Alfredo Fernández responde a El País: «Esta actitud del periódico gubernamental me parece propia de unos matones de barrio»

Alfredo Fernández a las puertas de la sede de El País Alfredo Fernández a las puertas de la sede de El País sosteniendo entre las manos su libro de estilo
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Alfredo Fernández se ha convertido en noticia este sábado tras la noticia de El País al haberle señalado públicamente.

Este periodista fue quien salió en ABC contando cómo le había colado un caso falso de abuso a El País y que no habían contrastado. Lo ocurrido ha debido escocer bastante en el diario de Prisa hasta el punto que han dejado de investigar los casos de abusos para poner todos sus esfuerzos en investigar quien estaba detrás de todo esto.

Han encontrado un gancho bien goloso, que pertenece al Opus Dei, cuestión que están utilizando para atacarle a él y a la prelatura. El propio Alfredo, lejos de amedrentarse parece decidido a plantar cara al grupo Prisa. A nuestra redacción nos ha remitido el siguiente comunicado que reproducimos al completo:

El País, un master para matones de barrio

13:05 de la tarde del pasado viernes. Suena mi teléfono móvil con un número que no tengo guardado. Mi interlocutor se identifica como Íñigo Domínguez, de El País. Le reconozco entonces como uno de los artífices de la farsa que mezcla informaciones de abusos sexuales contrastados y falsos. Le saludo con cortesía y él me pregunta si prefiero que me llame Sergio (por aquello de que el falso abusado se llama Sergio Gámez).

21 minutos de charla. Al principio parece que hace preguntas inocentes y poco a poco, en el transcurso de la conversación, va mostrando sus cartas. Había hecho los deberes: me había investigado más a mi que a algunos de los casos falsos de abuso sexual que ha publicado. Si me ha indagado tanto, digo yo que podría haber usado por lo menos el mismo esfuerzo y rigor en investigar el caso de abuso del bollycao que se han comido y los que vendrán. No sé si me querían amedrentar. No creo, porque eso sería éticamente reprobable para un socialdemócrata convencido.

Cual maestro que imparte lecciones de ética me espeta que pertenezco a una institución de la Iglesia, el Opus Dei, hace un repaso a mi currículum profesional, pasado y presente, manifiesta sus dudas sobre posibles incompatibilidades laborales e incluso me siento amenazado cuando desliza que quizá haya trabajado el falso abuso en mi horario laboral…

Me pregunta si detrás de haber desenmascarado la mala praxis periodística de El País está el Opus Dei, o algún obispo. Si está la Iglesia como tal detrás de todo. Me produce hilaridad sus preguntas de macarra.

Se muestra muy preocupado por si saldrán más casos de abusos inventados y publicados en El País. Le veo intranquilo por esta cuestión. Compruebo que tiene muy estudiada toda la información que ha salido sobre el tema en todos los medios de comunicación religiosos de España, y alguno extranjero. Se lo ha leído todo. Y no hace más que preguntarme: “¿vais a parar?”. Le contesto que no puedo decirle nada al respecto, que quizá salgan a la luz algunos casos más. Me dice que sólo ha sido un caso y le reto a reconocer su mala praxis si salen más casos falsos publicados. Se niega, quizá por la tan conocida superioridad moral de la izquierda mediática.

Le explico que lo hemos hecho para desenmascarar su campaña ideológica. Que ellos no trabajan a favor de las víctimas, sino para su propio ego personal. Que si trabajaran por las víctimas se habrían esforzado en que no se les colara ningún caso falso. Lo que ellos quieren es denostar a la Iglesia, y ese es el motivo por el que hemos realizado esta auditoría a El País.

Cuando le espeto con claridad sus manipulaciones me contesta con un argumento que bien prueba su talla intelectual. Me dice que él no ha mentido en la información. Que ha contrastado con una fuente -reconoce que sólo una fuente (1)-, y que él solo informa de que la institución está investigando. Omite de manera torticera que él es el que se ha dirigido primero a la institución para contarle que tiene un caso y que lo investigue. A continuación publica la noticia de que la institución lo está investigando. Periodismo de calidad, muy objetivo y racional.

En un arrebato de chantaje emocional, me cuenta que las víctimas estaban cabreadas al día siguiente de publicarse la noticia en ABC. Y yo le contesto que sí, que las verdaderas víctimas están cabreadas porque El País no ha distinguido las verdaderas de las falsas. Si hubieran hecho bien su trabajo estaría de acuerdo con ellos, porque parecía la única manera de que los obispos se pusieran las pilas y tomaran medidas severas. Tengo la experiencia de acompañar durante un tiempo a una víctima, ayudándole en su dolor, comprendiendo sus secuelas, como para que estos maestrillos de un periodismo de pueblo me vengan a dar lecciones de no se sabe muy bien qué.

A continuación me pregunta que si creo que es ético lo que estoy haciendo, y le contesto que la falta de ética precisamente está en no contrastar las informaciones. De nuevo me ataca con su superioridad moral, que a mi, sinceramente, no me intimida. No será el primer caso, ni el último, en que un periodista se infiltra en una organización o se hace pasar por otra persona para contrastar, verificar… Nos hemos hecho pasar por víctima con un fin profesional. Esto se llama de toda la vida de Dios periodismo de investigación -tenemos miles de ejemplo en los anales del periodismo-, precisamente lo que estos becarios de El País no han hecho.

Pasa entonces a ofrecerme que participe en un programa de radio de la SER, en el que él trabaja, para contar mi versión. Le contesto que no, que yo no soy la noticia, sino que la noticia es que El País no contrasta sus fuentes y su información en casos tan sangrantes y serios como son los abusos sexuales. Me pregunta que por qué digo que esto es una cuestión ideológica y le contesto que lo es porque ellos solo están interesados en un pequeño porcentaje de los abusos sexuales que se cometen en España, obviando los que no proceden del ámbito eclesial. Y lo sé bien, pues también lo tenemos acreditado mediante correos. Lo que buscan es denostar a la Iglesia, con razón o sin ella.

Después de haber visto mi cara hoy en las páginas de El País, me reafirmo en que toda esta auditoría que estamos realizando vale la pena. La actitud de leona herida que manifiestan no hace más que confirmarnos, a mí y al equipo, que estamos desenmascarando las falsedades de este periódico, que vamos por el buen camino.

Ya que a Íñigo Domínguez se le llena la boca hablando de ética periodística, pienso que debería leer despacito el libro de Estilo de El País, que plantean como un contrato que tienen con los lectores. Contrato que incumplen por lo menos en lo referente a la información sobre abusos sexuales en España. Tampoco es muy ético intentar acojonar al mensajero haciendo gala de datos personales que obran en su poder. Después de todo esto espero que no me pase nada, ni a mi ni a mi familia, porque sinceramente esta actitud del periódico gubernamental me parece propia de unos matones de barrio. Y esto que digo es opinión, no información.

Agradezco a El País la publicidad que me ha hecho. Llevo todo el día recibiendo parabienes. Yo no quería ser noticia, ni es mi intención en ningún momento, pero a nadie le amarga un dulce, sobre todo si es para el bien de la Iglesia de Cristo.

Salud, hermano Íñigo.

 

Alfredo Fernández

Portavoz del Colectivo Sergio Gámez

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Comentarios
9 comentarios en “Alfredo Fernández responde a El País: «Esta actitud del periódico gubernamental me parece propia de unos matones de barrio»
    1. Voy a recordar otra de EP. Cuando la sentencia del caso ERE , la «noticia» en portada era : «¿ Qué es más grave, el caso ERE o el caso Gurtel ?».

  1. Buena jugada para desenmascarar a los sectarios del PAIS.
    Este periodico de impresentables, nunca les preocupo los abusos infantiles que se produjeron en los Centros de Valencia y Palma, porque gobernaba el PSOE. Son unos cinicos caraduras.

  2. José Manuel Vidal en religiondigital acaba de entrar en liza, y como veo que cita un comentario, espero que lea el mío.
    Sr. Vidal, Ud. mezcla lo que supuestamente haya hablado Alfredo Fernández con su director espiritual, con supuestas responsabilidades del Opus Dei e Iglesia jerárquica. Dígame dónde está la distinción entre fuero interno y fuero externo, que al mezclarlos es cómo Ud sabe que se han cometido muchos abusos. Cuando no le interesa, Ud no distingue entre fueros. Y luego comete una falacia, porque lo que se pretende es mostrar las dudas de veracidad de muchas acusaciones de abuso. Ud mismo lo reconoce, a veces es sólo el testimonio de uno contra uno. Pues lo siento, en un estado de derecho eso no basta, y menos para lo que Ud y sus amigos pretenden, que es una causa general contra toda la Iglesia. Se ha de compadecer a las verdaderas víctimas, pero lo que Uds pretenden, no, no lo aceptaremos la mayoría de los católicos y sacerdotes. Nunca.

  3. Voy a recordar un caso que muestra bien a las claras la etica, mejor dicho la absoluta falta de etica de Lo Pais, el papel higienico de la mañana.
    Hace años, cuando El Zarpas era Sanchez y el bachiller Montilla, nada mas y nada menos que ministro de industria (eso si que es progresar sin haber estudiado) en Septiembre de aquel año el país se despacha un día con una portada sobre los vuelos de la CIA a Mallorca. La razón era para contraprogramar una exclusiva de El Mundo que explicaba que la Caixa había condonado mil millones de pesetas al PSC, y tenía previsto condonarle otros mil, si finalizaba la OPA del Gobierno a ENDESA. Lo escandaloso del anuncio era que los vuelos no eran una noticia, sino que lo habían sido en abril, cuando EL DIARIO DE MALLORCA saco la verdadera noticia. LO PAIS, simplemente la copió integra de el Diario de Mallorca, sin decir que era algo varios meses atrasado, y sin la mas minima novedad. Son palmeros de Sanchez, cualquier ignominia se puede esperar de ellos.

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