él permanecen les aprovechan para su salvación los sacramentos y producen premios eternos los ayunos, limosnas y demás oficios de piedad y ejercicios de la milicia cristiana. Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia católica».

          4. Esta creencia se encuentra en el Magisterio ininterrumpido de la Iglesia, tanto antes como después de su definición «ex cathedra» en el Concilio de Florencia: puede comprobarlo en el magisterio pontificio de Inocencio III, Bonifacio VIII, San Pío X, Benedicto XV, Pío XI, Pío XII, y también del Concilio IV de Letrán y del Concilio de Trento.

          5. En relación a la existencia de numerosos elementos de santificación y de verdad fuera de la estructura visible de la Iglesia Católica, es necesario afirmar que la eficacia de esos elementos de verdad, de bondad y de santificación que existen fuera de la Iglesia “deriva de la misma plenitud de gracia y verdad que fue confiada a la Iglesia Católica (Vat. II, Unitatis et redintegratio # 3)”.

            El Espíritu Santo, que es el Espíritu de Cristo enviado por el Padre, actúa en modo salvífico tanto en los cristianos como en los no-cristianos y lo hace de manera misteriosa. Pero sabemos que todo aquél que se salva, se salva por los méritos y por la gracia de Cristo, no por sus propios medios, ya que la voluntad de Dios de que todos los hombres se salven, se nos ofrece y de hecho se cumple, por la encarnación de Dios en la persona de Jesucristo y por los méritos de su pasión, muerte y resurrección.

          6. No se preocupe, que nadie pretende que se sepa de memoria todos los documentos de la Iglesia: transcribirlos no es ninguna trampa. En cuanto a lo transcrito, dispone de un documento posterior: la declaración «Dominus Iesus», que aclara lo dicho en el CVII (que, por cierto, no hizo ninguna definición dogmática y que no puede cambiar ni anular las ya definidas). Se la resumo: sólo es posible la salvación a través de Cristo y de la Iglesia católica fundada por Él. A los primaverales les dio un ataque cuando leyeron este documento del año 2.000, firmado por el Card. Ratzinger (entonces prefecto de la CDF) tras aprobarlo Juan Pablo II.

          7. Unitatis Redintegratio numero 3, simplemente es HE RE TI CO.
            No existen elementeos de salvación, santidad y Gracia fuera de la iglesia católica. Siguen confundiendo.
            Los sacramentos válidos de protestantes y ortodoxos no son elementos de salvación, santidad y Gracia fuera de la iglesia, porque al estar separados, no producen los efectos. Son sacramentos robados a la Iglesia impartidos ilegítimamente.
            Cuando son bautizados, entran en la iglesia católica, pero al adherirse al cisma o a la herejía a continuación, quedan fuera. Fuera de la salvación, de la santidad y de la Gracia. Visto lo visto, no queda ya mucho para que un Papa como Dios manda condene esta aberración doctrinal de un concilio que no pretendia ser doctrinal.

          8. «El Espíritu Santo, que es el Espíritu de Cristo enviado por el Padre, actúa en modo salvífico tanto en los cristianos como en los no-cristianos y lo hace de manera misteriosa. Pero sabemos que todo aquél que se salva, se salva por los méritos y por la gracia de Cristo, no por sus propios medios, ya que la voluntad de Dios de que todos los hombres se salven, se nos ofrece y de hecho se cumple, por la encarnación de Dios en la persona de Jesucristo y por los méritos de su pasión, muerte y resurrección.»

            Si leemos Hebreos 12 14 todos los que nos salvamos es por ser Santos.

  9. VIGANÒ DENUNCIA A LAS GRANDES FARMACÉUTICAS Y A LA CÁBALA DE LA IGLESIA PROFUNDA

    Como era previsible, mi Carta abierta al Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la nocividad moral, la eficacia y la peligrosidad de los sueros genéticos experimentales (que supuestamente son vacunas contra el COVID) no ha recibido respuesta. Esto demuestra que la cuestión que he planteado no es considerada relevante ni por el episcopado estadounidense ni por el antiguo Santo Oficio -o quizás que, precisamente por su importancia, se ha decidido ignorarla siguiendo la narrativa oficial abrazada por el Vaticano.

    Los múltiples avales vaticanos a la criminal campaña de vacunación masiva confirman la plena adhesión de la jerarquía a la vulgata globalista.

  10. Sin tener en cuenta ni siquiera las graves críticas a las llamadas vacunas, tanto en lo que se refiere a su producción como a su demostrada ineficacia, a la debilidad del sistema inmunitario que inducen y, finalmente, a los graves efectos que conllevan.

    Prelados que traicionan su mandato, casi siempre tan corruptos en lo doctrinal como en lo moral, han ocupado la Iglesia de Cristo para transformarla en una iglesia de Estado, celosa servidora del Nuevo Orden Mundial y apóstata en su fe.

    Lo que hasta hace unas décadas era una infiltración se ha transformado en una verdadera y propia invasión, en todos los dicasterios romanos y en los órganos periféricos de la Santa Sede.

    La Academia Pontificia para la Vida no es una excepción. Se ha convertido en un órgano del neomaltusianismo, hasta el punto de declarar que someterse a la inoculación con el fármaco experimental es un acto de amor y un deber moral.

  11. Negando incontrovertiblemente no sólo la evidencia de los hechos, sino también la existencia de un plan global que ha provocado deliberadamente esta psicopandemia para llevar a cabo una despiadada reducción de la población mundial (especialmente de los ancianos) e imponer formas de control y restricción de los derechos naturales de los ciudadanos.

    El arzobispo Vincenzo Paglia, después de haber hecho gala de una mentalidad colectivista digna de las peores dictaduras comunistas, niega que exista una «conspiración», al igual que la «Agenda 2030» de las Naciones Unidas, es decir, el «Great Reset» del Foro Económico Mundial, es mencionado explícitamente por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El acceso al Vaticano y a las oficinas de la Curia Romana está ahora prohibido a los empleados y a cualquiera que no tenga el «super pase verde».

  12. Los cardenales y prelados sanos o recuperados de la COVID no pueden ejercer sus funciones en los dicasterios romanos y los empleados no vacunados se quedan sin sueldo. Como ejemplo práctico de inclusividad y misericordia, el «pontificado» berg se repudia a sí mismo.

    Si no sorprende que la Iglesia profunda esté totalmente sometida al Estado profundo, ni que Bergoglio quiera presentarse como candidato a la presidencia de la «religión de la humanidad» que pretende instaurar el Nuevo Orden Mundial, por otro lado vemos que la pandemia representa sólo un aspecto de la compleja red de complicidades entre la oligarquía globalista, el poder financiero de las farmacéuticas, las instituciones internacionales y los gobiernos nacionales de todo el mundo.

  13. Si el problema rs la ignorancia, que Francisco pida consejo a buenos teólogos. Pero yo creo que su problema es la confusión doctrinal en la que vive.
    Nunca debieron elegirlo Papa.

      1. Ilústranos Carlos Daniel y dinos si el diablo está dentro de la Comunión de los Santos, Y no digas que no, el diablo a la derecha de Dios padre, hay que ser modernos y progresistas, no como los tradifachas, que entonces serás un rígido.

  14. Bergoglio es así .

    Hagan lío , hagan lío.

    No le interesa el dogma y el Magisterio de la Iglesia o el depósito de la Fé. Está en sus ideaciones pachamámicas, y demoler todo lo demás. La cumbre de los despropósitos será la Sinodalidad Sinodal, con los obispos alemanes a la cabeza de todas las herejías y apostasías imaginables.

  15. Herejes, cismáticos y apóstatas conservan para siempre el bautismo y el Orden que recibieron, lo mismo que la almas del infierno. La fe sin obras nada vale. Otra vez bergogliadas liosas, estériles e inútiles… Bah…

  16. En el Derecho CIC hay una norma 1364 § 1. El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiae…bajo el título «DE LOS DELITOS CONTRA LA RELIGIÓN Y LA UNIDAD DE LA IGLESIA», no es ocioso relacionar el contenido con el título que lo explica.
    Can. 1314 La pena es ordinariamente ferendae sententiae, de manera que sólo obliga al reo desde que le ha sido impuesta; pero es latae sententiae si la ley o el precepto lo establecen así expresamente, de modo que incurre ipso facto en ella quien comete el delito.
    Can. 1331 § 1. Se prohíbe al excomulgado: 1º la celebración del Sacrificio eucarístico y de los demás sacramentos; 2º recibir los sacramentos; 3º administrar los sacramentales y celebrar las demás ceremonias de culto litúrgico; 4º tener cualquier parte activa en las celebraciones anteriormente enumeradas; 5º desempeñar oficios, cargos, ministerios y funciones eclesiásticos; 6º realizar actos de régimen.

  17. Sigo: vean por favor web Ius Canonicum – Derecho Canónico – Delitos y penas en particular La pena de excomunión en el derecho canónico, PEDRO MARÍA REYES VIZCAÍNO. «Aunque el Código de Derecho Canónico no la defina así, se suele considerar que el efecto de la excomunión es la expulsión del delincuente de la Iglesia. Por la excomunión, el delincuente no pertenece a la Iglesia. Naturalmente, esta afirmación merece una reflexión: puesto que los bautizados no pierden su carácter del bautismo ni su condición de bautizados. En este sentido, no se puede decir que los excomulgados dejen de pertenecer a la Iglesia. Los vínculos de comunión espiritual e invisible no se alteran, pero se rompen los vínculos extrínsecos de comunión».
    Canon 751 «apostasía es el rechazo total de la fe cristiana», por lo tanto no es simple ser apóstata y menos mantenerse en ese estado, algo habrá quedado de lo recibido que te saque de esa situación…

    1. «Por la excomunión, el delincuente no pertenece a la Iglesia. Naturalmente, esta afirmación merece una reflexión: puesto que los bautizados no pierden su carácter del bautismo ni su condición de bautizados»

      Que los excomulgados dejen de pertenecer a la Iglesia no sólo lo dice el CDC, sino el mismo catecismo y el Magisterio de la Iglesia. Por otro lado, el carácter que imprime el bautismo no impide ni la comisión de pecados mortales actuales, ni que voluntariamente alguien pueda salirse de la Iglesia y, por tanto, de la Comunión de los Santos (Dios respeta el libre albedrío, del que nos ha dotado, que permite rechazarle, lo mismo que a la propia Iglesia como medio de salvación establecido por Él mismo). Tampoco el bautismo es garantía de salvación, incluso si se mantiene sólo la fe, como erróneamente creen los protestantes. Pero un apóstata siempre puede arrepentirse y volver a la Iglesia mientras viva, sin necesidad de otro bautismo.

    2. Dice la «Enciclopedia Católica»:

      «De todos modos, en los primeros siglos la excomunión no se consideraba una medida externa simple; llegaba al alma y a la conciencia. No era meramente la ruptura del vínculo externo que ata al individuo a su lugar en la Iglesia, sino que rompe también el vínculo interno, y la sentencia pronunciada en la tierra es ratificada en el cielo. Es la espada espiritual, la mayor pena que la Iglesia puede infligir (ver los textos patrísticos citados en el Decreto de Graciano, cc. XXXI, XXXII, XXXIII, s. XI, q. III). De ahí que el Papa León X en su Bula «Exsurge Domine» (16 de mayo de 1520), condenó justamente la vigésimo tercera proposición de Lutero, según la cual «las excomuniones son castigos meramente externos, que no privan a un hombre de la oración espiritual común de la Iglesia». «

  18. El padre Ron Vierling destacó el aparente rechazo de Francisco al papel del libre albedrío en la salvación, diciendo que el error del «pan-salvacionismo sostiene la noción de que todos se salvarán -incluso en contra de su voluntad.»

    «¡¡¡Qué más prueba necesitamos de que Bergoglio no cree en la gracia santificante, que no cree en la filiación divina!!!», cuestionó el catequista y autor, el diácono Nick Donnelly. «Por eso no le molesta que la gente cometa pecados mortales».

    Donnelly sugirió que Francisco veía a la Iglesia católica simplemente como una «construcción sociológica, nada que ver con la redención o la gracia.»

    Puedes ser un miembro de este grupo sociológico incluso si eres un apóstata y un blasfemo. La apostasía y la blasfemia son sólo formas diferentes de participar en el «grupo».

    1. Por su parte, el Instituto Lepanto también lanzó la posible acusación de herejía contra el Papa, diciendo: «¿Alguien puede explicar si esto no es una herejía?»

      Poco antes de los comentarios del Papa Francisco, un hombre que asistía a la audiencia gritó al Pontífice en inglés y luego en italiano, protestando por las enseñanzas del Papa, y diciendo «Dios te rechaza.»

  19. Catecismo Mayor de San Pío X (Papa y santo):
    225.- ¿Quiénes son los que no pertenecen a la comunión de los Santos?
    No pertenecen a la comunión de los santos en la otra vida los condenados, y en ésta, los que están fuera de la verdadera Iglesia.

    226.- ¿Quiénes están fuera de la verdadera Iglesia?
    Está fuera de la verdadera Iglesia los infieles, los judíos, los herejes, los apóstatas, los cismáticos y los excomulgados.

  20. ¿Seguirán diciendo los tres tenores Sarah-Munilla-SantiagoMartin que no sabemos leer a Bergoglio o nos obsequiarán esta vez con un elocuente silencio?

    Yo apuesto por lo segundo, pero se admiten apuestas.

  21. Solamente he leído el titular e introducción a lo dicho ayer por Su Santidad el Papa Francisco I. Si el pecado ni existe y si todos somos salvos; para que seguir yendo a Misa y pagar diezmos y primicias? Que se busque cada la vida como pueda y nos sobran todos los consagrados. Que deriva tan terrible está tomando la Iglesia por la falta de fidelidad de sus hupinos y comos nos vamos quedando solos y abandonados. Paz y zBien

  22. Esto sí que es extraordinario: todos pertenecen a la Comunión de los Santos menos los rígidos. Hay un pecado contra el Espíritu Santo, pero no es la rigidez, y, de un momento a otro puede que desaparezca eso también. Ahora bien, en la Iglesia Católica todos los papas tienen que ir de consuno en materia de Fe y San Pío X, aunque esté muerto, sigue siendo papa.

  23. Dice el Catecismo de la Iglesia Católica 1033: ´»Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra «infierno». » Por lo tanto, hasta la condenación definitiva que lleva al infierno, no se pierde la comunión de los santos. Pero el flujo de gracia que recibe un apóstata debe ser muy bajo…

    1. «Por lo tanto, hasta la condenación definitiva que lleva al infierno, no se pierde la comunión de los santos»

      No sé por qué comienza esta frase con «por lo tanto», como si la opinión que expone a continuación (errada), fuera consecuencia lógica de lo anterior, cuando no lo es en absoluto.

      Ya le hemos señalado varios que no sólo no están en la Comunión de los Santos los condenados, sino también quienes están fuera de la Iglesia (entre ellos los apóstatas).

      Dios no obliga a nadie a amarle ni a permanecer con Él. Es mucho más respetuoso con el libre albedrío que algunos que se creen más misericordiosos que Él y que pretenden que estén en la Iglesia, contra su voluntad, a quienes no quieren. Menudo concepto de Dios y del amor (que es voluntario o no es amor) tienen algunos.

      1. ¿Y quién sabe cómo murió una persona, qué pasó en su fuero interno, qué pasó entre Cristo y ella?
        Si un excomulgado deja de serlo cuando muere y es capaz de recibir los sacramentos un artículo mortis, bien puede considerarse que sigue siendo hijo de Dios.
        ¿Un apóstata oficial debe bautizarse de nuevo? Entonces.
        No me gustan, incluso las considero contraproducentes, esas captatio benevolentiae del papa, pero lo que dice es cierto.
        Hay que pedir por todos… que torres más altas han caído.

        1. «¿Y quién sabe cómo murió una persona […] Si un excomulgado deja de serlo cuando muere y es capaz de recibir los sacramentos un artículo mortis, bien puede considerarse que sigue siendo hijo de Dios.»

          Con todo respeto, menudo ‘cacao’ tiene usted: ya se ha dicho que cualquier apóstata puede volver a la Iglesia (de la que se fue voluntariamente) cuando quiera antes de morir, da igual cuándo. ¿Quién ha negado tal cosa? Nadie. Por otro lado, la filiación divina que proporciona el bautismo (ser hijo de Dios) no se pierde ni con el pecado, ni con la apostasía. Lo cual no significa que quien apostata esté en la Comunión de los Santos. Tal disparate se aprecia claramente al considerar que los bautizados pecan y que pueden condenarse, pese a su condición de «hijos de Dios», y nadie puede sostener que un bautizado condenado en el infierno esté en la Comunión de los Santos (como tampoco lo está mientras vive si no vuelve a la Iglesia).

    2. De «si morimos en pecado perdemos la comunión de los santos» no se sigue «si perdemos la comunión de los santos es porque hemos muerto en pecado.» Morir en pecado mortal es solamente una de las formas de quedar separado de la comunión de los santos.

  24. Por no hacer lo que debemos, desde que Carlos I no hizo lo que debía: embrear y emplumar a Lutero cuando lo tuvo a tiro, la herejía ha escalado en la Iglesia hasta ocupar la misma sede de Pedro.

  25. Otra vez me decepcionan. Me han vuelto a censurar mi comentario, que no era nada ofensivo. ¿Es que no tienen argumentos para rebatirme?

  26. El apostata no se puede eximir de la comunión de los santos porque el bautismo imprime carácter. Ahora bien, la comunión de los santos es la comunión de los bautizados en la Iglesia peregrina, purgante y triunfante. Ahora bien, el apostata sólo se separa de manera real de la comunión de los santos si muere en pecado mortal actual, esto quiere decir en apostacía u otro pecado mortal actual.

    1. ¡Menudo «teólogo» está usted hecho! Así que, ¿»el apostata no se puede eximir de la comunión de los santos porque el bautismo imprime carácter»? ¿Y qué tiene que ver el carácter que imprime el bautismo con estar en la Comunión de los Santos? ¿Los bautizados que se han condenado también están en la Comunión de los Santos (porque siguen igual de bautizados que cuando vivían)? Todo lo que argumenta no es cierto. Y, por cierto, se escribe «apostasía», con «s»; la «c» y la «s» no están contiguas en ningún teclado (se lo digo porque veo que anda de ortografía como de teología: mal). Están fuera de la Comunión de los Santos no sólo los condenados, como usted dice, sino también, en esta vida, los que están fuera de la Iglesia católica: infieles, judíos, herejes, apóstatas, cismáticos y excomulgados (Catecismo Mayor de San Pío X, capítulo 10, punto 6, nº 206).

    2. Con ese criterio el excomulgado tampoco queda separado de la comunión de la Iglesia, es decir, no queda excomulgado, porque la excomunión no borra el bautismo ni el carácter bautismal.

  27. Catecismo mayor de San Pío X:
    ¿Quiénes son los que no pertenecen a la comunión de los Santos? No pertenecen a la comunión de los santos en la otra vida los condenados, y en ésta, los que están fuera de la verdadera Iglesia.
    226. ¿Quiénes están fuera de la verdadera Iglesia? Están fuera de la verdadera Iglesia los infieles, los judíos, los herejes, los apóstatas, los cismáticos y los excomulgados.
    ¿En qué grupo está Bergoglio?

  28. Catecismo Mayor de San Pío X (Papa y santo):
    225.- ¿Quiénes son los que no pertenecen a la comunión de los Santos?
    No pertenecen a la comunión de los santos en la otra vida los condenados, y en ésta, los que están fuera de la verdadera Iglesia.

    226.- ¿Quiénes están fuera de la verdadera Iglesia?
    Está fuera de la verdadera Iglesia los infieles, los judíos, los herejes, los apóstatas, los cismáticos y los excomulgados.

    Se supone que San Pio X conocía bien la doctrina sobre el carácter bautismal y eso no le impidió poner en el Catecismo eso que hemos citado.

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