El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha sucumbido a la presión y críticas de los medios, políticos y grupos homosexualistas. El obispado de Tenerife ha emitido esta mañana un comunicado del obispo para referirse a sus declaraciones de esta semana en las que en un primer momento defendió la moral y recta doctrina.
«En relación a unas declaraciones mías en un programa de la Televisión Canaria, deseo decir lo siguiente: En primer lugar, pido perdón a cuantos haya podido ofender con mis palabras, de manera especial a las personas LGTBI, a quienes expreso mi respeto y consideración», afirma Álvarez en el comunicado.
El obispo nivariense ha insistido en «reconocer que no estuve acertado al responder a algunas cuestiones que requieren una más detenida reflexión y explicación. No quise fomentar la discriminación, ni comparar la homosexualidad con el alcoholismo ni con cualquier otra realidad. Lamento haber inducido a confusión y causado dolor». El comunicado concluye asegurando que «como obispo, reitero mi adhesión a las enseñanzas de la Iglesia y mi voluntad de transmitirlas fielmente. Asimismo, manifiesto mi comunión con el Papa Francisco y su magisterio».
Desde el pasado 19 de enero, día en que el obispo tinerfeño hizo esas declaraciones, los mensajes atacando al prelado fueron notorios desde todos los amitos sociales. Medios de comunicación, políticos, sindicatos, grupos LGTB e incluso sectores de dentro de la Iglesia se lanzaron contra el obispo. ¿Su pecado? Defender lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica con respecto a la homosexualidad. Contra el obispo también se lanzó una campaña en la plataforma change.org para recoger firmas pidiendo la dimisión de Álvarez.
Muchos, de nuevo, tergiversaron sus palaras, otros se escandalizaron por unas declaraciones que están recogidas en el Catecismo. En su intervención, el obispo habló de los requisitos necesarios para que algo sea pecado mortal. Y sí, cualquier acto homosexual, no la tendencia sino el acto, que es a lo que se refirió el obispo, es pecado grave como sostiene la Iglesia desde su nacimiento. Durante estos días, lo único que ha recibido Álvarez han sido críticas y reproches. Que se sepa, ninguno de sus homólogos españoles ha salido públicamente en su defensa.
Todo esto, ha provocado que Álvarez haya emitido esta mañana dicho comunicado retractándose de sus palaras iniciales. Precisamente, el comunicado se ha hecho público hoy, día en que el prelado tinerfeño termina su visita Ad Limina, junto con el resto de obispos del sur de España, en la que han sido recibidos por el papa Francisco con quien han estado reunidos cerca de tres horas.
El obispo de Tenerife defiende la moral católica sobre la homosexualidad y le llueven las críticas