El modernismo sigue ganando batallas

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UNA CATÓLICA PERPLEJA

17 febrero 2024

Sábado, 10 de febrero, por la noche. Abro X (Twitter) sólo por ver novedades, en el sofá, tranquilamente, y me encuentro con el tweet del P. Pablo Pich que ilustra el texto. ¿Cómo va a estar una tranquila hoy en la Iglesia? “Tranquilidad” en el sentido de fiarse, de confiar, de “creer en la Iglesia”; no de relajo, porque bien sabemos que la vida espiritual es lucha.

Escribo esto el domingo 11, después de haber quedado realmente perpleja y dolida con el tema de la obispa; lo grave no es que la celebre una teóloga protestante, ergo hereje, sino que aparezca en portada en una supuesta revista católica. Seguramente, a estas alturas habrán aparecido ya multitud de comentarios mucho más autorizados al respecto. Esto solamente es el testimonio de una católica perpleja que hace lo que puede por vivir su fe a diario en la Iglesia, pidiendo la gracia de Dios para mantenerse fiel y reconocer y resistir los errores y mentiras. No tengo mucha formación doctrinal, pero intento formarme. He leído sobre la presencia de “observadores protestantes” en las reuniones de Consilium, la comisión establecida por Pablo VI para aplicar las reformas propuestas por el Concilio Vaticano II a la liturgia. Y me quedo perpleja. ¿Qué podemos aprender nosotros de unos herejes? ¿Qué podían aportar a la liturgia católica unos señores que no creen en la presencia real ni en que la Misa sea la actualización del santo sacrificio del calvario? Pues parece que ahora estemos en una situación muy parecida. Ya la pasada semana tuvimos el susto de leer sobre las tres señoras presentes en una reunión del Pontífice y su G-8, que en las imágenes publicadas parecían estar escuchándolas muy atentamente. Una religiosa, una virgen consagrada y la obispa anglicana de la portada de Vida Nueva (https://infovaticana.com/2024/02/06/que-pinta-una-obispa-anglicana-en-el-consejo-de-cardenales-con-el-papa/). Aquello no presagiaba nada bueno.

¿Estamos acaso asistiendo a la consumación del nefasto espíritu del Concilio? Entre otras cosas, todo esto es consecuencia del falso ecumenismo y la tóxica e innovadora doctrina de la libertad religiosa impuestas a base de propaganda y meticulosa planificación por los padres conciliares progresistas y sus teólogos en el Concilio Vaticano II, dos de los temas que más controversia suscitaron entre los padres conciliares y que han tenido las consecuencias más desastrosas, impregnando todo lo demás. Me pregunto, entre otras cosas, por ejemplo, a día de hoy, cómo es posible que todo un cardenal de la Santa Iglesia Católica como Omella tenga una “teóloga” protestante como “teóloga de cabecera” (https://infovaticana.com/2023/10/09/las-perlas-de-la-madre-sinodal-espanola-teologa-de-cabecera-de-omella/). A cool y liberal desde luego no se deja ganar el cardenal, adelantando por la izquierda, con 60 años de ventaja, a los obispos más neomodernistas del Concilio Vaticano II, quienes asistieron con sus teólogos (varones) católicos. Nadie se atrevió a ir con una teóloga protestante. Pero es que así de fantástico es nuestro Cardenal. Su “teóloga” estrella tuvo hasta participación sinodal, impartiendo sus “enseñanzas” a los asistentes, que fue seguida de bolos al ser reclamada posteriormente por algunas parroquias y diócesis palmeras para seguir impartiendo sus herejías a los fieles católicos. Llamadas por los pastores. Todo muy bien. Cabe añadir brevemente que el post de la teóloga, en la imagen, hace gala de una nefasta sintaxis; seguramente en la línea de su teología. Hasta el corrector automático más básico subraya en azul que esos puntos y comas no están donde deberían…

Hace días que Specola viene hablando de que el tema del diaconado femenino está ya cocinado (https://infovaticana.com/2024/02/09/el-vaticano-con-aval-del-papa-pisa-el-acelerador-para-la-aprobacion-del-diaconado-femenino/). Aun sin saber cuál será el resultado final, el daño ya está hecho. La siembra de confusión y el caos diseminados entre los pequeños es enorme. No entiendo por qué nos empeñamos en imitar el histórico fracaso de las sectas protestantes. ¿A dónde les ha llevado la ordenación femenina, entre sus muchas otras concesiones al mundo? ¿Están mejor que la Iglesia Católica bajo algún aspecto? No sé, número de fieles y vitalidad, por ejemplo. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que “sólo el varón (vir) bautizado recibe válidamente la sagrada ordenación” (#1577). Además, cuando los neomodernistas citan la existencia de diaconisas en la Iglesia primitiva, mienten sobre su naturaleza y su rol. Entonces, si ya san Juan Pablo II en 1994 zanjó el debate de la ordenación femenina, argumentando que “la Iglesia no tiene la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres”, ¿por qué siguen insistiendo en este tema? ¿Por qué el Papa no afirma lo que la Iglesia ha dicho siempre al respecto, sino que la insistencia sobre este tema proviene de él? Por otra parte, las mujeres que se sientan llamadas a una vocación sacerdotal o diaconal, pueden marcharse a una secta protestante que lo permita. ¿Por qué no lo hacen y nos dejan en paz? 

No sé ustedes, pero yo encuentro gravísimo este tema; como cuando los obispos distribuyeron a las parroquias carteles celebrando a Lutero como “testigo del Evangelio” en la conmemoración del V centenario de su apostasía y la fundación de su secta. ¡Hasta se llegó a colocar una imagen suya en el aula Pablo VI durante una audiencia papal! 

Gracias a Dios, hay muchas respuestas al tweet del P. Pablo Pich y la portada de Vida Nueva que muestran la fe del pueblo de Dios y su sensus fidei. Los herejes son minoritarios y mayoritariamente ancianos, pero copan la jerarquía de la Iglesia y es este aperturismo al mundo del que se hacen eco los medios de comunicación de masas; y cada vez menos, diría yo, porque la Iglesia sigue cayendo sin freno en la más absoluta irrelevancia. 

Tenemos a insaciables lobos rapaces vestidos de ovejas y a verdaderos mercenarios del mal en lugar de pastores. Pero de Dios no se ríe nadie. Nadie escapa a la justicia divina, y “a quien se le dio mucho, más se le pedirá” (Lc 12,48).

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Comentarios
32 comentarios en “El modernismo sigue ganando batallas
  1. El Papa San Pío X publicó la encíclica «Pascendi Dominici Gregis» en la que condenaba el modernismo, pero el Papa Francisco contradice el magisterio pontificio, y secunda los errores que han sido reprobados por la Iglesia, con lo que queda claro que los católicos fieles no podemos prestar adhesión a la enseñanza errática de Francisco.

    1. Decía Sto. Tomás de Aquino que la verdad es «conformidad del intelecto con la realidad.» Pero el actual Papa niega este principio y reduce la moral a un relativismo ideológico, lo que le lleva a proclamar múltiples errores con la excusa de una supuesta sinodalidad, y a escribir textos que no están en continuidad con el Magisterio de la Iglesia.

      1. Hoy estamos viendo la confluencia de años de «extender la mano a todas las religiones del mundo» Se buscó el espíritu de fraternidad en tiempos de S. Juan Pablo II en oposición del «proselitismo». Ya entonces, se reconoció que Dios ama y acepta a todos los creyentes (no solamente católicos, por supuesto). Así, el «diálogo por la vida» trajo lo de promover valores morales, de justicia social, la libertad y la paz, construyendo puentes de diálogo. Allí se mete y desarrolla un ecumenismo dónde el Evangelio como «el camino, la verdad y la vida» entra en conflicto con la igualdad exigida por las otras religiones. (Tomado de La Sabiduría de JPII, de Nick Bakalar y Richard Balkin)

  2. Dice la autora del artículo: “No entiendo por qué nos empeñamos en imitar el histórico fracaso de las sectas protestantes”. Buen resumen. Yo tampoco lo entiendo.

    1. Pues yo creo que se entiende muy bien, precisamente el modernismo eclesial es lo que busca, la destrucción de la iglesia tradicional en secta masónica. Pero nosotros sigamos con los brazos cruzados, mientras se hunde la iglesia de Cristo poco a poco como el Titanic. Señores hay que salvar la iglesia, pero no hablando solo, declarando la guerra al modernismo eclesial por tierra, mar y aire.

      1. Totalmente de acuerdo. Hay que plantarle cara a esta aberración de nueva doctrina que se nos quiere imponer, y rechazar de plano sus documentos repugnantes que incluso vienen avalados por la máxima jerarquía. La masonería ha infiltrado sus peones hasta lo más alto y es nuestra obligación combatir esta situación. Siempre junto a Jesucristo porque ese es el camino verdadero. Lejos de El no hay ni verdad ni vida.

  3. «… la tóxica e innovadora doctrina de la libertad religiosa» es la que la Iglesia Católica pide en todos los países del mundo para poder ejercer su ministerio en libertad e igualdad. No entiendo que se vea como negativa una argumentación que quiere permitir nuestra predicación en la Tierra.

    Por otro lado, considerar la ordenación femenina como única causa del declive de esas iglesias es otro grave error pues la transformación espiritual en Europa (fuera de ella es otro cantar) es multicausal y compleja, y también atañe a la Iglesia Católica.

    Por último decir que alguien miente sobre la naturaleza y el rol del diaconado femenino es cuando menos atrevido sin presentar pruebas, y supone ignorar los recientes estudios historiográficos, además de no darse cuenta de los cambios realizados por la Iglesia Católica en los campos de la disciplina o de la moral.

    1. Es que esta es la gran apostacia predicha y Dios que sabe sacar lo bueno de todo nos va a purificar y hacer nuevas todas las cosas
      MARANATHA !

  4. Es que esta es la gran apostacia predicha y Dios que sabe sacar lo bueno de todo nos va a purificar y hacer nuevas todas las cosas
    MARANATHA !

  5. Decía un padre sinodal durante el sínodo extraordinario de 1985, convocado por san Juan Pablo II para conmemorar el XX aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II: «Para la mujer, en la Iglesia, todos los derechos menos el sacerdocio. En la sociedad civil, todos los derechos menos el aborto.
    Pensando en la Verónica, aquella valiente mujer que no temió a los silbidos, insultos y puede que hasta alguna agresión de la chusma y se acercó al Señor para enjugar el sudor de Su adorable rostro, nunca he hecho caso al «qué dirán»: Aunque me llamen «machista», no al diaconado femenino.
    Me uno a lo dicho por el venerable cardenal Zen, SDB: «El sínodo sobre la sinodalidad no es sínodo».

  6. OREMOS POR ESTOS HEREJES QUE TANTO DAÑO LE ESTAN HACIENDO A LA UNICA IGLESIA FUNDADA POR NUESTRO SEÑOR. SI NO SE ARREPIENTEN LAMENTO DECIRLES QUE LES ESPERA LO QUE DICE SAN PABLO EN EL CAPITULO 10, VERSICULO 31 DE LA CARTA A LOS HEBREOS «ES TREMENDO CAER EN LAS MANOS DEL DIOS VIVO»

  7. Benedicto XVI apareció junto a una obispa luterana en la Christuskirche, el templo de la Iglesia Evangélica Luterana de Roma, donde participó en un culto protestante el 14 de marzo de 2010.
    No es nada nuevo.

    1. No lo sabía. Yo creo que para sus adentros se arrepintió, igual que Juan Pablo II y su terrible beso a un libro falso, donde tratan a Jesucristo como un simple humano profeta…
      Creo que ambos al final de sus días se arrepintieron, ya, a su manera, intentaron expiar culpas. JPII tuvo visiones proféticas sobre que el Islam destruiría Occidente (es decir, al final supo que su temible acercamiento al Islam había favorecido al maligno) y BXVI se empeñó en hacer regresar la verdadera liturgia católica, la misa tradicional (aunque ya con el Vaticano y muchos obispados invadidos por progres y masones, poco caso le hicieron).

      Bergoglio es el personaje siniestro ideal para terminar el derrumbe de la Iglesia católica. Demuestra no tener ningún temor a Dios, con su edad, cerca de la muerte, sigue obedeciendo el plan masónico de Agenda 2030. Ya sabemos a quién se debe, y no es a Dios.

  8. las mujeres católicas NUNCA pidieron dicaconar ni ser ordenadas sacerdotas, todo eso es cosa de modernistas que están infiltrados en la iglesia desde el CVII, cuyo objetivo es transformar la iglesia en un organismo amigable con el mundo, y caerle bien al feminismo y su lobby
    la mujer no necesita ordenarse, de hecho Cristo estableció el sacramento de ordenación sacerdotal solo a varones, y la figura de la mujer en la iglesia está representada por la Virgen María modelo de humildad pureza y obediencia a Dios

    dejen de mentir

  9. Por medio de su Motu Proprio «Omnium in Mentem», de fecha 26 de Octubre de 2009, el Papa Benedicto desligó la condición de diácono del ministerio capaz de actuar «in caput Christi», así como del ministerio ordenado, que queda sólo circunscrito a los Obispos y Presbiteros, quedando la condición de diáconos, pues, ligada a lo que evangélicamente (Hechos y cartas) fue, un servicio en beneficio de la comunidad (litúrgico y de caridad), por la actual reforma el canon 1009 del Código de Derecho Canónico pasa a decir:

    Canon 1009 § 3: Aquellos que han sido constituidos en el orden del episcopado y del presbiterado reciben la misión y la facultad de actuar en la persona de Cristo Cabeza; los diáconos, en cambio, son habilitados para servir al pueblo de Dios en la diaconía de la liturgia, de la palabra y de la caridad.

    Por lo tanto, al quedar al margen del ministerio ordenado, ya nada impide que pueda haber diaconisas, lo que será posible por este cambio de Benedicto XVI.

    1. El problema es que ni BXVl, ni ningún otro papa, tienen potestad para cambiar algo de Derecho divino. La Enciclopedia Católica lo explica así:

      «Aunque algunos teólogos como Cayetano y Durero se han arriesgado a dudar si el Sacramento del Orden es recibido por los diáconos, puede decirse que hoy generalmente se acepta que los decretos del Concilio de Trento han decidido el asunto contra ellos. El Concilio de Trento no sólo estableció que el Orden es real y verdaderamente un sacramento, sino que prohibe bajo anatema (Ses. XXIII, can.ii) que cualquiera niegue ‘que hay en la Iglesia otras órdenes mayores y menores por medio de las cuales se avanza hacia el sacerdocio’, e insiste en que el obispo ordenante no sólo no dice en vano ‘recibe el Espíritu Santo’, sino que el rito de la ordenación imprime un carácter. Ahora, no sólo encontramos en los Hechos de los Apóstoles, como se dijo antes, oración e imposición de las manos en la iniciación…

      1. …de los siete, sino el mismo carácter sacramental que sugiere que la comunicación del Espíritu Santo es evidente en el rito de ordenación tal como se practicaba en la primitiva iglesia y todavía hoy. En las Constituciones Apostólicas leemos:

        ‘Un diácono nombrarás, O Obispo, imponiendo tus manos sobre él, con todo el presbiterio y los diáconos de pie a tu lado; y orando sobre él dirás: Dios Todopoderoso… permite que nuestras súplicas lleguen a tus oídos y deja que tu faz brille sobre tu servidor que está destinado para el oficio de diácono (eis diakonian) y llénalo con el Espíritu y con poder, como llenaste a Esteban, el mártir y seguidor de los sufrimientos de Cristo’.»

        DOCTRINA DEL SACRAMENTO DEL ORDEN
        SESION XXIII

        CAN. II. Si alguno dijere, que no hay en la Iglesia católica, además del sacerdocio, otras órdenes mayores, y menores, por las cuales, como por ciertos grados, se ascienda al sacerdocio; sea excomulgado.

        1. CAN. VI. Si alguno dijera, que no hay en la Iglesia católica jerarquía establecida por institución divina, la cual consta de Obispos, presbíteros y ministros; sea excomulgado.

          Dicho lo cual, argumentar que Benedicto XVl «desligó» el diaconado del ministerio ordenado (como si pudiera), es como si a Francisco ahora se le ocurre «desvincular» el presbiterado del episcopado y decir que el primero ya no pertenece a las órdenes sagradas.

  10. Tengo entendido que el diaconado se instituyó para que unos hombres se dedicaran a asistir a los pobres y desvalidos y así descargar trabajo a los apóstoles que se ocupaban de la predicación. Este trabajo del diaconado lo pueden hacer las mujeres perfectamente y no veo ningun problema. En todo caso el «problema» es la tradición católica que sa ha empeñado en juntar como si fuera un matrimonio «diaconado y sacerdocio». Pues la solución pasa por corregir la Tradición histórica y volver a los orígenes.

    1. «la solución pasa por corregir la Tradición histórica y volver a los orígenes»

      Menudo oxímoron. ¿Corregir a los apóstoles, que es de donde viene la Tradición? Y, de paso, derogar el Concilio de Trento, claro. Y a los Padres de la Iglesia también, por no opinar como usted.

    2. SILVERI GARRELL
      No se ofenda, pero su comentario es casi trivial.
      No importan los origenes del diaconado, sino los finales. Lo que importa es lo que ahora es el diaconado.
      La Iglesia tiene una Doctrina, una Tradición y un Magisterio.
      Para ocuparse de los pobres no hace falta que las mujeres se hagan diaconisas. Si esa es la excusa es bastante pobre.
      Yo no se si usted es sincero o simula esa trivialidad.
      Todos lo que plantean las diaconisas lo unico que pretenden es cargarse la Iglesia cargandose el sacramento del orden.
      Comprenderá que eso que usted plantea es una ocurrencia, y que la Iglesia de toda la vida no la de Bergoglio doctores tiene que saben muchismo mas que usted, y que han establecido el diaconado tal como esta.
      Si tanta gana tiene de innovar, inventese las probricisas o las triaconisas para que se ocupen de los pobres y comenteselo al padre Jorge.

      1. Juan Nadie: Su argumento sugiere que la Iglesia ha estado en una «evolución» de imperfecta a más perfecta con los siglos, esta es una teoría engañosa como el mismo Darwinismo. Dice que no importa sus orígenes sinó sus finales, pues ya ve usted que finales con la apostasia reinante. La verdadera PERFECCIÓN estaba en sus orígenes fundacionales salida de las manos de Dios, luego con los siglos el Clero conquistó poder político y propiedades y se montó sus normas más de conveniencia que de perfeccionismo para conservar este poder. El Evangelio y los Hechos lo llevan bien claro y es donde debemos espejearnos.

        1. «luego con los siglos el Clero conquistó poder político y propiedades y se montó sus normas más de conveniencia que de perfeccionismo para conservar este poder.»

          Eso es una mentira flagrante como la copa de un pino. No fueron normas montadas a conveniencia de nadie, sencillamente porque, de haber sido un deseo humano desligado de un deseo divino, se hubiera caído por su propio peso siglos atrás.

          De todos modos, si todo se reduce a una cuestión de opinar por opinar (como si Dios y sus mandatos y directrices fueran una democracia), cabría preguntarse qué pensarían santazas de la historia de la Iglesia como Santa Teresa, Santa Cecilia, Santa Mónica, Santas Perpetua y Felicidad acerca del diaconado femenino. Muy probablemente lo hubieran mandado a tomar vientos.

          El problema es que los modernistas no sólo hacéis y deshacéis a vuestro antojo, sin ningún derecho ni autoridad, sin temor de Dios (ojo con esto, porque de Él nadie se ríe)…

          1. (CONTINÚA) y sin importaros un bledo las consecuencias, sino que plagáis de falacias cualquier argumento en contra de la Sagrada Tradición con tal de querer saliros con la vuestra.

            Pero no os preocupéis, que el cuento se os va a acabar muy rápido. Al tiempo.

  11. Tenemos un papa que por su propia naturaleza no es bueno, y se ha rodeado de otros muchos malos. Unido a que se ha desviado de Cristo, es una bomba para la Iglesia católica. Eso lo explica todo. Recuerdo los pecados capitales que se han aposentado entre estos individuos y que ya no conocen: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. A ver si se dan cuenta que están en pecado mortal y hacen penitencia esta cuaresma.

  12. Pienso que a la situación actual se ha ido llegando por una relajación progresiva en todo que viene de muy atrás. En la Iglesia se ha ido cediendo con muchas cosas desde hace mucho, primero aspectos que son de ley eclesiástica, pero que servían de freno a otros, costumbres y tradiciones. Pongo ejemplos. Leyendo el Catecismo escrito en el siglo XIX por Mazo, el canónigo magistral de Valladolid, se ve la cantidad de días de precepto que se dispensaron y suprimieron, cómo se suavizaron los ayunos (él ya en su época se quejaba de lo suaves que eran ya las normas y, desde luego, eran bastante más exigentes que, por ejemplo, en la España de los años cuarenta, que ahora nos parece envidiablemente católica, pero ya no era ni sombra de lo que había sido); el ayuno eucarístico hasta de agua, desde las doce de la noche. Lógicamente, la Iglesia tiene potestad para dispensar de estas cosas, pero lo triste es que sistemáticamente ha ido a menos, todo a menos. Ahora sigo en otro mensaje.

  13. Ya, como no es obligatorio creer en el limbo, se da por hecho que todos los niños no bautizados pueden salvarse; como no es imposible salvarse si, inculpablemente no se conoce la religión verdadera, entonces, ¿para qué molestarse en las misiones? Así todo, lo excepcional se ha convertido en regla y, de ahí, se pasa ya a lo heterodoxo y herético. Por otra parte, comparando el Breviarium Romanum, que rezaban los sacerdotes diariamente, y la liturgia de las horas de ahora, ¿en qué emplean ese tiempo de diferencia, pues está muy reducido ahora? ¿Acaso lo emplean algunos en inventar liturgias raras, herejías, o en llevar una vida igual de mundana que los paganos? Por otra parte, ni digamos el serio problema con la virtud de la castidad que parece darse en parte del clero hoy. Ya no se habla de mortificación, de la necesidad de oración y penitencia, del grave peligro de condenación eterna. Ya no se habla de esto. El desastre de hoy viene sembrándose ya de muy atrás. Ahora es extremo.

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