La Conferencia Episcopal Española va camino de convertirse en una de las pocas en no decir absolutamente nada sobre Fiducia supplicans.
Se piensan en Añastro que la estrategia (digna de este Gobierno) de publicar la auditoría de Cremades para despistar en medio de esta tormenta quizá les exima de tener que pronunciarse.
Mientras los obispos africanos salen en tromba a desmarcarse de las bendiciones a parejas homosexuales, nuestros obispos prefieren seguir la técnica del avestruz y esconder la cabeza bajo el suelo y esperar a que pase esta tormenta que amenaza como nunca la unidad y comunión dentro de la Iglesia.
Desde la Conferencia Episcopal Española ya señalaron esta semana a InfoVaticana que no van a emitir ningún comunicado sobre esta cuestión. Ante este silencio institucional, hemos querido preguntar a los dos cardenales que llevan el timón de la Iglesia en España.
La respuesta que hemos recibido es una mezcla entre silencio y acatamiento de lo que ha redactado Víctor Manuel Fernández y que el Papa con su firma ha aprobado.
En respuesta a este medio, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella ha señalado que acoge «con sumo respeto la declaración «Fiducia supplicans», dado su valor doctrinal». También hemos pedido un comentario o valoración al cardenal José Cobo. Desde la archidiócesis de Madrid, trasladan a InfoVaticana que el cardenal Cobo «se remite estrictamente al documento que hace el Vaticano, que es quien lo emite».
Declaraciones de Munilla, Arturo Ros y Gerardo Melgar
El obispo de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla lamentó en una entrevista que no se haya consultado «al conjunto del episcopado» al mismo tiempo que dijo estar sorprendido por que «no se haya procedido de forma sinodal».
«De hecho, me ha llamado la atención que a las 24 horas de la publicación de esta declaración, el cardenal Fernández afirme en una entrevista aclaratoria que no se pretende bendecir las uniones irregulares, sino las parejas», ha dicho Munilla en alusión a las declaraciones que hizo el cardenal argentino a InfoVaticana.
A pesar de sus críticas a esta declaración, el ex obispo de San Sebastián sostiene que «el texto de Fiducia supplicans no afirma nada que esté en contra de la fe de la Iglesia». Esta afirmación le ha costado gran cantidad de críticas entre aquellos que esperaban una declaración más contundente de Munilla. Incluso hay quien afirma que declaraciones como las del obispo Munilla en las que parece criticar una cosa pero luego intenta salvar el contenido del texto, son las más dañinas.
Por otro lado, quien se ha mostrado partidario de estas bendiciones ha sido el nuevo obispo de Santander, Arturo Ros. En declaraciones a los medios, Arturo Ros, destacó que «la bendición es un regalo de Dios siempre» y que todo «lo que venga de Dios siempre es bueno».
En este sentido, ha opinado que estas «circunstancias de reflexión y de mirar al futuro siempre hay que valorarlo positivamente. Yo estoy muy tranquilo, no me altera esto», ha apostillado
Todo esto lo dijo recociendo que no se había leído todavía el texto publicado por el Vaticano por lo que declinó dar una «opinión contundente» sobre el contenido del mismo y las palabras del Sumo Pontífice, y al no tener claro además si es «un cambio» o no.
Quien también se ha pronunciado al respeto ha sido el obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar. En declaraciones a los medios, ha querido dejar claro que bendecir «no significa aprobar la unión de dos personas del mismo sexo», asegurando que «todo hijo de Dios» tiene derecho a ser bendecido como persona y a «pedir que el Señor lo ayude».
También ha manifestado que él, «en ningún caso», se opondría a bendecir a un homosexual, ya que a quien se bendice es a la persona y no a la unión.