Cuanto más se intenta explicar Fiducia supplicans, más confusa resulta, asegura el cardenal Müller

Cardenal Müller Cardenal Müller
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Los esfuerzos de Roma por aclarar Fiducia supplicans no hacen más aumentar la confusión, asegura el cardenal Gerhard Müller, prefecto emérito del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en una entrevista concedida al National Catholic Register.

Lo que hay que hacer, asegura Müller, es volver “a la claridad del palabra de Dios” en lugar de “inclinarse ante esta ideología LGBT y del despertar absolutamente equivocada”.

El prefecto emérito para la Doctrina de la Fe volvió a insistir en que la declaración, que permite bendiciones no litúrgicas “pastorales” y “espontáneas” de personas del mismo sexo y otras “relaciones irregulares” y que ha encontrado una resistencia generalizada, especialmente en África, es “innecesario” y que las personas en relaciones entre personas del mismo sexo “no son atraídas a la Iglesia relativizando la verdad y desvalorizando la gracia, sino por el Evangelio puro de Cristo”.

“¿Cómo nos atrevemos nosotros, como siervos de Jesucristo, a hacer que esta enseñanza divina no quede clara con simples sofismas humanos?”, se pregunta Müller, que lamentó que como consecuencia de Fiducia Supplicans “nadie hable de la bendición del matrimonio, de los hijos, de la familia”, como es “nuestro deber”, en vez de “dividir a la Iglesia”.

El Papa Francisco intentó explicar nuevamente la Fiducia Supplicans el miércoles, en una nueva entrevista publicada por la revista católica italiana Credere.

«Nadie se escandaliza si doy una bendición a un hombre de negocios que puede estar explotando a la gente, y eso es un pecado muy grave», dijo el Papa. “Mientras que se escandalizan si se lo doy a un homosexual. ¡Esto es hipocresía!

Añadió que bendice a todos en el confesionario: “Yo no bendigo un ‘matrimonio homosexual’; Bendigo a dos personas que se aman [che si vogliono bene]”.