Hace tan solo unos días, el Santo Padre recibió en el Vaticano durante 50 minutos a Jeannine Gramick, junto con tres miembros del Ministerio New Ways.
La cofundadora del Ministerio New Ways, «llevó saludos al Papa Francisco de parte de los católicos LGBTQ+ de la iglesia de EE. UU. Le agradeció su apertura a bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, así como su oposición a la criminalización de las personas LGBTQ+ en la sociedad civil», según apunta la propia web de esta organización condenada por Ratzinger.
La monja estadounidense Jeannine Gramick, de 81 años, recibió en 1999 una sanción de Doctrina de la Fe, dirigido entonces por Joseph Ratzinger. Ahora, tras haberse reunido con Francisco, se siente legitimada para defender el matrimonio homosexual dentro de la Iglesia y la ordenación de mujeres, tal y como ha declarado al Quotidiano Nazionale.
Según Gramick, la Iglesia y sus miembros «los han condenado (a los homosexuales) al ostracismo, haciéndolos sentir como leprosos modernos. Todo esto por falta de conocimiento o comprensión.» Mientras que el Papa Francisco «nos ama con el amor de Dios», Benedicto XVI «se preocupó por mantener la verdad de la fe. Francisco cree que esto es muy importante, pero también se da cuenta de que el mundo ha cambiado y que la Iglesia necesita predicar y vivir la fe de una manera que la gente de hoy pueda entender. Ahora comprendemos mucho más a los hombres y mujeres LGBTQ+ que en el siglo pasado».
Esta polémica monja, que fue censurada por Ratzinger por hereje, sostiene que es comprensible que Francisco no cambie la doctrina sobre la homosexualidad: «No es tarea de un Papa cambiar la enseñanza de la Iglesia. El Pontífice debe proclamar la fe del pueblo. Sólo cuando sepa en qué cree la gente podrá hacer una declaración oficial. Como en la Iglesia primitiva, la gente necesita unirse, hablar desde sus experiencias y escuchar”.
Piensa que siguiendo esa hoja de ruta, la Iglesia llegará a aprobar el matrimonio homosexual: «Un día lo hará, pero ésta es sólo mi opinión. Es necesario que el pueblo de Dios discuta este tema en futuros sínodos». Gramick está de acuerdo con el sacerdocio y el diaconado femenino. Y responde a quienes dicen que apoya a los gays porque ella es homosexual: «No importa si yo, o cualquier otra persona, somos homosexuales o heterosexuales. Todos deberíamos apoyarlos, porque Dios nos ama a todos».
El Papa recibe en el Vaticano a la monja LGTB, Jeannine Gramick, que fue censurada por Ratzinger