Obispo de EE UU plantea un desafío ‘legal’ al rescripto del cardenal Roche

Obispo de EE UU plantea un desafío ‘legal’ al rescripto del cardenal Roche

La última vuelta de tuerca contra la Misa Tradicional, el rescripto de Roche, ha sentado como un tiro a muchos obispos, especialmente en Estados Unidos; no por un especial amor a la tradición litúrgica, sino por la intolerable injerencia en lo que hasta ahora ha sido su exclusiva jurisdicción. Algunos, como el obispo Paprocki, han reaccionado con astucia y con la ley en la mano.

En enero, si recuerdan, ya arreciaban los rumores de que el Vaticano iba a volver a meter mano a las restricciones a la Misa Tradicional, en vista de que muchos obispos, especialmente en Estados Unidos, se estaban haciendo los remolones en la aplicación de las instrucciones vaticanas.

Se rumoreaba, por ejemplo, que ya no se dejaría celebrar Misa Tradicional en las iglesias parroquiales sin permiso de Roma, en el sobreentendido de que Roma negaría sistemáticamente ese permiso. Así que Thomas Paprocki, obispo de Springfield, en Illinois, se adelantó a la medida y en enero de 2022, formalmente redesignó el Sagrado Corazón en Springfield, donde se celebra según el usus antiquior, como iglesia no parroquial. Asunto resuelto, ya no tiene que pedir permiso a Roche.

Paprocki, que ha celebrado el rito tridentino en dos iglesias de su diócesis, no ve en sus feligreses adeptos a la Misa Tradicional ninguna de esas nocivas tendencias contrarias a la unidad que se esgrimen en el motu proprio Traditiones custodes como excusa para cargar contra el rito milenario, y así lo ha declarado a la agencia CNA.

“Encuentro que la gente allí es muy dócil a las enseñanzas de la Iglesia, y está deseosa de seguir sus enseñanzas”, dice el obispo. “Son católicos muy fieles”.

Paprocki también duda de que el rescripto responda a la intención original del Santo Padre en Traditionis custodes y señaló que la iniciativa esta vez fue del cardenal Roche, no del papa. Una cosa es Traditionis custodes, un motu proprio y como tal una iniciativa propia del pontífice, y otra la aclaración, respuesta a una solicitud iniciada por otra persona, en este caso, el cardenal Roche. “No fue el Santo Padre quien tomó la iniciativa”.

La carta adjunta del Papa, sostiene Paprocki, sugería que su intención era empoderar a los obispos. En ella el Papa dice a los obispos que «vosotros corresponde autorizar… el uso del ‘Missale Romanum’ de 1962» y «determinar caso por caso la realidad de los grupos que celebran con este ‘Missale Romanum’”.

“Cuestiono la sabiduría de [el rescripto] bajo el principio de subsidiariedad”, dice el obispo, añadiendo que el principio de subsidiariedad exige que estas decisiones se tomen “generalmente a nivel local”.

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