Una muestra más:
¿Por qué el Papa Francisco ordenó la beatificación del asesino Angelelli?
De no mediar una intervención directamente desde lo Alto, el 27 de abril será beatificado el obispo montonero Angelelli, junto con los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias, y el laico Wenceslao Pedernera. La causa es un supuesto martirio del ex obispo de La Rioja.
Para quienes no sepan quién fue este asesino, recomendamos que se lea estos artículos[1]. Para sintetizar en pocas palabras, hay que saber que hay dos mentiras de Francisco en la elevación de esta “abominación de la desolación” a la Ciudad santa del catálogo de los inscritos entre los bienaventurados:
- Primero, está demostrado que Angelelli murió de un accidente automovilístico. Por ende, es una falacia su supuesto martirio.
- Segundo, Angelelli, lejos de ser un pastor ejemplar, era un asesino que asesoraba al grupo comunista “Montoneros”, y que, al ser capellán militar, entregaba a muerte incluso a los comunistas que querían salir de este grupo que se especializaba en llevar a cabo la guerrilla socialista en la Argentina.
Pero lo que hasta ahora muy pocos saben son las intenciones por las cuales Francisco, sabiendo la verdad de la historia (dado que el tema se ha hablado muchas veces mientras él pertenecía a la Conferencia Episcopal Argentina) quiere llevar a cabo este hecho. Los demás Ordinarios, como cómplices y perros mudos, tampoco dicen la verdad, sino que obsecuentemente callan frente a tan gran mentira.
Bergoglio no teme el caso de la desaparición de los sacerdotes Jalics y Yorio[2]. De hecho, por eso ya ha sido juzgado. Lo que él teme es que todo el mundo sepa que él protegió al autor intelectual de los desaparecidos en Argentina. En efecto, fue Mons. Emilio Ogñénovich el que aconsejó que se tiraran al mar a los subversivos muertos por las Fuerzas de Seguridad en la época del Proceso de Reorganización Nacional, para cumplir con el decreto del Gral. Perón que, en su tercera presidencia, ordenó aniquilar las fuerzas comunistas.
El Arzobispo Ogñénovich (QEPD) fue el autor intelectual, y, sabiéndolo, Bergoglio lo recibió en la Curia del Arzobispado de Buenos Aires, sin denunciarlo. Como Bergoglio no quiere quedar mal con el tercermundismo de Argentina, por eso elevará a los altares a uno de sus principales exponentes.
[1] Para no ser exhaustivos en la bibliografía, recomendaré solo algunos textos, entre lo último que ha aparecido:
En la Cigüeña de la Torre: parte 1.
En el blog Secretum meum mihi: parte 1.
En las noticias dadas por la página Infocatólica: parte 1.
En las noticias dadas por la página Infovaticana: parte 1 y parte 2.
En la página/blog Que no te la cuenten: parte 1, parte 2, parte 3, parte 4 y parte 5.
En el blog Caritas in Veritate, con un índice hasta el momento: parte 1.
En el diario La Prensa: parte 1, parte 2 y parte 3.
De María Lilia Genta: parte 1, parte 2, parte 3, parte 4, parte 5 y parte 6.
En la página Catapulta: parte 1 y parte 2.
En el blog Sagrada Tradición: parte 1.
En la página/blog Caminante Wanderer: parte 1, parte 2, parte 3, parte 4, parte 5, parte 6 y parte 7.
En la página/blog Adoración y Liberación: parte 1, parte 2 y parte 3.
En el blog Syllabus errorum: parte 1.
En la página Hispanidad Católica: parte 1.
Por esta razón, se ha creado la página http://ligacatolica.org/ para suplicar que esta traición no se lleve a cabo.
[2] Puede verse el testimonio de Mons. Bergoglio en YouTube: parte 1, parte 2, parte 3, parte 4, parte 5, parte 6, parte 7, parte 8, parte 9, parte 10, parte 11 y parte 12.
Sugiero estudiar seriamente historia argentina antes de dar un parecer. Porque se está relativizando lo que informa el blog .Y es un asunto muy serio para tomarlo con frivolidad.
«Lo del papa haciendo la cobra a los que quieren besarle el anillo es lo más alucinante que he visto.» (Fr. Josepho)
https://twitter.com/FrayJosepho/status/1110243607108292608
Video: Francis, If you don’t want to be the Vicar of Christ, then get out of there!
These people are not kissing Jorge Mario Bergoglio, it is not all about him, and his person, as he seems to think.
They want to kiss Peter, the Vicar of Christ. It’s monstrous to deny them that.
https://rorate-caeli.blogspot.com/2019/03/video-francis-if-you-dont-want-to-be.html
Cantos de alegría
Fray Paul Marich OP
26 de Marzo de 2019
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En un día como hoy, de 1827, falleció el renombrado compositor clásico Ludwig van Beethoven. Pasó su vida escribiendo una música que ha cautivado a los oyentes, desde los severos sonidos de apertura de su Novena Sinfonía, hasta el conmovedor Für Elise y, quizás el más famoso: Su Sinfonía Num. 9, que concluye con el famoso «Himno de la Alegría.»
Beethoven fue dotado con un notable genio musical, siendo uno de los mejores compositores de todos los tiempos.
Lo que hace que su trabajo sea aún más notable, es que durante gran parte de su carrera sufrió una creciente pérdida de audición.
Esta discapacidad empeoró progresivamente a lo largo de su vida, hasta que quedó completamente sordo en su última década.
Si bien podemos disfrutar de la belleza de la música de Beethoven, es preocupante recordar que no pudo escuchar muchas de las obras maestras que creó.
Su mente le permitió imaginar el sonido y el movimiento de su música, pero, no pudo percibir toda la belleza de su trabajo cuando fue ejecutado por otros músicos.
Esto puede ser aleccionador como una metáfora para la vida espiritual. A menudo, es tentador buscar a Dios y Su voluntad sobre nosotros, en las «cosas grandes,» ya sea pidiendo un signo físico o una certeza absoluta en un tema espiritual.
Si no alcanzamos a comprender la operatividad de Dios en nuestra vida, caeremos en la decepción, pensando que Dios nos ha abandonado.
Sin embargo, aún, cuando Beethoven no pudo escuchar la grandeza de su hermosa música, es imposible desconocer la presencia y el poder de la gracia de Dios, Que trabaja en nuestra vida, de manera oculta y misteriosa.
Mediante la gracia santificante, que se nos da inicialmente en el bautismo y luego en todos los sacramentos, la vida y la presencia de Dios permanecen en nosotros de una manera estable y habitual.
Esto nos prepara para recibir las gracias actuales, esos momentos particulares en que Dios nos regala con Su amor y benevolencia.
Por lo general, las gracias actuales derivan de la recepción regular de los sacramentos.
En momentos extraordinarios, Dios puede concederlas, acompañadas de alguna gran señal o maravilla. Sin embargo, a menudo Dios trabaja en los momentos ocultos de nuestra vida, en los que no somos conscientes de que nos está transformando.
Al igual que el profeta Elías, que no pudo encontrar a Dios en el viento huracanado, en el terremoto o en el fuego ardiente, la gracia de Dios se mueve en nuestra vida en los momentos ocultos y silenciosos, como el «sonido ligero y silencioso de la brisa,» (1 Reyes 19, 12) en la que el Profeta se encontró con Dios.
Los momentos ocultos de la vida en los que Dios nos llena silenciosamente de Su gracia, también pueden ser los tiempos de prueba y dificultad.
En estas experiencias, puede parecer que Dios no está presente o que nos ha abandonado.
Si bien es posible que no seamos conscientes de Su presencia en tiempo de lucha, Dios está de hecho con nosotros, invitándonos a aceptar las pruebas de la vida y a conformarlas a la cruz de Cristo.
Estas pruebas pueden parecernos tristes, pero en realidad Dios las utiliza para componer un bellísimo poema.
Nuestra respuesta debe ser la confianza. Cristo confió en la voluntad del Padre cuando fue llevado a la muerte. Nuestra Señora confió en el designio de Dios cuando fue llamada a dar a luz al Hijo, aunque no sabía que tendría que presenciar Su ignominiosa muerte.
Los mártires confiaban en Dios cuando se enfrentaban a la persecución, creyendo que «todas las cosas cooperan para el bien en quienes aman a Dios, los que son llamados de acuerdo a Su propósito.» (Rom 8,28).
Tal confianza en la Providencia de Dios llena el corazón de alegría, permitiéndonos reconocer que ninguna prueba puede vencer al poder de Dios, que opera en nuestra vida.
Creemos que la gracia de Dios trabaja en nuestra vida, tal vez de manera aparente y evidente, aunque a menudo en momentos ocultos o en tiempo de lucha.
En el cielo, llegaremos a saber cómo ha trabajado Dios en nuestra vida durante todo el tiempo, aunque no nos demos cuenta durante esta vida.
Confiando en Él, permitimos que Dios Se sirva de estos momentos de gracia para Sus propósitos.
Al compás de esta dinámica nuestra vida se convierte en un auténtico y jubiloso canto de alegría, ofrecida para alabanza y gloria de Su Santísimo Nombre.
Precioso comentario y muy cierto. Gracias
¿Por qué la iglesia no deja que Dios ponga en las estancias que El quiera a quien El quiera, y deja de organizar el cielo?. El papa y todo el Vaticano no puede organizar la iglesia terrenal y se pone a organizar el inmenso cielo, repartiendo locales preferentes, vanidad de vanidades hasta el grado más alto. ¡por favor que paren todas esas locas canonizaciones! que parecen churros salidos a alta velocidad.
Otra beatificación difícil de explicar, como la de Stepinac, que murió de trombosis y fue declarado mártir.
El Cardenal Stepinac sufrió martirio incruento, no exento de toda clase de vejaciones bajo el régimen de Tito. Tito pidió que el Vaticano lo trasladase a otro país, pero Pío XII se negó. Sufrió juicio y fue condenado a 16 años de cárcel de los que sólo cumplió cinco y se le trató con un régimen de privilegio, dada su condición eclesiástica. Fue confinado en su casa, como párroco de su pueblo natal y murió a los 61 años, debido a un problema sanguíneo, que derivó en trombosis. Está y con toda razón, elevado a los altares como beato. No acabo de entender que Juan Pablo II le declarase formalmente mártir. San Juan Evangelista fue puesto en una caldera de aceite hirviendo ante Portam Latinam.. Salió ileso milagrosamente y murió con 120 años. Su liturgia se celebra con ornamentos blancos precisamente por haber muerto longevo de muerte natural.
De todos modos el Papa Juan Pablo en su superior conocimiento sabía lo que hacía y no hay nada que objetar. No vamos a comparar a un eclesiástico que vivió santamente y fue un campeón de la fe, alabado por el Cardenal de Hungría en sus Memorias, con un vulgar terrorista, ordenado beatificar por un Papa que no sabe donde tiene la mano derecha.
De todos mo
Este asunto me parece demasiado complejo para valorarlo a través de las informaciones recogidas en un blog. Personalmente, a pesar de haber seguido esto con bastante atención, lo único que me ha quedado claro es:
• Todo lo referente a Argentina durante los dos últimos 70 años del siglo XX, es muy confuso en todas sus facetas, de manera especial peronismo y antiperonismo, Iglesia y marxismo, en las que se mezclan idealismos y afán de justicia con asesinatos y corrupción de todo tipo a todos los niveles.
• En el caso concreto de Msr. Angelelli, la única conclusión que me parece comprobada, es que no es un mártir, sino alguien que falleció en un accidente, que era un sacerdote con inquietudes sociales y simpatizante de los “montoneros”, que a su vez no era un movimiento homogéneo. Me cuesta creer que exista alguien que en el catolicismo, o fuera de el, implore su intercesión.
• Con todo esto, me parece imposible que siga adelante el proceso de beatificación por muchos intereses que haya a su favor.