El cardenal Cobo ordena a once nuevos sacerdotes

Ordenaciones seminaristas Madrid
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La catedral de la Almudena volvió a llenarse este sábado para la ordenación sacerdotal de once seminaristas. Ocho del seminario conciliar; dos de los discípulos de los Corazones de Jesús y María, y uno de los franciscanos menores conventuales.

Cientos de familiares y amigos de los seminaristas -además de varias decenas de sacerdotes- participaron de la ordenación de estos once nuevos presbíteros.

«Cristo es la vid», ha recordó el cardenal Cobo en la homilía. «Somos diversos, sí, como los sarmientos, pero todos participamos del mismo Bautismo». En una ciudad, Madrid, «cada día más llena de periferias existenciales» y de un individualismo que «provoca tantas comunidades encerradas en sí mismas», ha continuado, «aquí estamos». «No somos mejores que nadie», pero sí llamados a dar fruto «para todos aquellos que necesiten el frescor del Evangelio». Algo que solo es posible, ha insistido, «caminado juntos como pueblo».

Recordando el reciente viaje de los seminaristas madrileños a Roma a ver al Papa Francisco, el cardenal Cobo les recordó las cuatro cercanías a las que hizo mención el Pontífice.

En primer lugar, cercanía a Dios «en la oración, los sacramentos y, singularmente, en la celebración de la Eucaristía». La segunda cercanía, al obispo; les ha pedido en este punto que estén cerca «afectiva y efectivamente». «Ayudadme a estar cerca de vosotros, y así de todo el Pueblo de Dios». Una tercera cercanía, al resto de sacerdotes. «No sois sacerdotes solos, nunca; nadie es sacerdote por libre», ha enfatizado.

Y la ultima cercanía, al Pueblo de Dios. «Habéis sido señalados de entre el Pueblo de Dios, no para constituir una élite especial, sino para seguir entregándoos». Y ha remarcado: «Sois sacerdotes para que Cristo siga ofreciéndose a su pueblo santo».

Las peticiones del cardenal a los seminaristas

Sinodalidad y diocesaneidad son los dos términos que van a marcar el pontificado de José Cobo en Madrid y así lo manifiesta cada vez que habla o escribe algo.

En la homilía, monseñor Cobo pidió a los nuevos sacerdotes que sean «constructores de comunidades sinodales vivas y significativas«. «Llevad a Dios las preocupaciones y las angustias de vuestras comunidades, las heridas de nuestra gente y las alegrías del Pueblo de Dios». En segundo lugar, «ayudad a detectar el paso de Dios y discernid los carismas». En este punto, ha invitado: «Reconoced la presencia del Resucitado y enseñad a orar desde la Palabra de Dios». Asimismo, les ha pedido buscar a Cristo en los más pobres. «No os olvidéis nunca de la pobreza de Cristo; sin los pobres no hay ministerio». Y ha apostillado: «El mundo os necesita como instrumentos de misericordia y caridad ante tanto sufrimiento».

Y, por último, les ha pedido ejercer su ministerio «vinculados siempre a la Iglesia diocesana». «En nombre de Cristo, impulsad el caminar juntos». En este momento, ha pedido a los laicos rezar por los sacerdotes y «dejarles espacio para que puedan encontrar su propios estilo». «Nadie se hace cura; el cura se hace con la Iglesia». «No tengáis miedo —les ha animado para finalizar—, el Señor está con vosotros».

En la celebración estuvieron presentes el obispo auxiliar de Madrid Jesús Vidal, el obispo emérito de Carora (Venezuela) Luis Tineo, y los recientemente nombrados obispos auxiliares de Madrid, José Antonio Álvarez —rector del Seminario Conciliar de Madrid, y Vicente Martín.

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