Obispo de Augsburgo: “Ninguna Iglesia es dueña de la verdad”

Bertram Meier, obispo de Augsburgo Bertram Meier, obispo de Augsburgo
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El obispo de Augsburgo, Bertram Meier, ha alertado contra la estrechez de miras entre los cristianos de diversas confesiones. «Ninguna iglesia es dueña de la verdad», afirma.

«Ser diferentes no es un peligro, sino una oportunidad para aprender unos de otros», señaló Bertram Meier, obispo de Augsburgo, al inicio del 40° Encuentro de Obispos Ecuménicos del Movimiento de los Focolares, que se prolongará hasta el viernes bajo el lema “Dare Unity” (atreverse a la unidad). Están presentes alrededor de 60 obispos de alrededor de 30 denominaciones cristianas y 26 naciones.

Meier invitó a los participantes a ver el encuentro como una “escuela de fe que escucha”. El encuentro es una señal del “ecumenismo de amor” que quiere el Papa Francisco. «Se encuentran aquí enamorados sin que su propia casa de fe se derrumbe».

La presidenta de los Focolares, Margaret Karram, afirmó que la «cuestión clave» de la conferencia era escucharse unos a otros y al Espíritu Santo para dar un nuevo impulso al camino hacia la unidad de los cristianos. Habló de sus experiencias en el Sínodo Mundial en Roma: «Puedo aprender con el corazón, aunque a veces guarde silencio».

Brendan Leahy, obispo católico de Limerick, Irlanda, y moderador de cientos de obispos de todo el mundo cercanos a los Focolares, dijo: «El ecumenismo ha hecho enormes progresos en los últimos cien años. Pero todos sabemos que se necesita algo más». Leahy añadió que esperaba que la reunión proporcionara una “experiencia de Jesús en el Cenáculo”. Para ello es necesario multiplicar esta experiencia con la ayuda del Espíritu Santo. «Estamos llamados a experimentar más profundamente cómo las relaciones mutuas pueden ser un lugar para experimentar a Dios. Queremos dejar que Cristo tome forma entre nosotros».

Charles May, obispo anglicano de Highveld en Sudáfrica, subrayó que el ecumenismo tiene beneficios sociales. La cooperación entre las iglesias de su patria sigue contribuyendo a la superación del apartheid y al entendimiento entre los diferentes grupos étnicos.

La comunidad espiritual de los ‘focolares’ fue fundada en 1943 por la maestra italiana Chiara Lubich y, aunque surgida dentro de la Iglesia católica, es ecuménica e interreligiosa. El nombre proviene de una palabra que significa fuego de hogar. Según sus propios datos, el focolar tiene alrededor de dos millones de miembros o 120.000 miembros en todo el mundo, de los cuales 35.000 o 3.500 miembros se encuentran en Alemania.

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Comentarios
15 comentarios en “Obispo de Augsburgo: “Ninguna Iglesia es dueña de la verdad”
  1. La verdad sólo está en la Iglesia Católica. Las otras confesiones cristianas están separadas de la verdad, y no hay salvación en ellas, tal como definió el Símbolo Atanasiano, el Concilio de Letrán IV, el Concilio de Florencia, etc.
    El enfoque ecuménico del Papa Francisco y de sus seguidores (como el obispo de Augsburgo), está en oposición con la doctrina católica que se ha predicado durante dos milenios.

  2. Este obispo es un p corrupto. Otro mas. Si de verdad piensa eso debería irse a su casa ya y dejar de corromper su ministerio. Un simple sacerdote que no crea que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida sobra. Ademas de corrupto es un majadero, con muy pocas lecturas, y ha leido con nulo aprovechamiento.

  3. A ver, burro solemne, te suena de algo “Yo soy el camino, la verdad y la vida”? Te suena de algo, zopenco? Claro que sí, pero lo tuyo es maldad, no sólo burrez.

    1. Pero eso que dice, ¿es verdad? ¿Seguro? Si no está muy seguro, sería mejor callar. Y si está muy seguro, ¿por qué le extraña la seguridad de otros? Yo creo que es un personaje inconsecuente, caótico y vanidosillo.

  4. «Ninguna iglesia es dueña de la verdad»… ¡ni ningún obispo, aunque sea católico! Porque la Verdad, como Él mismo se definió, es la dueña de la única Iglesia de Cristo.

    «Ser diferentes» (iglesias) sí es un peligro, y gravísimo, para el pueblo que anda con malos pastores, además de un signo de resistencia al Espíritu Santo, que genera la unidad, pero en la Verdad, no en componendas ni herejías.

    «El ecumenismo ha hecho enormes progresos en los últimos cien años»…. hasta que Francisco ha espantado a los ortodoxos y a los recientemente divididos anglicanos, por motivo parecido, con esa piedra de tropiezo para propios y extraños que es Fiducia suplicans.

    De nada sirve ese «ecumenismo de amor» si no se ama sobre todo el Camino (uno), la Verdad (una) y la Vida (presente y eterna) que es Jesucristo.

  5. «Ninguna Iglesia es dueña de la verdad»

    Menuda perogrullada episcopal: claro que ninguna Iglesia es dueña de la verdad. Lo primero, porque solamente existe una Iglesia, como confesamos en el Credo, que es la Iglesia Católica, fundada por Nuestro Señor Jesucristo; y, lo segundo, porque no es dueña de la verdad, sino sólo su custodia y transmisora (aunque algunos no se hayan enterado y crean que sí son sus dueños y que tienen capacidad de cambiarla).

  6. ¿Y qué es la verdad?. La pregunta retórica de Pilatos a Jesús adquiere mayor protagonismo en este tiempo de horrores dentro de la casa de Dios. Yo soy la Verdad, dice el Señor. La Iglesia fundada por Jesucristo es depositaria de la Verdad y el papa tiene el deber de confirmar a los hijos de Dios en la Verdad, esto es, en la Fe. ¿Pero lo hace?. La respuesta es que no sólo no lo hace, sino que con sus escritos y obras destruye, mina una y otra vez el depósito de la Fe a él confiado por Dios. Condena el proselitismo, cuando es el último mandato de Jesús en la tierra, permite bendecir el adulterio y la sodomía, acepta honores de la secta luciferina por antonomasia, cuando en 1999 fue nombrado socio de honor del Club Rotario (masones) de Buenos Aires. En resumen ¿Qué ha pasado con la Verdad, el Camino y la Vida confiado a la Iglesia?. Sigue estando en ella, explícito en la doctrina católica, pero no en las palabras de su administrador, que no dueño.

  7. Muchas veces tengo que hacer frente a personas que me consideran excomulgado por oponerme a tantas y tantas herejías del actual pontífice, cuando no abierta oposición a las palabras de Cristo como en el caso del proselitismo. Aducen estos, a menudo bienintencionados católicos, que si me opongo al papa o al Concilio Vaticano II, estoy fuera de la Iglesia, porque el Concilio está inspirado por el Espíritu Santo y la elección del papa también y, peor aún, los pecados contra el Espíritu Santo no tienen perdón, en palabras de Nuestro Señor. Pues bien, hablemos de ello. El Espíritu Santo inspira, pero la palabra final para obedecerle la tiene el hombre, pues si así no fuera, no existiría el libre albedrío y, por tanto, no podríamos ser juzgados. Que al Espíritu Santo, cuando inspira, se le puede desobedecer, lo dice el libro de los Hechos de los apóstoles 7: 51-60. Y respecto al papa, nadie garantiza que no se vaya a pervertir tras su nombramiento. ¿No nombró Jesucristo apóstol a Judas?.

  8. Pero eso que dice, ¿es verdad? ¿Seguro? Si no está muy seguro, sería mejor callar. Y si está muy seguro, ¿por qué le extraña la seguridad de otros? Yo creo que es un personaje inconsecuente, caótico y vanidosillo.

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