La Conferencia Episcopal de Perú acaba de hacer público la drástica medida de la Santa Sede en la que se notifica la expulsión de varios miembros del Sodalicio de Vida Cristiana.
En la nota de prensa emitida por la Conferencia Episcopal de Perú, se lee que el Papa Francisco ha tomado la decisión «tras valorar las defensas correspondientes a las denuncias que emergieron durante la ‘Misión Especial’ confiada a Scicluna y a Jordi Bertomeu«.
La investigación del arzobispo maltés y del sacerdote español se desarrolló entre los meses de julio y agosto del año 2023.
Ahora, el Papa Francisco ha decidido expulsar del Sodalicio de Vida Cristiana al ex superior general, Eduardo Antonio Regal Villa y también al arzobispo emérito de Piura, José Antonio Eguren, a quien el Papa despojó de su cargo antes de tiempo hace escasos meses.
En la lista de expulsados del Sodalicio también se encuentran los ex superiores regionales Rafael Alberto Ismodes Cascón y Erwin Augusto Scheuch Pool. El Papa también expulsa del Sodalicio a los ex formadores Humberto Carlos del Castillo Drago; Óscar Adolfo Tokumura Tokumura y a Daniel Alfonso Cardó Soria.
Por su fuera poco, el Papa también ha decretado la expulsión de otros destacados miembros del Sodalicio como Ricardo Adolfo Trenemann Young; Miguel Arturo Salazar Steiger o el periodista Alejandro Bermúdez Rosell.
Todas estas expulsiones se suman a la de Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, que fue expulsado del movimiento el pasado mes de agosto.
Motivos de la expulsión
En la nota publicada por la Conferencia Episcopal de Perú afirman que han tomado esta decisión «disciplinar» ante «la gravedad de los abusos denunciados por las víctimas, particularmente contrarios a la vivencia equilibrada y liberada de los consejos evangélicos en el contexto del apostolado eclesial».
La nota especifica que se trata de casos que guardan relación con «abuso físico, incluso con sadismo y violencia. Abusos de conciencia, con métodos sectarios para quebrar la voluntad de los subordinados y abuso espiritual con instumentalización en el fuero externo de la información obtenida en el fuero interno no sacramental o dirección espiritual».
El comunicado también habla de abusos relacionados con el el cargo y la autoridad «con episodios de hackeo de comunicaciones» o «acoso en el lugar de trabajo». También se cita abusos en la «administración de los bienes eclesiásticos» y «abuso en el ejercicio del apostolado del periodismo«. Este último caso pone en jaque a todos aquellos periodistas católicos que se dedican a la información religiosa y guardan algún tipo de relación con alguna realidad eclesial.
La nota concluye con la petición de perdón del Papa y de los obispos de Perú a las víctimas y «ruegan» al Sodalicio que «inicie un camino de justicia y reparación».
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