El obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte Goiricelaya, ha fallecido este sábado, 17 de febrero, a los 90 años, en el Hospital Universitario de Basurto (Bilbao), donde ingresó el pasado domingo a consecuencia de la complicación de su estado de salud a raíz de haber sufrido un ictus severo.
A través de un comunicado, la diócesis de San Sebastián ha informado que Uriarte ha estado acompañado en todo momento por sus familiares y allegados más queridos.
La misa exequial será celebrada en la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, en Bilbao, lugar en el que fue ordenado obispo. La celebración, presidida por Mons. Joseba Segura, será el próximo lunes, día 19 a las 17:00 h. Sus restos mortales serán trasladados a Frúniz (Vizcaya), donde descansarán para siempre en el panteón familiar del cementerio parroquial.
Al día siguiente, martes 20 de febrero, se celebrará una Eucaristía funeral solemne en la Catedral del Buen Pastor de San Sebastián a las 19 h., presidida por Mons. Fernando Prado Ayuso.
El obispo de San Sebastián, Monseñor Fernando Prado, ha destacado la positiva influencia que Monseñor Juan María Uriarte tuvo en él: “Me enseñó la importancia de cuidar la vida interior y de la oración constante, como aquello más necesario en la vida de todo sacerdote. Ya obispo, su única recomendación fue la de querer siempre a todos, más allá de toda circunstancia”.
Biografía José María Uriarte
Mons. Uriarte nació en Fruniz el 7 de junio de 1933. Fue ordenado sacerdote el 28 de julio de 1957. El 17 de septiembre de 1976, se hacía publico su nombramiento como obispo auxiliar de Bilbao y fue consagrado obispo el 11 de octubre de ese mismo año. El 17 de octubre de 1991 fue nombrado obispo de Zamora y obispo de San Sebastián el 13 de enero de 2000.
Comenzó su ministerio episcopal en la Diócesis de San Sebastián el 27 de febrero del 2000, ejerciendo como prelado durante diez años, hasta que Benedicto XVI aceptó su renuncia por edad en 2009. Anteriormente, Monseñor Uriarte fue obispo auxiliar de Bilbao (1976-1991) y obispo de Zamora (1991-2000).
La diócesis de San Sebastián subraya que «a lo largo de su amplio ministerio pastoral, destaca por sus esfuerzos en dos áreas muy diferentes: su preocupación por la atención a los sacerdotes y sus esfuerzos por la pacificación en el País Vasco».
En la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Juan María Uriarte fue presidente de la Comisión Episcopal del Clero (1993-1999), a la que ya pertenecía desde el trienio anterior (1990-1993). También fue miembro del Comité Ejecutivo (1999-2002) y de otras comisiones episcopales: Enseñanza y Catequesis (1978-1981) y Universidades (1978-1990).
Fue también autor de distintos libros, entre ellos Ministerio presbiteral y espiritualidad (Idatz, 2000), Ser sacerdote en la cultura actual (Sal Terrae, 2000), Una espiritualidad sacerdotal para nuestro tiempo (Sal Terrae, 2011). Seguidores y Servidores de la Palabra de Dios (Idatz), El celibato (Sal Terrae, 2014) o La reconciliación (Sal Terrae, 2013).
Su proximidad con la izquierda abertzale
Siendo ya obispo emérito, reconoció que la Iglesia vasca fue «excesivamente escueta» en su condena del terrorismo de ETA y en sus muestras de cercanía a las víctimas, aunque subrayó que, en términos generales, su contribución a la paz en Vascongadas fue «notable», reivindicando, incluso, su papel de «intermediación» entre la banda terrorista y el Gobierno del PP entre 1998 y 1999.
Durante sus años como obispo de San Sebastián, Uriarte siempre encontró el apoyo y respaldo del PNV. De hecho, como obispo no era raro oírle en sus homilías abogar por el acercamiento de presos etarras al País Vasco o equiparar a las víctimas del terrorismo con los familiares de estos presos.
En 2002 impulsó un documento crítico con la línea que la Conferencia Episcopal hablaba sobre el terrorismo y el nacionalismo en España. En él censuraba la Ley de Partidos que llevó a cabo el PP con el apoyo del PSOE y que llevó a ilegalizar al brazo político de ETA. El texto, en el que participaba Uriarte decía: «la convivencia, ya gravemente alterada, ¿no sufriría acaso un deterioro mayor en nuestros pueblos y ciudades?» y añadía que podría tener «consecuencias sombrías que prevemos sólidamente probables».
Sus tesis políticas, conocidas por todos, eran cercanas a las de Arnaldo Otegi, tal y como él mismo dijo, tras afirmar que tanto él como otros dirigentes proetarras encarcelados «asumen unas posiciones próximas a las que yo asumo». Mientras tanto, durante aquellos años se ganó el aplauso del entorno proetarra como del nacionalismo e incluso llegó a ser galardonado con el premio Sabino Arana, entregado por el PNV por «su muy significativa contribución a la paz y a la reconciliación, y por su firme defensa de los derechos humanos, de todos los derechos para todas las personas».
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¿No es enterrado en su Catedral?
Un enemigo menos de la Iglesia católica. Que Dios le perdone todo el mal que la ha hecho, y si hay lugar a ello, que le premie el bien que haya podido hacer.
No le deseo el infierno. Pero sí un largo purgatorio. Lo mismo yo me lo encuentro ahí cuando si, por la infinita misericordia de Dios, tiene a bien llevarme al mismo sitio.
Cagüenlamar que malos, malos, pastores hemos tenido, y malos malos que tenemos también.
Busquemos a los pastores santos. Que si no, yo me pierdo.
Rezad por mí. Yo todavía no rezaré por Mons. Uriarte.
Filoetarras, antiespañol, filoterrorista, traidor…este hombre era uno más de esa ralea de canallas que pusieron a la Iglesia española a los pies de quienes habían intentado destruirla en los años 30. De ser por estos tarancones España se habría convertido en una especie de Polonia o cualquier otra república soviética, donde los verdugos se convertirían en las víctimas de ellos mismos y la fe católica desaparecería del suelo patrio. Ni pena ni conmiseración por un tipo como este Iriarte!!
Qué ignorancia y rabia respiras! Qué el Señor te de la paz!
WOM
Hay que ser un cínico, un ignorante o un miserable para escribir lo que tu escribes. Luego aclaranos donde te ubicamos.
Uriarte era repugnante. Que Dios le perdone su maldad.
Un Obispo que se puso siempre al lado de los pistoleros, hay que estar siempre con la familia y una sobrina lo era hasta las trancas. Un dersacierto de Juan Pablo II, impuesto por Setien, el amparador de etarras, para dejar antes de tiempo la Diocesis de San Sebastian, que dejó como un erial,
Uriarte, en su maldad llegó a equiparar a las victimas con sus verdugos, que Dios le ampare
Comentario lleno de espiritu evangélico… Amor al otro, al «enemigo», no juzgar no condenar…
Cuando todos los dirigentes de los partidos pro etarras; BILDU, PNV, PSOE… han alabado a este Sr y hecho declaraciones favorables sobre él, está claro que no era buen Pastor. Si, era muy del PNV, débil con los terroristas y muy nazionalista, pero peor fue Setien, que se negó a hacerle un funeral a Gregorio Ordoñez, cuando le asesinaron y creo que hasta se lo prohibió a sus párrocos. No sé donde irá, sólo Dios lo sabe pero por lo menos una temporada en el purgatorio si que se merece. El otro, Setien espero que esté con su amo y sus compañeros de terror, calentito
No digo nada para no aumentar mis días de purgatorio, solo desearé que el Señor tenga piedad de su alma que tanto mal hizo.
«Amaras a tus enemigos » eso era un mandamiento de Stalin a juzgar por el amor que destilan todos estos sepulcros blanqueados que me preceden.