El Papa dijo a Prado que el sacerdocio y la vida consagrada no era lugar para los homosexuales

Papa Francisco y Fernando Prado Ayuso
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Fernando Prado Ayuso, candidato a suceder a Munilla como obispo de San Sebastián, además de sacerdote, es también licenciado en periodismo. Prado Ayuso tiene publicado varios libros desde el año 2014. En el año 2018, Prado Ayuso publicó el libro «La fuerza de la vocación», una entrevista con el Papa Francisco.

En ese libro con formato entrevista con el Santo Padre, que consta de 120 páginas, el sacerdote claretiano aborda distintos temas que afectan al mundo de la vida consagrada y de la Iglesia. En la propia página de publicaciones claretianas se hace la siguiente definición del libro:

«Hay muchos curas, religiosos y religiosas que no saben escuchar. Yo me pregunto: Si no sabes escuchar a tu hermano o hermana que tienes cerca, ¿cómo vas a escuchar a Dios, a quien no tienes directamente delante? Las personas consagradas hemos de aprender el arte del diálogo y del discernimiento común. Nos conviene practicar el ‘apostolado de la escucha’. Saber escuchar es fundamental». (Papa Francisco)

«Un libro-entrevista en el que aparece Francisco como Pedro que confirma a sus hermanos (en este caso, a sus hermanos consagrados, religiosos y religiosas). Lectura imprescindible para la vida consagrada en estos tiempos. El libro aborda múltiples temáticas referidas a la vida consagrada que también tienen repercusiones en toda la Iglesia. Por ello, no es un libro solamente para la vida religiosa, sino que puede ser de interés general para todos los creyentes. Traducida a diez lenguas, la entrevista será de gran impacto internacional. Muy recomendable».

Una de las preguntas que le hace Prado Ayuso al Papa y que aparece en el libro es la siguiente: «No es un secreto que en la vida consagrada y en el clero también hay personas con tendencias homosexuales. ¿Qué decir de esto?», a lo que el Papa Francisco respondió con esto:

Es algo que me preocupa, porque quizá en un momento no se enfocó bien. En la línea de lo que estamos hablando, te diría que tenemos que cuidar mucho en la formación la madurez humana y afectiva. Tenemos que discernir con seriedad y escuchar la voz de la experiencia que también tiene la Iglesia. Cuando no se cuida el discernimiento en todo esto, los problemas crecen. Como decía antes, sucede que en el momento quizá no dan la cara, pero después aparecen.

La cuestión de la homosexualidad es una cuestión muy seria que hay que discernir adecuadamente desde el comienzo con los candidatos, si es el caso. Hemos de ser exigentes. En nuestras sociedades parece incluso que la homosexualidad está de moda y esa mentalidad, de alguna manera, también influye en la vida de la Iglesia.

Tuve aquí a un obispo algo escandalizado que me contó que se había enterado de que en su diócesis, una diócesis muy grande, había varios sacerdotes homosexuales y que había tenido que afrontar todo eso, interviniendo, antes que nada, en la formación, para formar otro clero distinto. Es una realidad que no podemos negar. En la vida consagrada tampoco han faltado casos. Un religioso me contaba que, de visita canónica a una de las provincias de su congregación, se había quedado sorprendido. Él veía que había buenos chicos estudiantes y que incluso algunos religiosos ya profesos eran gays.

Él mismo dudaba de la cuestión y me preguntó si en ello había algo malo. «En definitiva -decía él- no es tan grave; es tan solo expresión de un afecto». Esto es un error. No es solo expresión de un afecto. En la vida consagrada y en la vida sacerdotal, ese tipo de afectos no tienen cabida. Por eso, la Iglesia recomienda que las personas con esa tendencia arraigada no sean aceptadas al ministerio ni a la vida consagrada. El ministerio o la vida consagrada no es su lugar. A los curas, religiosos y religiosas homosexuales, hay que urgirles a vivir íntegramente el celibato y, sobre todo, que sean exquisitamente responsables, procurando no escandalizar nunca ni a sus comunidades ni al santo pueblo fiel de Dios viviendo una doble vida. Es mejor que dejen el ministerio o su vida consagrada antes que vivir una doble vida.

En el momento de la publicación del libro, muchos medios se hicieron eco de estas palabras de Francisco y titularon «El Papa Francisco dice que la homosexualidad está de moda». En el libro se tratan cuestiones como la selección de candidatos al ministerio ordenado y a la vida consagrada, la formación en los seminarios y en las casas de formación de los religiosos y religiosas; el clericalismo, la homosexualidad del clero y de las personas consagradas, así como muchas otras cuestiones de actualidad, son abordadas por el Papa Francisco en ese libro, fruto de un encuentro que se prolongó durante más de 4 horas entre el pontífice y el sacerdote vasco.

El Papa recuerda que «el ministerio o la vida consagrada» no es el lugar para las personas homosexuales