Tras el intento de acercamiento por parte de algunos jerarcas italianos con la masonería, otro alto cargo del Vaticano ha vuelto ha reiterar la incompatibilidad entre masonería y cristianismo.
Antes de Fiducia supplicans, el cardenal Víctor Manuel Fernández publicó una nota en la que reiteró la enseñanza católica sobre la masonería al afirmar que un católico no puede pertenecer a la masonería.
En esta línea –contraría a la mesa de diálogo propuesta por el arzobispo de Milán y el cardenal Coccopalmerio- se ha pronunciado el presidente de la Pontificia Academia de Teología, en una entrevista concedida a los medios vaticanos.
Monseñor Antonio Staglianò ha recordado que «la masonería es una herejía que se alinea fundamentalmente con la herejía arriana».
Y es precisamente la idea del “Arquitecto del Universo” o del gran “Relojero” defendida por la masonería la que es incompatible con la idea católica de Dios. «Porque – entra en la cuestión monseñor Staglianò – esta idea es fruto del razonamiento humano que trata de imaginar un dios, mientras que el Dios de los católicos es fruto de la misma Revelación de Dios en Cristo Jesús. En esencia, es fruto de un acontecimiento histórico en el que Dios se hizo carne, se acercó a los hombres, habló a todos los seres humanos y los destinó a su salvación».
Incluso el concepto de fraternidad expresado por la masonería está a años luz del concepto de fraternidad de la fe católica. Monseñor Staglianò sostiene que «nuestra fraternidad se establece sobre el sacramento del amor de Dios en Jesús, se establece sobre la Eucaristía, no sólo sobre la idea genérica de ser hermanos».
El presidente de la Pontificia Academia de Teología subraya la total incompatibilidad entre ser católicos y adherirse a la masonería, señalando que «en el seno de la masonería se desarrollan tramas de poder oculto que están en contradicción con la acción cristiana. En definitiva, cuando hablamos de incompatibilidad nos referimos a profundas contradicciones. Ni siquiera podemos apelar a la oposición polar del teólogo Romano Guardini para decir que pueden estar juntos».
Recorriendo la constante condena de la Iglesia contra la masonería a lo largo de los siglos, monseñor Staglianò recuerda la última respuesta a un obispo de Filipinas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, fechada el 13 de noviembre del 2023 y aprobada por el Papa Francisco, en la que se reitera que la pertenencia activa sigue estando prohibida: «Los fieles – concluye – que se adhieren a logias se encuentran en estado de pecado grave y no pueden, en ningún caso, acceder a la Comunión».
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«Humanum genus» Leon XIII
Para no perdernos.
No es una herejía, ES UNA SECTA SATANICA! Y no es que no puedas comulgar, es que te EX COMULGAS por la sola pertenencia a la secta satánica.
Marean a la gente para fulminar su cerebro poco a poco. Ahora resulta que la secta pestilente que tiene al mundo patas arriba, en sus manos, que planea destruir todo, envenenar a las personas, corromper todo, eliminar millones de seres humanos, crear una sociedad de esclavos con los supervivientes, destruir la Iglesia, etc. etc., es ….»una herejía».
Totalmente de acuerdo, sr. Atanasiu. Amplío su afirmación en un comentario más abajo. Dios le bendiga.
Hay que darse cuenta de la jugada: es una herejía y como las herejías y todo «cambia según los tiempos» …Es decir se silencia su naturaleza y su ser para meternos un descafeinado como paso previo.
Pero se les puede bendecir si van juntos y su unión es masónica.
«Todos todos todos», ¿no se lea incluye?, pobrecitos…
¿Y qué es eso de pecado grave?, supongo que una acompañamiento discerniendo es clave.
Y a veces no puedes dejar de pecar si seguir pecando, ¿y si no pueden dejar de ser masones?, porque noséquéamorislaetitia?
Venga, más…
El cardenal Gagnon presentó un informe a Pablo VI, con pruebas de que la masonería se había infiltrado en el Vaticano. (Incluso el prefecto de la Congregación de los Obispos que interviene en los nombramientos de los obispos, era masón).
Y la influencia masónica aún continúa por las estancias pontificias, como se ve, por ejemplo, en la afinidad del actual papa con la ideología masónica, y las constantes alabanzas de los masones a Francisco.
Efectivamente, Pablo VI tuvo en sus manos el informe que se hizo durante 3 años investigación , pero ya estaba demasiado débil y enfermo y nada pudo hacer. Juan Pablo II también fue conocedor de ese informe, pero lo ignoró, no le dio importancia, además a Juan Pablo II poco le interesaba el gobierno vaticano, él se centró en la evangelización, que para él era priorotaria, y el gobierno de la curia quedó en las mismas manos, de ahí que los masones camparan a sus anchas y siguiera la infiltración masónica . Así estamos ahora como estamos.
Ya lo dije en otras ocasiones, pero el Club Rotario de Buenos Aires nombró al señor Bergoglio «socio de honor» en 1999. No lo digo yo, sino los propios rotarios en su página web http://www.rotaryclubcaceres.org/noticias/el-papa-fue-socio-rotario-honorario-del-rc-buenos-aires-en-1999/13/1. Por tanto, el señor Bergoglio está fuera de la Iglesia desde ese momento y, si es así, ni es sacerdote ni obispo, y papa mucho menos. El club rotario es «el hermano menor de la masonería», y eso tampoco lo digo yo, sino Catholic.net. https://es.catholic.net/op/articulos/1908/cat/17/el-club-rotario-el-hermano-menor-de-la-masoneria.html
Sin duda la idea del Gran Arquitecto es incompatible con la Santa Trinidad y el Verbo que se encarna; pero creo que no menciona lo que está en la esencia de la masonería y que más contrario lo hace a la fe católica, y es su gnosticismo. La idea de la salvación adquirida, no por la redención de Cristo, sino por el saber oculto adquirido a través de ritos iniciáticos, es lo más pernicioso que hay en la masonería.
Ya se que no le interesará, pero los ritos Iniciáticos constituyen poderosísimos aparatos para vivenciar lo inefable cuando la simple razón no sacia a una razón simple.
Algo sí que tiene razón monseñor Staglianò, pero llamar «herejía» a la secta infernal es hacerle un favor, porque un «hereje» es el que comete un error en sus creencias, por ejemplo un arriano o un luterano, pero incluso el arriano adora a Jesucristo. La masonería es SATÁNICA, no es fruto de un error, sino de OPOSICIÓN a Dios y a su obra en este mundo. Ni siquiera los masones de los tres primeros grados, esto es, la inmensa mayoría de ellos, tienen conciencia de que ese «gran arquitecto» es Satanás. En el acceso al grado 29, se pisotea un crucifijo. El general confederado Albert Pike, grado 33, lo dice abiertamente: «La religión masónica debe ser por todos nosotros los iniciados de los altos grados, mantenida en la pureza de la DOCTRINA LUCIFERINA. ¿Si Lucifer no fuera dios, Adonay (Yahvéh), el Dios de los Cristianos, y sus sacerdotes lo calumniarían? Sí, Lucifer es dios, así como también, desgraciadamente, Adonay es Dios (Yahvéh)».
Con tanta «apertura» así nos va a los católicos.
Y luego muchos dicen que son «pastores». No les dejo yo a su cargo ni veinte borregas
Los que no se enteran son los dos obispos pierdeaceite que se reúnen fraternalmente con los masones italianos dando conferencia a diestra y siniestra.
Duc in Altum: ¡¡Claro que se enteran!!. Por eso mismo lo hacen: porque se enteran…
Mons. Staglianò estuvo presente en la última de esas conferencias, la celebrada hace poco. ¿Alguien sabe algo de su intervención en la misma, qué dijo?
Coincido en que se avanza muchísimo cuando solo se nos acusa de heréticos y se expulsa la idea satanista propia de Iker Jiménez.
Coincido en que se avanza muchísimo cuando solo se nos acusa de heréticos y se expulsa la idea satanista propia de Iker Jiménez. Y es que cuando la discusión con un cristiano romano deriva satánico entra la risa floja y abandonamos cualquier intento de compresión de las posibles razones teológicas (que las hay)