El pasado 3 de junio Roma ordenó al obispo de la diócesis de Fréjus-Toulon, Monseñor Dominique Rey, suspender las ordenaciones sacerdotales previstas en la diócesis francesa para finales del mismo mes.
La diócesis y el seminario, han comenzado el curso bajo sin nuevas noticias por parte de Roma. Mientras tanto, los seminaristas siguen esperando a que el Vaticano de luz verde para que puedan ser ordenados por su obispo.
Esta semana, la diócesis francesa intervenida por la Santa Sede, ha informado de un encuentro que mantuvo el obispo el pasado 15 de septiembre con cerca de 150 sacerdotes de la diócesis de Fréjus-Toulon. Los sacerdotes se reunieron con el obispo Dominique Rey para discutir con él los acontecimientos que han sacudido a la diócesis en los últimos meses.
El propio obispado confirma que desde la suspensión de las ordenaciones en junio, no ha llegado nueva información de Roma y la Diócesis aún no sabe cuándo se podrán ordenar nuevamente sacerdotes y diáconos. A pesar de esta falta de visibilidad, el obispo Dominique Rey ofreció a sus sacerdotes una reunión para tratar el tema.
Medidas impuesta por la Congregación de Obispos
El obispo, lejos de huir de la polémica, explicó a sus sacerdotes las decisiones que llegaron impuestas por parte de la Congregación de Obispos.
Por un lado, exigieron al obispo el establecimiento de un inventario de las comunidades presentes en la Diócesis con visitantes que pueden tener diferentes perspectivas (canónica, pastoral, espiritual). Además, desde Roma exigieron la suspensión de la recepción de nuevas comunidades.
Por otro lado, la Congregación obligó a Rey a cumplir con el Motu Proprio Traditionis Custodes, con el que se restringe el uso del Misal Tradicional, y se decretó que la recepción de nuevos sacerdotes estará sujeta en adelante a la decisión del Consejo Presbiteral.
“Reconocí errores de apreciación y discernimiento en la acogida y seguimiento de ciertas comunidades, pero también destaqué los frutos misioneros y la fecundidad de los diversos carismas e iniciativas pastorales de la Diócesis. Tuve en cuenta las observaciones, los errores cometidos, sin cuestionar el trabajo de comunión misionera que debemos construir juntos”, explicó el obispo.
Apoyo de los sacerdotes al obispo
Después de su discurso, el padre Michaël Nachez, miembro del Colegio de Consultores y vicepresidente de la oficina del Consejo Presbiteral, aseguró a los sacerdotes que “es importante mantener la comunión como directriz. Esta crisis nos invita a reformarnos, a optar por más transparencia por el bien de todos. Invitó a los sacerdotes a que no duden en contactarnos para llevar los asuntos al Consejo Presbiteral».
Luego se invitó a los sacerdotes a tomar la palabra y dirigir sus mensajes y preguntas directamente al obispo Rey: un intercambio con total franqueza. Mientras algunos expresaron “desmotivación” o “desánimo”, muchos dieron su apoyo al obispo y expresaron su deseo de avanzar juntos. “Es la unidad la que prima para todo lo que esperan los fieles de esta diócesis, en torno a Monseñor y con el compromiso de cada uno”, insistió uno de los sacerdotes presentes.
Provenientes de diferentes comunidades, muchos han expresado su gratitud a Monseñor Rey. “Gracias Monseñor por su acogida, su amabilidad y su paternidad”. Muchos también coinciden en que este calvario es una oportunidad para ser lúcidos sobre las dificultades y la voluntad de remediarlas.
Escuchando las necesidades de sus sacerdotes, Monseñor Dominique Rey decidió aumentar su presencia en el terreno, a través de visitas a las parroquias, para apoyar y acompañar mejor a los sacerdotes en su sacerdocio. Este encuentro fue apreciado por los sacerdotes. “Aunque no hubo nada nuevo, fue una buena oportunidad para la libertad de expresión. Me pareció muy bueno exponer las realidades actuales y buscar la unidad” dijo uno de ellos, al final de la asamblea.