Siguen llegando más reacciones al documental emitido por Disney y producido por Jodi Évole en el que Francisco se enfrentó al interrogatorio de diez jóvenes.
En este caso, el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Navarra, Fernando Simón Yarza, ha escrito un artículo en El Español en donde vuelve a poner de manifiesto el negligente manejo que está haciendo el Papa Francisco sobre el ‘Caso Gaztelueta’. Simón Yarza ya denunció hace unos meses en un informe demoledor que el Papa está siendo manipulado sobre este asunto.
El profesor de Constitucional escribe que «en el vídeo, el Santo Padre valida el testimonio del acusador en un procedimiento pendiente sobre abusos, reabierto por el propio Romano Pontífice. La Iglesia había hecho su investigación en 2015 y no vio nada punible. El profesor, desde el comienzo del caso en 2011, ha mantenido siempre su inocencia».
Simón Yarza afirma que «durante el documental, el joven mantiene una conversación con el Papa en la que le habla de los abusos supuestamente sufridos, de la condena de la AP de Bizkaia y de cómo, «por ciertas razones que no voy a entrar a valorar, pero son, cuanto menos, cuestionables» —dice él—, la condena fue drásticamente rebajada por el Tribunal Supremo —el cual afirmó no poder ir más lejos en su revisión por falta de competencia».
«El chico asegura que el centro «no privó de seguir dando clase» al profesor, y entrega al Romano Pontífice una carta que, allá por 2014, el propio Papa envió a su padre comunicándole que ordenaría una investigación. Francisco le pregunta si recibieron respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encargada del caso; y el chico lamenta que la Congregación archivó la investigación al año siguiente, ordenando «reponer el buen nombre del profesor»», agrega el profesor.
A ello, «el Papa le responde validando su testimonio sin ninguna otra audiencia», lamenta este profesor quien transcribe las palabras que dijo el Pontífice al joven: «Yo te agradezco la valentía de haberlo denunciado, porque hace falta tener pantalones para denunciar esto. No es fácil, porque los condicionamientos sociales son muy grandes. Y a veces, el que denuncia después termina siendo acusado, ¿no? de calumnias, ¿no? A veces sucede… Me duele, por lo que me decís vos, una sentencia, así, fofa, ¿no? Que al fin y al cabo parece que tiene consistencia, pero después no la tiene. Por eso, si ahora hay una sentencia firme, yo quisiera saber cuál es para hacer revisar el caso. Eso, contad con eso».
Aclaraciones y matizaciones a las palabras del Papa y de Cuatrecasas
En relación a esas declaraciones del Pontífice, Fernando Simón Yarza hace varias matizaciones y aclaraciones. Por un lado, subraya que «en contra de lo que, con falsedad, afirma el joven, el acusado dejó de dar clases desde las primeras investigaciones del caso, sin volver a hacerlo en ningún otro centro educativo».
«Respecto a las razones de la rebaja de la pena que califica como «cuestionables», conviene aclarar que fueron, nada menos, que la lesión de la presunción de inocencia —según recogió la sentencia del TS, cuyo ponente fue Manuel Marchena», remarca el profesor.
Simón Yarza destaca que «la sentencia que el Santo Padre pone en duda y califica como «fofa» es, precisamente, la sentencia de la Audiencia Provincial de Bizkaia que declaró probados los hechos tras valorar las pruebas y los testimonios, totalmente distintos, del profesor y el alumno» al mismo tiempo que incide en que «la sentencia firme a la que alude el Santo Padre para darle su aval es, sin embargo, la resolución del Tribunal Supremo, de 2020, que rebajó la condena por lesión de la presunción de inocencia, y que —de manera inusualmente insistente— afirmó no poder ir más lejos en su revisión por falta de competencia».
«Es patente que el Santo Padre se encuentra en una situación difícil y que —sin poner en duda que actúa con la mejor de las intenciones— no recuerda bien el caso ni su relación epistolar con la familia Cuatrecasas. Tampoco parece hacerse cargo, como es comprensible, de las consecuencias que tiene su propia interpretación de las resoluciones judiciales. Sin quererlo, sin embargo, podría socavar con su decisión la presunción de inocencia, actuando de hecho con una parcialidad contraria a los derechos humanos y las garantías más elementales de un proceso judicial», afirma el profesor Simón Yarza.
Por último, el profesor de la UNAV denuncia que «el velo de misericordia con que el programa envuelve lo que, en puridad, supone una condena sin garantías en un asunto sub judice, lejos de aminorar la injusticia, la agrava. Resulta encomiable —faltaría más— la valentía del Papa de acudir a las periferias, de trabar contacto con los que sufren. Pero no nos engañemos. La Iglesia no es el «show» de Évole. El vídeo se ha estrenado públicamente tras haberse informado en la prensa de que el Santo Padre no recibirá en audiencia a José María Martínez, hecho que le fue solicitado —en correspondencia con el encuentro del Sumo Pontífice con el acusador— por el cauce jurídico legítimo, la Nunciatura Apostólica de su Santidad en España. No sabemos quién está asesorando al Papa, pero este modo de abordar y despachar tan graves acusaciones, aunque pueda ser propio del espectáculo televisivo evoleviano, no se compadece con el rigor y la severidad que reclama la Justicia».