Bien conocido es por todos los lectores de InfoVaticana el ‘Caso Gaztelueta’ en donde en todo momento hemos ofrecido una perspectiva distinta a la que ofrecen los medios convencionales y que es la que ha comprado la Iglesia; desde el Papa de Roma hasta el obispo José Antonio Satué, quien con vara de hierro juzga a José María Martínez por la vía canónica.
Mientras de puertas hacia afuera personalidades de la Iglesia que ven un despropósito en todo esto -pero callan aún sabiendo la injusticia que se está cometiendo- otros sí se atreven a hablar sobre lo que está ocurriendo. Y quienes hablan son laicos y expertos en Derecho que ven con asombro e incredulidad como la Iglesia católica está gestionando todo este asunto.
Si hace unos meses alzó la voz el profesor de Derecho Constitucional Fernando Simón Yarza con un demoledor informe que envió a todos los obispos de España, ahora también lo hace el Catedrático de Derecho Civil de la universidad de Málaga, Bruno Rodríguez-Rosado.
En un artículo de opinión publicado en La Razón, este catedrático afirma que «como jurista no puedo más que lamentar la degradación del Derecho canónico que está protagonizando la propia Iglesia católica y de la que el ya ampliamente conocido «caso Gaztelueta» es perfecto botón de muestra».
Bruno Rodríguez-Rosado hace un repaso por todo lo ocurrido hasta ahora: «los supuestos abusos a un alumno por parte de un profesor en un colegio de Bilbao ligado al Opus Dei. El caso ha llegado, en el ámbito penal, hasta el Supremo. El Tribunal apreció que la sentencia condenatoria de la Audiencia de Bilbao vulneró en buena parte la presunción de inocencia del acusado, y dictó otra reduciendo ampliamente la pena que aquélla impuso. Hasta aquí todo normal, más allá de la perplejidad que el caso pareció suscitar en el propio Tribunal Supremo, que se declara en su sentencia atado por la valoración probatoria llevada a cabo por el tribunal de instancia. La verdad de los hechos, a menos que algún protagonista se retracte, quedará reservada para el juicio final, pues es el testimonio de uno contra uno».
Explica este profesor que «lo peculiar del caso no ha sido tanto su devenir en la jurisdicción estatal, sino la deriva eclesiástica, que en estos días vuelve a primera plana». Como ya contamos en este medio, «con el asunto cerrado y después de un procedimiento de inspección que acabó con una decisión palmariamente exoneratoria del profesor implicado (al que el Card. Ladaria, instructor, ordenaba reponer en su buen nombre), circunstancias externas que poco tienen que ver con el Derecho llevaron al Papa Francisco a reabrir el caso».
El catedrático Bruno Rodríguez-Rosado se refiere al ya famoso reportaje que salió en Semana Santa llamado «Amén» que Évole tan hábilmente supo organizar. Fue el Papa quien en el propio rodaje, promete a la supuesta víctima reabrir el caso. «Y los «expertos» canonistas que asesoran al Papa ‒con la silente aquiescencia de la conferencia episcopal‒ reabren para este profesor un procedimiento canónico, aplicando una legislación posterior a la vigente al producirse los hechos, y que sólo resulta aplicable a los clérigos (siendo así que el profesor no lo es)», agrega Rodríguez-Rosado.
Concluye su artículo diciendo que «no puedo saber si el profesor fue culpable: todo lo que se va sabiendo me lleva a pensar que no. Pero tengo muy claro que lo que está en juego no es ya sólo la dignidad de este profesor, sino la del entero Derecho canónico, así como la vigencia del principio de sometimiento a la ley de la autoridad eclesiástica».
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Muy buen artículo. Así da gusto leer Infovaticana, exponiendo los hechos con exactitud .
Toda esta gente de los faldones, junto con el del camisón, son como niños traviesos jugando a sus peligrosos juegos: absolutamente irresponsables. Si al final llegase a condenarles un tribunal internacional, seguirían en modo Alicia: de rositas, como salen de todo, merced a sus oscuros protectores.
Pues anda que le preocupa al Papa lo que piensen los que él considera sus enemigos, o lo que es lo mismo, cualquier fiel a la doctrina, al magisterio, a la tradición, al catecismo… y no olvidemos que España, como argentino, y el Opus Dei, como Jesuita, se encuentran en los primeros lugares de ese odio contra los que considera sus enemigos. Estaba deseando poder manchar el prestigio de esta Institución de la Iglesia Católica, poder gritar a los cuatro vientos, que son como los demás (palabras textuales «como cualquier hijo de vecino») y ha encontrado en este pobre hombre su pieza necesaria. Lo va a machacar hasta el final, y con Él, todo el daño que pueda hacer al Opus Dei, al derecho canónico, a España, ahora tiene allí a nuestros pseudo obispos, para ver cómo destroza nuestros seminarios diocesanos (los únicos verdaderos) él que nunca estuvo en uno. Nadie va a pararle. Después de tantos años como Papa, lo tengo claro. Va a continuar su deriva destructora sin término hasta el final
¿Caso Gaztelueta?
Los católicos «oficiales», ávidos lectores del diario monárquico y del nuevo Alfa y Omega, dirán que no se puede «atacar» al Papa y a los obispos, que no ayuda ni es «cristiano» poner en evidencia sus errores y los de nuestros «pastores» y tararí que tarará. El cuento de siempre para arremeter impunemente contra la legítima libertad de los hijos de Dios y pisotear sus derechos más elementales (caso Francisco & Cuatrecasas vs Opus Dei & Martínez). Clericalismo del muy malo. Por cierto, no soy del OD ni cooperador ni simpatizante, pero la verdad es la verdad y alguna vez conviene decirlo bien alto, sin ira pero firmemente, ya que no nos escuchan. A ver si eso puede ayudar a su conversión.
Pidamos a Dios que termine de una vez esta persecución injusta a este profesor que es ahora una víctima más.
No puede ser que su agresor sea ahora la misma iglesia. No puede ser. Lo vuelvo a decir, NO PUEDER SER.
Ya está tardando el profesor en demandar a esta gentuza con cargos eclesiásticos en todos los tribunales habidos y por haber. Y reclamar una indemnización por daños y perjuicios.
Por lo demás, eran previsibles este tipo de manipulaciones jurídicas, habiendo un socialista por medio. El Derecho y la Ley son incompatibles con la PSOE. Desde que la PSOE se transformó en una logia masónica con Zapatero, han aprendido bien a (mal) usar el Derecho y la Ley para conseguir sus fines. Ahí tenemos al autócrata Pedro Sánchez, que en esto es un maestro.
Los datos que aporta en cuanto a que el caso abierto por la Iglesia se cerró no son tales. Pero por más que se diga no convencerá porque este señor es opus y como tal condicionado y parcial. Y si es tan brillante jurista bien pudiera arreglarlo aclarar a sus hermanos colaboradores de la prelatura el batiburrillo jurídico en el que se encuentran
Pero si a Bergoglio le da igual Cristo, no le va a importar un comino el derecho canónico.
La distancia entre Bergoglio y la decencia se mide en años luz.
Es casi tanta como la que hay entre MUGIOS y la sensatez.
¿Y qué tendrán en común, me pregunto, el profesor de Gaztelueta, Simón Yarza y Rodríguez-Rosado? Seguro que no tiene nada que ver, y opinan con la objetividad más pura y el desinterés más absoluto, pero es por saberlo.