El Papa a los jóvenes: «En la vida, no siempre uno puede hacer lo que quiere, sino aquello que la vocación que tengo dentro»

Francisco durante la vigilia de la JMJ Francisco durante la vigilia de la JMJ
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El Papa Francisco se dirigió ayer a los cientos de miles de jóvenes que se congregaron en la vigilia de la JMJ en el Parque Tejo» de Lisboa.

Ante millón y medio de personas, el Pontífice afirmó que «la alegría es misionera, la alegría no es para uno, es para llevar algo» y pidió a los jóvenes contagiar esa alegría cuando termine esta Jornada Mundial de la Juventud.

El Obispo de Roma recordó a los jóvenes que «en la vida, no siempre uno puede hacer lo que quiere, sino aquello que la vocación que tengo dentro —cada uno tiene su vocación— nos lleva a hacer. Caminar; si me caigo, levantarme o que me ayuden a levantarme; no permanecer caído; y entrenarme, entrenarme en el camino».

Les ofrecemos el discurso completo del Papa Francisco durante la Vigilia de la JMJ: 

Queridos hermanos y hermanas: Boa noite!

Me da mucha alegría verlos. ¡Gracias por haber viajado, por haber caminado, gracias por estar aquí! Y pienso que también la Virgen María tuvo que viajar para ver a Isabel: «partió y fue sin demora» (Lc 1,39). Uno se pregunta: ¿por qué María se levanta y va deprisa a ver a su prima? Claro, acaba de enterarse de que la prima está embarazada, pero ella también lo está. ¿Por qué entonces va a ir si nadie se lo pidió? María realiza un gesto no pedido, no obligatorio, María va porque ama, y «el que ama, vuela, corre y se alegra» (Imitación de Cristo, III, 5). Eso es lo que nos hace el amor.

La alegría de María es doble: ella acaba de recibir el anuncio del ángel que iba a recibir al Redentor y también la noticia de que su prima está embarazada. Entonces, es curioso: en vez de pensar en ella, piensa en la otra. ¿Por qué? Porque la alegría es misionera, la alegría no es para uno, es para llevar algo. Yo les pregunto a ustedes: ustedes, que están aquí, que han venido a encontrarse, a buscar el mensaje de Cristo, a buscar un sentido lindo a la vida, ¿esto se lo van a quedar para ustedes o lo van a llevar a los otros? ¿Qué opinan? ¡Es para llevarlo a los otros porque la alegría es misionera! Repitamos todos juntos: ¡la alegría es misionera! Y entonces yo tengo que llevar esa alegría a los demás.

Pero esa alegría que nosotros tenemos, también otros nos prepararon para recibirla. Ahora miremos para atrás, todo lo que hemos recibido, lo que hemos recibido y han preparado, todo eso, ha preparado nuestro corazón para la alegría. Todos, si miramos hacia atrás, tenemos personas que fueron un rayo de luz para la vida: padres, abuelos, amigos, sacerdotes, religiosos, catequistas, animadores, maestros. Ellos son como las raíces de nuestra alegría. Ahora hacemos un segundo de silencio y cada uno piensa en aquellos que nos dieron algo en la vida, que son como las raíces de la alegría.

[Momento de silencio]

¿Encontraron? ¿Encontraron rostros, encontraron historias? Esa alegría que vino por esas raíces es la que nosotros tenemos que dar, porque nosotros tenemos raíces de alegría. Y también nosotros podemos ser, para los demás, raíces de alegría. No se trata de llevar una alegría pasajera, una alegría de momento. Se trata de llevar una alegría que cree raíces. Y me pregunto: ¿cómo podemos convertirnos en raíces de alegría?

La alegría no está en la biblioteca, encerrada, aunque hay que estudiar, pero está en otro lado. No está guardada bajo llave, la alegría hay que buscarla, hay que descubrirla. Hay que descubrirla en nuestro diálogo con los demás, donde tenemos que dar esas raíces de alegría que nosotros hemos recibido. Y eso, a veces, cansa. Yo les hago una pregunta: ¿ustedes se cansaron alguna vez? Piensen lo que sucede cuando uno está cansado: no tiene ganas de hacer nada, como decimos en español, uno tira la esponja porque no tiene ganas de seguir y entonces uno se abandona, deja de caminar y cae. ¿Ustedes creen que una persona que cae en la vida, que tiene un fracaso, que incluso comete errores pesados, fuertes, ya está terminada? No. ¿Qué es lo que hay que hacer? Levantarse. Y hay una cosa muy linda que quisiera que hoy se la llevaran como recuerdo: los alpinos, que les gusta subir montañas, tienen un cantito muy lindo que dice así: «En el arte de ascender —la montaña—, lo que importa no es no caer, sino no permanecer caído». ¡Cosa linda!

El que permanece caído se «jubiló» de la vida ya, cerró, cerró la esperanza, clausuró la ilusión y ahí queda caído. Y cuando vemos alguno —amigos nuestros que están caídos—, ¿qué tenemos que hacer? Levantarlo. Fíjense cuando uno tiene que levantar o ayudar a levantar a una persona qué gesto hace: lo mira de arriba hacia abajo. La única oportunidad, el único momento que es lícito mirar a una persona de arriba abajo es para ayudar a levantarse. ¡Cuántas veces vemos gente que nos mira así, por sobre el hombro, de arriba para abajo! Es triste. La única manera en que es lícito, la única situación en que es lícito mirar a una persona de arriba para abajo es —lo digan ustedes— para ayudar a levantarse.

Bueno, esto es un poco el camino, la constancia en caminar. Y en la vida, para lograr las cosas hay que entrenarse en el camino. A veces no tenemos ganas de caminar, no tenemos ganas de hacer esfuerzos, nos copiamos en los exámenes porque no queremos estudiar y no llegamos al éxito. No sé si a algunos les gusta el fútbol. A mí me gusta. Detrás de un gol, ¿qué hay? Mucho entrenamiento. Detrás de un éxito, ¿qué hay? Mucho entrenamiento. Y en la vida, no siempre uno puede hacer lo que quiere, sino aquello que la vocación que tengo dentro —cada uno tiene su vocación— nos lleva a hacer. Caminar; si me caigo, levantarme o que me ayuden a levantarme; no permanecer caído; y entrenarme, entrenarme en el camino. Y todo esto es posible, no porque hagamos cursos sobre el camino —no hay ningún curso para enseñarnos a caminar en la vida—. Eso se aprende, se aprende de los padres, se aprende de los abuelos, se aprende de los amigos, llevándose de la mano mutuamente. En la vida se aprende, y eso es entrenamiento en el camino.

Yo los dejo con esta idea nomás: caminar y, si uno se cae, levantarse; caminar con una meta; entrenarse todos los días en la vida. En la vida, nada es gratis. Todo se paga. Sólo hay una cosa gratis: el amor de Jesús. Entonces, con esto gratis que tenemos —el amor de Jesús— y con las ganas de caminar, caminemos en esperanza, miremos nuestras raíces y vayamos adelante, sin miedo. No tengan miedo. ¡Gracias! ¡Chau!

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Comentarios
34 comentarios en “El Papa a los jóvenes: «En la vida, no siempre uno puede hacer lo que quiere, sino aquello que la vocación que tengo dentro»
    1. El Revilla del Vaticano parlotea cosas sin fuste antes de volverse a su aeronave a contaminar. Para palpar la verdadera misericordia de Dios, adonde ha ido la chiquilla esa ciega del Opus ha sido a Fátima: la Virgen cuyo mensaje también ha intentado adulterar Bergoglio con su amoral «Todos, todos, todos».

      1. Mt 22:9-10: «Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales.»

        1. Qué a punto sabéis tú y Bergoglio cortar la Biblia para vuestros fines, ¿eh, tunante?

          Mateo 22, 11 y ss.
          «Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos».

          1. Pues atiende bien a lo que te digo (que también vale para mí): cuida tú de estar «vestido de boda» y no presumas de pertenecer ya a los salvados, a los «pocos» y definitivos… Además, no usurpes la autoridad del Rey, porque te echa fuera mucho más rápido que al infiltrado.

            ¿Y qué número le podemos atribuir a los «pocos»? ¿Serán cien personas, dos mil, un millón, dos mil millones? El número final y real solo el Señor lo sabe.

            El punto es que el llamado es para todos, «buenos y malos» y que entren los que tengan que entrar. La Iglesia está abierta a todos, todos, todos.

          2. Mire, troll: no sabe usted de exégesis bíblica ni un pimiento. Así que, no haga el ridículo: en el versículo 10 el rey manda que salgan los criados y traigan al banquete a todos los que hallen, y trajeron, hasta llenar la sala, a todos, malos y buenos. ¿No le parece sumamente extraño que, si esta segunda parte fuese parte del cuadro primero, el rey se extrañase, al entrar, de encontrar a uno sin el vestido nupcial, que alegóricamente son las disposiciones morales convenientes, cuando ya estaba la sala llena de malos y buenos? Igual usted interpretaba que al cielo van malos y buenos, y que cogen a uno de los malos, al azar, y lo echan de allí (es usted tan imaginativo…).

    1. Verborrea sí tiene; de feriante. El caso es si lo que dice alimenta el alma del joven, transforma su mente, eleva el corazón a Dios. (?).
      Qué vacuidad en sus palabras. ¿Así habla un vicario de Cristo?

  1. Verborrea sí tiene; de feriante. El caso es si lo que dice alimenta el alma del joven, transforma su mente, eleva el corazón a Dios. (?).
    Qué vacuidad en sus palabras. ¿Así habla un vicario de Cristo?

    1. La verborrea negativa y siempre para criticar sí que no alimenta el alma de ningún joven, sino que solo sirve para envenenar su corazón.

      ¿Quién eres tú, quién soy para decirle al Vicario de Cristo como tiene que hablar a los jóvenes? Siempre tienen que «salir» desde el anonimato los perfectos y justos miembros moralistas y «teólogos» del jurado para dar su veredicto y aprobar o desaprobar, dar su visto bueno o no, condenar o exaltar al Papa y a los obispos. En relación al Papa es solo para criticar y condenar. O en relación al CVII. Lo bueno y santo es solo aquello que ellos aprueban y que es de su preferencia, lo demás no sirve, todo es malo y hay que echarlo abajo. Lamentable.

      Pero el Señor es más grande que todo eso, y puede sanar y purificar, santificar e iluminar, porque Él hace lo que quiere, como quiere y con quien quiere; Su Espíritu sopla como quiere y dónde quiere y no tiene que permiso a nadie.

      1. ¿Criticaba san Juan Bautista?
        ¿Alimenta el alma la agenda 2030, el modernismo, la mundanidad?
        ¿Tiene frutos de caridad berg; por ejemplo, contestando a las dubia?
        ¿Cree que berg confirma en la fe, entrega fielmente el Deposito?
        ¿Qué ve usted que pueda abrirme los ojos en cuanto a Francisco I el Magno?

        1. Lo siento pero no eres san Juan Bautista y tu misión en la vida no tiene nada que ver con la misión del Bautista.

          Cuidado con el orgullo, la soberbia y la trampa del profetismo, o la presunción de ser tan justo y recto que te da automáticamente autoridad para criticar, corregir y condenar a los demás.

          De nada te sirve tener esa verborrea negativa y condenatoria hacia el Papa. No te santifica ni a ti ni al Papa ni a nadie; y tampoco por tus pobres palabras va a ser la Iglesia todo lo perfecta e ideal que te gustaría según tus ideas y preferencias.

          No eres más que un pobre pecador (como yo) que se esconde detrás de una J con un punto final. (J.) Pero si te consuela o te hace más «feliz» criticar y acusar, señalar y condenar, pues ya tienes tu recompensa…

          1. Agios:
            A qué religión pertenece usted,a la católica desde luego NO.
            CLARO QUE TENEMOS LA MISMA MISIÓN QUE JUAN EL BAUTISTA.
            Porque todo CATÓLICO es SACERDOTE,PROFETA Y REY.
            Y la misión del PROFETA es ANUNCIAR Y DENUNCIAR.
            Asique si,nuestro ejemplo debe ser Juan el Bautista.,a quie Cristo alabó.

          2. Estimada María, no NO «tenemos la misma misión que Juan el Bautista». Como mucho se puede decir que es un ejemplo de para nosotros de santidad, justicia y fortaleza, pero ni siquiera nuestro bautismo es el de Juan, sino el de Jesucristo. Es también en Cristo, por Cristo y de Cristo que recibimos la llamada y el don de participar de su sacerdocio, reino y misión profética como cuerpo suyo. Somos de Cristo, nuestra misión es la de Cristo y si no amamos unos a otros no podemos dar buen testimonio de que somos sus discípulos.

            Juan Bautista no es pretexto para arrogarse el derecho a murmurar, difamar, atacar o maldecir el Papa. Muchos están cayendo en el pecado de Coré y no se dan cuenta.

          3. «Siempre tienen que «salir» desde el anonimato los perfectos y justos miembros moralistas y «teólogos» del jurado para dar su veredicto y aprobar o desaprobar, dar su visto bueno o no, condenar o exaltar al Papa y a los obispos»

            Y para muestra, un botón: usted. Seguro que cada mañana repite aquello de: «gracias, Señor, por no hacerme como esos malísimos e imperfectos publicanos de Infovaticana, que encima osan corregir los disparates pontificios».

  2. Me ha sorprendido la pobreza del discurso del Papa Francisco.
    Teniendo una gran oportunidad de ser escuchado por varios centenares de miles de jóvenes, y muchos más, Francisco podría:
    1- Haber movido a la conversión explicando los fundamentos apologéticos de la fe cristiana.
    2- Haber prevenido frente a las ideologías erráticas que nos atacan (aborto, ideología de género, ecologismo mal entendido, totalitarismo del pensamiento globalista, etc).
    3- Haber animado al crecimiento espiritual y moral (exhortando a participar en la misa dominical, confesarse con frecuencia, leer libros edificantes, vivir la castidad de estado, orar, mortificarse, etc.)

    1. Estimado sacerdote, no sé de qué te sorprendes, si ya conoces bien la constante pobreza de los discursos del Papa según tu perfeccionismo discursivo, y que además ya eres comentarista y critico muy experimentado de todo lo que dice el Papa. No eres ningún novato, a estas alturas no te debería sorprender. Lo que pasa es que no pierdes una oportunidad para salir a palestra, como quien no puede contener sus palabras en su posición de «vieja del visillo» eclesial. Me pregunto si dedicas tanto tiempo y palabras para rezar por el Papa como lo haces aquí para comentar y criticar… y más siendo sacerdote. Dios tenga piedad de todos nosotros.

      1. Póngase como quiera. Los discursos de berg son propios de un simplón. ¿Lo es; se lo hace? Pero, con más de una década en tal ramplonería, ya da igual. Lo fundamental es pedir que Dios nos libre cuanto antes de este personaje y acalle a la jauría de sus secuaces.

        1. Que el Señor te bendiga hija mía, y que Dios reprenda a satanás. Abramos nuestros corazones al dulce amor de Dios y que nuestro refugio sea sobretodo la oración. Orar, orar y orar. Para que crezca en nosotros y sirva de alimento el
          multiforme fruto del Espíritu:

          «amor,
          alegría,
          paz,
          paciencia,
          afabilidad,
          bondad,
          lealtad,
          modestia,
          dominio de sí.»

          Laus Deo!

          1. «Para que crezca en nosotros y sirva de alimento el
            multiforme fruto del Espíritu»

            ¿Multiforme fruto? Pero, ¿por qué todos los heterodoxos son tan insufriblemente cursis?

            Aquí tiene un listado de los frutos del ESPÍRITU SANTO (que es como se llama la Tercera Persona de la Santísima Trinidad), que le veo un poco perdido y bastante «olvidadizo» en su listado (son 12, y no 9):

            Caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad.

            De nada.

          2. «El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí. Contra estas cosas no hay ley.

            Y los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con las pasiones y los deseos.

            Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el Espíritu.

            No seamos vanidosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.»

            – Gálatas 5:22-26

          3. ¿Y cuál es el objeto de que me transcriba un pasaje que cualquiera puede leer sin su ayuda? Usted ya ha demostrado que no sabe nada de exégesis bíblica y que hace como los protestantes: interpretar lo que les da la gana. ¿Falla la Biblia? No: falla usted. Así que, todos los «laus» que usted quiera, pero a ver si estudia un poquito antes de intentar dar lecciones.

  3. Las palabras de Francisco no dicen nada, no convierten, no edifican. Su presencia en la JMJ no arrastrará a la juventud hacia la santidad, sino que Francisco contribuye a generar confusión.

    1. Para formar una correcta y justa opinión sobre algo no podemos basarnos solo en fragmentos.

      Los jóvenes se sintieron muy edificados con las palabras sencillas y profundas de Francisco, y así lo expresaron, como cuando les animó a que no tuvieran miedo, recordando las palabras de san Juan Pablo II: «Non abbiate paura (no tengáis miedo) spalancate le porte a Cristo»

      El vía crucis fue una obra de arte audiovisual de espiritualidad que tocó los corazones de cientos de miles de personas allí y por todo el mundo.

      1. «Para formar una correcta y justa opinión sobre algo no podemos basarnos solo en fragmentos»

        ¿En serio? Será que usted es lento formándose la opinión. O masoquista. O ambas cosas.

        O, más bien, que en este caso ya la tenía formada de antemano, como las respuestas que les da a todo el mundo. Especialmente a Sacerdote Católico y Sacerdote mariano. Porque el nick puede cambiar mucho, pero su matraca y manía persecutoria no cambia.

        Muy adecuado que recuerde las palabras de JPII. Así se ve la diferencia claramente: «No tengáis miedo: abrid las puertas a Cristo» (JPII). «No tengáis miedo», a secas (Francisco, en un evento del que se ha dicho oficialmente que no se pretende llevar a Cristo a nadie).

        Y sobre los «cientos de miles de personas…», le hago la pregunta siempre: ¿usted cómo lo sabe? ¿Magia trollera, tal vez? Porque no va a convencer a nadie de que ha preguntado a «cientos de miles de personas» (ni siquiera a un puñado).

      2. Papa Francisco a los jóvenes:

        «Amigos, también nosotros necesitamos algún destello de luz que sea esperanza para afrontar tantas oscuridades que nos asaltan en la vida, tantas derrotas cotidianas para afrontarlas con la luz de la resurreción de Jesús. Él es la luz que no se apaga y brilla de noche.

        No nos volvemos luminosos cuando nos ponemos debajo de los reflectores, cuando exhibimos una imagen perfecta y nos sentimos fuertes y exitosos. Nos volvemos luminosos cuando acogiendo a Jesús aprendemos a amar como Él. Eso nos hace luminosos. Eso nos lleva a hacer obras de amor. No te engañes amigo y amiga, vas a ser luz el día que hagas obras de amor.

        Está todo aquí, todo aquello que hay que hacer en la vida cristiana está en esta palabra […] escuchar a Jesús, escucha que te dice Él. ¿No sabes qué te dice? Coge el Evangelio y léelo, porque Él tiene palabras de vida eterna para nosotros; porque Él revela que Dios es padre y es amor […] Él te va a decir cuál es el camino del amor.»

        1. Zzzzz 😴

          ¿En serio cree que alguien se va a leer ese pestiño? Los fans de Francisco no abundan aquí precisamente. Pruebe en Herejía Digital, como le digo siempre.

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