Los nacimientos se desploman en todo el mundo

Bélgica bebés asesinados
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Ya no es un fenómeno europeo, ni siquiera occidental: el mundo entero está dejando de tener hijos al ritmo suficiente para sostener la población. Las consecuencias pueden ser catastróficas.

La anticoncepción, el aborto, las identidades sexuales estériles, la propaganda antinatalista se han unido para desactivar una bomba demográfica que nunca estalló, y ahora se exhortan como virtudes al servicio del planeta, al que hay que proteger de la plaga que representamos los humanos.

Un nuevo estudio de la prestigiosa publicación científica The Lancet revela que para 2040 todas las regiones fuera de África caerán por debajo de la tasa de natalidad de reemplazo, es decir, aquella que permite, al menos, mantener la población.

La tasa de sustitución es de 1,2 hijos por mujer, según la División de Población de las Naciones Unidas para mantener los niveles de población. Si la tasa mundial cae por debajo de esa tasa, la humanidad empezará el camino hacia su extinción, algo que se pondrá en marcha a finales de siglo.

Por supuesto, se trata de modelos, pero modelos basados en una tendencia ya bien consolidada en los nacimientos en todo el mundo. La única nación que se opone a la tendencia dentro de los países de nuestro entorno es Israel, cuya tasa de natalidad registrada más reciente es de 2,9 hijos por mujer, mientras que se proyecta que las de Estados Unidos y Europa caigan en picado a 1-1,3 hasta finales de siglo.

Incluso el África negra, reserva de fertilidad en nuestro mundo, caerá por debajo de las tasas de reemplazo en medio siglo.

El informe pronostica que aquellas personas que continúen teniendo bebés en el futuro serán las más pobres y las menos educadas, asegurando: “Proyectamos que los grupos de ingresos bajos y medianos bajos (según criterios del Banco Mundial )combinados en 2021 contribuirán a la mayor parte del total de nacimientos, un 77,4% para 2100”.

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Comentarios
12 comentarios en “Los nacimientos se desploman en todo el mundo
  1. Ayer oía una conferencia de
    D. Alberto Barcena Pérez, historiador.
    Una de las realidades que manifestó del mundo de hoy, es que el pensamiento del AC se está imponiendo, apareciendo nuevos dogmas, dentro del relativismo en que nos movemos. Uno de ellos los
    «derechos sexuales y reproductivos»
    (tb aparecen en la Agenda 2030).Ante estos se doblega cualquier derecho
    natural, la razón y la ley de Dios.

    El horizonte nos muestra ya el camino por donde vamos,derechos, que no lo son como derechos constitucionales(véase Francia hace unas semanas), y no tardaremos en ser no solo violentados y perseguidos por mostrar objeción de conciencia, sino tan solo por discrepar.

    El mundo se mueve por las ideas, aunque a nosotros nos parezca que no.

    1. Así es, la Agenda 2030 se está cumpliendo sin que ni siquiera sepan lo que es más de la mitad de los afectados, que votan alegremente a los partidos que la defienden. Estarán contentos los siervos del Anticristo, como les llama don Alberto Bárcena.
      Ojalá la gente despierte y se enfrente este sindiós.

      1. La mitad?. Yo creo que somos minoría total. Es que incluso aunque el tema salga, lo esquivan.No desean ver la realidad. Por lo menos en mi ambiente. O asumen que todo se arreglará por si solo.

        Esta última, la realidad objetiva, al final siempre se hace presente. Es absurda esa conducta. Despertar, lo harán, no puedes ignorar lo evidente.

    1. Creced y multiplicaos no es una orden. Es una bendición que Dios da a Adán y Eva para que sean fecundos. Se escribe igual pero el sentido es diferente. Esto no significa que no tengamos que tener hijos, claro que sí, no querer hijos es una señal de decadencia, pero el significado es de bendición, y esto está claro. Los antiguos le tenían pánico a la esterilidad.

      1. «Creced y multiplicaos no es una orden»

        ¿Y qué era entonces? ¿Una sugerencia? ¿Para qué cree usted que puso Dios el instinto sexual en los humanos? Que algunos se hagan «eunucos por el reino de Dios», como dice Cristo, no invalida el plan de Dios que representa el mandato divino de reproducirse. Anda, que interpretar un verbo imperativo como una «bendición», no se le ocurre ni al que asó la manteca. Normal que los «antiguos» le tuvieran pánico a la esterilidad: incluso dejando al margen la finalidad espiritual de procrear (así es como Dios crea a los seres humanos para que le conozcan y vivan eternamente junto a Él: mediante la cooperación de los padres biológicos pro-creando), hasta desde un punto de vista meramente materialista y social la infertilidad es una desgracia y, cuando es provocada, un auténtico suicidio.

    2. Creen tanto que mataron al hijo de Dios. Dejémonos de mariconadas, no somos cercanos a negros ni a usureros por las sutiles razones que esas razas odian a Cristo y la raza blanca

  2. Añade a la lista de esterilizantes las vacunas, y a saber qué mas, para mí que la carne vegana, la harina de bichos, por no hablar del 666G, llevan gato encerrado
    Una vía segura es hacer lo contrario de lo que recomiendan gobiernos y televisiones, para el desdichado que las vea

  3. La gente ya no es tan ignorante y saben que mantener a un hijo dignamente cuesta un dineral que no todo el mundo genera.
    Buenos servicios pediátricos,buena alimentación, viviendas donde no se viva en condiciones de hacinamiento,buena formación…
    ¿Cuántas familias pueden permitirse esto?
    Además hay que tener en cuenta que los recursos del planeta son limitados y que una parte nada desdeñable de las tierras emergidas no son aptas para la vida humana por sus condiciones extremas.
    Malthus tenía una parte de razón.
    Hoy todo el mundo ha leído el ensayo de G. Sartori «La tierra explota».
    Solo se llenan de hijos los más ignorantes, los miembros de la farándula y algunos privilegiados.
    El común de los mortales simplemente no puede.
    Es muy duro traer hijos al mundo y no poder darles la más mínima oportunidad para salir adelante.
    Si las superélites necesitan soldadesca y marinería las van a tener que buscar entre ellos mismos, porque la gente corriente ha despertado.

    1. «La gente ya no es tan ignorante y saben que mantener a un hijo dignamente cuesta un dineral»

      Eso de que la gente «ya no es tan ignorante», lo dirá usted. Y lo segundo, para darse cuenta de que los hijos cuestan dinero no hace falta ser muy listo: los ignorantes también se dan cuenta de ello. Sin embargo, tanto muchos listos, como muchos más ignorantes, no se privan de otras cosas que también cuestan dinero (algunas de ellas más que un hijo). Por lo que, como excusa para no tener hijos, es bastante ramplona.

      «Además hay que tener en cuenta que los recursos del planeta son limitados»

      Además de que eso es mentira, porque la mayoría de los recursos que utiliza el ser humano se regeneran más rápido de lo que el hombre los utiliza, o son sustituibles, las propias necesidades humanas también son limitadas.

      «Malthus tenía una parte de razón»

      ¿En serio? ¿Cuál?

      Vaya sarta de disparates. Como portavoz de «la gente corriente» no tiene precio.

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