Nuevo ataque al ex profesor de Gaztelueta: el Tribunal de la Signatura Apostólica destituye a sus abogados

José María Martínez, ex profesor de Gaztelueta José María Martínez, ex profesor de Gaztelueta
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Ya se habla de un nuevo atropello jurídico del Vaticano en el ‘Caso Gaztelueta’. Tal y como hemos ido contando en este medio desde el inicio del caso, los sucesos extraños no dejan de sucederse y salpicar este asunto.

José María Martínez, numerario del Opus Dei y ex profesor de Gaztelueta ha vuelto ha escribir una entrada en su blog en donde relata un hecho insólito: El Tribunal vaticano ha destituido a sus abogados sin mayor explicación.

Además, relata que el Tribunal de la Signatura Apostólica tampoco ha aceptado ninguna de sus cuatro peticiones en donde pedía, entre otras cosas, apartar al obispo de Teruel de la causa por su imparcialidad y que se le entregara la investigación previa.

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El ex profesor de Gaztelueta apunta en su escrito directamente al cardenal Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española de quien José María dice que «ha demostrado su parcialidad en el caso».

Por su interés, reproducimos el escrito completo de José María Martínez:

Acabo de leer una comunicación del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica —Tribunal Supremo y Ministerio de justicia de la Iglesia— en la que se trasmite que, aunque mis abogados fueron reconocidos por el Juez, ahora ya no lo son. Tampoco se aceptan las cuatro peticiones que presenté: recusación del juez de esta causa, revocación del decreto de la Sede Apostólica, petición de inhibición de la Sede Apostólica en este proceso y que se nos entregue la investigación previa. Esta comunicación llega tarde y mal.

Llega tarde porque un periodista ya se había puesto en contacto conmigo para comentarla y es que parece que todo lo que ocurre en Roma carece de discreción, se sabe todo antes de que llegue al interesado. Llega mal porque, la comunicación que han recibido mis abogados está dirigida a la “Praelaturae Sanctae Crucis et Operis Dei”—en castellano: Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei—, que no es causa ni parte en este proceso. A mí, directamente, no me ha llegado. Sorprendente.

La respuesta me produce tanto perplejidad como desasosiego. Aún más desasosiego al conocer que ha sido redactada por una sección de la Signatura Apostólica de la que forma parte su Excª. Rvª. don Juan José Omella, Cardenal arzobispo de Barcelona, que ha demostrado su parcialidad en el caso. Sé, y varios medios lo han destacado estos años, que desde el año 2015 ha escuchado y amparado a la acusación, a la familia Cuatrecasas. No puedo entender que forme parte de este despropósito, de este procedimiento en que se ha anulado principio de irretroactividad de la ley penal. Me han despojado de un derecho que ni siquiera se le conculca a un criminal de guerra.

Lo que es más grave, se ha anulado este sagrado principio “ad casum”, solo y únicamente en mi caso. No creo que exista ningún abogado ni tribunal en España o en Europa, que se atreviera defender este atropello como justo.

Tengo varias dudas. Quizá la Signatura Apostólica me las pueda aclarar. Supongo que, si se me está aplicando este procedimiento a mí, es porque se va a aplicar, retroactivamente también, a todos los laicos católicos, vivos y muertos, a los que en algún momento alguien haya acusado de hechos similares. ¿Se va a aplicar a todos ellos este modo de proceder? ¿O solo se me aplica a mí “ad casum”, por alguna razón que se me escapa?

No comprendo que la comunicación, llamada decreto, no esté firmada por tres jueces como debería ser lo propio. En los países civilizados los jueces, o quienes toman una decisión sobre los derechos de las personas, firman sus resoluciones, no se ocultan detrás de la simple mención de su cargo.

No comprendo que el Tribunal asevere que el Romano Pontífice no pueda ser recusado —algo que además mis abogados no pedían: solicitaban su inhibición, que se hiciera a un lado en el caso— porque “goza de la potestad ordinaria, suprema, plena, inmediata y universal sobre la Iglesia, la cual ejerce libremente”. Y es que ejercerla libremente no significa ejercerla contra el derecho canónico ni el derecho natural, contra las leyes que se ha dado a sí misma, aplicándolas con carácter retroactivo, poniéndose por encima de esas normas. La potestad puede ser suprema, pero no es absoluta. Todos estamos sujetos a la ley.

No comprendo cómo se puede retorcer tanto la realidad para negar que el delegado encargado de juzgar la causa perdió la imparcialidad al escribirme por carta las siguientes palabras: “Como hermano en la fe, me permito recomendarle con todo respeto que si, por las circunstancias que fuesen, usted hubiera defendido su inocencia de manera incierta, contemple este procedimiento como una oportunidad para reconocer la verdad y pedir perdón al sr. Juan… y a su familia”. No sé cómo su Exc.ª Rma. don José Antonio Satué, obispo de Teruel-Albarracín, delegado de la causa, pudo llegar a esa conclusión.

No comprendo cómo puedo llegar a saber si se dan elementos nuevos que justifiquen reabrir un proceso ya cerrado, si no conozco el contenido de la investigación previa, que no me dejan ver.

No comprendo cómo, en una primera instancia, se acepta a mis abogados, pero se los destituye después.

No comprendo el desmesurado empeño del Cardenal Arzobispo de Barcelona y quizá de otras personas por juzgar por la vía canónica —reservada a sacerdotes y religiosos— a un laico —a uno en particular—, por un delito que, por muy execrable que fuera, ya está juzgado y cerrado en España.

Me enfrento a un proceso sin regulación, en el que la defensa es imposible porque se ha establecido un procedimiento para que, de hecho, no lo sea: se recusa a mis abogados — que llevan muchos años de ejercicio profesional — declarándoles incompetentes para mi defensa después de haberlos aceptado; se me imponte un abogado de oficio ya que, de hecho, no me quedará otro remedio que aceptar el que quieran; se callan cuando se les dice que están aplicando una ley penal con carácter retroactivo, lo que es completamente contrario a todo Derecho Sancionador. Tristemente, todo se disfraza de legalidad pero es autoritarismo e imposición.

Esta impresión de ilegalidad y ensañamiento no solo la tengo yo; me la han manifestado, con mayor o menor indignación, muchas personas tanto del ámbito de las leyes o de la cultura, como personas con simple sentido común, creyentes y no creyentes. Todo esto me lleva a pensar que cualquier jurista quedaría apenado y desconcertado al conocer su falta de rigor e independencia.

Que nadie lo dude. Voy a seguir peleando porque soy inocente, porque estoy siendo juzgado de una manera injusta y muy dolorosa, porque vale la pena, porque no me da la gana que me pisoteen abusando de su posición. Por todo esto, responderemos al documento de la Signatura, e iremos hasta a la Corte Europea de Derechos Humanos si es necesario, porque de lo que estamos hablando aquí es de eso: de los derechos más elementales de cualquier persona.

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Comentarios
40 comentarios en “Nuevo ataque al ex profesor de Gaztelueta: el Tribunal de la Signatura Apostólica destituye a sus abogados
    1. Lo que sigue a ésta injusticia perpetrada por el Vaticano, al violar un derecho básico de toda persona humana, es un escándalo tal por el que haya personas que dejen de practicar y yo lo comprendo. Señores Obispos, prepárense para enfrentarse con el Tribunal Supremo de Dios. Ahí no valen components, el poder terreno, el abuso.
      Señores Obispos, todavía están a tiempo de arrepentirse, de rectificar. Celebran ustedes la Santa Misa todod los días? Yo creo que no.
      Muerte, dónde está tu victoria?
      Dónde está tu aguijón?
      Que descansen.

      1. Estimado Don José,
        Estáis lidiando con una mafia, y en este escenario debéis tener cuidado, pues la justicia no reina en el vaticano en estos momentos, Dios os Bendiga!

        1. Otra increíble farsa procesal orquestada por la mafia que dirige el Revilla del Vaticano, y que tiene sometida y amordazada a la Iglesia católica.

  1. Lamento mucho en sufrimiento de D. José María, pero no es más que el chivo expiatorio para acabar con la personalidad moral de la Santa Sede, haciendo de ella un lugar de immorales

  2. Extremadamente vergonzoso. Omella donde tiene que estar es jubilado. Cada vez es más evidente la torticera intención en todo este asunto. El daño que se está provocando a un inocente y su familia bien merecen una denuncia ante el tribunal de derechos humanos. Que pena me da la arbitrariedad de la Iglesia. Mucho llenarse la boca de sinodalidad, misericordia, perdón… Que asco me dan. Pero cada uno rendirá cuenta de sus pecados… Omella, aproveche el tiempo que le queda.

  3. No tengáis ningújn miedo. Mirad lo que dijo el papa Francisco en un discurso al Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, el Viernes, 21 de febrero de 2020:
    Dar a conocer y aplicar las leyes de la Iglesia no es una traba para la presunta «eficacia» pastoral de quienes quieren resolver los problemas sin el derecho; al contrario, es la garantía de la búsqueda de soluciones no arbitrarias, sino verdaderamente justas y, por tanto, verdaderamente pastorales. Evitando soluciones arbitrarias, el derecho se convierte en un baluarte válido en defensa de los últimos y de los pobres, en un escudo protector para aquellos que corren el riesgo de ser víctimas de los poderosos de turno. Lo vemos hoy; vemos cómo en este contexto de guerra mundial a trozos, siempre hay una ausencia del derecho, siempre. Las dictaduras nacen y crecen sin el derecho. En la Iglesia no puede pasar eso.

    En la Iglesia no puede pasar eso. ¿Está claro?

    1. Supongo que la cita la transcribe como ironía, ¿no? Porque si algo ha demostrado Bergoglio en los 10 años de pontificado es que es un felón y un hipócrita. No ha parado de tirar la piedra y esconder la mano.

      1. José María es inocente. Todos lo saben. Pero la verdad en este asunto, no es lo importante.
        Esta burda trama forma parte de otra mayor y más compleja. Cómo si no se entiende que un laico sea juzgado por La Santa? Absurdo.

    2. Si es laico, que pena le puede tocar? Por que participa de todo este juicio? Por qué participa de todo este circo?

      1. No participa, se defiende de la panda de mafiosos que le están intentando juzgar por algo ya juzgado y de lo que es inocente. Cuanto mayor es la iniquidad, más clara aparece su inocencia. Esta panda de ignorantes iletrados responderán sin duda ante Dios. Pero ojalá respondan también ante la justicia humana.

  4. Esto es increíble.
    Me recuerda al juicio contra Sophie Scholl y los estudiantes de Munich. Lo triste es que los que promovieron ese juicio eran nazis, mientras este caso lo promueven algunos eclesiásticos.
    Darán cuenta a Dios.

    1. ¿Cuánta razón tiene! Fue en 2014 cuando el cardenal Omella y el jesuita Germán Arana (ahora está siendo juzgado por calumnias e injurias en Madrid) comenzaron la llamada «Trama Maña» y el «Caso Gaztelueta». Hundir al arzobispo de Zaragoza, Don Manuel Ureña, les llevó el 2014. Fue el primer obispo que celebró la misa tradicional tras el permiso concedido por el papa Benedicto XVI, y esto molestó a muchos.
      El jesuita Germán Arana facilitó su abogada a Cuatrecasas, que ahora defiende también a Arana acusado de calumnias e injurias ante un tribunal civil de Madrid. Todo queda explicado en el sorprendente libro «Operación Opus Dei», del cual se ha publicado la segunda edición ampliada y corregida estos días de julio. En el libro se acusa también, o se muestra, a Religión Digital como al brazo mediático de esta trama contra el Opus Dei, y con multitud de audios recogidos por un periodista encubierto. https://www.amazon.es/gp/product/B0BW7H6KT3/ref=dbs_a_def_rwt_bibl_vppi_i0

  5. Otra prueba más de la conducción judicial antijurídica y contraria a los derechos humanos basicos procesales de los tribunales vaticanos. Privando la defensa jurídica sin motivación ni recurso.

  6. «se va a aplicar, retroactivamente también, a todos los laicos católicos, vivos y muertos, a los que en algún momento alguien haya acusado de hechos similares. ¿Se va a aplicar a todos ellos este modo de proceder? ¿O solo se me aplica a mí “ad casum”, por alguna razón que se me escapa?»

    La injusticia es notoria e indica que se aplicará a la comisión de abusos de la Iglesia. Parece que la idea de Omella es declarar culpables a todos los presbíteros, religiosos y laicos acusados de haber cometido abusos, sin ningún juicio y aunque hayan prescrito civil y penalmente, sin importar violar los derechos procesales de todo acusado o imputado; Bergoglio y Omella parece que han vendido a la Iglesia española por abusos desde 1950 para obtener una imagen de justos y santos. Si esto es así, es una injusticia contra la cual hay que luchar. José María Martínez, ex profesor de Gaztelueta, somos todos.

    1. Eso es JMM Somos todos. Yo al menos y a muerte. Me alegra que tenga ya fuerza para defenderse en público.
      Espero que se anime, ahora que empieza a ser un lider, se organce y nos deje ayudarle con tiempo y dinero.

  7. Mucho ánimo, José María!
    Por muchos motivos estoy convencido desde el principio de tu inocencia.
    Lo que estás sufriendo ahora es un atropello y un abuso de autoridad propio de un estado totalitario o de la Edad Media
    Espero que recurras y denuncies ante los tribunales civiles internacionales competentes.
    Un fuerte abrazo!

  8. Esa carta que le enviaron, «sugiriéndole» que acepte «su culpabilidad» ahora que le pusieron las cosas contra él y le abrieron otro proceso, es una extorsión, es incitación a falso testimonio.

  9. A ningún ser humano se le puede obligar a que se someta al abuso (sexual o jurídico) de una autoridad civil o eclesiástica, por muy alta que sea. En ambos casos eso se llama ‘violación’. Y tanto más grave cuanto mayor sea la diferencia entre la autoridad del abusador y la del abusado.

  10. Me acuerdo mucho de encomendarte José María. Es increíble todas las tropelías ocurridas en este caso, tanto de la parte civil como ahora de la canónica q clama al Cielo. El único consuelo q te queda es la posibilidad de identificarte con Nuestro Señor en el juicio injusto al q fue sometido. Rezo para q mantengas la paz, ya q cuando es el propio Papa el q te tiene contra las cuerdas, tiene q ser complicado canalizar esos sentimientos y rezar con paz. Q la Virgen te proteja bajo su manto.

  11. Estimado J. M. Martínez, no sea ingenuo:

    1. Ud. es el chivo expiatorio del ataque al Opus, por eso envían la comunicación a ellos, lo simbolismo del gesto es claro, una gestualidad muy romanesca, y muy mafiosa también. En realidad contra Ud. no tienen nada, sino contra la libertad de los carismas en la Iglesia postsinodal que se nos viene. Ud. no es más que un peón en el gran juego, y por cierto se les nota bastante cabreados con la deriva de su caso.
    2. Hágame caso, no espere un juicio canónico justo. La única solución es pasar del procedimiento, no acudir a ninguna cita y denunciar con su actitud que todo el proceso es un esperpento de arbitrariedad.
    3. Pida, eso sí, protección jurídica a las instituciones civiles. Por ejemplo empiece desde abajo, por presentar una querella contra Omella, Satue y Joseba.
    4. Mientras tanto, busque un lugar en el mundo donde vivir una vida tranquila y resista, porque hasta dentro de dos o tres pontificados no se va a arreglar todo este desmadre.

    1. Quieren acabar con el Opus Dei. Así como el NOM no quiere nacionalidades, quiere imponer una religión mundial uniforme donde los grupos o carismas diversos no tienen cabida y hay que desmontarlos. Este señor solo es un chivo expiatorio.

    2. No solamente es el chivo expiatorio del ataque al Opus sino que seguramente es un daño colateral en el empeño por hacer del Vaticano un estado fallido y hacer trizas frente al mundo la otrora autoridad moral de la Iglesia en materia de justicia y derechos humanos, y de paso socavar la fé (que es el objetivo principal).
      Si el señor JMM lee esto, por favor háganos caso, pase de todo el proceso y mándelo al diablo (literalmente).
      La jerarquía actual no le hará jamás justicia porque ya no es su prioridad, usted no se fatigue más.

  12. Claramente van a por el Opus Dei por tierra, mar y aire.
    En este caso se hacen trampas descaradas en el solitario: Insisten en que los Laicos no pueden ser miembros de una Prelatura Personal, salvo para abusar de ellos.

    La estructura y naturaleza de la Obra le permite aguantar siglos en la clandestinidad. Es una estupidez y pérdida de tiempo atacarla.

    No creo que desde el Opus Dei se diga media palabra contra el Papa en público, pero respondiendo a actos injustos e ilegales como estos van a sacudir con la mano abierta.

  13. El derecho canónico se visibiliza como un derecho distinto al civil y penal de este mundo. Su búsqueda es la «verdad» y no si eres culpable o no, realmente nunca eres inocente, si te acusaron los jueces parte de que eres culpable y que tienen en los interrogatorio que sacarte la verdad.

  14. Van y con mucha saña a por este profesor. Yo me pregunto : con los profesores jesuitas de Barcelona, con los abusos gravísimos y probados, no han hecho más que enviarlos a un colegio de Bolivia y asunto resuelto… Qué pasa?

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