El Vaticano empieza a ceder con los obispos alemanes y permitirá la creación del Comité sinodal

Los obispos alemanes en Roma con el cardenal Fernández, Prevots y Parolin

Los combativos obispos alemanes siguen empecinados en llevar a cabo la creación del famoso Comité sinodal que tenga capacidad de gobierno y de tomar decisiones al margen de la Conferencia Episcopal y en donde estén representados también los laicos.

Pesos pesados de la Curia romana como el cardenal Víctor Manuel Fernández, el cardenal Pietro Parolin, Arthur Roche, Prevost o Kurt Koch fueron los encargados de negociar con los prelados germanos. Como si se tratase de dos entes totalmente distintos.

Lo cierto es que el Papa Francisco accedió el año pasado a mantener una línea de diálogo abierto entre la Santa Sede y los obispos alemanes antes las continuas provocaciones de los alemanes. Aunque en la Iglesia estamos viendo estos últimos meses que para quien se sale del camino hay mano dura, para los obispos alemanes provocadores hay concesiones de todo tipo.

Los obispos alemanes estuvieron reunidos durante todo el pasado viernes con los cardenales designados por Francisco para entablar este diálogo con la Iglesia alemana. Según el comunicado de prensa lanzado conjuntamente entre el Vaticano y la Conferencia Episcopal de Alemania, la conversación entre ambas partes «se caracterizó una vez más por un ambiente positivo, abierto y constructivo». La base fue el acuerdo del 22 de marzo de 2024, que prevé el desarrollo de formas concretas de sinodalidad en la Iglesia en Alemania de acuerdo con la eclesiología del Concilio Vaticano II, las exigencias del derecho canónico y los resultados del Sínodo Mundial. El resultado se someterá a la aprobación (recognisitio) de la Santa Sede.

Los obispos informaron sobre la última reunión de la Comisión sinodal (órgano de trabajo temporal), en la que se debatieron los fundamentos teológicos y las posibilidades de organización jurídica de un órgano sinodal nacional. La reunión del viernes se centró en la relación entre el ejercicio del ministerio episcopal y la promoción de la corresponsabilidad de todos los creyentes, haciendo especial hincapié en los aspectos de derecho canónico para el establecimiento de una forma concreta de sinodalidad en la Iglesia en Alemania. «Ambas partes están muy interesadas en reforzar la sinodalidad en la vida de la Iglesia con vistas a una evangelización más eficaz», se lee en la nota.

De esta conversación ha salido la ida de formar una comisión creada por el Comité Sinodal que se ocupará de las cuestiones de la sinodalidad y de la estructura de un órgano sinodal. Para elaborar un proyecto de este órgano, la comisión estará en estrecho contacto con una comisión correspondiente formada por representantes de los dicasterios pertinentes.

Dos aspectos eran importantes para los representantes de la Curia Romana: querían cambiar el nombre y varios aspectos del borrador anterior para ese posible órgano sinodal nacional. En cuanto a la posición de este órgano, hay acuerdo en que no está por encima ni es igual a la Conferencia Episcopal.

También se trató la cuestión de la futura composición de la delegación alemana que participa en el diálogo entre los representantes de la Curia Romana y la Conferencia Episcopal Alemana.

Tras la conclusión del Sínodo Mundial, las conversaciones continuarán para tratar otros temas de carácter antropológico, eclesiológico y litúrgico.

Por parte de la Conferencia Episcopal Alemana, estuvieron presentes los Obispos Georg Bätzing, Stephan Ackermann, Bertram Meier y Franz-Josef Overbeck -como Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y Presidente de las Comisiones Episcopales para la Liturgia, para la Iglesia Universal y para la Fe-, así como la Secretaria General, Dra. Beate Gilles, y el Portavoz de Prensa de la Conferencia Episcopal Alemana, Matthias Kopp.

El obispo Bätzing se sale con la suya

El heterodoxo presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania se acaba de apuntar una importante victoria de cara a los suyos. Desde el comienzo de la vertiginosa aventura sinodal, el obispo de Limburgo anunció que llevaría este desvarío hasta sus últimas consecuencias.

El jefe del episcopado alemán ha sido uno de los mayores defensores de la creación de estos polémicos comités sinodales. Muchos cardenales manifestaron su oposición a esta idea de Bätzing por atentar contra la sucesión apostólica al promover un órgano de gobierno con capacidad de toma de decisiones separado de la Conferencia Episcopal.

Hay que recordar, que en enero del 2023 la Santa Sede envió una contundente carta a la Conferencia Episcopal de Alemania (firmada entonces por el cardenal Parolin, secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Ladaria Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y por el cardenal Ouellet, Prefecto del Dicasterio de los Obispos) para advertirles de las consecuencias de crear esos Comités sinodales a los que Roma ahora da luz verde a condición de cambiar el nombre y de que no tenga el mismo rango de poder que la Conferencia Episcopal.

Por entonces, el obispo Bätzing ya anunció que seguiría adelante con su plan de implementar estos consejos sinodales a pesar de la oposición de la Santa Sede, que contó con el aval del Papa Francisco. Año y medio más tarde, con Ladaria y Ouellet fuera de juego y tras haber sido sustituidos por Víctor Manuel Fernández y Robert Prevost, el obispo Georg Bätzing ha conseguido desplazar la posición de la Santa Sede y conseguir luz verde para seguir adelante con su plan sinodal con pequeñas correcciones.

Una nueva victoria de los heterodoxos desleales alemanes frente a un Vaticano cada vez con menos peso y que cede, mostrando gran debilidad, a unos para luego sacar el látigo y ser implacables con los otros.

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