Francisco fue preguntado en el vuelo de vuelta de Portugal por su referencia al “todos, todos, todos” referido a los que tienen acogida dentro de la Iglesia y dio una respuesta perfectamente ajustada a lo que cree la Iglesia. No debería ser noticia, pero lo es.
Se diría que tanto en el mundo como en la Iglesia hoy todo estuviera en relación con un ‘colectivo’ que se arroga la representación de una ínfima proporción de la población mundial, definida por sus gustos sexuales. Por eso cuando el Papa dijo en Lisboa que en la Iglesia hay espacio para “todos, todos, todos”, lo que no dejaba de ser una perogrullada se convirtió en titular.
Si Benedicto XVI o Juan Pablo II hubieran dicho en alguna de sus respectivas JMJ que en la Iglesia hay espacio para todos, los medios no le hubieran sacado jugo alguno a la frase, evidente al menos desde el Concilio de Jerusalén. Cristo ha llamado a todos, justos y pecadores. Pero no fue eso lo que se quiso entender, quizá comprensiblemente.
Así, a nadie se le pasó por la imaginación que el Papa estuviera diciendo que los secuestradores, los usureros, los asesinos en serie, Bill Gates lo mismo que Donald Trump, están llamados a seguir a Cristo en su única Iglesia, aunque así es, de hecho. Todo el mundo lo entendió como un guiño al colectivo de marras, dispensándolo del arrepentimiento de sus pecados. Porque, al parecer, hoy son el centro del universo, y acoger se entiende como condonar estilos de vida.
No sin motivo, hay que decir. Es difícil de ocultar el hecho, muy a la vista, que los últimos años de pontificado, proceso acelerado en los últimos meses, se han dado pasos oblicuos que apuntan a una ‘suavización’ de la pastoral, si no directamente de la doctrina, en torno a la consideración del pecado que, en palabras de la Escritura, “invoca la ira de Yahvé”. Ahí, en la propia JMJ, hemos tenido al padre James Martin disertando de su monotema, ha habido ‘misas LGTBI’, los últimos nombramientos de Francisco han favorecido a prelados especialmente cercanos al ‘lobby’ y la ‘causa’ está recogida en el Instrumentum laboris del Sínodo de la Sinodalidad.
Así lo entendió un periodista que interrogó a Francisco en vuelo. “La Iglesia está abierta para todos, pero al mismo tiempo no todos tienen los mismos derechos, oportunidad, en el sentido de que por ejemplo mujeres, homosexuales no pueden recibir todos los Sacramentos”, fue la pregunta. “Santo Padre, ¿cómo explica esta incoherencia entre “Iglesia abierta” e “Iglesia no igual para todos”? Gracias”.
Francisco respondió a este patético intento de mezclar churras con merinas y aplicar a la Iglesia categorías mundanas con un mensaje, sino contundente, al menos sí ortodoxo, lo que tampoco debería ser noticia en un Papa.
“Usted me hace una pregunta sobre dos puntos de vista diferentes, la Iglesia es abierta para todos, luego hay legislaciones que regulan la vida dentro de la Iglesia. El que está dentro está según la legislación, lo que dices es una simplificación: ‘no puede hacer los sacramentos’”, respondió el Papa.
“Eso no quiere decir que la Iglesia esté cerrada, cada uno encuentra a Dios en su camino dentro de la Iglesia, y la Iglesia es madre y guía a cada uno en su camino. Por eso no me gusta decir: vienen todos, pero tú, éste, pero el otro… Cada uno, cada uno en la oración, en el diálogo interior, en el diálogo pastoral, busca el camino a seguir”, agregó.
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Como blanqueais al personaje.
Y el en su tónica:dos para adelante una para atrás. Avanzamos un paso.
Es la ortodoxia personificada. Di que si!!.
No veo que Francisco aclarara nada. Al contrario, con su respuesta no corrige sino que ratifica lo que dijo, de modo que él da cabida sin arrepentimiento a los abortistas, a los lgtbi, y a los adúlteros (entre otros), y así lo confirma con muchas actuaciones.
Y ese proceder de Francisco no se ajusta a la doctrina católica, y además da una falsa tranquilidad a pecadores a los que no exhorta a convertirse, sino que anima a ser pertinaces en su pecado.
Unicamente no tienen cabida los rígidos que siguen la Tradición y la Doctrina de la Iglesia de toda la vida.
EL GRAN ENGAÑO!!! Y NINGUN CARDENAL U OBISPO DICE NADA?.
Pues a mí me parece una respuesta bastante ortodoxa
Efectivamente NO ACLARA NADA DE NADA…
– Periodista con la pregunta malvada: Papa Perogrullo, ¿cómo explica esta incoherencia entre “Iglesia abierta” e “Iglesia no igual para todos”? Gracias”
– Perogrullo I dixit: porque todos están llamados pero no todos serán los escogidos… es fácil de entender de lo obvio que es…
El Papa se equivoca, pues una cosa es buscar la conversión de todos, y otra muy distinta dar cabida a cualquiera sin conversión, con la excusa del acompañamiento, el diálogo pastoral, y otras simplicidades. Ésta es una forma solapada de cambiar la moral de la Iglesia, y aceptar conductas que la Biblia rechaza. Se trata de la misma estrategia del nuevo orden mundial que pretende subvertir los valores.
Para mi la clave es saber qué significa «acoger»
Si acoger, como todo indica, significa que pueden comulgar, entonces estamos hablando de blasfemia y herejía
Por lo que se ve, Bergoglio ha sido escogido por los masones del NOM para ser el papa de la nueva religión sincrética universal.
Al decir «todos, todos, todos», en vez de decir «todos, todas, todes», ya está diciendo, sino todo, bastante.
Lo que diga este individuo me da igual. Ni caso. Es muy malo. Si hubiera hecho esto a lo largo de mi vida, no hacer caso a los malos, no me habría entrado un cáncer. No quiero que vuelva. Y este señor puede contribuir de nuevo a otro. Aunque el que he tenido lo ofrezco para que la Iglesia no desaparezca con este hombre.
Entonces ¿se va a suprimir el catecumenado o se mantiene? Y con lo de la tolerancia cero ¿qué se va a hacer? Yo creo que en todo esto hay una grave falta de discernimiento…
todo eso deberá de ser un problema cuando el Nuevo gobierno mundial, pacifista, ecologista y ecuménico redefina y legisle el significado de mujer y hombre. Llegará un momento en que no se permitirá hacer distinción alguna entre sexos, bajo pena de cárcel. Tampoco se permitirá ejercer ningún tipo de control de los padres hacia los hijos , bajo pena de cárcel. el ser humano será definido así a secas. Ya no se les llamará mujer y hombre, niño y adulto, blanco y negro. La única distinción permitida será entre humanos y máquinas. Eso es el gobierno del anticristo que ya estamos sufriendo, y al que casi todos acogen con alegre disposición.
Solo unos pocos resisten, y son y serán atacados con dureza. Cómo lo fueron los primeros cristianos… volverán los circos, las fieras y el público a pedir sangre … solo que el género humano ha superado en crueldad a cualquier fiera salvaje. Basta pasearse por las calles de algunos barrios de la moderna y cosmopolita Barcelona.
Pues yo creo que los anormales del NOM se van a quedar con las ganas… Es imposible que tanta iniquidad llegue a término. Además de malos, son estúpidos.
La JMJ de Lisboa con el Papa Francisco, es un hermoso éxito de la Iglesia.
El éxito de la Iglesia se mide en almas que se salvan, que es su primera y principal misión. ¿Cuántas de éstas ha contado usted en Lisboa? Si no, hablar es gratis (mejor no le pregunto cuántas han comulgado en pecado mortal).
Ante semejante masiva asistencia de jóvenes, seguramente entre los que estaban en problemas, muchos se habrán convertido sinceramente. Fueron numerosas las confesiones.
Totalmente incomprobable. Y seguramente hayan sido muchas más las no-confesiones (que tampoco ha contado usted). El problema no es cuánta gente se ha «convertido», sino a qué y en qué se han convertido (ya lo dijeron los organizadores: que la JMJ de Lisboa no era para convertir a nadie a Cristo; así que cualquier conversión se podía haber producido también en Disneylandia o en una playa, pues no puede ser efecto directo del entorno o el evento, cuando el mismo no tenía tal objetivo).
No me fío de las confesiones de gente exaltada por el momento que están viviendo… Pero, indudablemente, a alguno le habrá hecho bien la JMJ.
Por fin leo un artículo escrito de manera sincera y equilibrada. Todavía hay esperanza, en todos los sentidos. Muchos tienen una imagen del Papa exageradamente negativa, malvada y adulterada hasta el extremo. Francisco no quiere cambiar la doctrina ni destruir la Iglesia, no es un masón, sino que busca erradicar el clericalismo y los viejos vicios eclesiales que cierran puertas más que tender puentes e impiden ampliar la Tienda del encuentro. Por eso valora tanto el diálogo y la acogida. La clave y lo que Espíritu está pidiendo lo he entendido y es lo siguiente:
Acoger para escuchar, escuchar para entender, entender para ayudar!
No es encerrarse en uno mismo, en un catolicismo mal entendido, en un cristianismo hecho ideología, fortaleza religiosa, o tribunal espiritual, juzgando, discriminando, seleccionando a priori y precipitadamente en base a una rigidez intransigente tipo farisaica. Esto es lo que Francisco no quiere, porque sabe que este no es el camino de amor de Cristo.
Las palabras de Francisco en el avión fueron: «Por eso, haciendo una pregunta: por qué los homosexuales no… ¡Todos! Y el Señor es claro: enfermos. Sanos, viejos y jóvenes, feos y guapos… ¡buenos y malos!»
No se puede descontextualizar sus palabras ni su intencionalidad. El papa Francisco tiene un camino claro marcado. Dijo que estaba a favor de las uniones homosexuales; nombró como «guardián de la fe» a Tucho donde en una homilía suya lanza exactamente el mismo mensaje del «caben todos» refiriéndose a normalizar la homosexualidad. El sucesor de Tucho, va en la misma línea. La herejía del Papa Francisco es muy sutil, como lo han sido todos los herejes. El sabe que la Iglesia sostiene desde siempre que el acto homosexual es pecado, y que aquél que tiene tendencia homosexual no es pecado. Pero lo que ha dicho la Iglesia desde siempre es que esa tendencia, a pesar de no ser pecado, no es natural y ordenada. Es una situación de desorden (Gen 2,24). Y el papa viene a decir que no lo es.
«Francisco no quiere cambiar la doctrina ni destruir la Iglesia»
No diga usted mentiras, que es pecado: hasta el mismo lo ha dicho (que es su intención, no que pueda hacerlo). Ahí está «Amoris laetitia» para contradecirle a usted. Naturalmente la doctrina lo ha cambiado; pero Francisco cree que sí (y sus mariachis también). Hasta el punto de pensar que cambiando el catecismo cambia la doctrina, cosa que no puede ser más ridícula. Y que no le gusta la Iglesia, ni los curas, ni los fieles católicos (a quienes insulta constantemente), es más que evidente. Por eso le gusta a usted.
Donde dice: «Naturalmente la doctrina lo ha cambiado»,
debe decir: «Naturalmente la doctrina no ha cambiado».
Acoger para escuchar, escuchar para entender, entender para ayudar. Esta es la clave que Francisco quiere hacer notar, evitando el clericalismo y toda rigidez de tipo farisaico.
AGIOS, Ud no conoce ni el CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA ni ha ido leyendo a este Papa ni tantas cosas que ha alabado o ha condenado ( su ignorancia de la historia es añadida – me refiero a la de este pontífice)… Este señor es pura falsedad, nos ha demostrado que es un demagogo y calculado ambigüo en sus enseñanzas… Y tantas cosas durante estos 10 años… Yo cuando vi y oí como alababa al «testigo del Evangelio» (Lutero en 2017) se me fueron las dudas acerca de este GRAN IMPOSTOR disfrazado de partorceteee.
No le tiene que explicar nada al troll: lo sabe de sobra ¿Por qué cree que hace la ola a Francisco? Precisamente por lo que usted describe.
Parte final de la «de arena»:
«[…] Hay como una mirada que no entiende esta inserción de la Iglesia como Madre y piensa en ella como una especie de empresa que para entrar hay que hacer esto, hacerlo de esta manera y no de aquella… Otra cosa es la ministerialidad de la Iglesia, que es la manera de sacar adelante el rebaño y una de las cosas importantes es la paciencia, en la ministerialidad: acompañar a las personas paso a paso en su camino hacia la madurez. Cada uno de nosotros tiene esta experiencia: que la Iglesia Madre nos ha acompañado y nos acompaña en nuestro propio camino de maduración. No me gusta la reducción, esto no es eclesial, esto es gnóstico. Es como una herejía gnóstica que hoy está un poco de moda. Un cierto gnosticismo que reduce la realidad eclesial y esto no ayuda. La Iglesia es Madre, recibe a todos, y cada uno hace su camino dentro de la Iglesia, sin publicidad, y esto es muy importante. Gracias por el valor de hacer esta pregunta. Gracias.» – Papa Francisco
«Hay como una mirada que no entiende esta inserción de la Iglesia como Madre y piensa en ella como una especie de empresa que para entrar hay que hacer esto, hacerlo de esta manera y no de aquella…»
Y eso lo dice quien no para de mandar «visitas apostólicas» a órdenes e institutos religiosos ortodoxos para quedarse con los dineros, como ha hecho con la ex Soberana Orden de Malta o intentó, sin éxito, con los Franciscanos de la Inmaculada; sin hablar de los turbios negocios ordenados hacer a persona interpuesta (Becciu en el caso de Londres, por ejemplo). ¿Quién dice que cree que la Iglesia es una empresa?
Pero, si a lo que se refiere es que para ser católico hay que cumplir unas condiciones previas, como profesar la fe católica, o que para recibir el perdón de los pecados se necesita el arrepentimiento, no sé de qué se extraña: eso es así por Derecho divino, desde que Cristo fundó la Iglesia (será otro reproche velado a Él, y ya van…).
Pasa de ser la homosexualidad una tendencia desordenada en el hombre a ser algo querido y aceptado por Dios. Esta herejía de Francisco se enmarca dentro de su estrategia general establecida en la Declaración de Abu Dhabi «el pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos». Las consecuencias de tal herejía (Niega el dogma de la creación) son desastrosas a la larga. Si se empieza sosteniendo que la homosexualidad no es una tendencia desordenada, lo siguiente es no considerar el acto o la unión homosexual (en cualquiera de sus vertientes) como pecado. Y comulgar será el paso inmediato. Decía un gran pensador católico que las palabras talismán como lo del «diálogo» o «Caben todos» se desarman explicitando su significado o forzando al hereje que a la explicite para descubrir sus intenciones reales y ocultas. Y este artículo cae miserablemente en el juego de Francisco al defedel
Amo a la Iglesia, y respecto de este Papa no puedo decir otra cosa que «Por favor, haz silencio, deja de decir lo que «a ti» te parece de las cosas». Lo único que haces es generar confusión, superficialidad e ideologización. Insoportable.
Márchese, Sr. Bergoglio
Me encanta la justificación que hicieron en una nota en Exaudi sobre el doble discurso del papa. Copio una parte: «Por ello, el hecho de que Francisco tenga un “doble discurso”, no tiene nada de peyorativo, pues en realidad expresa un pensamiento analógico, que se amolda al tipo de realidad y de circunstancia en la que se encuentra. Consigue así la síntesis de los contrarios -que tanto desconcierta a algunos tanto dentro, como fuera de la Iglesia-, disolviendo así los nudos de las oposiciones dialécticas. Puede entonces gritar con entusiasmo y verdad: “todos, todos, todos”, sin renunciar al aspecto doctrinal de la Iglesia: el sacerdocio está reservado a los varones y quienes viven habitualmente en situación de pecado grave, no deben acercarse a comulgar.»
Nadie duda que a usted le encante, pero no es más que retórica con mucha palabra y poco contenido; y éste totalmente alejado de la realidad. Para algunos el principio de no contradicción no aplica, y son capaces de decir una cosa y su contraria y, encima, justificarlo diciendo que es lo mismo. Hace ya mucho tiempo que las palabras «ambiguas» de Francisco dejaron de serlo, porque cuando se pone a explicarlas (no puede evitarlo; es lo que tienen los verborreicos) deja clara su postura de forma cristalina: siempre en la línea heterodoxa.
Tantos no cabrán en la Iglesia como dice el Papa. Al menos en 2021-2022 los que no presentaran certificado digital de vacunación no eran bien recibidos en el Vaticano. Esa es la Iglesia en camino y acogida que la Santa Sede promulga.